La final de Copa Libertadores 2018 tiene una característica singular: será la primera final entre clubes argentinos y esa final será disputada por River Plate y Boca Juniors. En Abrí la Cancha hicimos un repaso de los 24 partidos de Copa entre los viejos rivales del barrio de la Boca que precedieron a la gran final. Un reencuentro con la historia, sus personajes, vivencias y golazos.
Por Carlos Aira
Copa Libertadores de América. Tal vez el torneo de clubes más hermoso del mundo. La Champions League tiene oropel, pero la Libertadores una fama y complejidad que no hay Cristiano Ronaldo o Messi que la emparde.
La Libertadores nació a fines de los años cincuenta. Cuando la expansión global del fútbol era irrefrenable. Europa tenía su exitosa Liga de Campeones que había catapultado al Real Madrid de Alfredo Di Stéfano al total estrellato global. Sudamérica organizaba el torneo continental más antiguo del mundo, la Copa América, pero debía tener su torneo de clubes. El 2 de agosto de 1959, la Confederación Sudamericana de Fútbol se reunió en Caracas. En esa reunión anual quedó instaurado el nuevo certamen. Fue bautizado Copa de Campeones. Participarían los equipos campeones de cada país miembro de la Confederación. Meses más tarde, el organismo rector del fútbol continental decidió rebautizar al torneo Copa Libertadores de América.
El primer club argentino en disputar la Copa fue San Lorenzo de Almagro. Campeón 1959. Los azulgranas nunca se perdonaron la desidia hacia un torneo de indimensionable grandeza en aquellos días: luego de eliminar a Bahía, de Brasil, se midió con Peñarol. En el partido de ida igualaron 1 a 1 en Montevideo. En la revancha, jugada en Huracán, no se sacaron ventajas. Debía disputarse un tercer partido en campo neutral. Pero la dirigencia sanlorencista, a cambio de 50.000 pesos, aceptó jugar aquel partido en el Centenario. Peñarol ganó 1 a 0, y a la postre, fue el primer campeón de la Copa.
En 1961 y 1962 fueron los equipos de Avellaneda quienes representaron a nuestro fútbol. Independiente y Racing no hicieron pie y se fueron de la Copa con rendimientos mediocres. Pero en 1963 apareció Boca Juniors dispuesto a ganar la Copa. Aquel equipo de rompe y raja cimentado en una solidez monolítica y los goles de Paulo Valentim y José Francisco Sanfilippo. Pero los xeneizes cayeron ante Santos en la final. Al año siguiente fue Independiente el primer equipo argentino en ganar la Copa, iniciando su largo romance con la Libertadores. La ganó en 1964 y 1965.
1966: CUATRO PARTIDOS DE HACHA Y TIZA
A fines de 1965 la Copa tendrá una vuelta de tuerca. Washington Cataldi, presidente de Peñarol, propuso que se sumara el subcampeón de cada país al certamen. Buscaba así dos cosas: la presencia permanente de los dos grandes de la República Oriental y generar más partidos y actividad en la competencia. La modificación fue aceptada salvo por los equipos brasileños, que se negaron a participar en la edición de 1966.
Pero aquella Copa Libertadores de 1966 tuvo a Boca Juniors y River Plate como protagonistas por Argentina. Los xeneizes fueron campeones en una atropellada fantástica cuando parecía que River se quedaba con el campeonato. Era un duelo de estilos muy claro: el juego del River de Renato Cesarini contra el Boca monolítico dirigido por Néstor Pipo Rossi, un símbolo millonario.
El primer partido entre los clásicos rivales se disputó el miércoles 10 de febrero de 1966. Días en los cuales la Selección Argentina, conducida por Osvaldo Zubeldía, era supuesta prioridad AFA de cara a la Copa del Mundo y disputaba una serie de amistosos. Ambos equipos tuvieron bajas importantes. Como el debut en Boca Juniors del grandote Minoian, reemplazando a Antonio Roma. También estuvieron ausentes Ubaldo Rattín y Alberto González. En su lugar ingresaron Federico Sacchi y el Ruso Marcos Zarich. En un Monumental colmado, con ansias de revancha, River jugó un gran partido. Partió a Boca con un trabajo descomunal del platense Daniel Bayo.
River Plate ganó 2 a 1. El sanafesino Juan Carlos Sarnari y Daniel Bayo marcaron los goles riverplatenses en la primera etapa. El Tanque Alfredo Rojas el gol visitante a los 16 minutos del segundo tiempo. El festejo del triunfo fue desbordante. Una pequeña venganza.
River Plate formó: Amadeo Carrizo; Juan Carlos Guzmán y Abel Vieytes; Alberto Saínz, Daniel Bayo y Roberto Matosas; Luis Cubilla, Juan Carlos Sarnari, Pedro Prospitti, Daniel Onega y Jorge Solari.
Boca Juniors formó: Carlos Minoian; José María Silvero y Silvio Marzolini; Carmelo Simeone, Federico Sacchi y Alcides Silveira; José Luis Luna, Ángel Clemente Rojas, Alfredo Hugo Rojas, Norberto Menéndez y Marcos Hugo Zarich.
La revancha se disputó el 24 de marzo de 1966. Con ambos equipos ya clasificados a una nueva etapa de la Copa, muchos especulaban un partido blando. Pero la realidad es que aquella noche en la Bombonera se jugó un partido intenso. Boca Juniors, con mayores recursos defensivos y ofensivos, fue demasiado para los riverplatenses.
El Ruso Hugo Zarich fue la gran figura de la noche. Boca ganó 2 a 0, con dos goles de Alfredo Rojas. El primero a los dos minutos del segundo tiempo en clara posición adelantada que el árbitro Ángel Coerezza no sancionó. Tres minutos más tarde, jugada preparada: tiro libre desde la izquierda. Federico Sacchi y Silvio Marzolini, los dos rubios xeneizes con pies de porcelana, amagaron la ejecución. El centro del rosarino fue quirúrgico y el Tanque recibió sólo en el área chica para definir de zurda.
Minutos más tarde, penal para River. El rionegrino Pedro Prospitti en la ejecución. Su remate se fue junto al palo derecho de Minoian. Festejo en la Bombonera. Finalizado el partido, Prospitti decía apesadumbrado en el vestuario: «¡Que se yo lo que pasó! Nunca en mi vida erré un penal y justo me pasó esto contra Boca! ¿Contra Boca me tenía que pasar? Le quise dar al otro rincón ¿No vio como el arquero se tiró al otro lado? ¡Y me salió para cualquier lado!…Qué se yo…«. Ese fue el primer penal fallado en esta historia copera entre River y Boca.
