Racing de Nueva Italia 1980: el milagro cordobés

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En el Nacional 1980, Racing de Córdoba estuvo a punto de consagrarse campeón. Cayó ante Rosario Central en la que fue, hasta hoy, la única final entre equipos del llamado Interior. Dirigido por Alfio Basile, fue la cenicienta de un torneo recordado por la presencia de un equipo que por el camino del buen fútbol quedó en el recuerdo.

Por Carlos Aira

 

1980 fue un año intenso para el fútbol cordobés. Los Nacionales de Primera División pusieron en el centro de la escena al fútbol de las provincias. Córdoba tuvo grandes equipos y uno que descolló. El Talleres de Amadeo Nuccetelli llenó de fútbol las canchas y se codeó con la gloria eterna en el Nacional 1977. A partir de 1978, los grandes equipos de las provincias pidieron una reestructuración de un fútbol organizado a partir del profesionalismo porteño de 1931 y la creación de AFA en 1934. Un fútbol de clubes directa e indirectamente afiliados. Esa situación llegó a un clima sin retorno en 1979. Julio Grondona solucionó el problema con la llamada Resolución 1309. Por la misma, cada equipo indirectamente afiliado (las provincias) que clasificara a los cuartos de final del Nacional podría acceder al campeonato Metropolitano.
A comienzos de 1980, Talleres accedió al Metropolitano de AFA. La Liga Cordobesa tenía dos plazas para el Nacional a disputarse a partir de septiembre. Lo que sucedió en aquel campeonato cordobés 1980 superó cualquier lógica. Instituto estaba muy interesado en clasificar porque, de realizar una gran campaña, el equipo de Alta Córdoba también accedería al Metro a partir de 1981. Sin la presencia de Talleres, la final del campeonato la disputaron Instituto y un club qué, desde hacía años, venía haciendo muy bien las cosas. Era el Racing de Nueva Italia.

 

EL RACING DE NUEVA ITALIA

 

Convengamos que en la Docta nadie llama al Club Atlético Racing como Racing de Córdoba. Es el Racing de Nueva Italia, el barrio donde está enclavado el club. Fundado el 14 de diciembre de 1924, el club tomó el nombre y los colores de su homónimo de Avellaneda. En 1962, el club se consagró por primera vez campeón de la Liga. En 1967 clasificó al Torneo Promocional. Por primera vez, Racing jugaría un campeonato AFA. El mismo lo disputaban los equipos que salieron septimo y octavos en las dos zonas del Metro porteño, junto a los cuatro equipos del Interior que cayeron en las finales del Regional. La Academia derrotó 4 a 2 a Huracán, 2 a 0 a Banfield y 2 a 1 a Olimpo de Bahía Blanca.

 

 

Pero hay un nombre especial en esta historia. A mediados de los años 70s, Mario Spirópulos era un joven abogado y empresario. Al hacerse cargo de la presidencia del club, apuntó alto. El club venía realizando una silenciosa, pero muy efectiva, labor con sus divisiones inferiores. En 1976, por pedido expreso de Ángel Labruna, River Plate contrató a Emilio Nicolás Commisso y Eduardo Saporiti, puntero izquierdo y lateral derecho de la Academia de Nueva Italia. En 1978, el año que el fútbol cordobés vibró y soñó con Talleres, Racing clasificó por primera vez al campeonato Nacional. Un plantel con buenos jugadores. Se destacaban el lateral Juan Carlos Bujedo y el delantero José Rubén Scalise. Pero quienes conocían las inferiores del club destacaban a tres pibes de inmenso talento: Roberto Gasparini, Osvaldo Coloccini, Luis Antonio Amuchástegui.
Para disputar el Nacional, Spiropulos pensó en un entrenador con nombre y cartel. Alfio Basile tenía 35 años. Había debutado como entrenador en 1976, con Chacarita Juniors. Al año siguiente pasó por Racing Club, pero su equipo no anduvo bien. Cuenta la historia que Spiropulos lo invitó a conocer Córdoba. Lo que parecía una simple deferencia se convirtió en una oferta laboral. En un primer momento, Coco no quiso saber nada. A fuerza de insistir, Basile se convirtió en el entrenador de Racing para el Nacional 78.

 

Racing de Córdoba en el Nacional 1978.
La Academia compartió el Grupo C junto a Independiente, Rosario Central, Argentinos Juniors, Gimnasia La Plata, Vélez Sársfield, Deportivo Roca y Altos Hornos Zapla. Racing debutó en el fútbol grande de AFA el 5 de noviembre de 1978. Aquella tarde cayó 1 a 0 ante Argentinos en Juan Agustín García y Boyacá, gol de Diego Armando Maradona. La Academia de Nueva Italia formó con Juan Manuel Ramos; Luis Oropel, Osvaldo Coloccini, Miguel Rodríguez y Juan Miguel Espósito; Oscar López, Jorge Maldonado y Daniel Marangoni; Eduardo Giuliano, José Rubén Scalise y Rubén Díaz.
La campaña de Racing fue más que aceptable. Victorias ante Rosario Central. 2 a 1, en Arroyito y 2 a 0 en Alta Córdoba. 2 a 0 a Argentinos Juniors sin Diego. Independiente, campeón del certamen, igualará 1 a 1 en la última pelota. Luego de la conquista de Omar Larrosa, el árbitro Claudio Busca expulsó al arquero Ramos y el defensor Oropel. En la última fecha, en la visita a Deportivo Roca, Alfio Basile hizo debutar desde el arranque a un pibe que hará historia con la camiseta albiceleste: Luis Antonio Amuchástegui. Racing terminó el Nacional 78 con 14 puntos. Pero no sólo eso. Se confirmaba el gran momento del fútbol cordobés. Las apariciones estelares de Roberto Gasparini y un lateral pretendido por los grandes porteños: Enrique Veloso.

