Entre 1967 y 1985 se disputaron los campeonatos Nacionales de Primera División. Por primera vez, los clubes de las provincias compitieron junto a los clubes porteños. En esos 18 años, clubes de diversos calibres fueron parte del fútbol grande. Lo hicieron con diversa eficacia, pero fueron parte de la historia de nuestro fútbol. Un recorrido cronológico lleno de recuerdo y emoción.
Por Carlos Aira (@carlosaira11)
El domingo 10 de septiembre de 1967 no fue un domingo más. Esa tarde se materializó una idea innovadora: el Campeonato Nacional de Primera División. Por primera vez, equipos populares de nuestra patria podían aspirar a la máxima categoría, vedada tan sólo por su ubicación geográfica. Fue una verdadera revolución jamás reconocida por la gran mayoría de medios y dirigentes porteños. ¿Cuales fueron los equipos y jugadores que durante los quince años que duró el certamen se visibilizaron a nivel nacional? ¿Cual fue la verdadera injerencia en nuestro fútbol de aquel torneo?
¿COMO NACIÓ EL CAMPEONATO NACIONAL DE PRIMERA DIVISIÓN?
La idea tuvo un dueño. Valentín Suárez tenía 32 años en 1948. Hombre de confianza de Eva Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión, se le encomendó la dura labor de mediar en el conflicto suscitado por la huelga de futbolistas profesionales. Superado el conflicto, siguió ligado al mundo del fútbol. Primero como Presidente de AFA entre 1949 y 1953. Luego presidiendo al Club Atlético Banfield.
El 28 de junio de 1966 el dictador Juan Carlos Onganía derrocó al presidente Arturo Illia tomando el poder en lo que denominaron Revolución Argentina. Valentín Suárez se encontraba en Europa junto al equipo nacional en la gira previa a la Copa del Mundo. Hombre de peso dentro de AFA, viajó para limar las asperezas del plantel hacia el entrenador Juan Carlos Lorenzo.
Con la AFA intervenida y su presidente Francisco Perette – hermano de Carlos, Vicepresidente de la Nación derrocado – destituido, la dictadura le encomendó a Suárez la titularidad de la Casa Mayor de nuestro fútbol. Su primera medida de fondo fue la implantación de un proyecto que él mismo motorizó en 1950: acercar el fútbol del interior al profesionalismo porteño.
Hagamos historia. En los primeros veinte años de profesionalismo, al fútbol porteño se sumaron los clubes más importantes de Rosario y Santa Fe. Valentín Suárez entendió necesario federalizar aún más el certamen. Su idea fue la siguiente: sumar por año un equipo que estuviera como máximo a 800 kilómetros de Capital Federal, con línea férrea directa, a jugar el campeonato de Primera B. El equipo elegido fue Olimpo de Bahía Blanca. Promediando 1951, los bahienses rechazaron la invitación creyendo más rentable continuar disputando la liga local. Juan Duarte, hermano de la primera dama, hábil de reflejos, postuló al equipo de su infancia: Sarmiento de Junín. En 1953 Suárez dejó la AFA y cesaron las afiliaciones a los clubes del interior.
FUTBOL GRANDE PARA TODOS: UNA FIESTA NACIONAL
Los campenatos Nacionales fueron competitivos a pesar de las diferencias presupuestarias. Las sorpresas no tardaron en llegar. En la primera fecha del Nacional 1967 el batacazo lo dio San Lorenzo de Mar del Plata.
Los marplatenses fueron un canto a la humildad. Su referente fue Ludovico Avio. Un hábil 10 que había brillado en Vélez hacía una década y en esos días, a los 36 años, intercalaba el fútbol con la portería de un edificio en la bonita Avenida Colón. Otro veterano era Motoneta Nardiello. Racing sobró el primer tiempo. Tito Pizzuti arengó en el entretiempo y el Toro Raffo abrió el marcador. Sobre la hora, Avio le puso un magistral pase al vacio al delantero Modesto Benitez. Éste enfrentó a Cejas y definió con clase. Los visitantes se fueron ovacionados del Cilindro.
San Lorenzo de Mar del Plata fue un clásico del Nacional. Venció a River Plate en 1973 y en tres oportunidades a su homónimo de Boedo. Norberto Llamarada Eresuma, fue el goleador del Nacional 1976 con 13 tantos, un hito. Los marplatenses fueron el rival al cual Diego Armando Maradona le marcó su primer gol. 14 de noviembre de 1976 en el Estadio General San Martín.