Boca Juniors formó: Carlos Minoian (Osvaldo Pérez); Carmelo Simeone, Rubén Magdalena, Jorge Sufraniuck y Silvio Marzolini; Marcos Zarich, Federico Sacchi y Ángel Clemente Rojas; José Luis Luna, Alfredo Hugo Rojas y Reynaldo Aimonetti.
River Plate formó: Hugo Gatti; Alberto Saínz, Juan Carlos Guzmán, Roberto Matosas y Abel Vieytes; Juan Carlos Sarnari, Roberto Zywica y Pedro Prospitti; Luis Cubilla, Daniel Onega y Delem.
En semifinales, Boca Juniors y River Plate se emparejaron en el mismo grupo que Guaraní de Asunción y el bicampeón Independiente. El jueves 14 de abril se jugó el tercer partido clásico por la Copa. Días atrás, el 3 de abril, River había conseguido una victoria histórica al derrotar 3 a 1 a Boca Juniors y ganar en la Ribera luego de larguísimos diez años.
Aquella noche, Boca Juniors tenía la obligación de ganar ya que la fecha anterior había caído ante Independiente 2 a 0 en la Bombonera. Los primeros siete minutos presagiaron una paliza xeneize. A los 4 minutos de juego, el Muñeco Madurga definió con clase por arriba de Amadeo Carrizo. Tres minutos después, el Tanque Rojas convirtió el segundo gol boquense luego de una gran jugada de Rojitas.
Pero River le puso corazón al Clásico. A los 14 minutos, Piraña Sarnari descontó para los Millonarios. En una noche sensacional del uruguayo Roberto Matosas, River llegó al empate faltando catorce minutos: centro al área xeneize, cabezazo de Daniel Onega que se desvió en José María Silvero para decretar la igualdad 2 a 2 en Núñez.
River Plate formó: Hugo Gatti; Abel Vieytes, Alberto Saínz, Roberto Matosas y Juan Carlos Guzmán; Juan Carlos Sarnari, Daniel Bayo y Daniel Onega; Luis Cubilla, Miguel Loayza y Jorge Solari.
Boca Juniors formó: Osvaldo Pérez; Carmelo Simeone, José María Silvero, Jorge Sufraniuck y Silvio Marzolini; Norberto Madurga, Alcides Silveira y Ángel Clemente Rojas; Marcos Zarich, Alfredo Hugo Rojas y Reynaldo Aimonetti.
Finalmente, el último partido de semifinales se disputó el martes 4 de mayo de 1966. River estaba casi clasificado a la final. Boca, que la fecha anterior había igualado 0 a 0 con Independiente abrió esa posibilidad. Sin chances de acceder a la final, los xeneizes debían golear a los millonarios por más de cinco goles para fueran los Diablos Rojos finalistas.
Nada de eso ocurrió. River fue mezquino en su planteo. Boca ganó 1 a 0 con solitario gol de Tanque Rojas, que marcó en los cuatro clásicos disputados por la Copa en aquel 1966. La tribuna xeneize le recordaba a Renato Cesarini el campeonato increíble que había perdido el año anterior: «¡Renato! ¡Renato! ¡Vas a perder otro campeonato!« Dicho y hecho. Días más tarde River perderá una final increíble ante Peñarol, con Renato Cesarini como principal responsable.
Fue una fiesta riverplatense en Brandsen 805. En el vestuario local, Alberto Armando, presidente de Boca Juniors, habló de bicampeonato moral: «Nosotros somos los campeones morales de 1965 y 1966. ¡Quien lo duda! Nos metieron el perro con Pavoni y Avallay; y también contra Independiente nos anularon un gol que nos hubiera dado la victoria. ¡Estos muchachos son los hijos varones que nunca tuve!».
Boca Juniors formó: Antonio Roma; Carmelo Simeone, Rubén Magdalena, Alcides Silveira y Silvio Marzolini; Alberto González, Antonio Rattín y Ángel Clemente Rojas; Oscar Pianetti, Alfredo Hugo Rojas y Marcos Zarich.
River Plate formó: Hugo Gatti; Alberto Saínz, Juan Carlos Guzmán, Roberto Matosas y Abel Vieytes; Juan Carlos Sarnari, Daniel Bayo y Daniel Onega; Luis Cubilla, Miguel Loayza y Jorge Solari.
1970: NUEVAMENTE RIVER
Cuatro años más tarde, en 1970, Boca Juniors y River Plate se volvieron a verse las caras en la Copa Libertadores de América. Ambos clasificaron por ser campeón y subcampeón del Nacional 1969. Aquella vuelta olímpica xeneize en Núñez, con el Muñeco Madurga estelar y los grifos abiertos.
Ya no estaba Alfredo Di Stéfano al frente de aquel once xeneize lujoso. En su lugar estaba José María Silvero, futbolista del equipo de la Ribera en la Copa de 1966. Por su parte, Angel Amadeo Labruna comandaba un equipo que había perdido el año anterior una final de campeonato que creía ganada ante Chacarita Juniors.
El Grupo 1 emparejó a los históricos rivales de La Boca con los bolivianos de Bolivar y Universitario de La Paz. El martes 17 de febrero se vieron las caras River Plate y Boca Juniors en Núñez. Fue un triunfo monumental de los xeneizes. A los 15 minutos de juego, un remate de Rubén Suñé pegó en la base del palo derecho defendido por Perico Pérez. El rebote lo capitalizó Aldo Villagra para abrir el marcador. River igualó a los 27 minutos: centro de Daniel Onega, cabezazo de Víctor Marchetti y gol de Enzo Gennoni.
Pero en el segundo tiempo apareció una figura tan pequeña como determinante. Jorge Coch había ingresó por el Chango Peña. El Ratón marcó el 2 a 1 a falta de quince minutos luego de una floja respuesta de Perico Pérez. Sobre la hora, tremendo error de Hugo Ferreiro, que habilitó a Coch quién señaló el 3 a 1 final.
En vestuarios sucedió algo singular y risueño. Jorge Coch decía a Radio Colonia: «Intuí que Ferreiro le iba a pegar mal a la pelota por eso me adelanté y aproveché su falla«. Lo que no sabía el diminuto delantero xeneize era que el veterano defensor también tenía auriculares puestos, y le respondió: «Lo felicito Coch y auguro un brillante porvenir como adivino«.
River Plate formó: José Pérez; Jorge Dominichi, Hugo Ferreiro, Miguel Ángel López y Jorge Recio; Enzo Gennoni y Carlos Rodríguez; Víctor Marchetti (Juan Carlos Trebucq), Ramiro Pérez, Daniel Onega y Oscar Más.
