Andino 1983: el orgullo de un pueblo, la alegría de una provincia

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En la noche del 30 de marzo de 1983, Andino derrotó 2 a 1 a River Plate en el marco del Campeonato Nacional. Andino Sport, único representante de La Rioja en un torneo de Primera División AFA, consumó una victoria que aun se recuerda en la provincia. Los historiadores Victor Contreras y Michel Paez bucearon en el archivo y nos traen la historia de aquel Andino 1983, el equipo que emocionó a La Rioja.

Por Víctor Contreras y Michel Páez

 

Para la provincia de La Rioja, la participación de Andino Sport Club en el Nacional de Primera División AFA 1983 fue el capítulo más alto y glorioso de su fútbol. Desde 1967 había buscado – y arañado – el ingreso al fútbol Nacional. El Club Américo Tesorieri estuvo muy cerca en dos oportunidades. La primera a comienzos de 1970; la segunda, en marzo de 1976, en aquella mítica y polémica semifinal ante San Martín de Tucumán. Fue la tarde que se retiró del fútbol Víctor Legrotaglie. Lo hizo vistiendo la 10 de Tesorieri. Un maestro de nuestro fútbol. Fue a días del Golpe del 24 de marzo y en un clima de tensión que la provincia de Tucumán se vivía desde hacía tiempo.
Allí estuvo El Club Riojano y sus dos finales perdidas ante Central Norte (Salta) y Altos Hornos Zapla, la Trituradora del Norte, dirigida por un joven José Yudica en su primera experiencia como entrenador. Por su parte, Sport Andino disputó los regionales 1979 y 1980 llegando a semifinales. En 1979, con derrota ante Concepción (Tucumán) y en 1980 en un petit torneo enfrentando a Guaraní Antonio Franco y Cipolletti, dos viajes interminables llegando a destino sobre la hora de los partidos. En un torneo de 74 equipos, Andino terminó entre los 8 mejores equipos, sino poder acceder al Campeonato Nacional. Entre 1979 y 1980, Andino armó la base de un gran equipo. Jugadores riojanos con varios regionales en la espalda. El roce necesario para partidos interprovinciales ante clubes reforzados con futbolistas profesionales. Como ejemplo, aquel Zapla de Yudica tenía un solo jugador jujeño.

 

 

EN MATADERO BRILLA OTRA ESTRELLA

En la tarde del sábado 2 de octubre de 1982, Andino goleó 4 a 0 a Defensores de La Boca, goles de Toto Gaitán (2), Julio Herrera y Carrizo, consiguiendo su quinto título como campeón de la Liga Riojana. Esa tarde, Andino homenajeó a Manuel Camilo Gaitán. El Toto había regresado al club luego de una experiencia en Estudiantes de La Plata, club al cual llegó en 1980 de la mano de José Yudica. En la cuarta fecha del Campeonato Nacional, una artera patada desde atrás de Raúl Orlando Otaola le produjo la fractura de la tibia. Gaitán padeció una larga recuperación que le restó posibilidades de regresar a la Primera pincharrata.
– “¡Cómo no me voy acordar de Manuel! Yo me entendía, futbolísticamente, muy bien con Manuel. Todavía recuerdo cuando en una victoria nuestra, nos fuimos todos muy tristes porque le habían quebrado la tibia y el peroné. Recuerdo muy bien la secuencia. En ese partido hice tres goles, pero cuando le paso eso a Manuel, creo, a mí me expulsaron”, nos dijo Patricio Hernández, sobre el Toto Gaitán.
Manuel Gaitán volvió a La Rioja en 1982 para consagrarse goleador de la Liga Riojana.  “Felizmente me siento mejor, futbolística y anímicamente como en mis mejores tiempos. Si estoy en los planes del técnico, estaré en el próximo Regional”, declaraba el Toto en medio de los festejos por ese nuevo título. El cuarto campeonato de Andino desde 1977. En el Barrio Matadero se estaba incubando una historia.

 

2 de octubre de 1982. El equipo de Andino que se consagró campeón Riojano. (Archivo: Víctor Contreras)

 

Llegó el Regional 1982, clasificatorio al Nacional 1983 AFA. Andino compitió, de igual a igual, con clubes grandes del llamado Interior. De alguna manera, aquel Andino reflejó la historia y realidad socioeconómica de la provincia.
Pedro Pablo Oliva era el director técnico de Andino. En la previa del comienzo del Regional 1982 declaró: “Esperaba ansiosamente al nuevo título, era algo así como un gran deseo. ¿Sabes qué pasa? Nunca antes se lo había ofrendado a mi madre. Este está dedicado exclusivamente a ella. ¿El Regional? Ya veremos qué pasa.  Pretendo un plantel con jugadores bien entrenados y para que ello ocurra tienen que tener dedicación casi exclusiva al futbol”.
Un referente silencioso de ese equipo fue Felipe Cucharón Reynoso, veloz wing de vieja escuela, quién recordó con emoción a Pedro Oliva: “Era como un padre para mí. Una excelente persona. Muy buena. Yo siempre lo cargaba, porque le decía que él no era técnico. Él era zapatero, pero tenía la suerte que no tiene un técnico. Todos lo cargábamos”. Por su parte, Oscar Vaporaki, también decía: “Tuvo mucho que ver. Porque para ser técnico y armar un buen grupo tienes que saber elegir a los jugadores, a la persona. Él tuvo esa visión de elegir a los mejores jugadores, que a él le parecían en ese momento. Capaz que había otros mejores, pero él tuvo la sensación de que ese equipo podía andar, y nosotros le respondimos”. Otro importante refuerzo, Mario Cuello, lo recuerda así: “Con él, eran unas pocas palabras. Era más amigo que técnico, como uno más del grupo”.
Viejo Lobo del fútbol riojano, el ojo de Pocho Oliva fue clave para el armado de Andino 1982. El grupo de jugadores elegidos – todos locales por un acuerdo con el grupo – fue fundamental. Con el clásico 4-3-3 de la época armó un gran equipo que se paraba de memoria. Salía a ganar en cualqueir cancha, con jugadores de bien pie y cabeza levantada desde atrás, con Fito Mercado y Mario Cuello; pasando por un mediocampo de marca, sacrificio y creación con la zurda de Ramón Vázquez; arriba, una delantera con dos velocistas: Cucharón Reynoso y Oscar Vaporacki. De 9, el Toto Gaitán, crativo y goleador.
Aquel 2 de octubre de 1982 el pueblo riojano recibió una triste noticia: había fallecido Nicolás Páez, Hormiga, representante del boxeo riojano en los Juegos Olímpicos de Londres 1948. “Nicolás Páez, el pequeño gladiador de tantas veladas inolvidables, consagrado por nuestro pueblo como una figura, símbolo, una reliquia valiosa que luchó, entre otros, por mantener bien en alto el prestigio del boxeo riojano, del deporte todo» fueron las palabras con las que Rodolfo Quiroga, despedía al “Hormiga”.
También, en esos primeros días de octubre, los partidos políticos de La Rioja iniciaban la afiliación partidaria, en vistas de las elecciones de 1983.

 

El equipo de Andino en el Regional 1982. (Foto: Victor Contreras)

 

“¡PECHEMOS TODOS JUNTOS, PARA IR AL NACIONAL!”

«El plantel trota por la ruta N°5, hacia el aeropuerto local, donde realiza la parte de gimnasia y luego retorna a la cancha del barrio Joaquín Victor González punto de concentración para la tarea”, cuatro días después de finalizado el campeonato local, Andino inició su preparación para el torneo Regional. Con un sol a pleno, en la tarde del jueves 14 de octubre, en la canchita de tierra del barrio Joaquín, el plantel de Andino inició la primera etapa física a cargo del profesor Guillermo Megías. Se sabía que el debut sería dentro un mes, en San Juan, posiblemente ante Atlético de la Juventud Alianza.
Abel Romero y Juan Domingo Pereyra de Unión; Eusebio Santillán, de Defensores de la Boca; Oscar Vaporaki, de San Lorenzo y Mario Cuello, de San Román, eran los refuerzos solicitados. Eran casi los mismos que habían jugado el Regional de 1980 para Andino. Después de esa primera práctica, intensa desde lo físico, la dirigencia de Andino desestimaba la contratación de los jugadores Oscar Domínguez y Juan Domingo “Pin” Brizuela e iniciaban gestiones por el catamarqueño Barrientos, de pasado en Andino. También observaban a otro joven chamicalense, volante derecho de Juventud Unida de la Liga local. De apellido Cortez, seria observado junto a otros jugadores en un partido que haría Andino en la ciudad de los Llanos. Pocos meses después, Cortez sería el mediocampista titular del Nacional, en una dupla fundamental con Alfredo “Cabesha” Mercado.
El sábado 16 de octubre, Andino realizaba el primer partido preparatorio. En Catamarca enfrentaba a Atlético Policial. Fue  derrota 4 a 2. “El elenco visitante mereció mejor suerte e incluso la igualdad para Policial es mucho premio y ambos deberán trabajar demasiado para el Regional” decía La Unión de Catamarca. En ese Policial, que también se preparaba para el Regional, jugaban Raúl Juárez y Quirquincho Echeverría. Dos jugadores que después estarían como refuerzos importantes en el Nacional.
Y al otro día Andino ganaba. Un domingo 17 de octubre, bajo sol llanista, Duilio Nieto se adjudicaba en forma brillante la Doble Chamical. Escapado desde Punta de los Llanos con Nicolás Félix Romero, fueron desde Patquia hasta Talamuyuna, el gran espectáculo en que el andar de los dos corredores estuvo siempre arriba de los 50 Kph. Dulio Nieto empleó 3 horas con 24 minutos bajando en casi 28 minutos el tiempo utilizado en la primera etapa (Capital-Chamical, el día anterior) estableciendo un nuevo record para este tramo”. En ese tiempo Duilio Nieto corría con una camiseta representando al Andino Sport Club. Tenia un corazón rojo y negro en el pecho. Junto a “Romerito” (campeón juvenil argentino) el “Pony” Dulio Torres, el “Negro” Vicente Cáceres, Julio Contreras (ganador de la primera etapa, y anunciaba su retiro) y más ciclistas también eran, como Andino, una pasión y alegría popular en la provincia.
Las semanas siguientes, camino al debut, serian de un duro trabajo físico y más partidos amistosos. También de otras incorporaciones para el equipo que iba pensando Pocho Oliva. A inicios de noviembre se incorporan Oscar Domínguez, José Carrizo y Manuel Robledo. José Carrizo estaba en conversaciones ya que su pase pertenecía a Independiente Rivadavia de Mendoza donde había jugado varias temporadas, incluso el cercano Nacional 81. “No les cobro un peso. Son ellos los que tienen que preocuparse y arreglar con Independiente lo más pronto posible”, expresaba con deseo el marcador central. Finalmente, José Carrizo no podrá integrar el plantel por la falta de arreglo entre los clubes.