 

CORDOBA, 1980: DE PELICULA

 

Luego de la gran campaña del Nacional, Racing no clasificó al Nacional 1979. En 1980, la Academia ya no contaba con Juan Carlos Bujedo – transferido a Vélez Sársfield – ni con Enrique Veloso. Sin Talleres, Racing era el gran equipo cordobés, pero la clasificación al Nacional 1980 generó una serie de situaciones sin precedentes.
La Resolución 1309 era la única llave de entrada al fútbol porteño de Primera División que tenían los clubes de las provincias. Muchos dirigentes provincianos, deslumbrados por los titulares de los diarios, no meditaron que las recaudaciones de Primera División en muchos casos eran más bajas que las logradas en el campeonato local. En épocas donde el fútbol no miraba derechos de TV, el principal ingreso de los clubes seguían siendo las recaudaciones. El Comodoro Ángel Gutiez era el presidente de Instituto. Para la Gloria de Alta Córdoba era vital la clasificación al Nacional. La gran campaña en el Nacional 79 lo había dejado en las puertas del Metro 1981.
Como dice @centrojas: «Las fotos que nos gustan». El Araña Amuchástegui festeja en el alambrado la obtención del Apertura de la Liga Cordobesa. Año 1980.
El campeonato cordobés de 1980 fue apasionante. Racing se quedó con el Apertura e Instituto con el Clausura. El reglamento exigía dos finales para definir el campeón y quién acompañaría a Talleres en el Nacional. Ambos partidos finalizaron igualados 1 a 1. Luego del segundo empate eran necesarios los penales. Emoción. La serie inicial finalizó igualada 5 a 5. Era necesaria una nueva tanda. Convirtió Amuchástegui, pero Oropel – ex Racing, estrelló su penal en el poste izquierdo. El árbitro Raúl Salibi hizo sonar el silbato y sentenció la serie. Los jugadores de la Academia dieron la vuelta olímpica. Pero un gran escándalo estaba agazapado. En el vestuario rojiblanco, el Comodoro Gutíez reclamaba a los gritos que el árbitro no había respetado el reglamento. Que el mismo señalaba que luego de la tanda inicial se tenía que desarrollar una serie de tres penales por equipo. Cuando el dato fue chequeado y corroborado, los jugadores de la Academia estaban festejando bien lejos del estadio. Los directivos rojiblancos llamaron a un escribano que labró un acta. La resolución quedó en manos del Consejo Directivo de la Liga, que resolvió completar la serie de tres penales prevista por el reglamento. Racing protestó el fallo y amenazo con retirarse de la Liga. Ante esa situación, la Liga Cordobesa decidió – sin resolución de campeonato – que fuera Racing el equipo que representaría a Córdoba junto a Talleres.
Pero los problemas cordobeses no finalizaron allí. Al estar dentro de la órbita AFA, Talleres tenía su plaza asegurada. El fútbol cordobés exigió que otro club de su Liga ocupara la segunda plaza asignada. Aceptado el reclamo por AFA, Instituto exigió – al ser finalista – ser el segundo clasificado. Pero la Liga no aceptó el pedido de la Gloria y armó un petit-torneo. Instituto participó del mismo asegurando que judicializaría su situación en caso de no clasificar. Para sorpresa de propios y extraños, fue el humilde Unión San Vicente el ganador del certamen. Desesperados, los directivos de la Gloria – tercero en el torneo – le ofrecieron a sus pares de USV una fusión privada para competir en el Nacional. AFA comunicó que la fusión no podía llevarse a cabo ya que ambos clubes tendrían que haber jugado fusionados la clasificación. Finalmente, el Consejo de la Liga Cordobesa anuló el Torneo Reducido y otorgó a Instituto el derecho de participación al Nacional. Un escándalo.

 

RACING 1980: EL SUEÑO

 