Boca Juniors formó: Antonio Roma; Rubén Suñé, Julio Melendez, Roberto Rogel y Silvio Marzolini; Norberto Madurga y Orlando Medina; Ignacio Peña (Jorge Coch), Armando Savoy, Ángel Clemente Rojas y Aldo Villagra.
La revancha en la fase de grupos se desarrolló el jueves 19 de marzo de 1970 en la Bombonera. Último partido de la fase de grupos. Ambos equipos ya clasificados. Fue otra notable exhibición xeneize. Boca ganó cuando quiso el partido. A los quince minutos, Madurga inició el ataque local. Habilitó a Omar Larrosa, camiseta 22, quién gambeteó al arquero Hugo Carballo y marcó el primer gol del partido. A los 40 minutos, golazo de Savoy: combinación entre Madurga, Rojitas y Armando Savoy, quién definió con un chanfle perfecto ante la salida del arquero riverplantese. Boca 2-0 River.
En camarines, un juvenil Omar Larrosa declaró: «¡Como no estar contento! Estar en Primera y meterle un gol a River es para quedarse sin dormir toda la noche. Lo que sí, debimos hacer tres goles más». Enfrente, un apesadumbrado Daniel Onega, confirmaba que la habían sacado barata: «Es un equipo muy difícil, rápido y que marca muy bien. Ellos encimaron la marcación y nos dejaron armar. Esa fue la diferencia fundamental».
Boca Juniors formó: Antonio Roma; Rubén Suñé, Abel Pérez, Roberto Rogel y Silvio Marzolini; Norberto Madurga y Orlando Medina; Ignacio Peña (Hugo Curioni), Armando Savoy, Ángel Clemente Rojas y Omar Larrosa.
River Plate formó: Hugo Carballo; Jorge Dominichi, Hugo Ferreiro, Miguel Ángel López y Jorge Recio; Gutiérrez, Reinaldo Merlo y Ricardo Montivero (Enzo Gennoni); Juan Carlos Trebucq, Daniel Onega y Oscar Más.
Ya en semifinales, River y Boca se volvieron a ver. El tercero en discordia era Universitario de Lima, un gran equipo de aquellos días. Boca era el gran candidato a llegar a la final. Pero el 16 de abril, River puso en duda esa candidatura al ganar 1 a 0. Noche feliz en Núñez.
Curiosamente, muy poco público millonario se hizo presente. La tribuna que estaba llena era la popular de avenida Figueroa Alcorta donde se encontraba el grueso de hinchas visitantes. En los alrededores del estadio una tranquilidad casi campesina. A los 17 minutos de juego el árbitro Jorge Álvarez marca penal para River Plate. Pinino Más desvía su remate. A los 34 de la parte inicial Carlos Chamaco Rodriguez señaló el único gol del partido. Festejo que permitía en Núñez pensar en la clasificación a semifinales.
River Plate formó: Hugo Carballo (José Pérez); Jorge Dominichi, Hugo Ferreiro, Miguel Ángel López y César Larraigneé; Carlos Rodríguez y Jorge Recio (Reinaldo Merlo); Enzo Gennoni, Daniel Onega, Néstor Scotta y Oscar Más.
Boca Juniors formó: Antonio Roma; Rubén Suñé, Miguel Nicolau, Roberto Rogel y Silvio Marzolini; Norberto Madurga y Orlando Medina; Jorge Coch, Armando Savoy, Omar Larrosa (Ignacio Peña) y Nicolás Novello (Hugo Curioni).
Semanas más tarde, Boca padecerá una igualdad ante Universitario en la Bombonera que le quitará chances de clasificación. River goleó al equipo peruano y enfrentó a los xeneizes ya clasificado a la semifinal. Miércoles 30 de abril de 1970. Boca y River igualaron 1 a 1. Un empate con gusto a victoria para los millonarios.
El arranque xeneize fue a toda orquesta. Madurga y Suñé eran salida permanente. Recio no podía encontrar al Muñeco. Boca estrelló dos remates en el travesaño. Perico Pérez fue la gran figura al tapar un par de remates. River, parado de contragolpe, abrió el marcador a los 20 minutos de la segunda etapa en una corrida de Daniel Onega. A los 28, el árbitro Roberto Barreiro expulsó a Norberto Madurga y el Chamaco Rodríguez. Sobre el final, Ángel Clemente Rojas marcó el gol que igualó el encuentro.
En el vestuario visitante se escuchaba el grito de ¡River campeón! Angel Amadeo Labruna dio cuenta del final de la mufa que en aquellos días tenía su equipo ante los xeneizes: «Vinimos a cumplir un plan que era no perder, y si se podía, ganar. Creo que lo cumplimos. Incluso, pudimos habernos llevado la victoria. Ahora sí, espero que se termine para River el mito de Boca».
Al igual que en 1966, el Puma Armando fue un mar de lágrimas: «Boca fue el mejor equipo del torneo. Jugó diez partidos, ganó ocho, empató uno y perdió otro. El equipo que hoy nos eliminó nos enfrentó cuatro veces y le ganamos en dos oportunidades. Boca sumó a lo largo de la campaña dos puntos más que River y quedó afuera. Boca es el equipo argentino que entró cuatro veces a la Copa como campeón, nunca por la ventana».
La suerte nuevamente le fue esquiva a River después de eliminar a Boca. En semifinales no pudo derrotar a Estudiantes de La Plata, que se consagró, en aquel 1970, campeón por tercera vez consecutiva.
Boca Juniors formó: Antonio Roma; Rubén Suñé, Miguel Nicolau, Roberto Rogel y Silvio Marzolini; Norberto Madurga, Orlando Medina y Ramón Ponce (Jorge Coch); Raúl Savoy, Angel Clemente Rojas y Omar Larrosa.
River Plate formó: José Pérez; Jorge Dominichi, Hugo Ferreiro (Roberto Morcillo), César Larraigné y Miguel Ángel López; Carlos Rodríguez, Jorge Recio y Juan Carlos Trebucq; Daniel Onega, Néstor Scotta y Oscar Mas (Héctor Minitti).
1977: EL AÑO DE BOCA
Siete años más tarde se volvieron a ver las caras los viejos rivales de La Boca. Copa Libertadores de 1977. Aun estaba muy fresca la final del Nacional 1976. Histórica victoria xeneize en cancha de Racing con el gol de tiro libre de Rubén Suñé. Boca Juniors y River Plate compartieron el Grupo 1 junto a los clubes uruguayos Peñarol y Defensor Sporting.
