Jorge Griffa, el gran forjador del semillero argentino

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Su impronta fue tan silenciosa como enorme. Surgido en Newell´s, brilló en Atlético Madrid. Entre 1974 y 1995 modeló una escuela de cracks en el Parque de la Independencia. También hizo un trabajo notable en Boca Juniors. Tenía 88 años.

Por Carlos Aira

 

Falleció Jorge Bernardo Griffa. El forjador silencioso de cracks. El ojeador perfecto. Es incalculable la cantidad de figuras fueron detectadas y formadas bajo su impronta de sabiduría y esfuerzo. Había nacido en Casilda, provincia de Santa Fe, el 7 de mayo de 1935. Nos dejó el 15 de enero de 2024. Tenía 88 años.
Sus comienzos fueron en Aprendices Casildenses, pero al igual que Roberto Puppo o José Yudica, compañeros en aquel Newell´s de los 50s, Jorge Griffa fue un flor de los Juegos Juveniles Evita. Cuando el alemán Adolfo Celli, histórico forjador de cracks rojinegros, vio al pibe morocho y fibroso en un partido del campeonato, lo convocó para sumarse a las inferiores de Newell´s Old Boys. Debutó en Primera el 17 de octubre de 1954. Aquella tarde, su equipo cayó 3 a 0 en el Parque ante Independiente y la pasó muy mal en la marca de Rodolfo Micheli. A mediados de 1955 se asentó como titular y pronto se destacó como un defensor de enorme fuerza y personalidad. Ya era el Hacha Griffa.

 

