Fracturas… ¡Le hizo crack el hueso al final!

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El fútbol es un juego de contacto. Las lesiones siempre estuvieron a la orden del día. Pero las fracturas son otra cosa. Ruido. Dolor. Llanto. En Abrí la Cancha recordamos las fracturas más famosas del fútbol argentino. Que cada lector juzgue la intención que hubo en cada golpe.

Por Carlos Aira

 

En la Argentina se jugó fuerte. Siempre. El tema es la intención. El fútbol argentino no se caracterizó por el golpe en planchaconsiderado mala leche. Nuestro fútbol siempre la consideró el golpe letal del futbolista brasileño, temeroso de la dura marca. En cambio, en el Río de la Plata el llamado tacle deslizante estuvo, está y estará a la orden del día como forma de agresión habitual.
Octubre de 1923. Funeral de Alberico Zabaleta.
Las fracturas existieron siempre. En los albores del fútbol, cuando aun el profesionalismo no era formal, dos lesiones conmovieron al ambiente. En octubre de 1923, en un amistoso San Lorenzo-Racing jugado en Avenida La Plata, una brutal patada rompió la pierna derecha de Alberico Zabaleta. El crack de la Academia padeció una fractura expuesta. Fue llevado de urgencia al Hospital Fiorito. Su cuadro se agravó con el paso de los días. Contrajo una septicemia generalizada que desembocó, primero en amputación y luego en el fallecimiento del futbolista.

 

A Adolfo Celli lo rompieron la tarde del mítico gol olímpico de Cesáreo Onzari.
Al año siguiente, el jugador lesionado fue Adolfo Celli. Jugador de Newell`s Old Boys. La tarde del 2 de octubre de 1924 fue histórica para nuestro fùtbol. Argentina-Uruguay en Sportivo Barracas. Cesareo Onzari y su mítico gol olímpico. Promediando el primer tiempo, el uruguayo Pedro Cea puso la pierna lo suficientemente alta para partirle la pierna derecha al back. Fractura expuesta. Celli fue llevado de urgencia a un sanatorio. Junto a él, Agustín Pedro Justo, Ministro de Guerra. Estuvo un mes internado y nunca más volvió a jugar.
Los años 30s fueron muy violentos. Patadas profesionales. En 1935, Lanús recibió a Estudiantes. El back granate Sabino Coletta golpeó desde atrás a Alberto Zozaya, goleador pincharrata. Fractura de peroné izquierdo. AFA decidió suspender de por vida a Coletta por considerarlo Indeseable para la práctica deportiva. Finalmente, la sanción se redujo a seis meses. Tiempo después, Coletta vistió la camiseta de Independiente y la Selección. Ahí nadie fue capaz de decirle indeseable…
Fermín Lecea, uno de los centrales más duros del fútbol argentino en su historia.
El compañero de zaga de Coletta en Independiente fue el vasco Fermín Lecea. El hijo de Euskal Herría fue un duro de aquellos. Un leñador sin par. En la primera fecha de la Copa Campeonato 1936, Independiente visitó a San Lorenzo. Lecea le pegó un patadón a otro vasco: Arturo Arrieta, quién terminó con los ligamentos rotos. En aquellos días, un pasaporte al retiro. Lecea terminó la noche en la comisaría luego de estar un par de horas encerrado en el vestuario: los hinchas azulgranas se lo querían comer vivo.
Otra lesión muy recordada – sobre todo por el escándalo posterior – sucedió en la final del Sudamericano de 1946. Lo tuvo como protagonista al defensor José Salomón, figura de Racing Club y la Selección Argentina.
10 de febrero de 1946. Estadio Monumental. La plancha de Jair fracturó a José Salomón. Gresca.
10 de febrero de 1946. Estadio de River Plate. Final ardorosa entre Argentina y Brasil. 28 minutos del primer tiempo. El cierre de Punte Roto llegó como siempre a tiempo, pero el delantero brasileño Jair dejó la plancha alta, fracturando la pierna izquierda de Salomón. El partido estuvo suspendido largo tiempo. Piñas por todos lados. Argentina venció 2 a 0, con goles de Norberto Tucho Méndez.
Otra jornada negra se vivió el 24 de octubre de 1948. Tarde soleada. Fútbol en el Gasómetro. Clásico entre San Lorenzo y Boca Juniors. Partido intenso hasta que llegó la jugada desafortunada. Los visitantes tenían la pareja de backs más dura del fútbol argentino: Juan Marante y Rodolfo Justo De Zorzi. Las llamadas – con sorna – las Mellizas Legrand. De Zorzi se tiró desde atrás y golpeó en tijera a René Pontoni. El grito del crack azulgrana los escucharon los 70.000 hinchas presentes: le habían roto la rótula y los ligamentos de su rodilla derecha.
Sìvori junto a Bernàrdez, centrohalf de Ferro que fracturó en 1955. (Foto: Ferropedia)
Curioso. La semana siguiente De Zorzi fue fracturado en el Parque de la Independencia. Fue internado en el mismo sanatorio, cama mediante, con René Pontoni, quién pidió ser trasladado a Rosario. Con los años, la Chancha Pontoni recordó con una sonrisa: “Me vengué en forma: mientras estuvimos internados, lo obligué a que me cebara mates todos los días”.
El genial Enrique Omar Sívori también estuvo envuelto en la situación desgraciada. Fue en 1955. Ante Ferro Carril Oeste en Caballito. Partido áspero ante un rival que necesitaba puntos para zafar del descenso. 43 minutos del segundo tiempo. Partido igualado 1 a 1. El 5 verdolaga Julio Bernárdez encabezó el ataque local. Sívori buscó atorarlo con la plancha alta. Fractura de tibia y peroné. Sívori sufrió un ataque de nervios y pasó la noche junto a Bernárdez, internado en un sanatorio.
Hacha Brava. Uno de los defensores más duros de nuestro fútbol, lo partió al Bambino, de sólo 17 años. Le rompió el tobillo izquierdo.