El primer partido se jugó en la Bombonera. Noche del miércoles 3 de marzo de 1977. En la previa, Juan Carlos Lorenzo calentó el ambiente: «Boca gana. Somos locales y sabemos hacer bien las cosas. Que digan lo que quieran. Se bien como debo proceder. Los muchachos están 10 puntos y recálquelo: este es un plantel de hombres«. Labruna no se calló: «Mi fútbol es claro. Ya todos saben que River juega al ataque. A veces nos ponemos golosos y descuidamos la defensa».
Noche lluviosa con un protagonista: el árbitro Luis Pestarino. A los 20 minutos de juego expulsó a Daniel Passarella por inflacción al Cholo Pavón. Sobre la hora, cuando se descontaba el empate sin goles, cobró penal por supuesta infracción del Ratón Lonardi sobre Luis Darío Felman. Roberto Mouzo pateó el penal. Arco de la calle Brandsen. La pelota golpeó en la base del palo izquierdo, con tanta fortuna para los xeneizes que pegó en Fillol, habilitando a Mouzo que marcó el 1 a 0 final.
Finalizado el partido, Mostaza Merlo era un manojo de bronca: «A mí nadie me lo saca de la cabeza. Es una cosa infernal. Es una injusticia y todo el mundo debe saberlo. River, con diez hombres, fue mucho más que Boca. ¡Hasta estuvimos cerca del triunfo! Pero Pestarino nos perjudicó. Ese penal, ¡Por Dios! ¡Ni en China lo dan!»
El Toto nuevamente atendió al equipo millonario: «River jugó muy retrasado. Pareció uno de esos equipos chicos que vienen a la Boca a buscar el empate. De todas maneras el triunfo fue legítimo».
Boca Juniors formó: Hugo Gatti; Vicente Pernía, Francisco Sá, Roberto Mouzo y Alberto Tarantini; Jorge Benitez, Rubén Suñé y Jorge Ribolzi; Ernesto Mastrángelo, Daniel Severiano Pavón (Oviedo) y Luis Darío Felman.
River Plate formó: Ubaldo Fillol; Pablo Comelles, Roberto Perfumo, Daniel Passarella y Héctor López; Juan José López, Reinaldo Merlo y Alejandro Sabella; Pedro González (Lonardi), Leopoldo Luque y Oscar Ortiz.
La revancha se disputó el miércoles 18 de mayo de 1977. Se jugó a reglamento. Boca ya estaba clasificado y River fuera de la posibilidad de acceder a la Segunda Fase de la Copa. Como River tenía su estadio en refacciones de cara a la Copa del Mundo 1978, el partido se jugó en Huracán, escenario donde los millonarios fueron locales durante todo aquel año. Hasta hoy, es el único clásico por Copa Libertadores en otro estadio que no fuera la Bombonera o el Monumental.
Fue un compromiso con tribunas vacías. Leopoldo Luque fue la figura de River y Pancho Sa la de Boca. En una noche fresca, Gatti sorprendió atajando con pantalón largo y vincha. Para el recuerdo, la atajada sensacional de Fillol luego de un jugadón del Heber Mastrángelo. La noche de Parque de los Patricios finalizó 0 a 0.
River Plate formó: Ubaldo Fillol; Eduardo Saporiti, Amorone, Lonardi y Héctor López; Víctor Marchetti, Pitarch y Alejandro Sabella; Emilio Commisso, Leopoldo Luque y Oscar Ortiz.
Boca Juniors formó: Hugo Gatti; Vicente Pernía, Francisco Sa, Roberto Mouzo y Alberto Tarantini (Colorado Suárez); Jorge Benítez, Rubén Suñé y Mario Zanabria; Ernesto Mastrángelo, Jorge Ribolzi y Luis Darío Felman (Toti Veglio).
1978: OTRO AÑO PINTADO DE AZUL Y ORO
Boca Juniors se consagró campeón de la Libertadores 1977. La histórica noche del Centenario de Montevideo con la atajada final de Hugo Gatti al penal ejecutado por Vanderley. Al años siguiente, los tradicionales rivales se volvieron a enfrentar, esta vez en el marco de la llave semifinal del torneo.
En la noche del 19 de septiembre de 1978, el partido estuvo a punto de suspenderse por el diluvio que había caído horas atrás. Como no había fechas por lo complicado del calendario del Metropolitano, se decidió que se jugara igual. La Bombonera era un barrial. La inmensa figura de aquella noche fue Ubaldo Matildo Fillol. El Pato atajó todo. Tanto fue así que la hinchada de Boca lo reconoció con una sincera ovación. El partido finalizó igualado 0 a 0.
Preocupación en los xeneizes, ya que muchos entendían que debían ganar, si o si, a Atlético Mineiro en Brasil. Pancho Sa buscó quitarle dramatismo a la situación: «En estos partidos nadie da ventajas. Se juega poniendo todo lo que se tiene. Perder un punto no es tan trascendente teniendo en cuenta todo lo que resta«.
Por su parte, el inmenso Pato Fillol decía: «Me reconfortó el reconocimiento de la gente de Boca»; por su parte, el cordobés Eduardo Saporiti confesó el plan de juego millonario: «Nosotros tratamos de arriesgar lo menos posible. Más aun con el estado del campo de juego».
Boca Juniors formó: Hugo Gatti; Vicente Pernía, Francisco Sá, Roberto Mouzo y José María Suárez; Jorge Benítez, Rubén Suñé y Mario Zanabria (Mario Husillos); Ernesto Mastrángelo, Carlos Álvarez y Hugo Perotti (Horacio Salinas).
River Plate formó: Ubaldo Fillol; Eduardo Saporiti, Roberto Perfumo, Daniel Passarella y Héctor López; Juan José López, Reinaldo Merlo y Norberto Alonso; Emilio Nicolás Commisso, Leopoldo Luque y Oscar Ortíz.
La revancha se realizó el 17 de octubre de 1978. Último partido del Grupo. Horas atrás, había sido entronizado Papa Juan Pablo II. A River, solo le servía ganar. Boca podía especular con una igualdad que lo llevaba a la final. Pero Boca jugó a lo campeón.
El esquema de Juan Carlos Lorenzo sorprendió a propios y extraños: Boca salió a atacar desde el primer momento. Esto desconcertó a River, que no tuvo respuestas. El partido se definió en la segunda etapa. A los 19 minutos, Heber Mastrángelo batió a Fillol luego de una habilitación de Benitez. A los 31, el Loco Salinas aprovechó una falla de Héctor López para robar la pelota y conquistar el segundo gol xeneize. Boca batió 2 a 0 a River en el Monumental.