Chaco For Ever fue otro de los clubes que formaron parte del primer nacional. Un grande provincial, disputó los torneos de 1967, 1973, 1974, 1979, 1980 y 1983. Creado el Nacional B fue un gran animador del certamen.
Central Córdoba de Santiago del Estero fue el dueño del primer batacazo federal del fútbol argentino. Lo realizó en la Bombonera, el domingo 15 de octubre de 1967. Victoria 2 a 1 sobre Boca Juniors, goles convertidos por Marcelo Aranda y Manuel Rojas. Descontó Antonio Rattín para los locales. Fue el primer gran triunfo del fútbol del interior en los Nacionales de Primera División.
San Martín de Mendoza fue el primer club mendocino en jugar el Nacional. El debut ante Independiente de Avellaneda fue apoteótico. A las diez de la mañana, el estadio de Talleres-Los Andes rebalsaba. Poco importó que el árbitro Roberto Cruces haya viajado con el plantel de Independiente y se haya hospedado en el mismo hotel que los jugadores. Sólo querían a ver a sus Chacareros contra el Rojo de Avellaneda. El Rojiblanco mendocino realizó grandes campañas, sobre todo en 1973, cuando estuvo a pasos de clasificar a semifinales.
En 1967 se instaló otro torneo mixto entre equipos porteños y del interior. Se lo llamó Torneo Promocional. El mismo fue un invento para enfrentar a los equipos del Metropolitano que no clasificaron al Nacional ni debían jugar el Reclasificación. Por su parte, cuatro equipos del interior, fueron parte del mismo. Uno de ellos fue Racing de Córdoba. La Academia Cordobesa tuvo su momento de gloria en 1980, cuando llegó a la final del Nacional. Un equipazo. Tenían dos jugadores diferentes: Roberto Gasparini y Luis Amuchástegui. Patito y Araña. 10 y 7. El volante fue un crack impresionante que nunca fue dimensionado porque jamás jugó en un equipo porteño. El delantero mostró su talento no sólo en Nueva Italia, sino en San Lorenzo y River Plate.
En aquel Promocional 1967 fueron parte Sportivo Guzmán de Tucumán, los famosos Julianos. También los sanjuaninos de Atlético de la Juventud Alianza. Ambos clubes no tuvieron un gran rendimiento, pero sus canchas se llenaron en cada una de sus presentaciones. Un detalle: en el partido que enfrentó a Alianza con Huracán en Parque Patricios debutó un grande del fútbol argentino: Miguel Ángel Brindisi.
Olimpo de Bahía Blanca, desde 2002, es un clásico de la primera división de nuestro fútbol. La primera participación en el fútbol grande fue en el Reclasificatorio 67. Volvió al ruedo en 1984, cuando clasificó al Nacional realizando un gran campaña. Oscar Schmidt fue el gran referente de aquel equipo que fue eliminado por Newell´s Old Boys en los Octavos de Final del torneo.
En 1968 fueron nuevamente cuatro equipos quienes representaron al interior. Huracán de Ingeniero White fue parte del mismo. Se los recuerda por un resultado inolvidable: Vélez Sársfield, futuro campeón del certamen, goleó 11 a 0 a los esforzados muchachos del sur. Pero esa misma temporada, los bahienses derrotaron 1 a 0 a Estudiantes de La Plata, equipo que semanas más tarde se consagraría campeón Intercontinental en Manchester. En 1971, Huracán de White consiguió otro resultado memorable al igualar 1 a 1 ante Racing Club en el Cilindro de Avellaneda.
Independiente Rivadavia de Mendoza, La Lepra, tuvo su primera participación en primera aquel 1968. El equipo del Parque San Martín disputó seis Nacionales. Resultados históricos, como los triunfos ante Boca e Independiente en 1973. Pero el punto más alto fue en 1982 cuando clasificó a los Cuartos de Final, siendo eliminado en una serie muy ajustada por el futuro campeón: Ferro Carril Oeste.
Otro equipo grande del interior que debutó en Primera fue San Martín de Tucumán. Los Santos disputaron 21 de los 25 nacionales, marcando un récord de presencias. La Ciudadela fue muchas veces un fortín inexpugnable. Los rojiblancos realizaron dos grandes campañas. La primera en 1982, cuando clasificó junto a Racing de Córdoba en el Grupo D. En los Cuartos de Final fue eliminado por Estudiantes de La Plata. En 1985, San Martín realizó otra gran campaña, eliminado nuevamente por los pincharratas en fase final del torneo.