En la última fecha del campeonato de 1963, Independiente recibió a San Lorenzo. En los primeros minutos de juego, Héctor Rodolfo Veira la estaba rompiendo. Tenía sólo 17 años. Una gambeta por aquí. Otra por allá. La camiseta 2 de los Rojos tenía dueño: Rubén Marino Navarro. Santiagueño. Una montaña de músculos con un apodo temerario: Hacha Brava. A los 20 minutos de juego, gol del Bambino. Con ese resultado, Independiente perdía el campeonato. Navarro se acercó a Veira y le recordó lo inapropiado que sería seguir mostrando tanto la pelota. Veira no se achichó, pero a los pocos minutos recibió un patadón de Navarro. Resultado: ruptura de los ligamentos del tobillo izquierdo. El mito popular habló de fractura. En el piso, quebrado por el dolor, el Bambino tuvo tiempo para una humorada: simuló desenfundar dos pistolas y acribillar a su agresor.

Al igual que De Zorzi, Hacha Brava terminó fracturado. 21 de octubre de 1964. Rosario Central visitó Avellaneda. Navarro recibió la plancha de Alejo Domingo Medina, wing izquierdo canalla. Duro entre los duros. Cuando lo sacaban en la camilla, levantó su puño derecho, lo apretó fuerte y sonrió mirando la tribuna de la Visera.

 

