En 130 años de fútbol organizado se han disputado 33 finales de campeonatos de Primera División. Finales a partido único, ida y vuelta, desempates y hasta triangulares. En Abri la Cancha te invitamos a meterte en este viaje histórico de nuestro fútbol.
Por Carlos Aira (@carlosaira11)
Curiosamente, el primer campeonato de fútbol argentino finalizó con final. Fue en 1891. El juego oficial era cosa de ingleses, y en el primer puesto de aquel torneo finalizaron igualados Old Caledonians y Saint Andrews. Fue necesaria una final, disputada el 13 de septiembre en Flores Polo Club para determinar el triunfo 3 a 1 del equipo Saint Andrews. Un tal Charles Douglas Moffatt marcó los tres goles de los vencedores, que formaron así: F. V. Carter; L. C. Penman, G. A. Waters; F. Francis, H. Barner, A. Buchanan; J. Caldwell, Charles Douglas Moffatt, A. Lamont, E. Morgan, J. Buchanan.
En 1897 fueron Lomas Athletic y Lanús Athletic quienes desempataron en tres finales el torneo de aquel año. El primero finalizó igualado 1 a 1. La revancha 0 a 0. No fue hasta el 19 de septiembre, cuando Lomas venció por la mínima y se quedó con el campeonato organizado por The Argentine Association Football League. Al año siguiente repitió el lauro. En aquella oportunidad derrotó al fuerte equipo de Lobos Athletic en partido jugado el 11 de septiembre de 1898 en el campo de deportes del Barker Memorial School.
No será hasta 1911 cuando vuelva a repetirse una final desempate. Será entre el mítico Alumni de los hermanos Brown y Porteño, club que tenía su cancha en los Bosques de Palermo. El partido se jugó el 26 de noviembre y finalizó con victoria de Alumni 2 a 1 en partido jugado en el viejo estadio de GEBA. Será la última función de Alumni ya que al año siguiente el equipo se disolvió. Con ellos se iba la etapa británica oficial de nuestro fútbol.
En 1912, con la primera ruptura del fútbol argentino, Porteño se consagró campeón de la Creada FAF. Fue una final atípica. Independiente y Porteño igualaron en puntos, pero los rojos eran campeones por diferencia de gol. La dirigencia de Independiente decidió disputar una final ante Porteño ya que había suspicacias en relación a la victoria en la última fecha. El desempate finalizó 1 a 1. En la revancha, los rojos se fueron del campo de juego protestando un gol no concedido. Finalmente, la liga le dio el título a Porteño.
Racing Club, la Academia, logró su primer título en 1913. Será en desempate ante el Club Atlético San Isidro. Igualados en puntos, la final se jugó el 28 de diciembre en la vieja cancha de la Academia. Racing venció 2 a 0 con goles convertidos por Alberto Ohaco. Los albicelestes formaron con Carlos Muttoni; Armando Reyes, Saturnino Ochoa; Ángel Floro Betular, Francisco Olazar, Ricardo Pepe; Juan Viazzi, Alberto Bernardino Ohaco, Alberto Andrés Marcovecchio, Juan Hospital, Juan Nelusco Perinetti.
Al igual que en 1913, Racing Club y Club Atlético San Isidro decidieron un título en un desempate final. Fue el 6 de enero de 1916. Vieja cancha de Independiente en Crucesita. Ambos equipos habían realizado una campaña sensacional: 22 ganados y 2 empatados. En el caso de los albicelestes, con 95 goles a favor y tan sólo 5 en contra. El desempate lo ganó Racing 1 a 0, gol convertido por Alberto Marcovecchio, Marcovio, a los seis minutos de juego.
Para el campeonato AAF de 1923, Boca Juniors y Huracán necesitaron cuatro partidos desempate para dar cuenta de un campeón. Igualados en 51 puntos, la Asociación decidió que jugaran dos partidos finales que terminaron con una victoria para cada equipo. El tercer partido, disputado en cancha de GEBA, finalizó igualado sin goles. Finalmente, el cuarto encuentro terminó con victoria xeneize 2 a 0, goles convertidos por Alfredo Garasini, cerrando así la serie.
Huracán y Nueva Chicago, igualados en 38 puntos, jugaron una final para determinar el campeón AAF 1925. Según la investigación de Héroes de Tiento (Historias del Fútbol Argentino 1920-1930), la realidad no aparece en la historia oficial de nuestro fútbol: «Comenzó otra historia. Sórdida. Desconocida. Mientras los futbolistas de Nueva Chicago se cambiaban en su vestuario, los jugadores de Huracán abusaron de un árbitro colapsado. Onzari, a los gritos, increpó a Celleri: «¡Cómo nos vas a robar el partido así!¡Si no salís a dirigir te matamos!. Aterrado, llamó a sus líneas y les avisó que el partido continuaría. Enrique López se dirigió al vestuario de Chicago. Mientras los futbolistas se duchaban les comunicó la decisión arbitral. El propio Celleri se acercó al vestuario y les negó que el partido se hubiera suspendido. Utilizó una excusa infantil. Dijo que había ido a tomar agua. Los futbolistas decidieron no completar el partido».