Belgrano de Córdoba debutó en el fútbol grande en aquel 1968. Los Piratas del Barrio Alberdi fueron un clásico del Campeonato Nacional. Nombres propios que forjaron equipazos. Como la Pepona Reinaldi. Figura del fútbol cordobés de los setenta. Hábil, inteligente y goleador. En 1975 pasó a River Plate. Otro delantero que es leyenda: Carlos Chupete Guerini que con los años jugó en Real Madrid. La mejor actuación de los Celestes se dio en 1977, cuando quedaron a un paso de la clasificación a las finales. Segundos, a tan sólo dos puntos de Independiente. Belgrano perdió dos partidos definitorios en las últimas tres fechas. Es inolvidable aquella final entre Talleres de Córdoba y los Rojos de Avellaneda. ¿Pero se imaginan lo que hubiera significado una final entre Talleres y Belgrano?
En el Promocional 1968 hizo su debut San Martín de San Juan. Los verdinegros realizaron una gran campaña que ratificaron en 1970, participando del Nacional y logrando dos resultados muy recordados: la victoria 2 a 1 ante Independiente (goles de Héctor Millicay) y el empate 2 a 2 contra Boca Juniors, tantos de Oscar Fornari y Millicay. En aquel torneo hizo su presentación Huracán Corrientes, con un central llamado a ser historia Francisco Pancho Sa, figura en Independiente y Boca Juniors.
Pero en aquel 1969 apareció en fútbol de primera división un equipo llamado a hacer historia. Talleres de Córdoba comenzó timidamente. Hasta que en 1974 fueron una verdadera revolución. El presidente Amadeo Nuccetelli había decidido cambiarle la cara al club. Contrató a Angel Labruna como entrenador. Allí se armó el gran Talleres. Un equipo que en pocos años cambió el mapa del fútbol argentino con buen juego y notables recaudaciones.
Talleres finalizó primero en su grupo. En el octogonal final finalizó cuarto a cuatro puntos del campeón San Lorenzo. Muchos porteños iban a ver como fenómeno futbolístico. Como aquella tarde que una multitud concurrió al Cilindro de Avellaneda para presenciar el empate en River y Talleres 1 a 1. Un equipo que se sabía de memoria: Oscar Quiroga; Pablo Comelles, Luis Galván, Héctor Ártico y Victorio Ocaño; Luis Ludueña, Francisco Rivadero, Humberto Taborda; Humberto Bravo, Angel Boccanelli y Daniel Willington.
El país mira hacia Barrio Jardín. Incluido César Luis Menotti, entrenador del seleccionado nacional. Luis Galván, Humberto Bravo, Luis Hacha Ludueña, Miguel Oviedo y sobre todo el talentoso jujeño José Daniel Valencia, son parte de la pre-selección de jugadores de cara a la Copa del Mundo 1978. Fueron parte de un cambio de época notorio: futbolistas que jamás fueron parte de equipos porteños, eran parte de la selección argentina. Logros inocultables del campeonato Nacional.
Fueron tiempos vibrantes para Talleres. Récords de partidos ganados en la liga cordobesa, donde no tenía rival. Giras por Europa, África y Centroamérica, donde falleció, en 1976, su entrenador, el maestro Rubén Bravo. Con Roberto Marcos Saporiti como técnico, Talleres de Córdoba encaró el Nacional 77 con una sola meta: ganarlo. Ser el primer equipo indirectamente afiliado a AFA en obtener un título grande. Estaban todas las condiciones dadas para lograr el objetivo.
El equipo no tuvo rival en el Grupo C. Superó a Vélez Sarsfield, Racing Club y River Plate. Otro equipo de memoria: Rubén Guibaudo; Eduardo Astudillo, Luis Galván, Victor Binello, Victorio Ocaño; Pepona Reinaldi, Luis Ludueña, José Valencia; Angel Bocanelli, Humberto Bravo y Ricardo Cherini.
En enero de 1978 se jugaron las semifinales. Talleres superó a Newell´s. A los albiazules los esperaba el Independiente de Bochini y Bertoni en la gran final. El 21 de enero se jugó el partido de ida en Avellaneda. Empataron 1 a 1. El 25 de enero, la Boutique del Barrio Jardín se vistió con las mejores ropas. Parecía imposible que se escapara el título. Outes abrió el marcador para la visita. Empató Cherini de penal. Promediando el segundo tiempo, la jugada polémica cuando Boccanelli convirtió un gol con la mano. 2 a 1 para la T. Todo Independiente le protestó al árbitro Roberto Barreiro quién expulsó a Enzo Trossero, Larrosa y Rubén Galván. El título no se podía ir. 11 contra 8. Pero una jugada genial de Bochini terminó con el empate final. Por goles de visitante, Talleres perdió el título. Una noche tristísima.