Luego del Metropolitano 1980, que ganó River Plate varias fechas antes de la conclusión del mismo. Racing encaró el campeonato con un plantel reducido. Pocos refuerzos. Desde Belgrano llegaron a préstamo Horacio Baldessari y Leoncio Cardozo. De Instituto, el lateral izquierdo Mario Tapiero. De Rosario Central, el delantero Miguel Ballejo. También un defensor santiagueño llamado Miguel Obed.
Sábado 6 de septiembre de 1980. Comienza el camino de Racing en el Nacional. Ballejo remate ante la salida de Bertero. Racing derrotó 1 a 0 a Estudiantes.
El sorteo envió a Racing al Grupo A junto a Racing de Avellaneda, Rosario Central, Vélez Sársfield, Estudiantes de La Plata, Gimnasia de Jujuy y Atlético Tucumán. El primer rival sería Estudiantes. Sábado 6 de septiembre de 1980. Cancha de Instituto. Basile alineó a Raúl Malavolta; Lucio Del Mul, Pascual Noriega, Osvaldo Coloccini y Mario Tapiero; Miguel Seronero, Guillermo Aramayo y Roberto Gasparini; Luis Amuchástegui, Miguel Ballejo y Ángel Feliú. 21 minutos de juego. El Chueco Aramayo arrancó en campo propio. Pared con Miguel Ballejo y remate al arco. El rebote del arquero Carlos Bertero cayó en los pies de Tapiero, que batió la meta visitante. Racing 1-0 Estudiantes.
La Chueca Guillermo Aramayo. El jujeño era un 5 de galera y bastón.
En la segunda fecha, Racing visitó a Atlético en Tucumán. Basile armó una línea de cuatro volantes: Seronero-Aramayo-Gasparin y Ballejo bajando para recuperar la pelota. Partido cerrado hasta que el árbitro Francisco Cardillo cobró tiro libre a favor de la visita. 11 minutos de la segunda etapa. La pelota a 30 metros del arco defendido por el petiso Francisco Ruíz. El Pato Gasparini sacó un remate magnífico que terminó dentro del arco decano y sentenció la victoria racinguista. El partido Atlético-Racing vendió 12.049 entradas. Esa tarde, Estudiantes-Vélez vendieron 2.665 localidades. Boca-Unión, 10.545 tickets. Colón-River, 6.098 localidades. Talleres-Instituto, 28.513 entradas. El triunfo del fútbol de las provincias.
Tercera fecha. 21 de septiembre. Racing recibió a Gimnasia de Jujuy sin la presencia de Gasparini y Amuchástegui lesionados. En sus lugares ingresaron la Pepita Baldessari y Rubén Molina. Partido complicado para la Academia. Julio Silva puso en ventaja a la visita a los 20 minutos de juego. Igualó Ángel Roberto Feliú pasada la media hora con un rebote. Parecía empate, hasta que faltando pocos minutos, un puntinazo de Ballejo permitió el 2 a 1 para la Academia.
Aquel septiembre de 1980 estuvo atravesado por dos acontecimientos internacionales: la ejecución, en Asunción del Paraguay, del ex presidente nicaraguense Anastasio Somoza, derrocado el año anterior en la revolución sandinista, y el comienzo de la guerra entre Irán e Irak.
28 de septiembre de 1980. Vélez goleó 5 a 1 a Racing en la peor actuación de la Academia en el torneo. En la foto, Carlos Bianchi convierte el quinto gol.
Lejos de los conflictos, el miércoles 24 de septiembre se disputó la cuarta fecha del Nacional. Lleno total en cancha de Instituto y batacazo en Alta Córdoba. Chaco For Ever, con un partido sensacional de José Luis Cucciufo, venció 1 a 0 a Racing, gol convertido por Vargas a la media hora de la primera etapa. La caida de Racing se profundizó el domingo siguiente. Racing visitó a Vélez Sársfield en el José Amalfitani. Fue una tarde excepcional de la dupla Pepe Castro-Julio César Jimenez. Un lujo tras otro. A pesar del empate transitorio de Ballejo, Vélez fue demasiado para Racing que terminó goleado 5 a 1. Tres goles de Carlos Bianchi. En el vestuario, Alfio Basile, sin cassette, dijo la verdad: «Fuimos un desastre. Hubo fallas en todas las líneas. Sin atenuantes. Todo lo que pueda decir para justificar a mi equipo es verso». 

 

4 de octubre de 1980. Miguel Ballejo bate a Ricardo Ferrero. Fue el segundo gol de Racing ante Central.

 

Cinco partidos; tres victorias y dos derrotas. A pesar de las caídas, Racing era líder de la zona junto a Rosario Central. Los rosarinos el próximo rival de la Academia. Partido vital para el futuro de Racing en el campenato. Sábado 4 de octubre. Basile decidió cambiar de arquero. Juan Manuel Ramos reemplazó al juninense Malavolta. En cancha de Instituto apareció Luis Amuchástegui en su dimensión. El Araña fue una pesadilla para la defensa canalla. A los 18 minutos, el puntero abrió el marcador. A la media hora, Ballejo puso el 2 a 0. En el segundo tiempo, Amuchástegui marcó el tercer gol de la Academia. El Patón Bauza marcó el 3 a 1 final. Este gran triunfo tendrá una importancia muy grande en la cabeza del plantel y cuerpo técnico de la Academia.
Momento de un parate. Se venía el Mundialito de Uruguay y la Selección de Menotti tenía dos amistosos por delante. El 12 de octubre, Argentina venció 2 a 1 a Polonia, goles de Passarella y Maradona. El miércoles 15, la Selección venció 1 a 0 a Checoslovaquia, gol de Ramón Díaz. Aquella noche, el equipo campeón del mundo se fue silbado del Monumental. Pero la opinión pública se conmocionó con un suceso extradeportivo. En la mañana del lunes 13 de octubre, el argentino Adolfo Pérez Esquivel fue distinguido con el Premio Nobel de la Paz. La dictadura desconoció al premiado en un largo comunicado.
20 de octubre de 1980. Lunes por la noche. La lleva el uruguayo Carrasco ante la marca de Lucio del Mul. La Academia cordobesa derrotó 2 a 1 en Avellaneda.
Se venía un partido importante en el camino del Racing de Nueva Italia. El domingo 19 de octubre debía visitar a la Academia de Avellaneda en el Cilindro, pero un diluvio suspendió la fecha. Con el partido reprogramado para el día siguiente, los hinchas que viajaron desde Córdoba pasaron la noche en las dependencias del club de Avellaneda. Un gesto entre Academias. El lunes por la noche, ambos Racing jugaron un partidazo. A los 25 minutos, Ricardo Alonso – de penal – abrió el marcador para el Racing casa central. Un minuto más tarde, centro de Oscar López y cabezazo perfecto de Miguel Ballejo. El puntero izquierdo fue imparable para la defensa local. Media hora de juego y Teodoro Nitti sancionó penal de Noriega sobre Gabriel Calderón. El puntero campeón mundial juvenil tomó la pelota y ejecutó el penal por encima del travesaño. 35 minutos del segundo tiempo, Agustín Mario Cejas golpeó sin pelota a Ballejo y fue expulsado. Cuando parecía empate, Ballejo redondeó un partido excepcional con un golazo de emboquillada sobre Alberto Vivalda. Racing de Avellaneda 1-2 Racing de Córdoba. Cinco jugados, tres ganados. Campañón.
Mario Spirópulos y Alfio Basile. Presidente y entrenador del club. Una sociedad que nació en 1978.
Luego del triunfazo en Avellaneda, otro encuentro en condición de visitante. Primer partido de las revanchas. En La Plata, Estudiantes derrotó 2 a 0 a Racing. Un partido que se resolvió en el último cuarto de hora, goles de Patricio Hernández y Jorge Coudannes. En el vestuario, el Coco Basile señaló: «Estudiantes ganó muy bien. Cuando a un gran jugador (Patricio Hernández) le sale alguna gran jugada se acaba todo. Así fue. Estábamos aguantando bien hasta que Hernández hizo una de las suyas. Mi equipo está conformado por jugadores que se iniciaron en el club y es un plantel bastante reducido». Aquel domingo 26 de octubre de 1980 el pueblo argentino se enlutó por la trágica muerte de Víctor Emilio Galíndez en su debut como corredor de Turismo Carretera.