La superioridad fue tan abrumadora que se tradujo en impotencia millonaria. Con el partido 0-2, el árbitro uruguayo Roque Cerrullo expulsó a los riverplatenses Eduardo Saporiti y Mostaza Merlo por infracciones violentas.
El vestuario visitante era todo algarabía. Toto Lorenzo declaró: «Boca jugó inteligentemente. River, desde el vamos, se mostró nervioso. Ellos tienen jugadores que no están en su mejor nivel, caso JJ López. Los punteros no tuvieron desbordes y Passarella no se pudo proyectar. Boca están cambiando. Boca ya no es defensivo, ahora sabe atacar». Por su parte, el Heber Mastrángelo decía: «Estoy muy cansado. Corrimos demasiado. Nadie esperaba que Boca saliera a atacar y demostramos que somos los mejores de la zona. De ahí que ahora estamos en la final de la Libertadores».
Por su parte, en el camarín millonario todo era desazón. Daniel Passarella decía: «No esperamos que Boca atacara tanto, mas teniendo en cuenta que empatando llegaban a la final. Nos colocaron cuatro hombres en el mediocampo y marcaron a presión, sin permitir la salida. Sé que son excusas que esta altura no valen, pero me queda como consuelo que nos ganó un gran equipo, que creo será el campeón de América«. En la misma dirección declaraba Roberto Perfumo: «El triunfo de Boca no admite discusión. Nosotros equivocamos el camino, pero por otra parte Boca hizo demasiado bien las cosas y estoy seguro que será el próximo campeón de América«. Pero el que estaba intratable era Ángel Labruna. Ante la pregunta de un periodista, el entrenador millonario le gritó: «Andate, porque si no te doy una piña y te tiro por la escalera«.
Aquel partido, a cancha llena, marcó un récord de recaudación para el fútbol argentino: 599.801.000 pesos, casi seiscientos mil dólares en boleterías.
1982: UNA SERIE PARA EL OLVIDO
Si en 1978, Boca Juniors y River Plate tenían dos equipos de notable jerarquía con nombres propios rutilantes, cuatro años más tarde la situación era más difícil. El país atravesaba una profunda depresión económica. Ambos clubes habían vivido momentos muy intensos en 1981. Boca con la contratación de Diego Maradona; River, con la de Mario Alberto Kempes. Lo cierto es que las deudas en dólares ya eran impagables y ambos clubes atravesaban una grave situación financiera.
En aquella Libertadores, Boca y River se enfrentaron el miércoles 5 de agosto de 1982. Esa noche se cumplían veinte años del debut de Hugo Orlando Gatti en primera división. Vladislao Cap, quién había comenzado el año como entrenador xeneize, curiosamente conducía a los millonarios. Como en los partidos jugados en la Bombonera en 1977 y 1978, la lluvia se hizo presente también aquella noche.
Miguel Angel Brindisi y el petiso Raul de la Cruz Chaparro quisieron conducir a sus equipos, pero poco pudieron hacer. Pero la principal figura de la noche fue la iluminación de la Bombonera: un anacronismo espantoso. No se pudo ver nada. El clásico finalizó igualado 0 a 0.
En vestuarios, Carmelo Faraone, entrenador boquense tuvo una declaración muy curiosa: «Para mi este era un partido más. Me importaba porque era River y nada más. A mi no me interesa la Copa Libertadores. Que eso quede claro». En el vestuario de enfrente, el Polaco Cap se fue satisfecho: «Se jugó con ritmo europeo. River lo hizo bien, saliendo rápido con la pelota como me gusta. Nos faltó pausa y precisión. Merlo, Gallego y Bulleri levantaron su nivel».
Boca Juniors formó: Hugo Gatti; Eduardo Bargas, Roberto Mouzo, Hugo Alves y Carlos Córdoba; José Orlando Berta, Oscar Ruggeri y Miguel Angel Brindisi; Julio Apariente (Sánchez), Héctor Scotta y Ricardo Gareca.
River Plate formó: Ubaldo Fillol; Jorge Gordillo, Alberto Tarantini, Eduardo Saporiti y Julio Olarticoechea; Enzo Bulleri, Reinaldo Merlo y Américo Rubén Gallego; Antonio Alzamendi, Raul Chaparro (Carlos Randazzo) y Emilio Commisso.
La revancha tuvo el mismo tenor que el partido en la Bombonera. Un marco espantoso. Tan sólo seis mil hinchas para un partido habituado a grandes multitudes. Miércoles 30 de septiembre de 1982. Encima River había padecido un mazazo terrible con el fallecimiento de Vladislao Cap. El entrenador había muerto el 14 de septiembre por un cáncer fulminante. Será un momento de desgracias para River, porque en sólo un año morirán Cap, Ángel Labruna y el futbolista Oscar Víctor Trossero.
River, dirigido por Pistola Vázquez, venció 1 a 0 a Boca. Faraone alineó un once de suplentes, con algunos nombres que jamás soñaron que jugarían un clásico en Copa Libertadores. El único gol de la noche lo convirtió Enzo Bulleri a los 21 minutos del segundo tiempo. El remate del rosarino pegó en el palo derecho de la meta defendida por Oscar Vijande, caminó por la raya de gol, golpeó el otro palo hasta meterse dentro. River volvía vencer a Boca por Copa Libertadores luego de doce años.
River Plate formó: Ubaldo Fillol; Eduardo Saporiti, Alberto Tarantini, Enrique Nieto y Jorge Olarticoechea; Enzo Bulleri, Reinaldo Merlo y Emilio Commisso; Antonio Alzamendi, José María Vieta y Alberto Tévez.
Boca Juniors formó: Oscar Vijande; Luis Lúquez, Roberto Mouzo, Eduardo Bargas y Carlos Acevedo; Roberto Passucci, Ariel Krasousky y Hugo Alves; Jorge Cecchi, Julio Apariente y Juan Manuel Sotelo.
1986: EL CAMINO DEL CAMPEON
Luego de la Copa del Mundo de México se inició la Copa Libertadores de 1986. River Plate y Boca Juniors fueron los representantes argentinos. Los millonarios como brillantes campeones de la Temporada 1985/86. Los xeneizes luego de derrotar a Newells en una épica final de Liguilla.
El primer partido se disputó el feriado 9 de julio de 1986. Por primera vez el clásico copero se disputó en horario vespertino. Era muy reciente el recuerdo de River dando la media vuelta olímpica en la Bombonera, con los dos goles del Beto Alonso y la mítica pelota naranja. Ganar por la Copa era una cuestión de honor para los xeneizes. A los 33 minutos, un cambio de frente espectacular de Enrique Hrabina habilitó a Alfredo Graciani. Oscar Ruggeri le cometió penal. La falta fue aprovechada por el propio Graciani. Sobre la hora de la primera etapa, Roque Alfaro igualó para River. El clásico finalizó 1 a 1.