 

Pocho Oliva, entrenador del equipo, en la charla técnica. (Foto: Víctor Contreras)

 

También llegaron jugadores ofreciendo jugar en Andino. Desde San Juan, Mario Soto y su hermano, ex integrantes de San Martin, se presentaban en un entrenamiento para dialogar con los dirigentes. Estos desestimaron la oferta debido a que “es casi imposible, son jugadores profesionales y las cifras que pretenden están por encima de nuestras posibilidades, y también vendrían a romper lo pactado con los demás jugadores” expresaba el presidente Amador Carrizo. Algo que, en ese Andino, quizás, marca uno de los valores e impronta grupal importante del plantel. Por un acuerdo entre todos los jugadores junto al cuerpo técnico y dirigentes, habían decidido que el equipo seria integrado solamente por jugadores de la provincia (salvo el caso del catamarqueño Barrientos con pasado en el club). El grupo de jugadores desde un primer momento fue planteando acuerdos de este tipo, especialmente, lo relacionado con los premios económicos. La dirigencia también plantaba posición previendo y mostrando posibles situaciones, recaudaciones, etc. También gestionaba con urgencia, ante el gobierno, las licencias deportivas de aquellos jugadores que trabajaban en la administración pública, en tanto, “el problema radicaría ahora en aquellos jugadores que trabajan en las fábricas”. Alfredo “Cabesha” Mercado, no convocado todavía, ya era uno de los jugadores-obreros que trabajaban en las nuevas fábricas de la ciudad. La ley de Promoción Industrial 22.021 de 1979 (“reparación histórica” con La Rioja, Catamarca y San Luis, las más pobres del país), habría nuevas posibilidades laborales en la provincia. Se empezaba a detener un éxodo y desarraigo de décadas.
Manuel Gaitán trabajaba como albañil: “Lo que me da Andino, no me alcanza para vivir. Debo trabajar para mantener mi familia. Fui empleado por un sub-contratista en la obra del nuevo hospital y no puedo asistir a las practicas”. Ausente algunos días de las practicas, finalmente dirigencia y jugador pudieron arreglar la situación económica y el regreso a los entrenamientos.
Organizado por el Circulo de Periodistas Deportivos de La Rioja, el domingo 14 de noviembre, a siete días del primer partido del Regional, Andino jugaba su último partido preparatorio ante la tercera de Independiente de Avellaneda. El “Rojo” venia con probables futuras figuras de primera división y cobra notoriedad la presencia del riojano Gerardo Reinoso, un juvenil surgido de la escuela de la DARD. Antes de la escuelita municipal, Reinoso ya la descocía en la chanchita detrás de su hogar, allí en su barrio Evita. Talento puro, trabajo y humildad, aportaban al comienzo de una carrera brillante.
El partido, finalmente, termino con triunfo de Andino por 4 a 1. Gerardo Reinoso fue la figura central. Sobre Andino, dijo que “es un equipo completo. Tiene hombres capaces, que rotan bien en el campo de juego. Solamente le falta trabajar bien en la parte física.” Por su parte el DT de la tercera roja, Rubén Marino Navarro, el recordado Hacha Brava, dejo un análisis y conclusión positiva del equipo riojano: “Es un equipo bastante buenito. Muy bien complementado, atrás, en el medio, adelante. Evidentemente, es un equipo muy bueno, con muchas posibilidades. Como locales se ve favorecido por el campo de juego que es inmenso. El problema lo pueden tener cuando salgan, a dimensiones pequeñas de la mayoría de las canchas puede serles contraproducentes. En síntesis, está bien armadito. Los felicito”.
Ese domingo, además se producían importantes novedades. Pocho Oliva, anunciaba la incorporación de los jugadores Fernando Maza (arquero de Rioja Juniors) y Alfredo Mercado (centro medio de San Lorenzo de Vargas), para reemplazar a Eusebio Santillán, desafectado y Abel Romero, de Unión. Finalmente, a mitad de semana, se incorporaría el chamicalense Juan Gilberto Bertole, en reemplazo de José Carrizo que no lograría el pase de Independiente Rivadavia de Mendoza.

 

AQUELLA UTOPIA DEL PAIS “INTERIOR”

El domingo 21 de noviembre de 1982 comenzó un nuevo Torneo Regional clasificatorio al Campeonato Nacional AFA, el más federal de los torneos, creado por Valentín Suárez  en 1967. Desde entonces, cada año se ponía en juego la mayor utopía de los clubes no directamente afiliados en AFA. Desde los cuatro puntos cardinales, con clubes de todas las provincias del país. Para Andino, era su cuarto Regional en seis años.
El debut era en San Juan. Cancha de Atlético de la Juventud Alianza en el populoso Santa Lucia. Si, Sportivo Desamparados dominó los 70, los Lechuzos serían dueños de los ochenta. Venían del bicampeonato 81/82 y en los siguientes se convertirían en el primer, y único, Pentacampeón del futbol sanjuanino. Después de un título de Desamparados en el 83, Atlético de la Juventud Alianza seria campeón consecutivo del 84 al 88.
Alianza por resolución tardía del campeonato, llegaba con menos tiempo de preparación que Andino. Pero si con la buena base del club y con algunos refuerzos profesionales: Constantin (tercer arquero de Belgrano de Córdoba); Daniel O. Cuiña (libre, fue reemplazante de Pavoni en Independiente en los 70); Victor Agonil (ex Belgrano de Córdoba); Fernando Lavezzi (ex Estudiantes de La Plata). Alianza empezaba un nuevo Regional que tendría que llevarlo como una obligación a un Nacional, como sentenció un medio sanjuanino de aquellos días.  Andino, tenía en su historia reciente con San Juan un logro importantísimo. En el Regional de 1980, con varios jugadores del equipo actual, había eliminado a San Martín, otro gigante del fútbol sanjuanino.
Aquella tarde sanjuanina, Andino comenzó a moldear su clasificación al Nacional con un empate importantísimo. «Un lleno total de aficionados que se retiraron enmudecidos«, sentenció la prensa. “Andino hizo su negocio: 0 a 0”, título El Independiente con una fotografía de los 16 jugadores y el equipo técnico. “Su comienzo en el Regional 83, resulto más que promisorio y sentó un nuevo precedente en la historia de las confrontaciones entre riojanos y cuyanos”, decía el epígrafe. Fue una “actuación excepcional no exenta de una buena dosis de suerte”. Las figuras del equipo fueron Juan Domingo Pereyra y Pedro Oscar Domínguez, pero en general el conjunto de Matadero, saco a relucir su oficio en Regionales, lo que fue reconocido unánimemente.

 

Regional 1982. Empate de Andino ante el candidato: Alianza de San Juan (Archivo: Víctor Contreras).

 

