Por Carlos Aira (@carlosaira11)
La Boca, 24 de septiembre de 1933. La orden era clara: frenar al Expreso platense.
Gimnasia y Esgrima de La Plata era el gran animador del campeonato. Un mediocampo para la historia. Las 3 M: Motañez-Minella-Miguens. Conducido por el húngaro Emérico Hirschl, había impuesto la WM y un fútbol de laboratorio. Algo inédito para el fútbol criollo de aquellos días.
Enfrente, Boca Juniors. El arbitraje condicionó el partido. Gimnasia vencía 2 a 0, goles del Gaucho Morgada y Juan Echevarrieta. Descontó Delfín Benítez Cáceres cuando finalizaba la primera etapa. En el segundo tiempo, igualó Pancho Varallo con un penal inventado y el 3 a 2 lo convirtió Miguel Ángel Nardini en clara posición adelantada.
El arbitraje de Ángel de Dominicis adelantó lo que vendría pronto para el club platense.
En la foto, un duelo generacional. Humberto Recanatini. El Negro. Veterano crack de mil batallas con su mítico gorro Gath&Chavez, metiendo pierna fuerte con la camiseta tripera. El guaraní Delfín Benitez Cáceres no se queda atrás. Hacha y Tiza en Brandsen 805.
Los equipos formaron así:
Boca Juniors: Juan Elías Yustrich; Edmundo Piaggio y Romildo Etcheverry; Alberto Viola, Martim Silveyra y Pedro Arico Suárez; Miguel Nardini, Delfín Benítez Cáceres, Francisco Varallo, Roberto Cherro y Tomás Garibaldi
Gimnasia: Atilio Herrera; Ricardo Martín y Humberto Recanatini; Oscar Montañéz, José María Minella y Ángel Miguens; Tomás González, Antonio Palomino, Juan Raúl Echevarrieta, Armando Zoroza e Ismael Morgada.
Un Buraco en el Tiempo…