El Nene Sanfilippo siempre acusó a su entrenador en Nacional, el brasileño Zezé, de propiciar su lesión.
José Francisco Sanfilippo fue una estrella desde su debut en primera división en 1954. En 1964, luego de un traumático paso por Boca Juniors, fue transferido a Nacional de Montevideo. Su rendimiento en Uruguay era sensacional. Hasta que llegó el 25 de julio. Amistoso entre Nacional y Vasco da Gama en el Centenario. El zaguero brasileño Fontana que puso la plancha y fracturó la tibia y peroné derecho del histórico goleador.
Aquí se escondió una historia. Un vox pópuli. El carácter del Nene era insoportable para Zezé Moreira, entrenador de Nacional. El brasileño habría pedido a sus compatriotas de Vasco que le entraran a Sanfilippo, quién estuvo casi un año fuera de las canchas.
Carlos Bianchi en su etapa del Stade Reims. Sufrió una terrible lesión: triple fractura en su pierna derecha.
Con el paso de los años, otro enorme goleador argentino fue fracturado fuera del país. Carlos Bianchi emigró al fútbol francés en 1974. Goleador y figura en el Stade Reims donde compartió delantera con Cucurucho Santamaría. Su llegada a Francia fue fulgurante. 9 de octubre de 1974. Amistoso entre Stade Reims y Barcelona. Bianchi había convertido 15 goles en 16 partidos. A los 7 minutos del segundo tiempo, Gallego marcador central del equipo catalán, golpeó con inusitada violencia a un Bianchi que se desmayó del dolor. El diagnóstico fue terrible: triple fractura de tibia y peroné. Carlitos estuvo medio año sin jugar y una cicatriz indeleble en forma de 73 puntos de sutura.
Armando Maradona, jugador del F.C. Barcelona, ingresado en la Clínica Asepeyo.
Diego Armando Maradona también sufrió la rudeza de las marcas europeas. Sucedió el 24 de septiembre de 1983. Barcelona y Athletic de Bilbao jugaban un partido aparte. Un duelo de estilos y nacionalismos en un momento muy particular de la vida político-social española. Promediaba el partido en el Camp Nou cuando llegó el guadañazo del vasco Andoni Goikoetexea. La lesión fue impactante: rotura del maléolo peroneal del tobillo izquierdo con desviación y arrancamiento del ligamento lateral interno con desgarro. Diego regresó a las canchas en sólo 90 días. Un milagro de la medicina deportiva.
Octubre de 1986. La pierna derecha de Luis Islas se rompe ante la entrada de Pajurek.
Volviendo a nuestras canchas. Una lesión dolorosa fue la que sufrió Luis Alberto Islas. Domingo 26 de octubre de 1986. Esa tarde, el arquero de Independiente pareció la fractura de tibia y peroné luego de un fuerte choque con Juan Carlos Pajurek, delantero de Racing de Córdoba. El arquero, que venía de consagrarse campeón del mundo en México 1986, tardó seis meses en recuperarse.
Hugo Anibal Galloni era un volante talentoso. Surgido en Rosario Central, su nombre comenzaba a tener brillo hasta que sucedió la jugada que cambió su vida. 18 de diciembre de 1988. En el Gigante de Arroyito, Central recibía a Vélez Sársfield. A los pocos minutos de juego, una fuerte entrada de Carlos Macat le produjo una terrible lesión: doble fractura de tibia y peroné. Para peor, la lesión tuvo forma de mariposa y barro en hueso. La recuperación fue un suplicio. Luego de dos años, volvió a resentirse de la lesión. Regresó. En 1992 le convirtió un golazo de tiro libre a Newells. Terminó retirandose, luego de siete operaciones, en 1995.
Otra lesión muy recordada la padeció Marcelo Caviglia, delantero de Deportivo Español. El 11 de octubre de 1992, los Rojos del Bajo Flores recibieron a Talleres de Córdoba. Promediando el segundo tiempo, con el partido resuelto a favor de los locales, la jugada desafortunada.  El delantero españolista que choca con Gustavo Irusta, arquero tallarín. El ruido de la pierna rota se escuchó en todos los sectores del estadio.
En 1993 una grave fractura complicó los planes de la selección argentina. En el primer partido del seleccionado argentino en la Copa América de Ecuador. Darío Franco, mediocampista surgido en Newell´s, era una de las figuras del equipo. Titular incuestionable de cara a Estados Unidos 1994. Pero sucedió lo impensado. Aquel 17 de junio de 1993. Argentina y Bolivia en Guayaquil. Veinte minutos del primer tiempo, y el defensor Marcos Sandy que golpea desde atrás al muchacho de Cruz Alta, Córdoba. Rotura de tibia y peroné. Franco no guardó rencor: “No tuvo mala intención, por más que mis compañeros lo hayan tratado demasiado mal por la manera en la que se dio la jugada”.
Eduardo Bennett se consagró goleador del Apertura 1993. Fue su primera temporada en Argentina. Nada se sabía de él. Venía desde Honduras, país del cual poco se conoce. Firmó para San Lorenzo de Almagro y pronto asombró por su notable planta física. También por la fuerza con la cual jugaba. Inusual para un delantero. Pero el 5 de diciembre tuvo su jugada polémica. Vélez Sarsfield recibió a San Lorenzo en Liniers. El marcador derecho del equipo local fue Cristian Damián Acevedo, un pibe con pocos partidos en primera. Bennett fue con la plancha alta, generándole al rival una doble fractura de tibia y peroné.
Claudio Arzeno junto a Alejandra Pradón, su pareja en aquel 1995. El duro central de Independiente padeció una fractura espectacular.
Claudio David Arzeno, duro defensor de Independiente, padeció la fractura de su tibia y peroné izquierdo. El 29 de octubre de 1995 se enfrentaron Deportivo Español e Independiente en el estadio Ferro. 40 minutos del segundo tiempo, victoria visitante 1 a 0. Una pelota que queda corta y la disputa de la misma por parte de Arzeno y Diego Castagno Suárez. Luego del choque, la voltereta en el aire de Arzeno. Ya en el piso, con el rostro lleno de dolor, el grito desgarrador: «Me quebré, me quebré«. Arzeno, que finalmente sufrió fractura expuesta de tibia y peroné de la pierna izquierda.
La triste agresión de Carlos Tévez a Ezequiel Ham, que terminó en grave fractura. Una de tantas en el fútbol argentino.
En 2015, dos patadas conmovieron al fútbol argentino. El 22 de marzo, el arquero xeneize Agustín Orión fracturo al veterano delantero Carlos Bueno en el encuentro San Martín de San Juan-Boca Juniors. El 1 salió a cortar un mano a mano ante el uruguayo, quién le entró con todo en el momento de barrerlo. Bueno voló por el aire y al caer dejó su pierna derecha en el piso, pidiendo con urgencia asistencia médica. La lesión: fractura de tibia y peroné.
El sábado 20 de septiembre, en el partido Argentinos Juniors-Boca Juniors, Carlos Tévez trabó una pelota con la plancha muy alta ante la presencia del juvenil Ezequiel Ham. Como resultado, el jugador de Argentinos Juniors sufrió una terrible triple fractura de tibia, tobillo y peroné. Ham volvió a las canchas casi dos años más tarde de aquella aciaga tarde.
Finalmente, la última lesión que avivó la polémica se generó en la última edición de Copa Argentina. En el partido Agropecuario-Boca Juniors, el defensor Milton Leyendeker fracturó a Ezequiel Zeballos. Leyendeker padeció un linchamiento mediático sin precedentes, generando una sanción ad-hoc de 7 fechas.
El fútbol es un juego de contacto, pero cada lector juzgará la intención – o no – de romper al rival.

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3

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