El plantel celebró el empate con euforia. En el vestuario hubo lágrimas, abrazos y tranquilidad por el deber cumplido. Allí, Pocho Oliva expresó: “Vinimos a buscar un resultado y lo conseguimos. Quizás nos quedamos un poquito, atrás, regulando porque sabíamos que ellos tocaban bien y no nos equivocamos. En nuestra cancha será otra cosa porque allá van a influir las dimensiones de la cancha y la temperatura que son decisivas”. Juan Domingo Pereyra quitó, marcó y salió jugando. “¿Figura? No creo que haya sido así porque dentro de la cancha corrimos los once jugadores, aunque entiendo que jugué un buen partido. Alianza, es un equipo bien formado en el mediocampo y el puntero izquierdo es muy bueno”. La otra figura había sido Domínguez. En el segundo tiempo Alianza se fue con todo al ataque, y tuvo algunas ocasiones de gol claro, salvados por Domínguez. “El arquero parece de goma”, dijeron los sanjuaninos a los periodistas riojanos. Reconocido unánimemente “por el aficionado y periodismo sanjuanino que lo catalogo como el principal responsable del empate de su equipo”. ¿El mejor partido en un Regional?, preguntaba El Independiente: “Creo que sí, aunque recuerdo uno que hicimos también con Andino en Rio Negro- Cipolletti, agosto de 1980- donde tuve mucho más trabajo que ahora” decía el Gordo Domínguez . José Suarez, el técnico sanjuanino, un respetado hombre del futbol sanjuanino, expresaba: “No se concretó el gol por una buena actuación del arquero riojano y un buen planteamiento de la defensa que se me quedo marcando en zona, bastante bien (…) hay dos figuras que no estuvieron como el caso de Foppoli, que pesa en los centros y corners. La presión del debut ante mucho público y la obligación de ganar fueron negativas”.
Esa misma tarde, pero en Laboulaye, Córdoba, Anguinán de Chilecito también lograba un resultado importantísimo. Derrotaba a Deportivo Melo (integrantes de la zona) por 3 a 2. Como el Independiente de Chilecito del Regional anterior, Anguinán era un equipo de refuerzos profesionales. Algunos, quizás, “de vuelta”. Edgardo “Chiva” Di Meola, José Luis Saldaño, Roberto Mariani, A. Piedrabuena y J. C. Di Meola (con “la Chiva” también había llegado a Chilecito, Raul Rosi, ex campeón Mundial Juvenil del 79, que finalmente no arreglo) y con poco tiempo de trabajo de Ricardo Benítez (DT). Pero aquella tarde las figuras fueron, Alfredo “Mono” Zarate –fino jugador de Américo Tesorieri- y Juan de Dios Asís, chileciteño, autor de los tres goles, todos de penal. Dos, gracias a faltas contra el “Mono” Zarate. Sin dudas, la estrella era Edgardo “Chiva” Di Meola- con Saldaño-, de un larguísimo recorrido en el futbol argentino, desde su debut en 1969. De la mano de Ricardo Benítez, había llegado con su rica historia de pasado, entre otros, en River, Gimnasia y Esgrima de La Plata y la Selección Argentina. Con 70 goles como máximo goleador histórico de Colon de Santa Fe –muchos años después, superado por Esteban “Bichi” Fuertes-. Después de esta corta experiencia en Chilecito, Di Meola, se fue a jugar en Rio Cuarto para Estudiantes hasta el 83. Se retiró jugando en The Strongest de Bolivia, en 1984.
Al termino de esa primera fecha, Anguinan empezaba como puntero de la zona. Esa tarde en Chilecito, hubo celebración y caravana por las calles de la ciudad.
En la semana El Independiente, daba a conocer la versión de que Alianza estaba interesado en seis jugadores de Andino, una vez finalizado el torneo.” Los sanjuaninos pretenden medio plantel de Andino”. Según “Pocho” Oliva, se trataba de Oscar Domínguez, Fernando Mercado, Mario Cuello, Felipe Reynoso, Manuel Gaitán y Oscar Vaporaki. También, se decía que el técnico riojano era parte del interés sanjuanino. “Es difícil que deje este medio. Nací y moriré en La Rioja”, decía Oliva.
Desde allí, hasta su último partido, Andino ganara todos sus partidos. Por la segunda fecha, de local, derrotaba 1 a 0 a Deportivo Melo con gol de Cucharón Reynoso. El equipo del sur cordobés, en su segundo año como “Deportivo Melo”, salía fuera de su ciudad, para jugar el primer Regional de su historia. Había sido fundado en 1980, fruto de una fusión de dos clubes de la zona.
Andino gano bien jugando mal”, fue el título periodístico y también de la tribuna. Y como en el debut, los mismos once: Domínguez al arco; “Ojito” Mercado, “Fito” Mercado, Mario Cuello y Juan Domingo “Chichi” Pereyra; Julio Ogas, Abel Romero y Julio” Canelutti” Herrera; Felipe “Cucharon” Reynoso, Manuel “Toto” Gaitán y Oscar Vaporaki. También los cambios de ingreso habían sido los mismos. Alfredo Mercado por Abel Romero y Juan Bertole, en San Juan por Ogas y Gaitán en esta segunda fecha.
En la tercera fecha, local nuevamente, ante Anguinan de Chilecito. Tarde nublada de lleno total que recaudo 180.000.000 de pesos. Andino realizó la mejor producción desde la preparación e inicio del torneo. Anguinan se plantó y jugó un buen primer tiempo, al punto que empezó ganando. A los 33 minutos, la Chiva Di Meola empujó al gol un centro de Piedrabuena. Andino, recién se recuperó del golpe en tiempo de descuento del primer tiempo. Nuevo desborde del Cucharon, pase de Gaitan y gol de “Canelutti” Herrera. A partir de allí fue otro Andino. Anguinan perdió a la Chiva Di Meola, lesionado. En el segundo tiempo a los 51 minutos llegaba el gol de Ogas, y al minuto era expulsado “Cabesha” Mercado. Paradójicamente, Anguinan se desesperó y Andino, con un despliegue extraordinario se multiplico en todos los sectores. Encima, fueron expulsados el “Mono” Zarate y Sosa, por protestar, ante una falta –y provocación- de “Fito” Mercado. Una nueva compensación del árbitro expulsando a Julio Herrera, para quedar los dos con nueve hombres. Inmediatamente, vino el tercer y cuarto gol de “Cucharon” Reynoso, figura del partido. En el vestuario, Cucharon decía que “el panorama se presenta favorable para el domingo venidero, más luego de derrotar a Anguinan, que es un buen equipo con cuatro, cinco jugadores profesionales. Estamos con todas las luces encendidas y creo que a Alianza lo pasamos por encima”, profetizaba el ruludo wing.
En el vestuario chileciteño, el santafesino Ricardo Benítez se mostraba disconforme, molesto. Polémico, y hasta contrario de la visión y opinión de sus propios jugadores: “Andino no tiene nada más que nosotros. Se nos lesiono la Chiva y se me fueron los dos centrales adentro. Pero Andino no tiene nada. Si hubiese tenido una preparación de 15 días más a Andino le gano 8 a 0. Aparte lo único que tiene son los dos wines y nosotros no tenemos marcadores. Lo que pasa es que en esta cancha no se puede jugar, no se sabe si es una cancha, o un potrero o que mierda es. El réferi no sé si es un referí o si es Guillermo Nimo. No sé quién es este tipo. Me expulsa los jugadores justo cuando estábamos apretando y lo demás es mala suerte. Entiendo que la victoria de Andino no es justa, y cuando vayan a Chilecito le vamos a demostrar que no es como ellos piensan.” Cesar Castro, experimentado arquero chileciteño, reconocía que “nos ganó bastante bien y lo merecía porque tiene dos punteros bastantes rápidos. Nosotros dimos muchas ventajas y por allí vinieron los goles”.  En Córdoba, Alianza de San Juan también derrotaba a Deportivo Melo. Andino y Alianza quedaban punteros con cinco puntos y se empezaban a cortar en un claro mano a mano.
A las cinco de la tarde del domingo 12 de diciembre de 1982, comenzó la cuarta fecha. En los Regionales, como si fueran las viejas Copas Libertadores del Interior, se utilizaba una estrategia: disputar los partidos en el horario de la siesta. Jugar en los inmensos 105×70 de Vargas, con 40 grados, era parte del partido. Andino podía contar con el expulsado Alfredo Mercado. En cambio, Alianza no podría con William Rolando Rodríguez, talentoso volante expulsado en Laboulaye. Por eso, José Suarez confiaba en el juvenil Castañarez, que fuera convocado por Menotti para el Combinado Nacional Juvenil. Fue 6 a 0, en una tarde para la historia, con una recaudación record de 250 millones de pesos. Manuel Gaitán se reencontraba con el gol, marcando tres de gran factura. Un triunfo que lo dejaba puntero en solitario y a las puertas de la clasificación de la final. Para el recuerdo, el golazo de Oscar Vaporacki: gambeta en velocidad para dejar en el camino al arquero y sobre la línea de gol, gambetear a Fóppoli antes de tocar al gol. “Fue así, porque me tenía mucha confianza”, dijo Vaporaki.
Nunca en su historia, en un Regional, Atlético de la Juventud Alianza había perdido por seis goles. En San Juan la derrota fue un verdadero “cimbronazo”. Al otro día, el Diario de Cuyo contaba la derrota apelando a la historia: “En Vargas, Andino degolló 6 a 0”. Esa tarde fue una revancha para Manuel Gaitán. No le venían saliendo bien las cosas. “Nunca aflojé y tuve la suerte de volver, nuevamente, al gol para que Andino y La Rioja vieran una tarde de esas que casi no se olvidan. Estoy muy contento porque veo feliz a la gente. ¿Duelo con Foppoli? Si, ya nos enfrentamos en otra oportunidad, cuando jugaba en San Luis y también salí ganador”. 
Guillermo Piastrellini, interventor –ultimo- de la dictadura en la provincia, estuvo presente aquella tarde. “Ya había visto a Andino hace dos semanas. Hoy jugo muy bien y nos perdimos dos o tres goles”. El pueblo de Matadero, de La Rioja, estaba feliz. El viejo canto popular “¡Pechemo todo juntos!”, empezaba hacer efecto. El viejo sueño del Nacional, se vislumbraba. Como también el espectro democrático luego del terror. Después de Malvinas. La dictadura empezaba su retirada. Aquella tarde, la hinchada “tripera” resistió a su modo. En plena algarabía por la victoria, coreó la marcha peronista. El Independiente escribió : “El festejo en la tribuna, que incluyó alguna conocida marcha y se trasladó a la ciudad y el Matadero fue un hervidero hasta altas horas”. Esa tarde, quedó grabada para siempre en la historia del futbol riojano.

 

Regional 1982. Andino sale al campo de juego del estadio de Vargas. (Foto: Víctor Contreras)

MALLEA, SIMBOLO DEL FUTBOL SANJUANINO

Aquella tarde de Vargas, Roberto Mallea fue el mejor hombre de su equipo. Con ojos enrojecidos, reconocía el triunfo de Andino: “Jugaron muy bien, felicito a su gente. Tiene hombres veloces que saben llegar al gol. Cometimos errores defensivos que pagamos muy caro. Son cosas del futbol, aunque nunca nos podíamos imaginar que tendríamos esta catastrófica derrota”.
Hoy, a 40 años de aquel partido, Roberto Mallea lo recuerda: “Recuerdo esos partidos con Andino. Fueron muy lindos, sobre todo para Andino que en la revancha nos ganó 6 a 0. Tenían un muy buen equipo, con muy buenos jugadores, por eso clasificaron al Nacional. Me acuerdo de Reynoso, Vaporaki y Gaitán, la delantera. También de Mercado, el defensor. Dos años después, en la final contra Independiente, que tenía sanjuaninos como Antonio Martin, Amadeo Gasparini y el Gato Rodríguez, nos tomamos una pequeña revancha, diríamos. Fueron épocas muy lindas.” El Roquiño Mallea, fue un enorme jugador del futbol sanjuanino. Cesar Luis Menotti lo convoco para la Selección para los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980. Viajó a la convocatoria, junto con Carlos Ereros, de Argentino de Mendoza. Después de meses de entrenamiento, la dictadura argentina se plegó al boicot norteamericano contra de la Unión Soviética, no participando de las Olimpiadas. Mallea no podría jugar en esa selección. “Era lo más importante que me pasaba. Haber estado allí, me sirvió para jugar al año siguiente el Metropolitano en Instituto de Córdoba que lo dirigía el Coco Basile”, recuerda Mallea.
Hasta fines del 2022, fue presidente de Atlético de la Juventud Alianza. Como tantísimos jugadores riojanos y del país, Roberto “Roquiño” Mallea fue un enorme jugador. Figura de esos viejos Regionales y Nacionales.

PARA UNA FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO

“Los felicito a los muchachos de Andino; han jugado muy bien. Dios y San Nicolás quieran que sigan así y que no se les derrumben las cosas” , rogaba doña Delina Maidana. La clasificación a la final estaba a dos partidos. Los dos de visitante. El primero (19 de diciembre 82) en el sur cordobés, a 1.700 kilómetros. El último, después del receso de las fiestas de fin de año, sería en Chilecito el domingo 9 de enero del nuevo año, 1983.
Después del histórico 6 a 0, Andino llegaba con una moral altísima. Se había consolidado un equipazo. Desde atrás en la seguridad, casi imbatible, transmitida por Domínguez. La marca, y salida, de Ojito Mercado, Mario Cuello, Fito Mercado y Chichi Pereyra. Los tres, chiquitos-gigantes del mediocampo: Julio Ogas de 8, Cabesha Mercado el 5, y el nuevo 10, Ramón Búho Vázquez. Sobre la aparición de Vázquez, El Independiente escribía, elogiosamente: “Fue la luz de celebridad que necesita el equipo para producir de mitad de cancha hacia arriba, un juego eficaz, altamente productivo y por momentos hasta vistoso en función del espectáculo”. Una delantera, muy veloz y goleadora: Cucharon Reynoso, Toto Gaitán y Oscar Vaporacki.
En un partido de tramite mediocre y juego brusco permitido por el árbitro Di Bari, Andino triunfo justicieramente por 4 a 0. Otra goleada para llegar a los 9 puntos con 15 goles a favor. Los goles de Vázquez, Vaporacki, Reynoso y Gaitán. A una fecha- la última- las posiciones quedaban así: Andino 9 puntos, Alianza (S.J.) 7, Anguinan (Ch.) 4, Dep. Melo (Cba.) 0. Con un empate en Chilecito, o perdiendo hasta por dos goles de diferencia, Andino llegaba a la final. Por su parte, en San Juan y ante poca gente, Alianza derrotaba por 7 a 0 al equipo chileciteño. La victoria, servía para mantener una esperanza. Atento a lo que sucediera en Chilecito con un Anguinan, a esa altura, muy golpeado. “Ahora estoy a favor de Andino, como tenemos que estar todos; cuando entro al Regional, como ahora, siempre lo hice así”, destacaba doña Delina, hincha emblemática de San Vicente. Saludaba a todos los jugadores del plantel “pero principalmente a Ramón Vázquez, por el primer gol del domingo que nos dio la satisfacción de ponernos contentos”, y también “al hijo de Tata Cuello, Mario”. Pocho Oliva junto al profesor Megias, preparaban un cronograma de preparación que sería hasta el día del partido en Chilecito, el 9 de enero. Nuevo amistoso con San Martin del Bañado de Catamarca. Otra novedad, era el rumor de una propuesta para que Anguinan juegue de local en Vargas, con todos los porcentajes de local y los gastos pagos. Finalmente, no se concretaba y el partido se jugaba en Chilecito.