 

El Pepa Baldessari tuvo una gran temporada en Racing. Idolo en Belgrano y en Sporting Cristal de Perú.

 

Miércoles 29 de octubre. Atlético Tucumán visitó Córdoba. Poco público en el Chateau Carreras. Basile puso a Atilio Oyola de 11. El wing no defraudó la confianza de Coco y convirtió dos goles. Baldesarri también se sumó a la red redondeando el 3 a 0 final. Como se estilaba en aquellos viejos Nacionales, los clubes terminaban los partidos entresemana, se subían a un micro sin comodidades, y viajaban cientos de kilómetros. Eso hizo el plantel racinguista para llegar a Jujuy. El domingo 2 de noviembre, Racing y Gimnasia igualaron 1 a 1. Racing igualó en el último minuto, gol de Horacio Baldessari, de tiro penal.
Miércoles 5 de noviembre. Partido interzonal ante Chaco For Ever. En Resistencia, Racing volvió a caer ante los chaqueños. Los blanquinegros serán una sombra histórica para el club de Nueva Italia. Aquella tarde, For Ever venció 1 a 0, gol de Miguel Manzi en la primera etapa. A pesar de la derrota, el equipo cordobés seguía siendo líder de la Zona A junto a Rosario Central. El domingo, Racing recibió a Vélez Sársfield. El partido parecía empate, hasta que Oscar Alfredo López, camiseta 8, de palomita, marcó el gol del triunfo racinguista.
16 de noviembre de 1980. El utilero Castillo se va detenido por las fuerzas policiales. Rosario Central 1-0 Racing.
Se venía un duelo especial. Racing debía visitar a Rosario Central. Domingo 16 de noviembre. Teodoro Nitti en el centro de la escena. A los 36 minutos expulsó al zaguero Oscar Craiyacich por doble amonestación. Cuando finalizaba la primera etapa, el árbitro cobró un discutido penal de Ramos a Teglia que Edgardo Bauza transformó en gol. Cuando Nitti se iba al vestuario, el utilero de Racing, apellidado Castillo, lo agredió de palabra. El auxiliar fue detenido por las fuerzas policiales y debió prestar declaración en la Seccional 10 de Rosario. Rosario Central 1-0 Racing.
La tabla se había complicado para Racing. Con un partido por delante, Estudiantes de La Plata y Rosario Central habían igualado la línea de la Academia. Por diferencia de gol, la Academia estaba por debajo de sus rivales. Última fecha intensa. Racing recibía a la Academia de Avellaneda. Por su parte, Estudiantes viajaba hacia Jujuy y Rosario Central al José Amalfitani.
23 de noviembre de 1980. El Araña festeja su gol ante Racing. La Academia cordobesa le metió 5 a su homónimo de Avellaneda y clasificó a los cuartos de final.
Domingo 23 de noviembre de 1980. Jornada intensa. Racing se despachó con la Academia de Avellaneda que llevó a la Docta cracks de la talla de Agustín Mario Cejas, Juan Barbas, Julio Olarticoechea, Juan Ramón Carrasco y Gabriel Calderón. El equipo de Basile le hizo 5 a Racing, goles de Oyola (2), Baldessari (2) y Amuchástegui, retratado para siempre con su grito de rodillas de cara a la tribuna. Central derrotó 2 a 0 a Vélez en Liniers. Estudiantes ganaba en el 23 de agosto hasta qué, faltando cinco minutos, el Lobo Carlos María Sosa empató el partido y permitió la clasificación del Racing de Nueva Italia. ¡Histórico! El fútbol cordobés metía a Racing e Instituto, los dos indirectamente clasificados, en los cuartos de final. De esta forma, la Gloria jugaría el Metro 81.

 

EL SUEÑO HECHO REALIDAD

 

Cinco de los ocho equipos que llegaron a las finales del Nacional no eran porteños: Racing, Rosario Central, Unión, Newell´s Old Boys, Instituto, Independiente, River Plate y Argentinos Juniors. En los cuartos de final los emparejamientos fueron Rosario Central-Unión; River Plate-Newell´s; Instituto-Independiente y Argentinos Juniors-Racing.
El primer partido se disputaría en el José Amalfitani. Argentinos Juniors sin Diego Maradona, concentrado con la Selección en la Villa Marista de Mar del Plata. El Coco Basile no se achicó: «Venimos a llevarnos los dos puntos. En esta etapa final no sirve especular. Considero que somos más equipo que Argentinos Juniors sin Maradona, ya qué con el entran ganando 2 a 0. Racing es un buen equipo. Equilibrado en todas sus líneas, con buen trato de pelota donde se destaca Aramayo, que es un futbolista dúctil. También tenemos delanteros que se mueven permanentemente«.
30 de noviembre de 1980. Osvaldo Coloccini igualaba el partido ante Argentinos Juniors. Gran empate de Racing.
Domingo 30 de noviembre de 1980. Argentinos se puso en ventaja a los 28 minutos de juego por intermedio de Pedro Remigio Magallanes, quien aprovechó una error compartido entre los centrales Noriega y Coloccini. En el entretiempo, Basile sacó al lateral Tapiero e ingresó Enrique Vivanco quién maniató a Magallanes. 28 minutos del segundo tiempo. Centro del Araña Amuchástegui y gol del Bellvilense Osvaldo Coloccini. En el vestuario, el defensor declaró: «¡Cómo no iba a festejar el gol de esa forma! Es mi primer gol en Primera, pero no me puedo engañar: hoy estuve muy flojo y varias veces nos equivocamos con Noriega. Pero eran los nervios». 
En el vestuario, la Chueca Aramayo declaró: «Estamos para darle guerra a cualquiera. Por supuesto que no está nada definido. Si bien tenemos alguna vetaja a nuestro favor». Por su parte, el Coco Basile pegó en la tecla: «El resultado es muy bueno. Argentinos fue el subcampeón del Metro y alcanzó una cómoda clasificación al Nacional. El miércoles quiero ganar y se acabó. Es el mejor aliento que pueden recibir estos muchachos». 

