Boca campeón: los números que sostienen su campaña

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Sin brillar, pero con silenciosa solidez, Boca Juniors volvió a alzarse con la Copa de la Liga.  Justificó su título venciendo con solvencia a Tigre en la final. A continuación, los puntos más salientes de su rendimiento a lo largo de la competencia.

Por Nicolás Podroznik 

 

Boca no te perdona. No podés equivocarte. En la tarde cordobesa del domingo, Tigre apenas pudo imponer sus intenciones ante un conjunto xeneize siempre ordenado que, si bien pasó algunos apuros durante un tramo del segundo tiempo, golpeó en los momentos justos y terminó por llevarse nuevamente la Copa de la Liga.

Mucho se habló de la irregularidad de este equipo en cuanto a rendimiento, el cual curiosamente tuvo en la semifinal con Racing su punto más bajo, en un partido donde no pateó al arco ni creó situaciones de gol. No obstante, y amén de las críticas justificadas tras aquel encuentro, Boca en el Kempes sacó a relucir lo mejor de sus armas.

Poco se habla de la solidez defensiva del equipo de Battaglia. Quizás sea porque no resaltó ningún nombre propio que así lo destaque, o bien porque su mejor defensor Carlos Izquierdoz estuvo mucho tiempo lesionado. Vale destacar algunos aspectos en este rubro: mantuvo la valla invicta en 8 de los 17 encuentros que disputó a lo largo del torneo, de los cuales 5 fueron de manera consecutiva incluyendo la fase final de la Copa de la Liga. La final mostró a la línea defensiva en su mejor expresión, con Advíncula y Fabra como figuras a lo largo del encuentro. El peruano desde el aspecto defensivo y el colombiano, desde el ofensivo. Un detalle no menor con respecto a la defensa: Boca fue el equipo que más faltas cometió en todo el torneo.

Como aspecto positivo -y aun cuando en cinco oportunidades le igualaron el resultado- es la imposición sobre el rival de entrada. Sólo frente a Huracán comenzó sus encuentros perdiendo. Sucedió que de las mencionadas cinco veces, en cuatro le ocurrió como local. A diferencia de lo que le venía sucediendo, Boca frente a Tigre pudo cerrar el encuentro extendiendo la ventaja más allá de un solo gol. En el aspecto ofensivo, el campeón tuvo a un Sebastián Villa determinante. Además de sus goles (cuatro en total, los cuales entregaron diez puntos), el colombiano aportó siete asistencias a sus compañeros, consagrándose como el líder de la Copa en ese rubro.

Vale resaltar también cómo Boca se adaptó a los diferentes rivales. Las victorias mas resonantes durante la fase de grupos fueron sin duda frente a Estudiantes en La Plata y frente a River en el Monumental. Rivales diferentes, circunstancias diferentes. Mientras que frente al Pincha fue dominador de la pelota durante gran parte del encuentro, contra los dirigidos por Gallardo tuvo que esperar agazapado el error rival. Lecturas correctas en ambos casos. Muy difícilmente sea proponerle a Estudiantes que tenga la pelota, algo que el conjunto de Battaglia puede hacer tranquilamente de ser necesario. Lo demostró frente a Defensa y Justicia -equipo acostumbrado a hacerlo- y en ambos partidos frente a Tigre. Da la sensación que el entrenador comprende los momentos: frente a los equipos que no quieren tener la pelota, somos protagonistas. Contra éstos, proponemos forzar el error.

Criticado por cómo se resolvió su serie frente a Racing, Boca justificó su arribo a la final ganándola. Aguantó los pocos embates que pudo generar Tigre y cerró el partido con un golazo de Fabra. Tampoco hay que olvidar éste punto: Boca hizo notar la diferencia de categoría entre sus jugadores y los de enfrente. Apareció el aplomo de su línea defensiva, experimentada en esta clase de partidos. Bancó la marca propuesta por los de Victoria, que intentaron borrar de la cancha a Pol Fernández y a Varela pero no pudieron con el paraguayo Romero, quien jugó su mejor partido desde que llegó al club.

No tendrá un juego vistoso ni agradable, pero demostró que en las difíciles siempre aparece. El deseo de los hinchas de ver a Bianchi reflejado en Battaglia se acrecienta con éste título. El miércoles tendrá un partido clave por la Libertadores que quizás alimente ese sueño, pero de momento toca festejar. Racing haber jugado mejor a lo largo del torneo, pero a fin de cuentas perdió con el campeón. Boca tiene motivos para festejar, pero en un fútbol tan competitivo como el argentino, no puede dormirse en los laureles.

 

(*) Periodista / Abrí la Cancha

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