ULTIMO TRIUNFO EN CHILECITO PARA GANAR LA SUB-ZONA

En toda la capital el partido despertó muchísimo interés. “Ahora, más que nunca, la quimera de ingresar al Nacional, parece muy cerca”, publicó El Independiente. Muchos hinchas del Matadero y otros clubes, viajaban los 200 kilómetros hasta la Perla del Oeste. Al final Andino logro plasmar una indiscutida victoria 3 a 0, sobre un Anguinan que jugo su mejor partido del Regional. Mientras tuvo aire, la Chiva Di Meola jugó un partidazo, pero en los últimos minutos de primer tiempo llegó el gol de penal del “Toto” Gaitan. En el segundo tiempo, nuevamente, en los últimos minutos Andino aseguraron la victoria con goles, nuevamente, del “Toto” y Vaporacki. «Los hinchas dieron la vuelta olímpica. No hubo incidentes“, decía la crónica periodística.
Ricardo Benítez, esta vez se tranquilizó, pero renegando de los chileciteños: “Un proceso con obstáculos y, lamentablemente, no hay organización para un Regional; los foráneos no se adaptaron por la puna y porque vienen de otros estilos de juego y la gente local no está mentalizada. La vez pasada dije que a Andino le iba hacer 8 goles. Claro que puedo hacer ocho goles, ahora pienso que Andino tiene un buen equipo, pero nosotros también lo tenemos”. Final de la cuarta experiencia chileciteña en un Regional. El partido permitió, por lo menos, cubrir algunas deudas: “cuando iba Andino, después nos agradecían porque quedaban al día. Así, me contaron dirigentes de Anguinan, un día en el diario, donde trabajo. Estaban contentos, porque los atendí”, recuerda Mario Cuello. Para Pocho Oliva, el triunfo traería nuevas responsabilidades “y ya para toda La Rioja que aspira tener un equipo en el Nacional”.
Andino llegaba a la final por un lugar en el Nacional AFA 1983. De manera brillante, concluía una clasificación arrolladora: seis partidos jugados, cinco ganados y un empate, 11 puntos sobre 12, con 18 goles a favor y, tan solo, 1 en contra ( de “la Chiva” Di Meola en Vargas). Números contundentes, que hacían creer que el sueño era posible. Y que confirmaban la chapa adquirida por Andino, en este torneo. En 1980, con un camino más largo: 14 partidos, por todo el país. 7 victorias, 4 empates y 3 derrotas. Además, entre aquel Regional y este del 82, invictos en el estadio de Vargas.
En febrero, se venía la segunda parte de esta historia. Dos difíciles finales con Estudiantes de San Luis. La suerte, buscada, del bolillero y los rezos a San Nicolás.

 

Luego de triunfar en el Regional, a Andino le esperaba Estudiantes (San Luis) como paso previo al Nacional AFA. (Archivo Víctor Contreras).

 

VOLVER A CHILECITO CON ESTUDIANTES EN LA MENTE

El domingo 9 de enero de 1983, en cancha de Independiente de Chilecito, Andino se clasificó finalista. Ultima fecha y Anguinán jugaba su mejor partido del torneo hasta cuando tuvo aire. Finalmente, Andino hizo valer su oficio y funcionamiento, cuyos números eran contundentes: invicto con 5 victorias y un empate, 18 goles a favor y, tan solo, uno en contra. El experimentado Edgardo Chiva Di Meola –autor del único gol en contra de Andino- lo resumió muy bien: “Me encanta Andino por su humildad. ¿Viste? Como, desde el arquero hasta el último hombre, lucha todo el partido. Eso es hermoso”.
Los hinchas de Andino y otros clubes habían copado la Perla del Oeste. Ya, desde el día anterior y en las primeras horas del día del partido, se hicieron sentir en las calles de Chilecito. Ocasión, también, para probar las bondades de la tierra del oeste. “No hubo roces mayores entre las parcialidades, solo escaramuzas de hinchas capitalinos, que desde hora temprana le hicieron honor al vino chileciteño”. La clasificación de Andino fue una causa provincial. El Club Estudiantes de Pango, a través de su presidente José Bonifacio Rojas, hacía público un comunicado reflejo del espíritu que se vivía: “Celebramos con beneplácito y damos un total apoyo al Andino Sport Club, por la positiva campaña en el Torneo Regional. Y, con los deseos de más éxitos deportivos”. Venia del club que aportaba un pilar fundamental a esa campaña: Pedro Oscar Domínguez, “el Gordo”. Pasará, a ser una leyenda del arco riojano.
Por último, algo importantísimo para la instancia decisiva. Se sabía que las finales serian en febrero, pero no se conocía, todavía, el rival. Cuando Andino sellaba su pasaje a la final, los posibles rivales de la subzona de puntanos y mendocinos, estaban en medio de la competencia. Esa tarde, en Villa Mercedes -San Luis- Estudiantes empataba 1 a 1 con Jorge Newbery de esa localidad. Club, donde jugaba un 9, tremendamente potente y goleador. Era Juan Gilberto Funes, que volvía a su tierra luego de una breve experiencia en Sarmiento, de Junín, en Primera División AFA. También, Pacifico de Mendoza le ganaba 1 a 0 a Huracán de San Rafael. Andes Talleres de Mendoza tenia fecha libre. Estudiantes de San Luis era el puntero con 7 puntos seguido por Pacifico con 6. En la próxima fecha, Estudiantes –después ganador de la subzona y rival de Andino- tenia fecha libre. Desde allí le quedarían tres partidos más -dos de ellos de local-, por lo que guardaba las mejores posibilidades para la clasificación.
Y aquí un hecho importantísimo para el futuro próximo de Andino. Hasta la primera final, le quedarían casi cinco semanas. Se terminaba la competencia, para un equipo que había alcanzado su pico más alto de rendimiento en esa segunda rueda – revanchas-, desde esa histórica goleada a Alianza de San Juan. Por el contrario, su futuro rival, Estudiantes de San Luis, estaba en plena competencia. Un equipo que llegaría física y futbolísticamente, lógicamente, mucho mejor que Andino. ¿Por qué dos subzonas –complementarias de finalistas-, compitieron con un mes de diferencia? ¿Alguna mano, del Consejo Federal para favorecer -a futuro-a uno o perjudicar a otro? Lo más probable, una consecuencia de la propia desorganización de AFA y el Consejo Federal. No lo sabremos. Pero si, que visiblemente perjudico al equipo de Andino. De gran rendimiento en todo el torneo, llegaba a la instancia decisiva “parado” de competencia.

 

MIERCOLES 12 ENERO DE 1983, INICIO Y PASO A PASO DE UN ENERO LARGO.

El plantel reinició los entrenamientos después del pase a la final. “Pocho” Oliva y Guillermo Megias, convocan desde las 18,30. Volver, con los 40° promedio, para encontrarse con ese sueño que estaba cerca. Apenas un escalón más. Ese Andino era un grupo de jugadores curtidos en Regionales. Desde 1975, con Estudiantes de Pango; en el 76 con Tesorieri y esa polémica semifinal con San Martin en Tucumán. Andino con tres regionales consecutivos (78-79-80), Estudiantes, nuevamente, en el 81. La base del actual equipo venia de “esas batallas”: el “Gordo” Domínguez, “Chichi” Pereyra, “Ojito” y “Fito” Mercado, Mario Cuello, Julio Ogas, Julio y Carlos –“Canelutti- Herrera, “Cucharon” Reynoso, Manuel “Toto” Gaitán y otros. Se sumaban jóvenes de la “cantera”, como “Rudy” Ávila y Carlos “Tarzan” Goyochea –“exploto” con el Racing subcampeón del 84 e Independiente finalista del Regional 85-. También los jóvenes, Oscar Vaporacki y Alfredo Mercado, refuerzos de San Lorenzo de Vargas –fundamentales-, el “tucumano” Robledo de Unión, Fernando Maza de Rioja Juniors, el chamicalense, Juan Gilberto Bertole – un “poli funcional”-, entre otros muy buenos jugadores.
Andino se concretar cotejo amistoso”, decía la crónica de El Independiente del martes 18 de enero. “Mientras continua con sus entrenamientos el plantel espera que se concrete un amistoso para este fin de semana. Se esperaba anoche el regreso de Manuel Robledo, quien traería respuesta de algunos equipos tucumanos”. También se hablaba con Policial de Catamarca, Sarmiento de Santiago del Estero y hasta con Independiente de Chilecito. Para el miércoles 19 de enero de 1983, las gestiones dirigenciales eran infractuosas para lograr la presentación de Sarmiento de Santiago del Estero. Amador Carrizo, presidente de Andino, expresaba que “de no prosperar el cotejo con Sarmiento, aceptaría una propuesta que tiene de un centro religioso de Sañogasta para enfrentar a un combinado de esa zona de Chilecito«. Pero al problema sin solución de los amistosos, el sábado 22 de enero surgió un nuevo frente para la dirigencia de Andino. Una diferencia por los premios provocaba una amenaza de paro de los jugadores. En una provincia donde ningún jugador podía vivir plenamente del futbol, estaban instaladas algunas formas de pago, parciales, a los jugadores. Ya sea como premios por partidos, por compra y venta de pases, ayudas laborales de dirigentes y clubes, y otras estrategias económicas, tanto de jugadores como de dirigentes. Ante eso, no podía faltar un planteo como este. “Parecía venir y llegó”, decía El Independiente. Los dirigentes proponían una escala de premios de acuerdo a las recaudaciones, tanto de local como en San Luis. La misma iba aumentando según sea mayor la recaudación. Los jugadores, conocido el ofrecimiento y números propuestos, coincidían: “no aceptamos la propuesta del club; seguiremos entrenando y veremos”. De estas conversaciones no participaba Felipe Reynoso, quien le decía al diario que “yo juego por lo que me den”. Jugadores que entrenaban de lunes a viernes, y sacrificados trabajadores en fábricas, el Estado o de albañiles –como el “Toto” Gaitán-, era lógico que necesitaran un pago que ayudara en la economía de sus familias. Claro, que en un contexto donde Andino y demás clubes no tenían –y la mayoría hasta el día de hoy- una infraestructura deportiva y financiera que soportara sueldos y premios más o menos razonables, para nuestro “mercado” futbolístico.También, el DT Pocho Oliva solicitaba un aumento de sueldo, que era considerado por la comisión directiva. El profesor Megias, a cargo de la preparación física no hizo planteamientos.
Finalmente, el 26 de enero se solucionó el conflicto. Andino volvía a la normalidad y tranquilidad. “Los pesos quedaron de lado y volvió a correr la pelota”, decía la crónica del día después. Dirigentes y jugadores, finalmente llegaban a un acuerdo. Se anunciaba el primer partido amistoso. Seria con Chacarita de Aimogasta, el sábado 29 en la ciudad olivarera. Días antes, el Circulo de Periodistas Deportivos –de gran trabajo en esos años-, gestionó la presencia de Unión San Vicente de Córdoba – clasificado al Nacional-. Finalmente, no se concretó. Los cordobeses pedían un cachet de 45 millones, libre de gastos. Un Andino -y todos los clubes de La Rioja- sin infraestructura ni recursos económicos, no lograba concretar un solo amistoso con una Liga competitiva del país. El único amistoso previo a la serie ante Estudiantes fue en el pueblo futbolero de Aimogasta. Esa tarde, Andino triunfó 2 a 1 ante un combinado local.
26 de enero de 1983. Superadas las dificultades económicas, Andino pensaba en las finales.