 

El Racing cordobès. Sensación del Nacional 80. Parados: Osvaldo Coloccini, Pascual Noriega, Lucio Del Mul, Enrique Vivanco, Jorge Maldonado y Juan Manuel Ramos. Hincados: Luis Amuchàstegui, Oscar Lòpez, Miguel Ballejo, Roberto Gasparini y Guillermo Aramayo.

 

Mièrcoles 3 de diciembre. Gran triunfo de Racing sobre Argentinos. Amuchástegui se hamaca ante la marcar de Domenech y Daniel García.
Llegó la revancha. Miércoles 3 de diciembre de 1980. En el Chateau Carreras, la hinchada de Belgrano acudió con sus banderas a apoyar a Racing y su crack: la Pepita Baldessari. Ante la cantidad de hinchas piratas, el presidente Mario Spiropulos reveló un secreto: a comienzos de 1980 le había propuesto una alianza deportiva que Belgrano no quiso. Fue una noche enorme de Racing. A los 11 minutos, Del Mul lanzó un tiro libre que pegó en el travesaño. El arquero Mario Alles, mal parado, no encontró la pelota. En el rebote, Ballejo abrió el marcador. A los 18, el Goma Vidal empató el partido. 31 minutos. Tiro libre para Racing. Roberto Gasparini se paró junto a la pelota. Aroma de gol. No hubo dudas. Golazo. En la segunda etapa, el Pato habilitó en forma genial a Ballejo para el tercer gol. Racing 3 – 1 Argentinos Juniors.
Finalizado el partido, Mario Spirópulos se acordó de la dirigencia pirata: «Nosotros estábamos en las semifinales del campeonato y Belgrano no logró participar del mismo. Pero nos agrada que que los hinchas de Belgrano vengan a alentar». 

 

UNA SEMIFINAL PARA TODOS LOS TIEMPOS

 

El Nacional tenía sus semifinalistas. En el Parque de la Independencia, River vencía 2 a 0 a Newell`s a los 8 minutos de juego, pero la lesión del arquero Landaburu y el ingreso del debutante Miguel Torres fue determinante. Los rosarinos vencieron 6 a 2. Por su parte, Rosario Central, con mucho sufrimiento, cayó 2 a 1 ante Unión pero clasificó a la instancia semifinal. Finalmente, Independiente goleó 5 a 1 a Instituto. Los Diablos Rojos serían los rivales de Racing.

 

7 de diciembre de 1980. Un monumento al gol. El segundo de Amuchástegui a Independiente.

 

En Córdoba la expectativa era inmensa. Racing ante la posibilidad de hacer historia grande. Domingo 7 de diciembre de 1980. Lleno total en el Chateau Carreras. Tarde épica de Luis Amuchástegui. Al Araña le salieron todas. Absolutamente todas. El puntero abrió el marcador a los 21 minutos. Cuatro minutos más tarde, una obra maestra: recibió de Gasparini. Eludió al Japonés Pérez y se quedó sin ángulo. Volvió hacia atrás y eludió a Pellegrini. Luego dejó en el camino a Villaverde. Mano a mano con Esteban Pogany, cambió la pelota de un pie a otro, el arquero se comió el amague y definió con clase. Antológico.
3 de diciembre de 1980. El remate de Amuchástegui. El Japonés Pérez padeció un baile antológico.
Ballejo, en el primer tiempo, y la Chueca Aramayo en el complemento redondearon un resultado increíble. Racing 4-0 Independiente. Entrevistado en Las Charlas de Vestuario de Abrí la Cancha, Luis Antonio Amuchástegui recordó su tarde única: «Contra Independiente jugué el partido soñado. ¡Hasta fui tapa de El Gráfico con la camiseta de Racing de Córdoba! Fue un baile enorme a un grande de Buenos Aires. Encima, Independiente tenía un equipazo: Bochini, Alzamendi, Brailovsky, Kiesse, Barberón, Villaverde, el Colorado Killer y el japonés Pérez de 3, que después de esa tarde no jugó más. Años más tarde, el Japonés fue ayudante de Gareca en Talleres. Una tarde nos juntamos y riéndose, me dijo: ” – Hijo de puta, por tu culpa no jugué más en Independiente“.  Lo que pasa es que estuve imparable. Tan así que esa tarde hice un gol impresionante. Le amagué a Pogany cuatro o cinco veces. Se revolcó por todos lados. La gente me gritaba de todo menos lindo, hasta que finalmente hice el gol”.
7 de diciembre de 1980. Miguel Ballejo soporta la marca de Juan Carlos Pellegrini. Racing 4-0 Independiente.
El resultado ponía, virtualmente, a Racing en la final del Nacional. En Rosario, Central goleó 3 a 0 Newell´s. Se vislumbraba una final entre academias. En un vestuario pletórico de felicidad el más buscado fue Amuchástegui. El goleador reconoció que le gustaría ser convocado para la Selección de Menotti: «Muchos me comentaron que el entrenador estaría observando mis actuaciones. Con él trabajé en el Preseleccionado juvenil que conquistó el campeonato de Tokyo. Logicamente, me gustaría volver«. Por su parte, el arquero Juan Manuel Ramos declaró: «Este triunfo no debiera sorprender a nadie. Detrás de esto hay un trabajo a conciencia en donde comienzan a verse los resultados. Me sorprendió Independiente: jugó mal y dio la sensación de ser un equipo desorientado». 