Boca Juniors formó: Hugo Gatti; Luis Abramovich, Jorge Higuain, Roberto Passucci y Enrique Hrabina; Milton Melgar, Ivar Stafuza y Julio Olarticoechea (Ariel Krasouski); Claudio Dyksrta (Jorge Comas), Alfredo Graciani y Gustavo Torres. DT: Mario Zanabria
River Plate formó: Nery Pumpido; Jorge Gordillo, Horacio Borelli, Oscar Ruggeri y Alejandro Montenegro; Héctor Enrique, Américo Gallego y Claudio Morresi (Patricio Hernández); Luis Amuchástegui (Ramón Centurión), Roque Alfaro y Norberto Alonso. DT: Héctor Veira
La revancha se disputó el miércoles 20 de agosto. River ya estaba clasificado. Era un clásico por el honor. Sin un lleno total en el Monumental, la diferencia entre ambos equipos fue apreciable, sobre todo porque el equipo visitante tuvo algunas bajas importantes en su conformación.
El único gol del partido lo convirtió Antonio Alzamendi, a los 15 minutos del segundo tiempo, luego de un gran centro a la carrera del Tapón Gordillo. De esta forma, River eliminaba por segunda vez consecutiva a Boca de la Libertadores y en esta oportunidad habría premio: 1986 será el año en el cual se rompa el maleficio riverplatense con el trofeo continental.
River Plate formó: Nery Pumpido; Jorge Gordillo, Horacio Borelli, Oscar Ruggeri y Alejandro Montenegro; Héctor Enrique (Pipo Gorosito), Américo Gallego y Claudio Morresi; Antonio Alzamendi, Ramón Centurión y Roque Alfaro. DT: Héctor Veira
Boca Juniors formó: Sergio Genaro; Luis Abramovich, Juan Amador Sánchez, Roberto Passucci y Enrique Hrabina; Ivar Stafuza, Ariel Krasousky y Claudio Dyksrta (Raul Maradona); Héctor Monroig, Gustavo Torres y Jorge Comas. DT: Mario Zanabria.
1991: NOTABLE SUPERIORIDAD XENEIZE
Pasarán seis años para que el clásico se reedite en Copa Libertadores de América. En el primer semestre de 1991 las realidades de los viejos rivales eran contrapuestas. Por un lado, River, el gran equipo de 1990, pasaba un notable bajón futbolístico. Boca Juniors, que había estado a los tumbos, había comenzado el año con nuevo entrenador – Oscar Washington Tabarez – y una dupla de ataque que se presentaba colosal: Diego Latorre-Gabriel Batistuta.
El primer clásico de aquel año tal vez quede en el recuerdo como el más trepidante. Miércoles 27 de febrero de 1991. Un comienzo a toda orquesta del River Plate de Daniel Alberto Passarella. En sólo media hora, tres goles. A los 9 minutos, el rubio Juan José Borrelli abrió el marcador. Dos minutos más tarde, fue el turno de Gustavo Zapata. 2 a 0. A los 28 minutos descontó Diego Latorre, pero a los 31, penal para River que convirtió Borrelli. Pero habrá una jugada clave. Un minuto después del tercer gol millonario, la visita perdió a Leonardo Astrada por doble amonestación. El equipo de Passarella no tendría a los famosos Pacman juntos y quedaba mucho clásico.
La reacción de Boca Juniors fue espectacular. Al ritmo de una hinchada que alentó en forma constante. A los once minutos del segundo tiempo descontó Blas Giunta de cabeza. Más aliento desde las tribunas. A los 26, el defensor Víctor Hugo Marchesini igualó con un zurdazo ingresando por el callejón del 10. El clásico estaba 3 a 3. Pero la locura se instaló cuando Diego Fernando Latorre, con una tijera impactante, marcó el 4 a 3 final. Un superclásico para todos los tiempos.
Boca Juniors formó: Carlos Navarro Montoya; Ivar Stafuza, Juan Simón, Victor Marchesini y Enrique Hrabina (Walter Pico); José Luis Villarreal, Blas Giunta y Carlos Tapia; Alfredo Graciani (Antonio Apud), Gabriel Batistuta y Diego Latorre. DT: Oscar Tabarez.
River Plate formó: Oscar Passet; Fabian Basualdo, Jorge Higuaín (Jorge Theiler), Diego Cocca y Carlos Enrique; Gustavo Zapata, Leonardo Astrada y Juan José Borrelli (Daniel Gutiérrez); Walter Silvani, Ruben Da Silva y Sergio Berti. DT: Daniel Passarella.
La revancha se disputó en la noche del miércoles 20 de marzo de 1991. No le había ido bien a Boca y River en Bolivia. Tan sólo los millonarios lograron una igualdad ante Oriente Petrolero. El clásico del Monumental sería vital en un grupo donde clasificaban tres de cuatro equipos del grupo.
Aquella noche, Boca Juniors comenzó una paternidad que será carne en aquella década. Venció 2 a 0 con una defensa de emergencia. Fue la noche de Gabriel Omar Batistuta. En aquel primer semestre de 1991, el goleador santafesino comenzó a mostrar todo lo que vendría después. A los 22 minutos abrió el marcador con un tiro penal. Sobre la hora, a los 42 del segundo tiempo, nuevamente Batigol – de cabeza – marcó el segundo gol de su equipo.
River Plate formó: José Miguel; Fabian Basualdo, Jorge Higuaín, Jorge Theiler y Carlos Enrique (Diego Cocca); Hernán Díaz (Juan José Borrelli), Gustavo Zapata, Leonardo Astrada y Sergio Berti; Ramón Medina Bello y Fernando Da Silva. DT: Daniel Passarella.
Boca Juniors formó: Carlos Navarro Montoya; Diego Soñora, Enrique Hrabina, Victor Marchesini y Carlos Moya; Blas Giunta, Walter Pico y Carlos Tapia; Alfredo Graciani (Antonio Apud), Gabriel Batistuta y Diego Latorre. DT: Oscar Tabarez.
2000: LA NOCHE DE ROMAN Y PALERMO
El siglo XXI trajo nuevos formatos a la Copa. La fase de grupos ya no emparejaba a clubes según el país. Ya no era necesario que River y Boca chocaran en el comienzo de la competencia.
En 2000 volvieron a verse luego de nueve años. Era un choque de colosos. No sólo por la trascendencia del duelo en sí, sino por el gran momento que ambos equipos transitaban. Boca Juniors, dirigido por Carlos Bianchi, se había consagrado bicampeón 1998/99 con un récord que alcanzó los cuarenta partidos invicto. River Plate, conducido por Américo Rubén Gallego, tenía una línea de juego que lo hacía fantástico. Un duelo espectacular.