En 1929, la AAAF jugó un campeonato reducido titulado «Copa Estímulo». Los 35 equipos fueron divididos en dos zonas. Boca Juniors y Gimnasia y Esgrima La Plata fueron los finalistas de aquel campeonato. El domingo 9 de febrero de 1930, en cancha de River Plate, se disputó el partido final. Los xeneizes ganaban 1 a 0, gol de Julio Di Giano en propia meta. En el segundo tiempo apareció el corazón tripero. Dos corridas del Gaucho Ismael Morgada finalizaron con goles de Martín Maleanni. Gimnasia 2-1 Boca Juniors. Hasta el día de hoy, el único título de Primera División del equipo platense.
En 1932 se jugó el primer desempate luego de la profesionalización formal del fútbol porteño. Igualados en 50 unidades, River Plate e Independiente disputaron un partido para determinar el campeón del año. Antes de la última fecha, los rojos recibían en su estadio a Racing en el clásico. River visitaba el Gasómetro. La Academia ganó 1 a 0, gol de Vicente Del Giúdice. La banda roja empató 1 a 1. La final se disputó el 20 de noviembre de 1932 en Avenida La Plata. River ganó 3 a 0, goles de Bernabé Ferreyra, Carlos Peucelle y Ricardo Zatelli.
Sin dudas, Racing Club fue el mejor equipo del fútbol argentino entre 1948 y 1952. Un equipo para la historia, con figuras de la talla de Tucho Méndez, Rubén Bravo o Higinio García. Pero en 1951, la Academia debió disputar dos finales ante Banfield para determinar el título de campeón. Años intensos de nuestra patria. El Taladro representaba la Argentina humilde. La primera final finalizó igualada 0 a 0. El segundo partido, disputado en el gasómetro el 5 de diciembre, finalizó con victoria racinguista 1 a 0 con el mítico gol de Mario Boyé.
En 1967, Estudiantes de La Plata quebró la hegemonía de los grandes de nuestro fútbol. Fue el año en el cual el calendario se desdobló en Metropolitano y Nacional. El Metro se jugó por zonas, semifinales y una final que emparejó a los pincharratas ante el Racing de José. La misma se disputó el 6 de agosto en el Gasómetro de Avenida La Plata finalizó con una rotunda victoria 3 a 0 de los rojiblancos, goles marcados en el segundo tiempo por Raúl Madero, Juan Ramón Verón y Felipe Ribaudo.
En 1968 San Lorenzo se consagró campeón del Metropolitano en forma invicta. Fueron los famosos Matadores. Equipo dirigido por el brasileño Tim. Aquel equipo derrotó 2 a 1 a Estudiantes de La Plata en final jugada en el Monumental, partido jugado el 4 de agosto. Los pinchas se pusieron en ventaja con gol de la Bruja Verón apenas comenzada la segunda etapa. Igualó Toti Veglio con un fuerte remate. La final se definió en el primer suplementario, con gol marcado por el Lobo Fischer.
En 1968 se jugó la primera final con formato de triangular. Vélez Sarsfield, River Plate y el Racing Club finalizaron igualados con 22 puntos el torneo Metropolitano. Fue necesario un triangular entre ellos para determinar el campeón. El mismo fue para el equipo de Liniers, que igualó 1 a 1 con River y venció 4 a 2 a la Academia, consagrándose así por primera vez campeón. Un hito enorme en la historia del club de Liniers.
Una de las finales más recordadas de nuestro fútbol fue la jugada el 6 de julio de 1969. Esa tarde, el Cilindro de Avellaneda fue testigo de la goleada 4 a 1 de Chacarita Juniors sobre River Plate, consagrándose así los tricolores campeones del Metropolitano. Chaca no tuvo piedad de River, y con los goles de Horacio Neumann (en dos oportunidades), Ángel Marcos y Franco Frassoldati, le dieron el título a la tricolor de San Martín. Juan Carlos Trebucq había igualado para los millonarios.
En 1970, por segundo año consecutivo, Boca Juniors dio la vuelta olímpica en el estadio Monumental de Núñez. Allí se disputó la final del torneo Nacional, que emparejó a los xeneizes y Rosario Central. El partido, jugado el 23 de diciembre, lo tuvo al equipo rosarino en ventaja, gol convertido por el Flaco Landucci. Cuando parecía que los canallas sumaban su primera estrella, Ángel Clemente Rojas marcó un golazo para igualar el partido. Finalmente, en el comienzo del segundo tiempo adicional, Jorge Coch marcó el 2 a 1 que selló el resultado de aquella final.