El gran equipo estaba en peligro. A pesar de las giras, el plantel era caro y Talleres necesitaba otro tipo de ingresos para poder mantenerlo. Amadeo Nuccitelli puso en pie al interior al pedir afiliación directa. Por primera vez en décadas, el fútbol argentino entraba en crisis. Julio Grondona lo resolvió con su habitual muñeca. La resolución 1.309 habilitaba a los equipos del interior que clasificaran durante tres años seguidos a la fase final del Nacional, a sumarse al Metropolitano porteño. Una medida a la altura de Talleres, que después fue usufructuada por Instituto y Racing de aquella provincia.
Sportivo Desamparados de San Juan debutó en el Nacional 1969. Los Víboras tuvieron buenos resultados, como una goleada 3 a 0 a Huracán en Parque de los Patricios y un empate 1 a 1 ante Boca Juniors, a la postre campeón. Volvieron a participar entre 1972 y 1974.
1970 fue el año que aparecieron dos grandes del interior y una grata sorpresa. Kimberley de Mar del Plata fue una sorpresa del Nacional. Desde aquella temporada bautismal, cuando logró una de esas goleadas históricas.
El 1 de noviembre de 1970, los Dragones recibieron al Independiente campeón del Metro con todas sus figuras. Los hinchas que se acercaron al Estadio General San Martín se refregaron los ojos. No lo podían creer. Kimberley goleó 5 a 0 al campeón. En 1979, los marplatenses estuvieron nuevamente en el centro de la escena. Dirigido por Carlos Griguol, Kimberley derrotó 2 a 1 a River Plate con goles de Llamarada Eresuma y Oscar Agonil. Allí en Mar del Plata, Timoteó armó la base defensiva de su Ferro histórico: Basigalup, Agonil y Mario Gómez.
Gimnasia y Esgrima de Jujuy debutó en Primera División en 1970. Un clásico del fútbol nacional. Tuvo dos grandes campañas. La primera en 1975, cuando clasificó al Torneo Final y quedó cuarto, a seis puntos del campeón River Plate. En 1981 repitió una gran campaña.
En aquel año también hizo su presentación Gimnasia y Esgrima de Mendoza. Con los blanquinegros su crack: Víctor Legrotaglie. Toda una institución en el fútbol de su provincia.
Mendocino hasta el tuétano. Legrotaglie jamás quiso dejar su provincia. Por más que el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano viniera a buscarlo. Lento y cerebral. Era un lujo verlo jugar. Puntal de su equipo en los Nacionales de 1970, 1971 y 1972. Gimnasia y Esgrima de Mendoza tuvo dos goleadas a domicilio históricas. La primera en 1971, cuando goleó 5 a 2 a San Lorenzo en el Gasómetro. A pesar del resultado, la hinchada cuerva se cansó de aplaudir al Víctor. Luego, en 1978, llegó la contundente victoria 5 a 1 sobre Boca Juniors en La Bombonera.
El Nacional de 1971 trajo tres debuts. El fútbol patagónico se hizo presente con Huracán de Comodoro Rivadavia. El elenco chubutense disputó aquel torneo, el de 1974 y 1976, siendo esa su mejor actuación, con jugadores que luego tuvieron una destacada actuación en primera división, como el arquero Carlos Pantera Rodríguez, Luis Correa, Fernando Husef Alí y Marcelino Britapaja.
Uno de los clubes más humildes que participó en los quince años de Nacionales de Primera División fue Don Orione de Barranqueras, Chaco. Llegó al torneo luego de eliminar en la final del regional a un grande como Unión de Santa Fe. No desentonó en la máxima divisional. En su estadio derrotó a Huracán, Banfield y Ferro Carril Oeste.
Ese año también se sumó al fútbol grande Juventud Antoniana de Salta. Jugaron seis nacionales, con la referencia histórica de un gran goleador como José Artemio Lúñiz: el santiagueño fue el goleador del Nacional 71 con diez conquistas. Una de ellas, un memorable gol de chilena ante River Plate en Buenos Aires. Fue tan fantástico que todo el estadio aplaudió al goleador norteño.