El primer partido se disputó en el estadio Monumental. 17 de mayo de 2000. Cuartos de Final de la Copa. Había llovido durante todo el día y el campo estaba pesado. A los 14 minutos de juego, River abrió el marcador por intermedio del colombiano Juan Pablo Ángel, quién conecto un centro pasado de Hernán Díaz. A la media hora de juego igualó Juan Román Riquelme, con un tiro libre que dejó parado a Roberto Bonano. Apenas comenzada la segunda etapa, Javier Saviola, desde fuera del área, marcó un gol que permitió el triunfo 2 a 1 de River Plate.
River Plate formó: Roberto Bonano; Hernán Lombardi, Roberto Trotta, Mario Yepes y Diego Placente; Hernán Díaz (Franco), Ledesma, Leonel Gancedo (Leo Ramos) y Pablo Aimar (Eduardo Berizzo); Javier Saviola y Juan Pablo Angel. DT: Américo Gallego.
Boca Juniors formó: Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Walter Samuel y Rodolfo Arruabarrena (Samuel Matellán); José Basualdo (Navas), Cristian Traverso, Gustavo Barros Schellotto y Juan Román Riquelme; Marcelo Delgado (Guillermo Barros Schellotto) y Alfredo Moreno. DT: Carlos Bianchi.
La revancha se jugó el miércoles 24 de mayo de 2000. Estuvo muy hablada en la semana. ¿Volvía Martín Palermo? El goleador xeneize se había lesionado de gravedad en noviembre de 1999 en Santa Fe. Su recuperación era lenta. El cuerpo técnico de Boca creía que podía estar si el partido lo requería en la Bombonera. Consultado sobre la presencia de Palermo, el Tolo Gallego tuvo una frase desafortunada: «De Boca no me preocupa nada. Otra cosa: si ellos lo ponen a Palermo en el banco yo lo pongo a Enzo, así que no hay problema».
Seguramente, esta declaración motivó que Martín Palermo se sentara en el banco de suplentes la fría noche del miércoles 24 de mayo de 2000. Pero aquella fue la noche de Juan Román Riquelme. El 10 de Boca Juniors jugó un partido cinco estrellas. Luego de un primer tiempo igualado sin goles, a los 14 minutos de la segunda etapa, una jugada sensacional de Román habilitó en profundidad a Marcelo Delgado quién convirtió el primer gol. Minutos más tarde, un doble error de Roberto Trotta le permitió a Riquelme marcar el 2 a 0 de tiro penal. Luego, la Bombonera deliró con un caño fantástico al colombiano Yepes. Pero la ovación llegó sobre la hora, cuando Martín Palermo marcó el tercer y definitivo gol de Boca.
En conferencia de prensa, Carlos Bianchi declaró: «Estoy muy satisfecho porque Boca hizo un gran partido. No nos equivocamos como hicimos en el último partido. Además, cuando ganó River la semana pasada no demostró tanta superioridad como nosotros, aunque si va primero en el campeonato, es porque se trata de un gran equipo«. La tristeza del Tolo Gallego era indisimulable: «Boca ganó bien. Tuvimos una mala noche. No acertamos el arco y Córdoba fue fundamental en la tapada a Zapata. El partido estaba para el 1 a 0 y la definición por penales, pero ellos se encontraron con un penal que ahora no quiero analizar».
Boca Juniors formó: Oscar Córdoba; Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Walter Samuel y Rodolfo Arruabarrena; Julio Marchant, Cristian Traverso, Gustavo Barros Schellotto (Sebastián Battaglia) y Juan Román Riquelme; Marcelo Delgado (Burdisso) y Alfredo Moreno (Martín Palermo). DT: Carlos Bianchi.
River Plate formó: Roberto Bonano; Leo Ramos, Roberto Trotta, Mario Yepes y Diego Placente; Hernán Lombardi, Eduardo Berizzo, Zapata y Pablo Aimar; Javier Saviola y Juan Pablo Angel. DT: Américo Gallego.
2004: ARAÑAS, GALLINAS Y PENALES
Pasarán cuatro temporadas para que River y Boca se vuelvan a encontrar en Copa Libertadores. La situación no era la misma que en la última oportunidad. Boca había sacado chapa que equipo copero ganando las ediciones de 2000, 2001 y 2003. Por su parte, en Núñez se padecía una sequía que ya tenía 18 años.
El cruce se dio en semifinales. Se generó una expectativa inusitada. Tanto que el organismo de seguridad deportiva encabezado por el ex árbitro Javier Castrilli prohibió el ingreso de público visitante en ambos partidos. Era la primera vez que una medida de ese calibre se tomaba para prevenir desbordes violentos.
El primer partido se realizó el jueves 10 de junio de 2004. El árbitro Claudio Martín no dejó pasar una. Al minuto de juego, Javier Villarreal ya estaba amonestado por juego violento. A los 28 minutos, Rolando Schiavi convirtió el único gol del partido con un cabezazo. Después, el escándalo: el partido estuvo parado largos minutos por agresiones, incluyendo el mítico arañazo de Marcelo Gallardo a Roberto Abbondancieri. El Muñeco fue expulsado junto a Alfredo Cascini. Antes que finalice el primer tiempo, Ariel Garcé también vio la tarjeta roja.
Boca Juniors formó: Roberto Abbondancieri; José María Calvo, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso y Clemente Rodríguez; Javier Villarreal, Alfredo Cascini, Fabián Vargas y Miguel Caneo (Carlos Tévez); Antonio Barijho y Guillermo Barros Schellotto (Franco Cángele). DT: Carlos Bianchi
River Plate formó: Germán Lux; Ariel Garcé, Horacio Ameli, Eduardo Tuzzio y Ricardo Rojas; Javier Mascherano (Rubens Sambueza), Claudio Husaín (Juan Fernández), Lucho González y Marcelo Gallardo; Fernando Cavenaghi (Eduardo Coudet) y Maxi López. DT: Leonardo Astrada.
La revancha se realizó una semana más tarde en el estadio Monumental. Jueves 17 de junio de 2004. Aquella noche no hubo hinchas xeneizes en Núñez.
En la semana previa, Leonardo Astrada aseguró que su equipo estaba tres goles encima de su clásico rival. Por eso mismo, River salió a buscar el partido desde el primer minuto con línea de tres en el fondo. La gran figura fue un juvenil delantero llamado Maximiliano López quien tuvo en sus pies dos chances claras de gol en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego.