El equipo de Rosario Central campeón del Nacional 1971 tiene una particularidad: se festeja más el triunfo semifinal (la mítica palomita de Aldo Poy), que la final que le permitió sumar su primer título. El rival en la final fue San Lorenzo de Almagro. Héctor Scotta puso en ventaja al Ciclón. A los 17 minutos, Aldo Poy habilitó al santiagueño Artemio Gramajo, quien igualó. En el segundo tiempo, otra jugada de Poy finalizó en remate de Carlos Pato Colman, quién selló el 2 a 1 final.
1972 fue el gran año de San Lorenzo. Campeón del Metropolitano y Nacional. Un equipo grandioso que merece un sitial de privilegio en nuestra historia. El 17 de diciembre venció a River Plate en la final del Nacional. Partido jugado en el José Amalfitani. El tiempo reglamentario finalizó igualado sin tantos. A los diez minutos del primer suplementario, luego de una enorme jugada de Victorio Cocco, Luciano Figueroa, juvenil delantero del Ciclón, marcó el gol que determinó el bicampeonato.
Hubo que esperar hasta 1976 para otra final. Fue la más emocionante de todas porque fueron River Plate y Boca Juniors quienes definieron el título. 22 de diciembre, cancha del Racing Club. El partido se definió a los 27 minutos del segundo tiempo con un soberbio tiro libre ejecutado por Rubén Suñé. Lo curioso fue que ejecutó la falta sin la orden del árbitro Arturo Ithurralde.
A partir de 1977, el torneo Nacional se disputó con finales de ida y vuelta. La de aquel año fue la más recordada por su hondo dramatismo deportivo. La misma enfrentó a Independiente y el enorme Talleres de Córdoba, fenómeno deportivo y popular de aquellos días. En el partido de ida igualaron 1 a 1 en Avellaneda. Córdoba saboreaba el campeonato, más cuando en la revancha la T estuvo 2 a 1 arriba y a la visita le expulsaron tres futbolistas. Pero apareció el inmenso talento de Ricardo Bochini para igualar 2 a 2 y los rojos consagrarse por goles de visitante. Para todos los tiempos.
En 1978 Independiente volvió a consagrarse campeón Nacional. Disputó una serie final muy peleada ante River Plate. El partido de ida, disputado el 7 de enero de 1979 en el Monumental, finalizó sin abrirse el marcador. La revancha, jugada el 10 de enero, finalizó con triunfo rojo por 2 a 0, goles señalados por Ricardo Bochini. Fue un duelo de estilos que electrificó al fútbol argentino de aquellos días: el Independiente de Pastoriza ante el River de Ángel Labruna.
En 1979 regresaron las finales de Metropolitano luego de una década. En las mismas, River Plate superó a Vélez Sarsfield en una disputa sin equivalencias. El partido de ida se disputó en Liniers y finalizó con triunfo visitante 2 a 0, goles de Rubén Galletti y Pedro Alexis González. La revancha en el Monumental finalizó con goleada millonaria 5 a 1, tantos convertidos por el correntino González (por dos), Emilio Nicolás Commisso, Norberto Alonso y Leopoldo Luque.
River Plate también se alzó con el Nacional de aquel 1979. En una serie muy reñida superó a un gran equipo de Unión de Santa Fe. La primera final se disputó en la capital santafesina y finalizó igualada 1 a 1, tantos de Carlos Mazzoni para el local y el empate del Beto Alonso. La revancha finalizó igualada 0 a 0. River se consagró campeón por gol de visitante y por una atajada descomunal de Ubaldo Matildo Fillol cuando se descontaba el tanto del juvenil delantero unionista Eduardo Stehlik.
En 1980, la final del Nacional emparejó a dos grandes equipos del interior: Rosario Central y el sorprendente Racing de Córdoba. Dos equipos que hacían del toque un culto. La serie quedó resuelta el 17 de diciembre en Arroyito. Esa noche, Central goleó 5 a 1, tantos convertidos por Patón Bauza, Omar Palma, Víctor Marchetti, Oscar Agonil y Guillermo Trama. Cuatro días más tarde, la Academia de Nueva Italia, dirigida por Alfio Basile, venció 2 a 0, goles de Atilio Oyola y el enorme Roberto Gasparini.
La final del Nacional 1981 emparejó a River Plate y Ferro Carril Oeste. Los millonarios llegaban envueltos en el conflicto que tenían el técnico Alfredo Di Stéfano y Beto Alonso, ídolo del equipo. Por su parte, los verdes dirigidos por Carlos Griguol se sentían maduros para pegar el salto de campeón. Los millonarios ganaron ambos partidos por la mínima. En Núñez con gol de Julio Olarticoechea. En la revancha con tanto convertido por Mario Alberto Kempes.