ALGO DE LO QUE PASABA EN LA RIOJA Y EL PAIS EN AQUEL FEBRERO DE 1983

* León Najnudel: “Si no se cambian las actuales estructuras el basquetbol argentino morirá un poco cada año. El actual sistema de competencia beneficia solo a unos pocos clubes de la Capital”. (miércoles 2 de febrero) Najnudel, un Revolucionario del básquet argentino. Ese que no tuvo el futbol, para mejorar -y profundizar- la maravillosa creación de Valentín Suarez. Para federalizar, definitivamente, la “pasión” de la patria. El ultimo intento reestructurador del futbol, había sido con Amadeo Nuccetelli, presidente de aquel gran Talleres de Córdoba.
* Julio González del Solar, presidente del Banco Central: “La economía argentina depende de pautas aprobadas por el FMI”. Viajo a Estados Unidos. Hoy se va Wehbe –Ministro de economía- (lunes 7 de febrero)
* Victorio Cocco: “Hoy el futbol es un desastre porque el país es un desastre” y “el futbol, como cualquier deporte, es la imagen de este país destrozado”. Diario El Atlántico de Mar del Plata (martes 8 de febrero)
* José Varacka a River Plate, aunque todavía DT de Loma Negra. “De todas formas Loma Negra tiene una opción y por eso debo conversar con el coronel Premoli. Creo que no habrá inconvenientes”. Historia, en la cual “Puchero” Varacka y el peor River de la historia -según una centralista mirada- y el Loma Negra de Amalita Fortabat, se cruzarán con Andino.
* Raúl Alfonsín en Roma: “No habrá juicio de Núremberg en Argentina”. Los guerrilleros y militares, acusados de cometer crímenes, “deben ser juzgados por los tribunales ordinarios, en nombre de la justicia independiente”. (miércoles 9 de febrero)
* Córdoba, 14 de febrero, Estudiantes de La Plata, dirigido por Carlos Salvador Bilardo, se consagra campeón del Metropolitano. Diez días después –24-, firmará con la AFA, el contrato, para dirigir la Selección Argentina. El 10 de junio, Estudiantes, dirigido por Manera, se consagrará, nuevamente, campeón del Torneo Nacional. Ese que jugaría Andino.
* Decisiones de la Junta Militar y del PEN: Las elecciones serán en octubre-noviembre. Entrega del poder hasta marzo del 84. Acelerar “investigación sobre el origen de la deuda externa”. (martes 15 de febrero)
* Menem y las privatizaciones. El Independiente: El Estado provincial en los últimos años efectuó varias privatizaciones. ¿Cuál es su opinión sobre estas acciones? Menem: “Eso va a correr por cuenta de la Legislatura. Si las cosas se hicieron bien, se hicieron bien; si no se cumplieron con los requisitos del caso habrá que ver”. (jueves 20 de febrero).
1983 fue un año bisagra en la historia argentina. Se inició con la sombra de Malvinas. Terminará con el regreso democrático después de la más atroz dictadura. El año del rock nacional, con muchísimos discos. Tres -entre otros- fueron musica en esa década: Clics modernos, de Charly García; Agujero interior, de Virus y Huevos, de Miguel Mateos-Zas. También, dos discos legendarios del folklore cordobés: Chebere Vol. 3 de la banda Chebere -voz de Videla y Calderón – “Pelusa”- y “Grupo Fuego”, el disco debut de aquella banda innovadora y moderna. El 21 de septiembre de 1984 llegarían a La Rioja. Bailes clásicos de primavera en los 80, el balneario Los Sauces – “hasta el jopo”-, asistiría a un hecho histórico. Valeria Donzelli, vocalista, junto a su hermano Carlos, será una de las primeras mujeres –vocalista- del cuarteto.

HACIA LA PRIMERA FINAL

El miércoles 9 de febrero de 1983, en el estadio de Vargas, se jugaba un cuadrangular “en beneficio de los jugadores de Andino”. Rioja Juniors, el Barrio Jardín Residencial y las Estrellas jugaban para ayudar a recaudar unos pesos para el plantel de Andino. A la noche siguiente, Andino se concentraba para la primera final. Pocho Oliva se mostraba conforme con el rendimiento en el cuadrangular. Expresaba su agradecimiento “al Dr. Tomas Hrellac y los kinesiólogos Quintiero y Sotomayor que con dedicación y profesionalismo permitieron que los jugadores lesionados puedan estar el domingo en el campo de juego”. También, serán parte del cuerpo técnico, Carlos Torres (masajista) y Manuel “Viejo los perros” Díaz, ayudante de campo-aguatero.

UNA RADIOGRAFIA DE ESTUDIANTES DE SAN LUIS

La mañana del sábado 12 de febrero arribaba a La Rioja el equipo puntano. Un grande de San Luis precedido de importantes antecedentes. Animador permanente en este torneo, quería concretar el paso al Nacional que se le había escapado en los dos regionales anteriores. Era su tercera final consecutiva. En el 81 era derrotado en San Juan y en Regional 82 con Independiente Rivadavia de Mendoza.
Como Andino, Estudiantes fue ganador de su zona, invicto en su estadio puntano, aunque con una derrota de visitante. Lo mejor del equipo, es su mediocampo con Bautista, Darío Cavallaro –los que más lucen- y Torres con buen juego y despliegue físico. En el arco, con la solides y experiencia de Lucero, una defensa fuerte y adelante con dos punteros rápidos, José Alberto Gatto y Jorge Abdala. Y por el centro de 9, la experiencia y talento de Ciro Magallanes. El 9 albiverde era conocido en la Rioja, por sus actuaciones con San Martin de San Juan –allí como volante-. El experimentado Magallanes decía, “de Andino tengo antecedente porque lo conozco ya que dos años jugué el Regional contra riojanos. Conozco varios jugadores y si ese es el plantel base, seguramente es un buen equipo”.

JUAN GILBERTO FUNES, UN CRACK DE AQUELLOS REGIONALES

Juan Gilberto Funes vistiendo la camiseta de Newbery de San Luis. Una etapa poco conocida del Búfalo.
En esta final, Andino –y La Rioja- por poco no enfrentaba a Juan Gilberto Funes, un crack parido por el futbol puntano. El Búfalo poco antes de llegar a lo más alto del futbol argentino – campeón de América y el Mundo con River-, fue parte de los torneos de la Liga puntana y los Regionales del Consejo Federal. Goles en –“su”- Huracán, y de refuerzo por equipos puntanos, como Sportivo Estudiantes o Jorge Newbery de San Luis.
Darío Cavallaro, un hábil y talentoso volante del futbol puntano, a 40 años de esa final recuerda: “Si lo hubiésemos tenido al Juan Funes en ese Regional, capaz que ganábamos esa final con Andino. Quizás clasificábamos nosotros, porque el Juan estaba en ese momento con todas sus fuerzas. Pero, para este Regional, el arregla con Jorge Newbery de Villa Mercedes con tres o cuatro jugadores más de San Luis. Nosotros, con Estudiantes, lo dejamos afuera. Le ganamos a Newbery en las dos canchas, en San Luis y en Villa Mercedes. Entonces, ahí en este Regional lo ven a Juan y se lo llevan a Mendoza, a Gimnasia y Esgrima. El sí jugo el Regional 81. Ese año yo estaba en Racing de Córdoba y pierden la final frente a Independiente Rivadavia. Después al otro año -82- él juega en Huracán de San Luis, su equipo. No arregla con Estudiantes, y como refuerzo para el Regional arregla con Jorge Newbery de Villa Mercedes”.

 

El anhelo de Andino: el Nacional 1983. (Archivo: Víctor Contreras).

ANDINO EN LA PUERTA DE UN VIEJO ANHELO: EL NACIONAL. 

Así, titulaba El Independiente esa mañana del domingo 13 de febrero de 1983. Un “Día D” para la historia del futbol riojano. Después de 16 años de Torneo Regional, el futbol de la provincia, nuevamente, estaba a dos partidos de la gloria. “Se trata de una instancia crucial para el futbol de La Rioja. Es una ocasión similar a aquella de Riojano, es decir lo que más cerca estuvieron y hoy lo está Andino”, publicó El Independiente.  Felipe Reynoso, expresaba: “Tengo confianza porque, aunque juguemos mal tenemos voluntad de sobra, y cuando nos tocan nuestro amor propio, vamos todos al frente”. Lo que decía Reynoso quedo probado en más de una ocasión. En el 79, cuando San Martin de San Juan festejaba su clasificación y Andino le dio vuelta el resultado; ante Chilecito en este Regional, perdía 1 a 0 y lo dio vuelta con 4 goles”. Pero, también aquella crónica señalaba la preocupación principal de todos: “No podemos dejar de apuntar, los de Matadero deberán suplir con mucho tesón la falta de competencia en este lago periodo que vino desde el 9 de enero pasado. Es lo único que podemos señalar como contraproducente”.
Ante un lleno total, con tribunas desbordadas y muchísimo público parado detrás de los alambrados –todavía sin tribunas-, Andino le ganaba por 2 a 0 a Estudiantes de San Luis. La hinchada puntana ocupo parte de la tribuna norte. Fue una final, tensa y vibrante. Andino no pudo desplegar el juego característico que lo llevo a ganar invicto –y goleando- la zona de grupo. A tal punto, expresaba la crónica que “lo practicado ante los puntanos puede satisfacer”. La larga inactividad le había pasado al equipo una factura grande. Aun así, apareció lo que aseguraba el Cucharon Reynoso. Garra, entrega y, nuevamente, el oficio de aquel Andino de los regionales.
Andino empezó el partido con todo, llevándose por delante un rival que con la complicidad del árbitro José Botelli dejo pegar. Sin mala intención, pero un juego fuerte que lo sufrieron, sobre todo, Vaporacki y Reynoso. Algo que también se repetirá en San Luis.
A los 14 minutos vino el primer gol con un fuerte remate de Alfredo Mercado desde afuera del área. A partir de allí, Andino disminuyo su rendimiento. Aun así, no era dominado y terminando el primer tiempo, “Fito” Mercado, de cabeza, puso el 2 a 0. El segundo tiempo, se mantuvo con el resultado, cuando se esperaba que Andino ampliara un resultado más tranquilizador para la revancha. Estudiantes tuvo dos ocasiones más claras, una en un poste y otra de Magallanes, salvada por Domínguez. Los últimos minutos, Andino empujado por la gente, tuvo dos ocasiones para ampliar. Una de Ogas salvada por el arquero y otra despejada sobre la línea, cuando ya Lucero estaba vencido.

 

Domingo 13 de febrero de 1983. El equipo de Andino que derrotó 2 a 0 a Estudiantes en Vargas (Foto: Victor Contreras).