Newell´s en 1956. Jorge Griffa el primero de los parados desde la izquierda.
Convocado para el Sudamericano de 1959, fue una de las figuras de un equipo que tenía que levantar el pagaré del desastre de Suecia el año anterior. Una defensa que quedó en el recuerdo: Lombardo, Griffa, Murúa y Martínez con el Gallego Mouriño delante de ellos. El último partido fue ante Brasil, campeón del Mundo. En un Monumental repleto, Griffa le pasó la guadaña a Pelé, Didí y Garrincha. El clásico finalizó 1 a 1 y la Argentina se consagró campeón.
El final apoteótico, con miles de diarios encendidos como antorchas, le brindó marco a la despedida de Jorge Griffa del fútbol argentino. Su destino estaba en España: había sido transferido al Atlético Madrid.
Con la camiseta rojiblanca debutó el 13 de septiembre de 1959 con victoria 3 a 0 ante la UD Las Palmas. Pronto se destacó como un verdadero puntal defensivo. Protagonista de un ciclo exitoso en el club del Manzanares. En su primera temporada conquistó la Copa del Generalísimo (actual Copa del Rey) en una recordada final ante el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano. Por primera vez, el Atlético conseguía la Copa. En 1962 ganó la Recopa derrotando en la final a Fiorentina. El exitoso paso de Griffa por la capital española se completó con la obtención de las Copas del Generalísimo de 1962 y 1965 y la Liga de la temporada 1965/66. Su paso por el Atlético Madrid fue inolvidable. Entre 1959 y 1969 disputó 291 partidos. Durante cuatro décadas fue el extranjero que más partidos disputó con la camiseta del popular club de la capital española.
El homenaje le llegó en octubre de 2019. En la previa de un Atlético-Valencia, Griffa recibió de manos de José Eulogio Gárate (otro argentino) y de Adelardo Rodríguez, leyendas rojiblancas, su placa conmemorativa en homenaje a los 291 partidos oficiales disputados con la rojiblanca a lo largo de sus diez temporadas en el club madrileño. “Griffa me enseñó a ganar”, decía Luis Aragonés. El futuro Sabio de Hortaleza siempre reconoció que el casildense modeló para siempre su vida profesional.
Luego de dos temporadas en el Español de Barcelona, Jorge Griffa se retiró del fútbol profesional. De regreso al país, allí comenzó otra etapa de su carrera. Tal vez, la más importante. El ojeador perfecto. En 1974 fue contratado por Newell´s Old Boys para organizar sus divisiones inferiores. Su trabajo tuvo varias aristas. Por primera vez, un club iba a buscar jugadores. Griffa tenía gente en todos los clubes de la cuenca lechera de la Pampa Húmeda. El propio entrenador iba al pueblo de origen a conocer a los talentos. Una vez detectados era necesaria una plena identificación con el club.
Roque Alfaro fue uno de los jugadores más talentosos cincelados por Griffa. En las Charlas de Vestuario de Abrí la Cancha recordó a su maestro:
“Jorge Griffa simplificó todo. Por sus manos pasaron Jorge Valdano, Marcelo Bielsa, Mauricio Pochettino y el Tolo Gallego. Todos grandes jugadores y luego grandes entrenadores. Si bien después cada uno fue formando su etapa de jugador de fútbol, nació en un lugar. Nosotros nacimos en Newell’s Old Boys”.
“El 21 de enero de 1974 fue el primer día que yo me alisté a las divisiones inferiores del club. Siempre recuerdo la primera charla con Griffa. Nos sentó a su alrededor y nos dijo: ‘Ustedes van a escuchar que enfrente tenemos al tradicional rival, Rosario Central. Es nuestro rival. Es él rival. Pero nada más. Nosotros tenemos que saber amar la camiseta que defendemos’. Y yo desde ese día me hice hincha de Newell`s, cuando de chico era hincha de River”.
“Me han pasado tantas cosas hermosas en mi etapa de jugador de fútbol, que estoy tan agradecido de haber amado esta profesión. También soy un agradecido de haber encontrado a Jorge Griffa en el camino, porque fue el que me marcó como había que ser profesional del fútbol. Si bien Dios me dio la posibilidad de no lesionarme jamás en mis 18 años de carrera, también tuve el conocimiento de alguien que me orientó y que me dijo ‘hay que hacer esto y esto’.  Teníamos 17 años y me dijo ‘cuando juegues en primera, las mujeres vienen solas. Ni se preocupen por eso, disfruten jugar al fútbol’”.
La lista de jugadores es interminable. Probemos con algunos campeones del mundo, como Ricardo Giusti, Américo Rubén Gallego o Jorge Valdano. Cracks de galera y bastón, como Juan Simón (finalista en Italia 1990) o un goleador implacable, como fue Gabriel Omar Batistuta.  En su paso por Boca Juniors se puede destacar a Sebastián Battaglia, el jugador con más campeonatos con la camiseta xeneize, y Fernando Gago.
La lista sigue y es maravillosa: Roberto Sensini, Fernando Gamboa, Mauricio Pochettino, Gerardo Martino, Walter Samuel, Maxi Rodríguez, Julio Zamora, Abel Balbo, Pablo Guiñazú, Gabriel Heinze, Santiago Solari, Diego Mateo, Norberto Scoponi, Julio Saldaña, Eduardo Berizzo, Juan José Rossi, Víctor Ramos, Gustavo Dezotti, Ariel Cozzoni, Sergio Almirón, Bruno Marioni, Darío Franco, Iván Gabrich, Marcelo Escudero, Pablo Paz, Juan Manuel Llop, Leonardo Biagini, Alfredo Berti, Lucas Bernardi, Lionel Scaloni, José María Bianco y Damián Manso, entre tantos otros.
Pablo Cerra, investigador de la historia rojinegra, señaló en Abrí la Cancha: «Griffa encarnó un sentido de pertenencia. Fue un eslabón de una identidad que inició Isaac Newell´s y siguió el alemán Adolfo Celli, que a su vez fue el descubridor de Griffa».
«Griffa generó una mentalidad ganadora en Newell´s«; expresó Cerra, quién agregó: «Se nos fue una parte de nuestra historia y será muy difícil encontrar otro Griffa, si bien su continuador fue Marcelo Bielsa».
Marcelo Bielsa fue otro de los jugadores forjados por Griffa. También fue quién trabajo, codo a codo, en la formación de cracks rojinegros en los años 80s. El entrenador de la selección uruguaya recordó a quién consideró su maestro:  «Durante 10 años, diariamente esperaba que llegaran las siete de la tarde e iba a la oficina que Jorge tenía en el Parque para escucharlo hablar. Pocas cosas de las que hoy se dicen sobre nuestro deporte, no me las contó Griffa, a su manera, hace ya 40 años. Cuando recuerdo su influencia, más que el método o el sistema, aparece su generosa condición de Maestro. Maestro, con mayúscula«.
Y añadió: «Me transmitió su amor incondicional por el fútbol y su decencia, que sobrevivió en un mundo viciado. Y la idea de que la tarea debe ser hecha profesionalmente, aun cuando no se reciba nada a cambio. Es decir, hacer a cambio de nada, solo por el placer de poder ver el resultado del esfuerzo aplicado. Solo para poder medir aquello de lo que somos capaces. Durante 20 años, él fue el verdadero del constructor del perfil institucional de Newell’s: formar jugadores, obtener con ellos resultados deportivo valiosos y transferirlos solo cuando era posible reemplazarlos. Aun hoy, después de tanto tiempo, a Newell’s se lo sigue interpretando según la marca que él diseñó. Cualquier reconocimiento que le hagamos, será insuficiente, considerando el legado que nos transmite«.
Distanciado con Eduardo López, presidente de Newell´s, en 1996 recaló en Boca Juniors. El proyecto de Mauricio Macri eran nueve jugadores de inferiores del club. Griffa eligió y modeló a una gran cantidad de jugadores que fueron parte del inolvidable ciclo de Carlos Bianchi 1998-2003.
El fútbol despide al último gran forjador. A Jorge Bernardo Griffa. Uno de esos imprescindibles que nunca debemos olvidar.

 

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.

 

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