Una provincia debutante, presente en el Nacional 1971, fue Misiones. Guaraní Antonio Franco de Posadas. Los hombres de la tierra colorada obtuvieron buenos resultados en los torneos de 1971, 1975, 1982 y 1985. En su primera experiencia derrotaron 3 a 2 a San Lorenzo en el Gasómetro de Avenida La Plata. En 1982 igualaron 2 a 2 ante Racing Club, utilizando un arquero improvisado por más de veinte minutos. Finalmente, en 1985 derrotaron 1 a 0 al Independiente campeón del Mundo. Otro equipo misionero que se sumó a los Nacionales a partir de 1972 fue Bartolomé Mitre de Posadas. Disputó los torneos de aquel año y de 1975 sin mucho éxito, más allá de poder codearse con los grandes del fútbol porteño.
1972 fue un año singular en la historia argentina. La pequeña localidad de Trelew en el centro de escena. En octubre de aquel año los fusilamientos realizados por el ejercito argentino en aquella localidad motivaron y movilizaron pasiones. Independiente de Trelew fue el único equipo de la Liga del Valle en representar a la provincia en un Nacional de Primera División. Perdió 8 a 0 ante River Plate en el Monumental, con su arquero Alberto Parsechián como figura. También igualó 0 a 0 ante Independiente de Avellaneda en su pequeña cancha.
Otro equipo patagónico que apareció en el fútbol grande fue Cipolletti de Río Negro. Su primera aparición fue en 1973. Generó un boom de recaudaciones. Tanto, que el Cosmos de Nueva York – equipo de moda de aquellos días – visitó el Alto Valle. 1973 fue el año que debutaron dos equipos importantes para el fútbol grande del interior. No sólo por sus pesos específicos, si no también por la calidad de los jugadores y las grandes campañas que realizaron.
Instituto Atlético Central Córdoba, la Gloria, fue la gran revelación del Nacional 1973. Una delantera para el recuerdo: José Luis Saldaño, Osvaldo Ardiles, Mario Kempes, Alberto Beltrán y el veterano Daniel Willington. Pitón y el Matador fueron las grandes figuras. Brillaron con luz propia en el firmamento futbolístico, consagrándose campeones mundiales en 1978. Los rojiblancos realizaron un enorme Nacional en 1979, arribando a los cuartos de final. A partir de 1981, beneficiado por la resolución 1.309, Instituto comenzó a disputar el Metropolitano porteño.
Atlético Tucumán fue otro de los equipos que se mostró en el juego grande. En 1973 tuvo su primer paso, pero en 1975 realizó una enorme campaña en torno de su número 10: Ricardo Julio Villa. Un diez exquisito que apenas jugó un puñado de partidos en Quilmes. Victorias sobre Boca Juniors y San Lorenzo en el norte y la clasificación para el torneo final. En 1979 otra gran campaña del Decano. Arribó a las semifinales del torneo, quedando a un paso de disputar una inédita final de un campeonato de primera división.
En 1974 se amplió la cantidad de plazas del interior. De las cuatro iniciales en 1967, el número ascendió a dieciocho. Muestra del enorme éxito del fútbol de tierra adentro. Sin ser uno de los grandes provinciales, Godoy Cruz de Medonza tuvo su primer acceso a Primera División aquel año. El Expreso Bodeguero no tuvo una buena temporada.
Aldosivi de Mar del Plata también ingresó al ruedo grande aquel año. Un buen equipo con nombres de la talla de Julio Crespo, Alejandro Mascareño o Guillermo Trama. De buenas campañas en 1973, 1974 y 1975. Dos momentos históricos: la victoria 3 a 1 sobre Racing Club, partido jugado en Tandil, y ante Boca Juniors en la Bombonera. 11 de noviembre de 1975. La gran noche de Francisco Manija Mústico.
En 1974 debutó Altos Hornos Zapla. Equipo de la siderurgia instalada en la ciudad jujeña homónima. Realizó campañas aceptables, destacándose la campaña inicial, cuando dirigido por José Yudica estuvo a un punto de clasificar para el torneo final.
Otro equipo del norte que llegó al fútbol grande fue Central Norte de Salta. Los Cuervos, por su camiseta negra. Jugó los nacionales 1974, 1976, 1977, 1980, 1982, 1984 y 1985. Recordada la victoria sobre Boca Juniors el 11 de abril de 1982. Un estadio repleto fue testigo del triunfo 2 a 1, con goles convertidos por Juan Carlos Prykodco y Oscar Rubiola.