 

Con chaya en las tribunas, el público despedía feliz aquella tarde y con la esperanza de traer, en siete días, la anhelada clasificación. Una fiesta, con caravana de Vargas al Matadero. Se seguía, hasta la noche, en la Oficial con el Festival Nacional de la Chaya. Aquella creación del “Loco” Ávila, también festejaba sus 15 febreros. Pocho Oliva, en un vestuario feliz pero mesurado, decía: “Jugamos bien el primer tiempo, sentimos la marca de ellos que nos liquidaron al golpearnos los dos wines y Manuel Gaitán que no rindió como en otros partidos. Lo importante es que se notó la falta de futbol. Los pases fueron imprecisos; tuvimos muchas veces la pelota y no supimos manejarla. Afuera será distinto, para nosotros no habrá presión del público. Ellos tendrán que salir a buscar el resultado y para que nos ganen tres a cero, tenemos que jugar muy mal y no creo que eso sea así. La segunda final será difícil, además, porque ellos pegan mucho”.
Alfredo Cabesha Mercado, motor del mediocampo, explicitó, como nadie, las consecuencias de ese párate competitivo: “En el segundo tiempo te confieso, personalmente me cansé. Sentí la inactividad. Prácticamente jugué parado, no quería moverme mucho porque no tenía recuperación. Pienso que debemos trabajar muy fuerte en la semana para asegurar la clasificación”. Ciro Magallanes, preocupado por conocer al rival, expresaba: “Merecimos por lo menos un gol. Vi jugar a Andino como visitante y es un equipo que se agrupa muy bien atrás y sabe lo que hace. Esperemos que podamos dar vuelta el resultado en nuestra cancha, donde nunca perdimos”.
Dario Félix Cavallaro, jugador de Estudiantes. Su testimonio ayuda a comprender aquellas finales.
Darío Cavallaro, nuevamente, nos lleva por el túnel del tiempo, y un planteo táctico crucial: “Creo que nosotros no clasificamos por esto. Sabíamos del potencial de Andino, más o menos por referencias. El 3 nuestro era “Coqui” Villegas y el 9 Ciro Magallanes, que habían jugado y sido figuras en San Martin de San Juan. Por eso conocían mucho el futbol de La Rioja, y a varios jugadores riojanos. Compañeros que tenían más años y experiencia que nosotros. Y, nos decían, más o menos como jugarles. Sabíamos cómo jugarle a Andino. Y creo, que mucha posibilidad de haber quedado afuera, fue que nosotros veníamos jugando el famoso 4-3-3 bien definido, donde teníamos, al “Nene” Bautista por derecha, Jorge Simeoli de 5 y yo jugaba de 10. Y arriba a Alberto Gatto, Ciro Magallanes. El Ciro, tenía de todo, la experiencia de Nacionales y Regionales. Un jugador que había andado por todo cuyo. Jugo el Nacional 74 con Godoy Cruz, después con Juventud de San Luis, en el único Nacional que tiene, Nacionales con San Martin de San Juan. Un jugador muy experimentado en la zona. Y, por el lado izquierdo como wing estaba Abdala, un chico del club, que también tenía 21, 22 años. Entonces, nos entendíamos de memoria porque éramos una camada que venía jugando juntos. Entonces, el técnico, no me olvido nunca que paramos en el hotel Sussex –grandísimo, siempre parábamos ahí- y cuando va a dar la charla no nos dice nada y hace un cambio táctico que nos perjudico. ¿Porque? Saca el wing y pone un volante más de marca que es el “Negro” Daniel Gil. Hizo un 4-4-2, a mí me tiro a la izquierda y saco un delantero. ¿Entonces que paso? Se nos cambió la cancha, a todos. El “Nene” Bautista que era 8 lo paso de 10 y al “Negro” lo puso de 8 y yo volanteando ahí y dos delanteros. Entonces, anduvimos perdidos todo el primer tiempo y es donde nos mete los goles Andino y estábamos, quizás, para otro más. Entonces, en el entretiempo, todos dijimos ¡no! Yo era pibe, pero los más grandes dijeron no, volvamos a la tradicional. Entonces entro el wing, volvimos a como veníamos jugando todo el regional y ahí la verdad que le dimos un susto a Andino. Tengo en mi mente, cierro los ojos y la veo. Sobre la hora, yo le doy una pelota a Ciro Magallanes y gira y le mete un chanflazo, esos, que la pelota pega en un palo, recorre toda la línea y se va afuera. Era el 2 a 1 y generamos otras situaciones más. Esto me enseño que cuando uno viene jugando de una forma, y yo soy técnico, no la cambio ni por más que juegue contra Messi o Maradona»
Félix Darío Cavallaro fue un crack de aquel intenso futbol de las provincias. En esos años, se recibió de Licenciado en Farmacia. Hace 30 años vive en San Rosa, La Pampa, y sigue ligado al futbol como Director Técnico. En San Luis, su club fue Juventud. Y, un refuerzo “fijo” en cuanto equipo puntano jugara aquellos regionales y nacionales. Fue buscado por aquel gran Racing de Córdoba en 1981. No jugo la cantidad de partidos que su futbol merecía. Aun, así parte de uno de los mejores equipos de la historia del futbol cordobés y argentino de esos años: “En el 79, jugué el primer Nacional para Juventud de San Luis con 18 años. Al año siguiente lo juego para Cipolletti de Rio Negro. Un equipazo. Y, en el 81 voy a Racing de Córdoba. En el 80 lo dirigía Basile y cuando pierde aquella final con Rosario se va. Ahí agarra el “Huevo” Muggione, -me había visto jugar en San Luis- y me lleva. Jugué ese Nacional del 81 con Racing. Estaba en el plantel, pero entraba poco. Era imposible, no era fácil, además del manejo del grupo. Jugaban Patito Gasparini, Araña Amuchastegui, Oyola, Lucio Del Mul, Pascual Noriega, Osvaldo Coloccini y el Negro Ramos. Después me vine a San Luis y me puse a estudiar”.
La previa de Estudiantes-Andino. (Archivo Víctor Contreras).

 

DOMINGO 20 DE FEBRERO DE 1983, SEGUNDA FINAL EN SAN LUIS

Se jugó en el popular “Coliseo” -estadio Héctor Odisino- Pedro Benoza- de Sportivo Estudiantes. Inaugurado en 1958, fue el primero de San Luis, en tener iluminación artificial (1973), en ser habilitado por el Concejo Federal (AFA).
La historia del Coliseo, para La Rioja nos lleva a 1969. Allí, Américo Tesorieri enfrento a Sportivo Estudiantes en esa primera edición de Copa Argentina. Fue derrota 1 a 0. La serie se daría vuelta, a favor de Teshito una semana después. De noche en Vargas un memorable 3 a 1 revertía la historia. “Un triunfo de Tesho para toda La Rioja”, titulaba El Independiente, reflejando,una hazaña para el futbol riojano. Jugaría contra San Lorenzo de Almagro, en La Rioja. Otra historia.
Aquella tarde del 20 de febrero de 1983. Los Puntanos, van por el segundo torneo. Ya, en 1979 lo habían jugado -primera vez-con Alianza Juventud Pringles. «Andino ¿Se hará esta vez?», decía la tapa de El Independiente de aquel domingo 20 de febrero. También presentaba, la postulación a Presidente y vice, de Estela Martínez de Perón y Carlos Menem, propuesta por la agrupación Lealtad y Unidad. Sostenían, un apoyo de bases de seis provincias, entre ellas La Rioja y San Luis. Además, Fernando de la Rúa, precandidato presidencial –Línea Nacional- por el Radicalismo, consideraba “inadmisibles las advertencias e intimaciones de la Junta Militar”.
El partido se jugó ante un lleno total, lográndose una recaudación récord –para esa cancha- de 370 millones de pesos. “El triunfo puntano no merece objeciones. Explotó el nerviosismo de Andino y dos fallas riojanas las tradujo en gol para generar esta suerte de lotería en que será sometida esta clasificación de la Zona 3, cuyo ganador surgirá de un sorteo a cumplirse mañana en la Asociación del Futbol Argentino”, así lo reflejaba El Independiente el día posterior a esa primera derrota de Andino en ese Regional. Andino jugaba su peor partido de todo el proceso iniciado en noviembre del 82. Estudiantes salió con todo a llevarse por delante a un rival que no hacia pie. Ya, al minuto de juego Domínguez salvo el gol de Estudiantes, tras una falla de “Chichi” Pereyra. No alcanzo con la entrega y el oficio característico de aquel Andino en regionales. Jugó nervioso como nunca lo había hecho en este torneo, -venia invicto de visitante-. Aún así, se destacaron “Fito” Mercado con la experiencia y solvencia de siempre. Además, Oscar Vaporacki imparable en velocidad. Construyó, en el segundo tiempo, –en un momento bueno de Andino- una jugada de gol que paralizó el estadio. A pura velocidad y gambeta, dejo en el camino a dos defensores y el arquero, quedando con el arco libre. Cuando su remate –débil- iba al gol, apareció milagrosamente, Mario Magallanes – ingresado en ese segundo tiempo- para salvar el gol que hubiera cambiado la historia. Era el 1 a 1, lo que hubiera obligado a Estudiantes a convertir dos goles más, con media hora por jugar. Cuando el partido, empezaba a entrar, dramáticamente, en la parte final, llegó el 2 a 0 que igualaba la serie. Nuevamente, “Chichi” Pereyra protagonista de una tarde para el olvido. “Sale a cortar arriba. No hay relevo en ese sector donde la pelota va hacia Ciro Magallanes, que de taco la vuelve al medio para Abdala, quien le devuelve la alegría a la numerosa parcialidad local”, expresó El Independiente. En esos diez minutos finales, Andino se quedó sin fuerzas físicas y anímicas para revertir esa pesadilla en esos pocos minutos. Allí, se producen las expulsiones. Primero, Oscar Vaporacki –impotente, golpea a Abdala- y la segunda roja de Mario Cuello por hacer tiempo. Se terminaba el partido. La suerte había sido echada y solo se lograba “empatar” la serie. Ahora, como sea, se necesitaba que llegara.
El Coya Chichi Ortiz –tripero incondicional- fue uno de los cientos de hinchas que, con gran esfuerzo, viajaron hasta San Luis. Criado en el corazón del Matadero, a pasos del club, paso por todas las etapas del Tripero. Desde la “B” en los 60 y principios de los 70, hasta esta saga histórica de regionales del 78 al 80. Por Andino, conoció muchísimos caminos la patria. De Cipolletti a Mar del Plata y Olavarría. De San Juan a Mendoza. De Chaco a Posadas. De Salta a los naranjales de Ledesma o los cañaverales de Concepción de Tucumán. Esta noche del 20 de febrero, volvió con Anselmo Reyes, “los Pericotes”, con todos. Quizás con alguna lágrima, por una esperanza que parecía esfumarse. Apenas llegaron a La Rioja -como siempre- pasaron ´por la catedral para agradecer “al Negrito” por estar sanos. De vuelta al barrio, se fueron tranquilos, pensando, que “San Ñico” tenía el color y la mirada del pueblo tripero. Probablemente -en horas- vendría un milagro.