 

 

El veterano Guillermo Chueca Aramayo hablando con la prensa.
Al día siguiente del gran partido, el mundo se conmocionó. En la puerta del edificio Dakota, en el Central Park de Nueva York, John Lennon había sido asesinado. En la concentración racinguista en Carlos Paz sólo había lugar para el sueño de triunfo. La Chueca Aramayo, con sus 31 años, era el más experimentado del plantel. El Jujeño reflexionó para la prensa: «Racing es un equipo humilde. Todo lo hemos conseguido a base de trabajo. En principio la idea fue no hacer papelones y ahora estamos en la puerta de la final«. Por su parte, Osvaldo Coloccini declaró: «Esto es el fruto de años de trabajo. Logramos madurez y personalidad. Ahora pensamos más en nosotros y no tanto en los rivales». 

 

 

14 de diciembre de 1980. Miguel Ballejo se arroja al piso y convierte el segundo de sus tres goles en Avellaneda.
Llegó la revancha. Domingo 14 de diciembre. Para sorpresa de los visitantes, el campo de juego de la Doble Visera estaba inundado. Independiente salió a jugarse una patriada digna de aquella final ante Talleres, el 25 de enero de 1978. Pero Racing le plantó cara en Avellaneda. A los 6 minutos, Ballejo abrió el marcador. Partido de ida y vuelta. Duro. Muy hablado. Minutos más tarde, Osvaldo Mazo igualó de tiro penal. Antonio Alzamendi puso el 2 a 1 para Independiente. Más golpes. A los 40 minutos, igualó el Negro Ballejo. En el segundo tiempo, los locales salieron a vender carísima la eliminación de un campeonato que creyeron ganado. Alberto Ducatelli, que esa semana se había recibido de médico, expulsó al Colorado Killer. Con diez hombres, Independiente se puso 4 a 2, con dos goles de Alzamendi, uno de ellos, el tercero de su equipo, fabuloso. Descontó Ballejo a los 40 minutos. Daniel Brailovsky puso el 5 a 3 que sería final en el marcador, pero en la última jugada una acción determinará el futuro de Racing. Con el partido casi terminado, el defensor Osvaldo Coloccini respondió una agresión de Brailovsky. Ducatelli expulsó a ambos futbolistas. El defensor se perdería la final.
14 de diciembre de 1980. Miguel Ballejo define por encima de Esteban Pogany y marca el primer gol de la Academia en Avellaneda.
Luego del partido, los jugadores racinguistas se quejaron del juego sucio de sus rivales: «Lo que nos hicieron no tiene nombre. Todas jugarretas de mal gusto. Nos inundaron el campo de juego. Patadas desde atrás, amenazas, manoseo. Son malos perdedores», señaló Aramayo. Por su parte, Coloccini explicó lo inexplicable: «Brailovsky me molestó durante todo el partido. Al final reaccioné y el juez me echó bien. Me traicionó el instinto».  Pasados los años, Jorge Marchetta, ayudante de campo de Basile, recordó la importancia que tuvo la expulsión de Coloccini: «En la semi goleamos a Independiente 4-0 en Córdoba y después perdimos 5-3 en Avellaneda, pero nos sobraba, y al pelotudo de Coloccini lo expulsaron en el último minuto y no pudo jugar la primera final. Lo echaron faltando nada, ya estábamos clasificados… El Coco lo quería matar».
Córdoba era una fiesta. Miles de personas salieron a las calles detrás de ese sueño esquivo del campeonato Nacional. El grito de la hinchada que llegó desde Córdoba fue nítido: «No tenemo´a Maradona / No tenemo´ a Fillol / Pero lo tenemo´al Coco / Que nos va a sacar campeón». En aquel vestuario de Avellaneda, Alfio Basile analizó el histórico momento de Racing, finalista del Nacional: «Vuelvo a repetir lo mismo de siempre: este es un equipo modesto. Hoy no jugamos bien pero tampoco arrugamos y demostramos nuestro poder ofensivo. ¿Rosario Central? En la zona le ganamos 3 a 1 y perdimos 1 a 0. Pero la derrota en Rosario no la cuento. Nitti inventó un penal y así perdimos. Creo que tenemos chances, pero sigo siendo humilde». 

 

LAS FINALES

 