Huracán de San Rafael, provincia de Mendoza, también disputó el Nacioanl 1974. Su actuación fue discreta. Inolvidable la noche del 11 de agosto. Lo que debió ser una fiesta para los cuyanos se convirtió en un suplicio: en el Monumental, River Plate les convirtió 10 goles.
Con una destacada actuación en Primera División entre 1988 y 1995, Deportivo Mandiyú de Corrientes tuvo su bautismo en el Nacional 1974. Los trabajadores de la Hilandera Tipoití realizaron un destacado torneo, con un resultado memorable: empate 2 a 2 ante el campeón San Lorenzo en la cancha de Lipton.
Igualmente, el peor rendimiento en los nacionales lo tuvo Puerto Comercial de Ingeniero White. Lo del equipo bahiense dejó mucho que desear. No sólo en lo deportivo, sino también en lo profesional y organizativo. Camiseta verde y amarilla, le tocó en suerte el Grupo A, junto a Boca Juniors, Estudiantes de La Plata y Rosario Central entre otros. El 8 de septiembre visitó la Bombonera. Lo que debía ser – mas allá de resultados – el gran partido en la historia del club, terminó desdibujándose. ¿Que sucedió? El mismo domingo, por la Liga del Sur, debía jugar el clásico ante Huracán. Los dirigentes priorizaron el pago chico. ¿Una venganza por tantos años de darle la espalda al fútbol del interior? Boca Juniors le convirtió nueve goles a Puerto Comercial. Pero eso no fue todo. El 6 de octubre, en Peña y Arenales, los hinchas concurrieron a ver un partido sin ningún tipo de equivalencias. Impropio de Primera División. Banfield goleó 13 a 1 a Puerto Comercial. Juan Taverna convirtió siete goles, logrando un récord de efectividad en la máxima divisional.
Jorge Newbery de Junín tan sólo disputó el Nacional 1974. Cumplió un papel aceptable, con un partido para el recuerdo: la tarde que derrotó 1 a 0 a River Plate en Junín. Fue el 8 de septiembre, con un tanto convertido por Hugo Spadaro de tiro penal.
Atlético Regina, camiseta celeste, fue otro debutante. Los rionegrinos del Alto Valle jugaron dos nacionales: 1974 y 1977. En la ciudad de las peras y las manzanas, recibieron a grandes de Buenos Aires, como Racing Club y San Lorenzo de Almagro. En 1975 fue el año que apareció Juventud Alianza de San Juan. Los Lechuzos realizaron una buena campaña, refrendada con seis triunfos en la zona de grupo, incluido una gran victoria ante San Lorenzo de Almagro en el Viejo Gasómetro.
El fútbol formoseño tuvo su representante en Primera División. Sportivo Patria disputó el Nacional 1976. Tuvo rendimientos aceptables, donde se destacan las victorias ante Platense y Rosario Central. Otro debutante aquel año fue Atlético Ledesma. Sin dudas, Libertador General San Martín en la provincia de Jujuy no era el mejor lugar para estar en la Argentina de 1976. La Noche del Apagón sigue siendo un triste recuerdo que aún lacera. Pero en aquellos días las camisetas rojas de Atlético se hacían presentes en la máxima divisional. Con la dirección técnica de Angel Tulio Zof y Juan de la Cruz Kairuz, quién por las noches oficiaba como fuerza represiva de la policía local.
En 1977 hicieron su presentación el Círculo Deportivo de Nicanor Otamendi, localidad vecina a Mar del Plata. Repitió presentación en 1985. Los Andes de San Juan también fue parte del torneo. Actualmente denominado Club A. Trinidad, en aquel certamen realizó una campaña más que aceptable donde se destacaron los enfrentamientos ante Boca Juniors: 2 a 2 en la Bombonera, victoria de Los Andes 3 a 2 en su provincia. Sarmiento de Resistencia fue el tercer debutante. Le tocó el Grupo de la Muerte junto a River Plate, Racing Club y el gran Talleres de Córdoba. Salió airoso. Igualó en su estadio con millonarios y derrotó 2 a 0 a Racing Club, quitándole a la Academia de ser semifinalista del torneo.
En 1978 hizo su debut Deportivo Roca de Río Negro. Los naranjas del Alto Valle disputó el torneo de aquel año. También en 1982. Obtuvieron buenos resultados. Algunos muy remarcables. En su primera temporada derrotaron a Rosario Central en Arroyito. Cuatro años después dieron cuenta de la Academia, tanto en casa como en Buenos Aires, donde vencieron 3 a 1.