 

Luego del 0-2 en San Luis, la suerte de Andino dependía del bolillero de AFA. (Archivo: Víctor Contreras).

 

UN SORTEO AL NACIONAL. LA ALEGRIA RIOJANA TIENE NOMBRE: ANDINO

 

“La suerte de Andino en el revolear de una moneda”, título El Independiente al otro día de la derrota en San Luis. Iguales en todo, quedaba esa instancia determinada por el Concejo Federal. También se determinaba el ganador del grupo 6 entre Renato Cesarini de Rosario y Atlético Rafaela.
En una provincia expectante, LV14 y con audio radial por el Canal 9 transmitieron, el momento exacto del sorteo. Se realizó la tarde del martes 22 de febrero, en oficinas del Concejo Federal de la AFA con la presencia de Julio Grondona y representantes de los cuatro clubes. El sorteo fue controlado por los escribanos Domingo Ferreri y Carlos Lucero. A las 20:30 hs , se abrió la puerta de la oficina, ingresando solamente los presidentes de las cuatro instituciones. Tres minutos más tarde, el representante de AFA, dijo “Andino”. Amador Carrizo reaccionó con un silencio. Respetuoso y reflexivo, el presidente de Andino dijo que ese sorteo era “totalmente injusto y un retroceso para el futbol argentino la vigencia del método para definir partidos. Ganamos sí, pero este triunfo es muy frio. Lo ideal hubiera sido jugar un alargue o bien un tercer partido”. Los conceptos de Carrizo eran respaldados por los dirigentes de los otros tres clubes del país, que accedían a ese sorteo. Daniel Onega colaborador de Renato Cesarini –el otro club ganador-, decía que existen escasas posibilidades de modificar el reglamento “pues aquí el que no lo acepta, queda afuera y no participa”.
En La Rioja la alegría fue conmovedora. Caravanas con vehículos de todo tipo se concentraron en las calles de la ciudad capital. En el barrio Matadero vecinos e hinchas salieron, también, a las calles del barrio, copando las instalaciones del club. De allí, se dirigieron a la plaza principal y a la catedral. Muchos jugadores, vecinos del barrio como “Fito” Mercado, con la tranquilidad de su juego, decía “siempre y en casi todos los actos de mi vida, los asumí con tranquilidad. El domingo estuve tranquilo en el partido, y ahora también. Sentí mucho por Pereyra, que había sido uno de los mejores jugadores de todo el torneo y jugo su peor partido el domingo pasado. Realmente no se lo merecía”.
El Pocho Oliva, en medio de los festejos, decía “Como técnico es lo máximo que se puede pedir. No escuche le sorteo y mis compañeros de la Dirección de Deportes fueron los que me dieron la novedad. No quería escucharlo, estaba muy nervioso”. Manuel “Toto” Gaitán, emblema de aquel equipo “por poco rompo la radio ya que se cortaba justo en el momento en que se anunciaba el resultado. Todo el día estuve muy ansioso, y desde las 19,15 en que salí del trabajo, prácticamente me fumé un atado de cigarrillos hasta el sorteo. Estaba muy dolido, no por la derrota, sino por el sufrimiento de toda la gente que nos siguió. Menos mal que llego esta justa retribución”.
Hoy, a 40 años, Manuel Camilo Gaitan , crack de todos los tiempos, recuerda: Ese Andino era un gran equipo de compañeros, todos muy buena gente y siempre predispuestos a entrenar, a cuidarse. A todos nos gustaba jugar a la pelota. Además “Pocho” Oliva, -lo bueno que tenía- era que decía “aquel que la tire para arriba, lo saco pa la mierda, eh”. Y el agarra como DT, en esos años, pero nosotros ya teníamos una base de un equipo que venia jugando muy bien. Solo tuvo que ordenar un poco, pero el equipo estaba, nos conocíamos. Por eso, cuando metíamos pelotazos, eran para “Vapo” o “Cucharon”, que eran wines muy rápidos. Y, ahí yo iba por el medio. Pero, no era un 9 –“grandote, tipo chepeño Ruarte, que hacia goles así -que me quedaba esperando ahí cerca del arco. No, me gustaba jugar, tocar. Entonces, bajaba y me juntaba. Tocábamos con Julio Herrera, Ramón Vázquez, que eran jugadores de muy buen pie. Y, para marcar y recuperar, estaban “Cabesha” Mercado y Ogas. Esos, corrían por todos lados. No se cansaban nunca. Un muy buen equipo y por eso cuando enfrentábamos equipos con algunos profesionales, fuertes, nosotros, lo mismo, tratábamos siempre de jugar bien. De la final, sabíamos que nos jugábamos lo último que nos quedaba. Los changos estaban entusiasmados, tanto la gente como nosotros y por ahí nos agarró esa cosa de que llegue rápido el domingo para jugar. Porque íbamos a entrenar en el estadio y había un montón de gente y vos mirabas y sentías eso. Por eso, al menos yo quería que llegue rápido el domingo. Y cuando se acercaba el partido final, pensabas bueno por algo han llegado ahí. Pero nosotros nos concentramos en que esa era la única oportunidad para ir al Nacional».
El “Toto” Gaitán es uno de los más grandes goleadores del futbol riojano. Nacido en una familia de futbol, en el corazon del Jardín Residencial. Su padre, Fidel, cuando el oficio ferroviario le permitió, jugó en viejos clubes del ascenso como Barracas o Tiro Federal. Su jugada más urgente era parar la olla por los nueve hijos y su compañera Justina. Ella, hacia pan casero y tortillas. Una de las tantas “madres del futbol» riojano. La encargada de llevar a Manuel Camilo, para ver a sus hermanos mayores – “Calila”, Adán, Nicolás –el “Negro”, padre del «Chueco» Walter, campeón en el Boca de Bianchi-, que jugaban en la Liga Riojana.

 

Martes 22 de febrero de 1983. La Rioja rezó para que el sorteo ponga a Andino en el Nacional 1983 AFA.

 EL OTRO FINAL

El Campeonato Nacional de Primera División fue el verdadero Torneo Federal del futbol argentino. En ese 83, iba camino a su final. Aquel, amplio, mapa futbolero, nacido con Valentín Suarez en 1967, terminará apenas dos años después. En 1985 se jugará el último Torneo Regional y Nacional. Justo en ese torneo final, Independiente de La Rioja -con «Pipo» Rossi en la dirección técnica y varios refuerzos- perderá la final con Alianza de San Juan. Una nueva reestructuración de una AFA históricamente centralista y unitaria, eliminaba los Regionales y Nacionales, para crear el torneo Nacional “B». Participarían algunos clubes indirectamente afiliados –y de la B Metropolitana-. Una escalera al cielo del futbol argentino: Torneo del Interior, Federal “A” Y “B”, etc.- . Algo que para clubes de provincias como la nuestra –o Catamarca- serían imposibles de alcanzar. Lo que se podía ,y debía, mejorar-reorganizar de manera más federal, se eliminaba. Se reconstruía otra concentración. Una felicidad menos y un atropello más para la cultura popular. En La Rioja, un equipo con jugadores de la Liga local –uno de Chamical- harán Historia. Lograrán algo más que un Nacional de futbol. Esa que sería la primera -y única- vez, en casi 20 años de Regionales y Nacionales. Cuando, todavía, el futbol argentino abría ese margen- grande- de posibilidades materiales e institucionales de jugar, por los puntos, “contra” los grandes de AFA. Aun, para clubes empobrecidos y sin estructuras, como los de nuestra provincia. La que recibía sus primeras fábricas en esos años- Ley de promoción Industrial 22.021- . Luego de décadas, el éxodo –viejo “cáncer” estructural-se empezaba a detener. Aquellos changos de barrios de La Rioja, ganaban su mejor partido a la cultura de la resignación y el fatalismo. Al no se puede. Un golazo del “Toto” a “los hechos consumados”. Con mucho talento, inteligencia, sacrificio y ese innato desparpajo de potrero.
Que 40 años no es nada. «¡Salud Andino Sport Club! “¡Salud Riojanos!”, gritaba Homero.

 

Domingo 13 de marzo de 1983. Primera fecha del Nacional. Andino 0-1 Nueva Chicago.

ANDINO DE PRIMERA DIVISION 

Andino Sport Club tuvo poco tiempo para prepararse para el comienzo del Campeonato Nacional de Primera División. Desde Catamarca llegaron dos refuerzos: el lateral Ramón Díaz y el arquero Raúl Juárez. Desde Santiago del Estero arribó el delantero Félix Echeverría. La figura estelar que reforzó el plantel fue Víctor Palomba, con pasado en el Independiente copero de los 70s.
El plantel de Andino lo conformaron Pedro Omar Domínguez (arquero), Roberto Ávila (arquero), Raúl Juárez (arquero), Eduardo Mercado (defensor), Ramón Mercado (defensor), Mario Cuello (defensor), Juan Domingo Pereyra (defensor), Ramón Díaz (defensor), Juan de Dios Asís (volante), Julio César Ogas (volante), Mario Cortez (volante), Alfredo Mercado (volante), Víctor Palomba (volante), Carlos Maldonado (delantero), Ramón Vázquez (delantero), Felipe Reynoso (delantero), Camilo Gaitán (delantero), Oscar Varoracki (delantero), Carlos Goyochea (delantero), Mario Etchevarría (delantero) y Julio Brizuela (delantero).
El debut fue el domingo 13 de marzo de 1983. En el estadio de Vargas, Andino cayó 1 a 0 ante Nueva Chicago, gol convertido por Mario Franceschini. Una semana mas tarde, Andino visitó el estadio Monumental. El rival, un gigante del fútbol mundial: el Club Atlético River Plate. ¿Cuantas veces habrán soñado los changos riojanos llegar al estadio donde Argentina se consagró campeón del mundo en 1978? Aquella tarde, Andino salió con  Raúl Juárez; Ramón Mercado, Cuello, Juan Domingo Pereyra y Cortez; Eduardo Mercado (Carlos Maldonado), Fernández (Echevarría) y Palomba; Quinteros y Reynoso.

 

Domingo 20 de marzo de 1983. El zurdazo de Nito Trossero será desviado por Raúl Juárez, la figura del Monumental.
River ganó 2 a 0, goles de Carlos Tapia y Emilio Nicolás Commisso en la primera etapa. La figura del partido fue el arquero Raúl Juárez, que apenas terminó el encuentro salió corriendo hasta la mitad de cancha para estrechar la mano con su ídolo, Ubaldo Matildo Fillol. En declaración al diario Crónica, el Pato expresó: «Me pareció muy bueno lo de este muchacho. En el primer tiempo tuvo bastante trabajo y respondió bien, tapando remates difíciles y saliendo a cortar algún avance. Es muy raro ver un arquero del interior que rinda en su primer partido en Capital; generalmente se achican y les sale todo mal. Pero este se agrandó y terminó siendo el mejor«.
En la tercera fecha, Andino recibió a Loma Negra. El elenco de Olavarría venció 2 a 0, goles de la Pepona Reinaldo y Mario Husillos. A pesar de la tercera derrota, todo La Rioja esperaba el partido que debía jugarse 72 horas más tarde. Fecha entresemana. River Plate visitaría La Rioja.