La famosa tapa de El Gráfico. Producción realizada en Bell Ville, Córdoba. Allí estuvieron Edgardo Bauza y Luis Amuchástegui.
Rosario Central sería el rival de Racing. La Sinfónica de Ángel Tulio Zof. Un equipo duro, con jugadores descollantes, como Edgardo Bauza, Félix Orte o Víctor Marchetti. Finalizado el partido, el plantel racinguista viajó desde el aeroparque metropolitano hacia Córdoba y la concentración en Carlos Paz. El único que zafó de la misma fue el Araña Amuchástegui, convocado de urgencia para una producción junto a Edgardo Bauza que fue portada de El Gráfico. Por primera vez, dos equipos del llamado Interior serían finalistas de un torneo de Primera División.
Pero en la concentración racinguista un dilema carcomía al cuerpo técnico. ¿Quien debía reemplazar al suspendido Coloccini? La única alternativa posicional era el santiagueño Miguel César Obed, quién había sido suplente durante todo el campeonato y sólo había jugado unos pocos minutos reemplazando a Coloccini ante Atlético Tucumán, en Córdoba. La directiva racinguista rogó a AFA la posibilidad utilizar el artículo 225 por el juvenil Juan José Urruti, afectado a la Selección Juvenil, pero no era reglamentario. La primera final debía disputarse el miércoles 17 de diciembre. No había tiempo para probar nuevas variantes.  Finalmente, el cuerpo técnico dispuso que el santiagueño fuera titular.
Miércoles 17 de diciembre de 1980. Primera final. Miles de cordobeses, incluso hinchas de Instituto, Belgrano y Talleres, presentes en un Gigante de Arroyito repleto. Basile alineó a Juan Manuel Ramos; Lucio Del Mul, Miguel Obed, Pascual Noriega y Enrique Vivanco; Oscar López, Guillermo Aramayo y Roberto Gasparini; Luis Amuchástegui, Miguel Ballejo y Atilio Oyola. A los 7 minutos, una jugada determinante. Lalo Bacas metió un pelotazo al Loro Gaitán. Era pelota del debutante Obed, pero el santiagueño falló en forma increíble, permitiendo al volante continuar con la pelota. Una vez en el área fue derribado por Noriega. Bauza no perdonó y puso en ventaja a Central.
17 de diciembre de 1980. Víctor Marchetti le gana a Miguel Obed y convierte el tercer gol de Rosario Central.
Cuando finalizaba la primera etapa, Omar Palma sacó un remate fantástico que puso el partido 2 a 0. Racing y su vocación ofensiva. 10 minutos del segundo tiempo. Pase magistral de Gasparini y el descuento de Atilio Oyola. Racing no sólo estaba en partido, parecía que en cualquier momento igualaba el marcador. Pero Rosario Central aprovechó todos los errores de una defensa insegura. Entre los 20 y 32 minutos, los locales redondearon el 5 a 1 final, goles de Víctor Marchetti, Oscar Américo Agonil y Guillermo Trama.
Consultado por Abrí la Cancha, el Araña Amuchástegui expresó: «Con todo resuelto ante Independiente, nos expulsan a Osvaldo Coloccini, fundamental en nuestra defensa. En la primera final, que se jugó en Arroyito, Coco puso a un pibe santiagueño que tenía un miedo bárbaro y nos hicieron cinco. Con el diario de Lunes, todos opinamos. Creo que Coco se equivocó para esa final. Pascual Noriega tenía que jugar de 2 y Vivanco de 6″.
En noviembre de 2022, Roberto Gasparini le confió al autor del artículo: «Lo veíamos a Obed en los entrenamientos y era una bestia. Un morocho grandote que le ganaba a todos por arriba. El estaba solo en Córdoba y varias veces vino a comer a mí casa. No jugó nunca porque Noriega y Coloccini no sé lesionaban. Cuando el Coco lo puso no nos pareció extraño, pero la realidad es que se apichonó a la hora de la verdad. Cosas del fútbol. Racing de Córdoba fue el único subcampeón que todo el mundo aún recuerda. Y eso que pasaron 42 años!».

 

 

A pesar del mazazo que significó la goleada, en Córdoba mantuvieron la fe en el milagro racinguista. Jorge Maldonado se llenó de confianza: «Esta empresa no es tan dificil. Le hicimos tres a Argentinos y cuatro a Independiente. Trabajamos todo el año con la idea de ser campeones y con un poco de suerte, no se nos va a ir de las manos». Los goles ante Racing de Avellaneda, Argentinos Juniors e Independiente alimentaban la esperanza de una hazaña.
Llegó la hora señalada. Domingo 21 de diciembre de 1980. Final del Nacional. En el Chateau Carreras habría un campeón. Con el arbitraje de Teodoro Nitti, los equipos formaron así:

 

RACING: Juan Manuel Ramos; Lucio Del Mul, Pascual Noriega, Jorge Maldonado y Enrique Vivanco; Oscar López, Guillermo Aramayo y Roberto Gasparini; Luis Amuchástegui, Miguel Ballejo y Atilio Oyola. DT: Alfio Basile
ROSARIO CENTRAL: Daniel Carnevali; Juan Ghielmetti, Oscar Craiyacich, Edgardo Bauza y Jorge García; José Luis Gaitán, Omar Palma y Eduardo Bacas; Félix Orte, Víctor Marchetti y Daniel Teglia. DT: Ángel Zof.

 

21 de diciembre de 1980. Una imagen del primer tiempo. Roberto Gasparini busca superar al Patón Bauza.
El partido se postergó media hora por el incesante tráfico en los alrededores del Chateau. Cuando Racing salió al campo de juego, una multitud lo recibió como si no hubieran existido los cinco goles en Rosario. La premisa del equipo fue una sola: buscar la meta defendida por el veterano Carnevali. Siete minutos. Como en Rosario, perfecta habilitación de Gasparini y Atilio Oyola marcó el primer gol de la tarde. Minutos más tarde, la polémica. Centro de Amuchástegui y una mano clarísima de Ghielmetti que Teodoro Nitti no sancionó con penal. Tan grande era el aluvión racinguista, que Angel Zof apeló al pragmatismo: a los 27 minutos sacó al delantero Daniel Teglia e hizo ingresar al volante de contención Aldo Espinoza. El primer tiempo finalizó con las expulsiones de Edgardo Bauza y el Panza Oscar López.
21 de diciembre de 1980. Siete minutos de juego. Atilio Oyola convierte el primer gol de Racing. No alcanzó.
En la segunda etapa, las cartas estaban sobre la mesa. Racing hizo todo pero no alcanzó. La gran actuación de Daniel Carnevali conjuró, una tras otra, las chances de gol de la Academia. Sobre el final, el Pato Gasparini, de tiro libre, marcó el segundo gol racinguista. Punto final para el sueño de la Academia de Nueva Italia. Rosario Central campeón del Nacional 1980. El vestuario local no tuvo consuelo. La amargura era total. Ojos llenos de lágrimas. Alguna trompada en la pared. A medida que los jugadores se introducían en los camarines las lágrimas contagiaron a todo el plantel. Atilio Oyola manifestó: «Estoy muy triste porque en ningún momento pensamos que se nos podía escapar el campeonato, ni aun con la derrota en Arroyito. Hicimos un gran papel y ahora hay que seguir luchando». 