Patronato de Paraná también estuvo presente en los Nacionales. Jugó el de 1978 y entró en la historia por derrotar a Unión de Santa Fe en el clásico del Paraná, dejando a los tatengues – en su mejor ciclo histórico – sin un invicto de 24 partidos. Alvarado de Mar del Plata también participó del Nacional 1978. El rendimiento del Torito no dejó de ser discreto, pero también puede presumir de una noche para la historia. Fue el miércoles 6 de diciembre de 1978. En el Gasómetro de Avenida La Plata, Alvarado goleó 5 a 0 a San Lorenzo de Almagro.
En 1979 los puntanos de Juventud Unida Universitaria llegaron al Nacional, siendo el único equipo de la provincia en disputar un torneo de Primera División. Ya habían disputado la Copa Argentina 1970, pero esto era diferente. Fusionados con Deportivo Pringles, su nombre en el torneo fue Alianza Juventud Pringles. Hicieron una campaña decorosa. En 1980, los tucumanos de Atlético Concepción, de Banda de Río Salí, debutaron en los Nacionales de Primera División. Camiseta celeste y blanca. Disputaron también los torneos de 1982 y 1983. Gimnasia y Tiro de Salta también debutó en aquel 1979. Los salteños repitieron la experiencia en 1981 sin mayores éxitos.
En 1981 hizo su debut en la máxima divisional una de las experiencias más llamativas del fútbol argentino en su historia. A base de los millones de dólares generados por la industria del cemento, Loma Negra de Olavarría fue una luz que duró tres temporadas.
La enorme chequera de la magnate Amalia Lacroze de Fortabat permitió la contratación de un equipo de lujo. El coronel Luis Prémoli, hombre ligado a Racing Club, se convirtió en el presidente del club. Valentín Suárez su Manager, quién contrató a Jorge Habbeger como entrenador del equipo. En una época donde la bicicleta de Martínez de Hoz se desarmaba dramáticamente, el club tenía presupuesto para contratar jugadores de la talla de Félix Orte, Mario Husillos o Carlos Squeo.
En la primera temporada, Loma Negra estuvo a un tris de clasificar a los cuartos de final. Con derrotar a Talleres de Córdoba en la última fecha lo lograba. En 1982 sucedió algo inaudito: el equipo de estrellas no clasificó al Nacional. Fue derrotado por San Lorenzo de Mar del Plata en la final del Regional. No obstante derrotó al seleccionado de Unión Soviética en Olavarría. Fue 1 a 0, gol convertido por Félix Lorenzo Orte. Volvió a los Nacionales en 1983. Fue eliminado por Racing Club en octavos de final. Al no poder acogerse a la resolución 1.309, los directivos del club decidieron no financiar más al equipo. Ahí terminó el sueño grande de Loma Negra de Olavarría.
En 1982 hizo su debut en la máxima divisional Mariano Moreno de Junín. El rendimiento del equipo fue pobre, pero tuvo a Oscar Pinino Más como estrella. También hizo vivir a la ciudad del oeste bonaerense una sensación especial: la disputa del clásico ante Sarmiento en primera división. Los verdes golearon en ambos partidos por 4 a 1. También fue el momento de Estudiantes de Santiago del Estero, que disputó el torneo sin tener un relieve apreciable, ganando tan sólo un partido en toda la competencia. Atlético Concepción, de la Banda de Río Salí, se hizo presente en el Nacional 1982. Tuvo una actuación decorosa, con cuatro triunfos en dieciséis partidos.
1982 fue el año de Renato Cesarini de Rosario. Fundado por los hermanos Ermindo y Daniel Onega, junto a Jorge Solari y Luis Artime. Una escuela de fútbol que se hizo presente en los nacionales de aquel 1982 y 1983. Para el recuerdo, sus tres victorias ante Racing Club, incluido un humillante 5 a 1, el 4 de marzo de 1982. El arco rosarino lo ocupó Edgardo Andrada, el Gato, de notable trayectoria profesional. En aquellos días operaba en secreto para las fuerzas represivas de la dictadura. Un espanto.
Beneficiados por la resolución 1.309, en 1982 Talleres, Instituto y Racing de Córdoba fueron parte del torneo metropolitano de Buenos Aires. Córdoba tuvo una plaza directa en los nacionales que fue usufructuada por Unión San Vicente. USV. Camiseta naranja. Disputó los torneos de 1982, 1983 y 1984 logrando tan sólo un triunfo.