 

LA RIOJA, MIERCOLES 30 DE MARZO DE 1983

 

Un ramillete de camisetas rojinegras festejaron un triunfo soñado. La noche que La Rioja no durmió. Andino 2 – 1 River. Para todos los tiempos. Uno de los más emocionados era Felipe Reynoso. A Cucharón apenas le salían las palabras: “Este triunfo lo veníamos buscando hace rato. Se nos dio, y frente a un grande como River. Nunca me lesionè gravemente como Manuel. Hace 12 años que juego en Andino y nunca salí por eso. Ahora sé lo que es estar lesionado y que te trabaje la cabeza. Psíquicamente uno se siente mal, aunque haya sanado. Con este golazo, volverá a ser el Manuel Gaitán que todos esperamos y queremos”.
Ahí estaba Manuel Camilo Gaitán. El Toto. Sin dudas, el mejor jugador del fùtbol riojano. Desde aquella lesiòn en 1980, cuando llevó su fútbol a Estudiantes de La Plata, nunca había vuelto a ser el crack que la provincia sabía que era. En la noche soñada, Gaitán convirtió un gol maravilloso. Bañado en lágrimas recibió una ovación que lo atavesó toda su vida. Porque Toto Gaitán se cansó de meter goles, pero hay un gol que está en el alma del pueblo riojano. Ese de aquella noche del 30 de marzo de 1983, en Vargas. Fue a Gabriel Puentedura, arquero de River Plate – suplente del “Pato”, que no vino-. El gol del triunfo más celebrado de nuestra historia. Tanto, que hasta la vecina Catamarca -con los refuerzos Juárez, Diaz y Echeverria- lo grito con sus 500 hinchas en la tribuna norte. Como en un cuento, aquel gol hizo –por una noche- dejar de ser la cenicienta del país. Aquella noche su pueblo, cumplió un viejo sueño de su inconsciente colectivo.

 

30 de marzo de 1983. La noche que Andino consiguió el triunfo más importante en la historia del fútbol riojano.

 

En ese pasado “reciente” del siglo XIX, con los asesinatos de Facundo, el Chacho y la derrota en el Pozo de Vargas, este pueblo pasará a ser tierra arrasada. Se le infligirá un castigo proporcional a la osadía igualitaria y rebelde de su gente más pobre. Castigo militar y político en lo inmediato y profundamente cultural –y “ejemplificador”- en el largo plazo. La sistemática construcción de la resignación y el fatalismo como cultura. Como naturaleza del ser riojano. Como continuidad histórica del no se puede y del y, siempre fue así, metidos en el cuerpo social. Ese que llega vivo, y recreado, hasta nuestros días. Por eso aquel gol – y triunfo- fue mucho más que un acontecimiento histórico deportivo. A su modo, fue una vuelta a la mejor tradición cultural de este pueblo. Aquella, que resistió desde la dignidad. Esa que aun, desde la derrota y esa pobreza provocada, se levantó y jugó. Un gol testigo de que el talento, sacrifico e inteligencia, se potencian cuando -más o menos- se emparejan ciertas condiciones deportivas y materiales.
La tapa de la revista River es elocuente. Indigerible caer ante un equipo riojano (Colección Roberto Errasti)
Después de cuatro meses compitiendo en un Regional, se pasaba a un nuevo mes, entrenando y viviendo como profesional para el Nacional. Entrenando doble turno. Una dieta mejorada, con vitaminas que se tomaban después de tres horas de entrenamiento –lo recuerdo, naranja, en grandes latones en el piso del césped del Estadio-. Una mejora en el ingreso económico. Todo hacia un jugador, y su familia, mejor contenidos en todo. Entrenar, pensar y concentrarse, solamente, en el futbol. Por esto, entre otras cosas, Andino compitió de igual a igual contra rivales profesionales. Ninguno lo apabullo futbolística ni físicamente. No se le achico, ni especulo con nadie. De local, además del triunfo ante River, no mereció perder los otros dos partidos. Lo reconoció el propio Roberto Saporiti -DT de Loma Negra, al que Andino peloteo intensamente en el primer tiempo-. Al final, por resto, fue victoria del cotizado seleccionado de Loma Negra por 2 a 0.
Aunque aún hoy, algunos periodistas, señalan que aquel triunfo fue ante el peor River de la historia. Desde su centralismo le bajan el precio a una legitima victoria de Andino. Fillol, García, Olarticoechea, Merlo, Gallego, Tapia, medio equipo con jugadores de Selección –pasado y futuro-. Y un equipo, que por días no tuvo a Enzo Francescoli. Grande que, 28 años después, descendería al infierno, y todavía hoy siguen sosteniendo eso. “Nos ganaron bien. La cancha era anchísima, muy grande y tenían unos chiquititos que eran muy veloces”, recuerda el Negro Nieto, que junto a Giudice, Olarticoechea y García no pudieron parar a un velocísimo Oscar Vaporaki, una de las figuras de esa noche.
En su crónica de la noche soñada, El Independiente publicó: “A la cuota de futbol que había expresado ante Loma Negra, se le agrego anoche la agresividad ofensiva alcanzada con la vuelta de Oscar Vaporaki y Manuel Camilo Gaitán. Ya a los tres minutos, Vaporaki le ganó por primera vez a García tras una buena jugada con Cortez y sorprendido enfrento a Puentedura. River fue un mosaico de individualidades y sus posibilidades ofensivas se reducían a la búsqueda de media distancia. Andino era futbolísticamente superior ante un River que no sabía dónde estaba parado. Ello se plasmó en el marcador a los 21, cuando La Rioja toda exploto de júbilo. Fue un contragolpe, Vaporaki toco para Gaitan y este al medio cuando salía Puentedura. Por el andarivel izquierdo y en diagonal llegaba Echeverría para anidar el esférico en las mallas».
River intentó una recuperación. Los hombres del medio de Andino, como Alfredo Mercado y Victor Palomba no podían trajinar con la libertad que lo venían haciendo. Allí, apareció el mejor momento de River. Sobre los 35, Bica explotó un claro y saco un centro pasado para Víctor Trossero que cabeceo cambiándole el palo a la estirada del catamarqueño Juárez. Fue solo un mal momento. Andino con temple, corazón y buen futbol retomo prontamente el control de las acciones y en el último minuto del primer tiempo sirvió para que Manuel Gaitan iniciara su dialogo con la red, (luego de una magnifica jugada de Vaporaki), y conquistara lo que a la postre sería una gran victoria rojinegra. Puchero Varacka sorprendido y apremiado por las circunstancias, se decidió en el entretiempo por el ingreso de Zuttion por Messina y Gallego por “Mostaza” Merlo que había perdido lejos el duelo con el “Cabesha” Mercado. Nada aporto ni el primero ni el campeón del mundo”. (…) Asimismo sobre los minutos finales una buena dosis de suerte acompaño a la lucha de los locales. Dos remates se estrellaron en los postes (Zuttion y Trossero), acompañando la fiesta que al final fue completa”.

 

30 de marzo de 1983. El llanto conmovedor de Manuel Gaitàn (Archivo Vìctor Contreras)

 

La imagen final del “Toto”, es de esas películas de campeones del mundo. Terminado el partido, algunos entran a la cancha para abrazar a los jugadores. Giudice y otros jugadores de River se retiran con lágrimas en los ojos. Alguien corre hacia el Toto y lo levanta sobre sus hombros. Casi al final de ese día, aquella noche el estadio tiene la música “maravillosa” de la felicidad. Los Rebeldes, eufóricos, se hacen señas y largan, una vez más con la Marcha: “Sangre y Luto son los colores de este Nacional, Matadero toda La Rioja te viene a ver ganar (…) y el gol de Gaitán y con Ogas, lo vamos a pasear”, canta el “León” Nieto con todo el estadio. Esos músicos que tuvieron sensibilidad y poesía popular. El Toto va saliendo de la cancha sobre los hombros de aquel hincha. Es “Lucho” Peralta quien lo alza para esa foto. El “Toto” va con lágrimas en sus ojos. Un montón de imágenes pasan por su mente. La de algunos partidos que no le salieron bien las cosas. También, la de aquella lesión en La Plata. Esa que lo dejo sin Estudiantes -y sin trabajo-. Esa que casi lo retira, definitivamente, del futbol. Por eso cuando volvió de La Plata para las fiestas del 81, se puso a laburar como albañil en la construcción del hospital. Por eso, también aquellas lágrimas. Desde aquella noche “Lucho” Peralta no lo lleva, mas, solo. Por los barrios del pueblo, se sabe que al “Toto” Gaitán lo lleva en andas la Historia.
También fueron parte fundamental de este triunfo: Raúl Juárez; Ramón Díaz, Fernando Mercado, Mario Cuello y Juan Domingo Pereyra; Cortez, Alfredo Mercado y Victor Palomba; Oscar Vaporaki, Manuel Gaitan, Omar Echeverría y Felipe Reynoso. También todos los integrantes de aquel gran equipo: Pedro Domínguez, “Rudy” Ávila, Fernando Maza, Ramón Vázquez, Eduardo «Ojito» Mercado, Julio Ogas, Juan de Dios Asís, Manuel Robledo, Maldonado, Armando Quinteros, Julio «Canelutti» Herrera, «Cordero» Fernandez, Juan Gilberto Bertole, Carlos Goyochea. DT: Pedro Pablo «Pocho» Oliva, PF: Guillermo Megias, Medico: Castro, Aguatero-ayudante de campo: Manuel «Viejo los Perros» Diaz, Masajista: Carlos Torres.

40 AÑOS DESPUES

De aquel equipo de Andino – del Regional y Nacional-, algunos muchachos nos fueron dejando. Pedro Gordo Domínguez, un arquero que marcó una época; Fernando Fito Mercado, jugador, y capitán, con mayúscula. Juan Domingo Chichi Pereyra, la marca y proyección por la punta izquierda. Alfredo Cabesha Mercado, Julio Ogas y Ramón Búho Vázquez, tres mediocampistas motores y de lujo. También, el santiagueño de Añatuya, Armando Quinteros y los catamarqueños Raúl Loco Juárez y Oscar Quirquincho Echeverría refuerzos, indiscutidos, en aquel Nacional. También, nos dejaron el Pocho Pedro Pablo Oliva, DT de aquel gran equipo y el profe Guillermo Megias en la preparación física. También el aguatero y asistente en todo, Manuel Díaz –el “Viejo los perros”-. Los otros jugadores, algunos aún, siguen sintiéndose así cada sábado en los “concurridos” campeonatos de veteranos. Una linda excusa para juntarse con los amigos que les regalo el futbol. Otros, como el “Toto” Gaitán, además de jugar, comparten desde hace años la experiencia y sabiduría de años con niños y jóvenes, en una escuelita de futbol en un potrero vecino a Andino.

 

 

* Víctor Contreras y Michel Páez son investigadores del deporte riojano. Miembros de A.Pro.H.LaR (Asociación de Profesores de Historia de La Rioja)

 

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