 

 

Alfio Basile, pieza clave del milagro llamado Racing, atendió a la prensa. La actuación de Teodoro Nitti en el centro de la polémica. Con los ojos llenos de lágrimas, Coco expresó: «No quiero hablar. En una de esas digo una macana. Mañana, pasado, cuando quieran charlamos, pero hoy, por favor, no». Mario Spiropulos exclamó: «Nitti es uno de los mejores árbitros de nuestro medio y no creo que nos haya perjudicado». El titular de Racing daba muestras de su talento como dirigente…
Roberto Gasparini y Luis Amuchástegui. Dos cracks juveniles de aquel equipo. Ambos entrevistados en las Charlas de Vestuario de Abrí la Cancha.
Amuchástegui recordó la importancia del presidente en Abrí la Cancha: «Mario Spiropulos, más que presidente, era un aguila. Muy amigo de Julio Grondona porque ambos compartían el negocio de la curtiembres. Un tipo que abría las puertas de AFA. Un hombre muy, pero muy capaz. Una curiosidad: no era hincha de Racing, sino de Talleres». El Araña expresó en diálogo con Abrí la Cancha: “No tengo dudas: aquel equipo de Racing entre 1978 y 1980 fue el mejor equipo en la historia del fútbol cordobés. Nadie recuerda a los subcampeones y fijate que aquel Racing de Córdoba 1980, subcampeón del Nacional, lo recuerda todo el mundo después de 40 años. Racing era un club de barrio que se forjó con jugadores del club mechado con pocos jugadores de experiencia. Era un equipo con hambre de gloria y que sabía muy bien lo que quería. Cuando llegó el Coco Basile nos dio una personalidad tremenda. Llegamos a la final de aquel campeonato luego de golear 4 a 0 a Independiente en Córdoba y meterles tres en Avellaneda. Lamentablemente, nos confiamos. A Rosario Central le habíamos ganado en la fase de grupo y estábamos convencidos que eramos más que ellos».

 

 

Amuchástegui recordó: «Nosotros llegamos a la final de ese campeonato y jugamos por la camiseta. Recién cobramos buen dinero en la final con Rosario Central en el Chateau. Nos pagaron con el dinero de la recaudación.  No lo podía creer: ¡tres bolsas arpilleras llenas de plata! Nos juntamos en el vestuario y nos repartimos la plata. Hoy nadie lo podría creer».
Entrevistado por Abrí la Cancha en las Charlas de Vestuario, el Pato Gasparini recordó aquella temporada fantástica: “Arrancamos el campeonato también con expectativas de hacer una buena campaña, tratando de llegar lo más alto posible, y llegamos a la cumbre. Nos faltó el último paso, pero este equipo quedó en la retina y el recuerdo de la gente porque debe ser el único subcampeón tan recordado. Tuvimos todo el apoyo de Córdoba que acompañó al equipo más humilde de la ciudad. Cuando nuestros rivales se dieron cuenta de lo que valiamos, nosotros ya estábamos agradados y formamos un equipo que acarició la gloria«. 
20 partidos jugados. 11 encuentros ganados, 2 empates y 7 derrotas. 35 goles a favor y 27 goles en contra. Un plantel para el recuerdo: Luis Amuchástegui, Guillermo Aramayo, Hugo Arias, Horacio Baldessari, Miguel Ballejo, Hugo Beutke, Leoncio Cardozo, Osvaldo Coloccini, Lucio Del Mul, Juan Espósito, Ángel Feliú, Roberto Gasparini, Oscar López, Raúl Malavolta, Héctor Maldonado, Jorge Maldonado, Rubén Molina, Pascual Noriega, Miguel Obed, Atilio Oyola, Juan Ramos, Miguel Seronero, Mario Tapiero, Juan Urruti, Rolando Vega y Enrique Vivanco.

 

PUNTO FINAL

 

Luego del Nacional 80, Racing se preparó con la intención de clasificar al Nacional 81 y pegar el salto al Metro de AFA que habían realizado Talleres e Instituto. Logró el objetivo y desde 1982, el Racing de Nueva Italia jugó el campeonato de Primera División AFA.
La década del 80 fueron los años de Racing de Córdoba. Con vaivenes, idas y vueltas, una permanencia en la máxima divisional. Un meritorio cuarto puesto en 1984. Una plaza siempre dificil. Jugadores que salían surgiendo del club, como Víctor Hugo FerreyraChanchi OzánDaniel ErgoVíctor Sotomayor o Marcelino Galoppo. El promedio siempre fue un problema. El pulmotor funcionó en 1988, cuando en desempate envió a Unión al Nacional B. Pero la suerte se hizo grela en 1990. Chaco For Ever 5-0 Racing. Desde ese momento, Racing no volvió a la máxima divisional.
Quedó el sueño de 1980. Como nos dijo Amuchástegui: «Nadie recuerda a los subcampeones y fijate que aquel Racing de Córdoba 1980, subcampeón del Nacional, lo recuerda todo el mundo después de 40 años. Racing era un club de barrio que se forjó con jugadores del club mechado con pocos jugadores de experiencia. Era un equipo con hambre de gloria y que sabía muy bien lo que quería».
Racing de Córdoba 1980. El equipo más humilde que acarició el milagro más grande. Un subcampeón para el recuerdo.

 

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3

 

 

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