Los celestes de Estudiantes de Río Cuarto, Córdoba, disputaron los Nacionales de 1983, 1984 y 1985. Una de las sorpresas más importantes en los quince años del torneo la dio Andino de La Rioja. El único equipo de aquella provincia en jugar Primera División. Clasificó en forma singular: igualado con Estudiantes de San Luis, determinó el sorteo de una moneda su participación en el torneo. El 30 de marzo de 1983 derrotó 2 a 1 a River Plate, embriagando de alegría a todo un pueblo. Atlético de Santa Rosa, también fue parte del torneo. Fue el primer equipo pampeano en la máxima divisional.
Unión de General Pinedo, Chaco, fue uno de los equipos más humildes en jugar un Nacional de Primera División. Al igual que Don Orione, tuvo el apoyo de toda su provincia. En el partido que le igualó sobre la hora a San Lorenzo en cancha de Atlanta, una multitud de coprovincianos colmaron la tribuna visitante. No clasificó por diferencia de gol a los octavos de final. Atlético Uruguay, de Concepción del Uruguay, Entre Ríos, tuvo su momento de gloria en aquel 1984. Sobre todo cuando River visitó su casa. No importó el 0-6 en contra. Otro de los equipos clasificados fue Ferro de General Pico. La presencia de Boca Juniors en La Pampa le dio marco a la inauguración de su gran estadio.
En 1985 se disputó el último torneo Nacional. Las dirigencias planteaban que los mismos eran inviables. Ramón Santamarina de Tandil fue parte de este torneo. Su rendimiento fue alto, tanto que clasificó en la zona de ganadores, donde enfrentó a Independiente, campeón del mundo hacía pocos meses. Huracán Las Heras de Mendoza también tuvo su año en Primera División, realizando una gran campaña. Finalmente Argentino de Firmat, reforzado con veteranos jugadores de la talla de Leopoldo Luque, fueron parte de éste campeonato final.
En aquel mismo año nació la Liga Nacional de Basketball. Una experiencia exitosa de federalización deportiva. AFA, bajo la presión de los grandes de Buenos Aires, no se animó a realizar un sólo campeonato anual que realmente federalizara el fútbol. Creó el Nacional B como forma de acceso al fútbol grande de Buenos Aires.
Desde 1986, muchos de los clubes que jugaron aquellos viejos nacionales fueron parte de los Campeonatos de Primera División: Aldosivi, Atlético Tucumán, Belgrano de Córdoba, Chaco For Ever, Deportivo Mandiyú, Gimnasia y Esgrima de Jujuy, Gimnasia y Tiro de Salta, Godoy Cruz de Mendoza, Huracán Corrientes, Olimpo de Bahía Blanca, San Martín de San Juan, San Martín de Tucumán. Para muchísimas otras instituciones fue la posibilidad histórica de codearse con el fútbol grande.
Una enorme cantidad de cracks surgieron de los Nacionales. A los ya citados Osvaldo Ardiles, Mario Kempes, Luis Galván, José Daniel Valencia y Ricardo Villa (todos campeones del mundo), podríamos sumarle figuras locales. El cordobés Antonio Syeyyguil, a pesar del apellido curioso, fue figura en Belgrano de Córdoba. Hugo Mémoli y Oscar Pralong fueron figuras en los equipos mendocinos. El puntano Juan Gilberto Funes también apareció con fuerza en Gimnasia mendocino. Si vamos al norte, antes de ser campeón con Rosario Central en 1980 y consagrarse como ídolo indeleble en América de México, el jujeño Eduardo Lalo Bacas la rompió con la 10 de Ledesma y Altos Hornos Zapla. Llamarada Eresuma fue el gran goleador marplatense, pero Carlos Miori fue un clásico, tanto en Kimberley como en San Lorenzo local. De los jugadores nombrados, salvo Funes, ninguno tuvo paso por el fútbol porteño.
Roberto Gasparini es un caso emblemático. Manija del Racing Cordobés sensación entre 1978 y 1982. Un 10 técnico, criterioso y exquisito. Una pegada de terciopelo. Subcampeón del Nacional 1980 con la Academia, obtuvo el torneo 1986/87 vistiendo los colores de Rosario Central. Ídolo enorme en México. Su carrera no trascendió por una sencilla razón: no jugó en el fútbol porteño. Patito fue otro producto de los viejos Nacionales…
Dieciocho años inolvidables. Con enfrentamientos por momentos desiguales, pero también muchas sorpresas en forma de goleadas históricas. Grandes cracks, estadios repletos. Los Nacionales de Primera División. Una experiencia única.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.