En el entretiempo, Astrada ingresó a Rubens Sambueza por Eduardo Coudet. A los veinte segundos de la segunda etapa, Boca se quedó con un hombre menos por la doble amonestación del colombiano Fabián Vargas. A los cinco minutos, Lucho González convirtió el gol que abrió el marcador. Todo estaba a pedir de River, que buscó con más presión que precisión el gol que permitiera la clasificación. A los 39 minutos, River se quedó con uno menos con la insólita expulsión de Sambueza: Guillermo Barros Schellotto le dijo que estaba expulsado. El riverplatense, desatento, insultó al línea. Ese insulto determinó su expulsión.
Pero en los últimos instantes pasó de todo. Minuto 44. Franco Cángele que desbordó por derecha y su centro fue conectado por Carlos Tévez para igualar el partido. Delirio xeneize. El goleador se sacó su camiseta e hizo el gesto de una gallina. Héctor Baldassi lo expulsó.
Cuando parecía que la fiesta se mudaba a la Ribera, Cristian Nasutti igualó el partido en el cuarto minuto de tiempo adicional. Penales. Roberto Abbondancieri atajó el penal definitorio a Maximiliano López permitiendo la clasificación de Boca Juniors.
River Plate formó: Germán Lux; Cristian Nasutti, Horacio Ameli (Juan Fernández) y Ricardo Rojas; Eduardo Coudet (Rubens Sambueza), Fernando Mascherano (Marcelo Salas), Claudio Husaín, Lucho González y Rodolfo Montenegro; Fernando Cavenaghi y Maxi López. DT: Leonardo Astrada.
Boca Juniors formó: Roberto Abbondancieri; Luis Amaranto Perea, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso y Clemente Rodríguez; Javier Villarreal, Pablo Ledesma, Fabián Vargas y Diego Cagna (Franco Cángele); Carlos Tévez y Guillermo Barros Schellotto. DT: Carlos Bianchi
2015: GAS PIMIENTA
La vida de los viejos rivales de la Boca había cambiado mucho desde 2004. Boca continuó su racha triunfadora a nivel local y conquistó una sexta Copa Libertadores en 2007. Por su parte, la debacle de River terminó con el descenso en junio de 2011.
Pero la mano cambió en Núñez con el regreso a Primera. Primero, el título de Primera División de la mano de Ramón Díaz. A mediados de 2014, Marcelo Gallardo reemplazó al Pelado en la conducción del equipo. Bajo su conducción, River enfrentó a Boca en la semifinal de Copa Sudamericana 2014. En la Bombonera, River jugó con una intensidad y violencia inusitada que le permitió igualar 0 a 0. En el Monumental, River ganó 1 a 0 y eliminó a Boca. Gallardo comenzaba a sacarle a su equipo un complejo.
La Copa Libertadores 2015 fue curiosa. River estuvo a punto de no clasificar. Su paso a octavos dependía de la victoria propia ante San José y la de Tigres de México ante Juan Aurich en Chiclayo. La empresa parecía complicada, sobre todo cuando los mexicanos viajaron sin la cantidad de jugadores para completar el banco de suplentes. Pero para sorpresa de todos, Tigres venció 5 a 4 y permitió la clasificación millonaria.
River debía enfrentar a Boca, el mejor primero en la fase de grupos. Octavos de final de Copa Libertadores. El primer partido se jugó el miércoles 7 de mayo de 2015 en el Monumental de Núñez. Fue un partido tenso. Trabado. Agustín Calleri tuvo una ocasión inmejorable que conjuró Marcelo Barovero. El único gol del partido llegó por un discutido penal de Leandro Marín al Pity Martínez que convirtió el uruguayo Carlos Sánchez a los 36 minutos del segundo tiempo. Sobre el final del partido, Germán Delfino expulsó al colombiano Teófilo Gutiérrez, el atacante más notable de los locales.
River Plate formó: Marcelo Barovero; Emanuel Mammana, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Matías Kranevitter, Leonardo Ponzio (Camilo Mayada), Sebastián Driussi (Gonzalo Martínez); Rodrigo Mora y Teófilo Gutiérrez. DT: Marcelo Gallardo.
Boca Juniors formó: Agustín Orion; Leandro Marín, Daniel Díaz (Guillermo Burdisso), Marco Torsiglieri, Nicolás Colazo; Pablo Pérez, Fernando Gago, Andrés Cubas; Cristian Pavón (Federico Carrizo), Jonathan Calleri (Daniel Osvaldo) y Nicolás Lodeiro. DT: Rodolfo Arruabarrena.
La revancha fue una de las jornadas más oscuras en la historia reciente de nuestro fútbol. Una verdadera hecatombe. Aquella bochornosa noche del miércoles 14 de mayo de 2015 quedará en la historia como La noche del gas pimienta.
La Bombonera esperó el clásico con todo. Buscando hacer sentir el rigor. Pero en los primeros cuarenta y cinco minutos, poco había pasado dentro del campo de juego. Cuando River ingresó a la manga para disputar la segunda parte, el escándalo: un hincha – luego identificado como Panadero Napolitano – se acercó hasta la manga visitante y arrojó gas pimienta sobre los jugadores riverplatenses. Los más afectados fueron Leonardo Ponzio y Matías Kranevitter. Los futbolistas Leonel Vangioni, Pity Martínez, Ramiro Funes Mori y Jonatan Maidana también se vieron afectados por la agresión.
De manera increíble, la terna arbitral esperó órdenes de la Conmebol. Los jugadores de Boca Juniors, enardecidos, increpaban a los millonarios. El presidente riverplatense Rodolfo D´Onofrio ingresó al campo de juego para estar junto a sus jugadores. Rodolfo Arruabarrena, entrenador xeneize, lo invitó a pelear. Una locura. Pasada casi una hora de la agresión, el árbitro Darío Herrera decidió la suspensión del encuentro. Horas mas tarde, el Tribunal de Disciplina de Conmebol dio por ganado el partido a River Plate 3 a 0.
Boca Juniors formó: Agustín Orion; Gino Peruzzi, Daniel Díaz, Guillermo Burdisso, Nicolás Colazo; Pablo Pérez, Fernando Gago, Marcelo Meli; Cristian Pavón, Daniel Osvaldo y Federico Carrizo. DT: Rodolfo Arruabarrena.
River Plate formó: Marcelo Barovero; Emanuel Mammana, Jonatan Maidana, Ramiro Funes Mori, Leonel Vangioni; Carlos Sánchez, Leonardo Ponzio, Matías Kranevitter, Sebastián Driussi; Gonzalo Martínez; Rodrigo Mora.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3