1982 fue el año de Ferro Carril Oeste. Campeón invicto del Nacional de aquel año. Un equipo memorable que superó al ascendido Quilmes en las finales. Curiosamente, ambos partidos se disputaron en canchas de madera. La ida, disputada el 20 de junio, igualó 0 a 0 en Guido y Sarmiento. Una semana más tarde, Ferro superó al cervecero 2 a 0 con goles convertidos por la Bruja Juárez y Juan Domingo Rocchia. Luego de un 1981 que lo tuvo subcampeón de ambos torneos, el viejo Ferro daba la vuelta olímpica.
Estudiantes de La Plata se consagró campeón del Nacional 1983. Con Eduardo Luján Manera de entrenador, los pinchas derrotaron a Independiente en dos finales jugadas a muerte. En la primera final, disputada el 10 de junio en 1 y 57, los locales vencieron 2 a 0 con goles de Hugo Ernesto Gottardi y Guillermo Trama. La revancha en Avellaneda fue intensa. Independiente venció 2 a 1, goles de Ricardo Giusti y Enzo Trossero. Pero el gol de Trama en la Doble Visera le dio el título a los platenses.
En 1984 llegó la gran venganza de las finales. Al igual que tres años atrás, Ferro Carril Oeste y River volvieron a verse las caras. Pero esta vez, todo fue para la locomotora verde conducida por Carlos Griguol. El partido de ida, disputado en Núñez, finalizó 3 a 0 a favor de Oeste, goles de Adolfino Cañete, Mario Noremberg y Beto Márcico. La revancha también fue victoria verde. 1 a 0, gol del paraguayo Cañete. Venganza consumada.
En 1985 se disputó el último torneo Nacional. Se organizó en forma muy confusa, y eso se plasmó en la final. Al tener la modalidad de Doble KO, los perdedores seguían en cancha. Rueda de ganadores y perdedores. La primera la obtuvo Argentinos Juniors, la segunda Vélez Sársfield. La primera final finalizó igualada 1 a 1. Penales. Si vencían los bichos, vuelta olímpica por ventaja deportiva. Pero ganó Vélez y forzó otro partido, ya sin ventajas. En el Monumental, aquel 4 de septiembre, Argentinos ganó 2 a 1 quedándose con el título de campeón.
Con la reestructuración de 1986, las finales regresaron con un nuevo cambio. En 1990 se instauraron los torneos Apertura y Clausura. En aquella primera edición se resolvió que haya un solo campeón. Fue así que Newells y Boca Juniors se enfrentaron en una recordada serie disputada en junio de 1991. En el partido de ida jugado en Arroyito, los leprosos vencieron 1 a 0 con gol de Toto Berizzo. La revancha se jugó en una Bombonera repleta. Boca venció 1 a 0, gol de Gerardo Reinoso, pero en los penales toda la gloria fue para el equipo de Marcelo Bielsa.
No será hasta 2006 cuando debió jugarse otra final. Al igual que en 1951, en el marco de un desempate. Boca Juniors y Estudiantes de La Plata igualaron en lo más alto del Torneo Apertura con 44 puntos. Fue necesario un desempate. El partido se disputó el 13 de diciembre en el José Amalfitani y finalizó con victoria pincharrata 2 a 1. Ganaban los xeneizes con tanto de Martín Palermo. Pero Estudiantes lo dio vuelta con los goles del Principito Sosa y Mariano Pavone.
En 2008 se debió jugar otro triangular final. Al igual que 1968. Esta vez los protagonistas fueron Boca Juniors, San Lorenzo de Almagro y Tigre. Los xeneizes se consagraron campeones en una serie muy disputada y atravesada por malos arbitrajes. El 20 de diciembre, los xeneizes derrotaron 3 a 1 al Ciclón, goles de Lucas Viatri, Rodrigo Palacio y Christian Chávez. Finalmente, en el último partido ante Tigre, fue victoria del Matador de Victoria, pero por diferencia de gol el triunfo final quedó en la Ribera.
La última final de Primera División se registró en 2016. Final del Torneo de Transición. En el estadio Monumental, Lanús goleó 4 a 0 a San Lorenzo de Almagro. Junior Benitez, abrió el marcador en el primer tiempo. La segunda etapa fue un vendaval granate, que rubricó una histórica goleada con tantos de Miguel Almirón, Pepe Sand y Lautaro Acosta.
Vale destacar que la final por la Copa de Oro 1936 entre River Plate y San Lorenzo de Almagro no dictaminó campeonato, sino la clasificación a la Copa Río de la Plata. Por su parte, las Copas Diego Maradona (2020) Y Copa LFP (2021) no son considerados campeonatos de Liga.
(*) Periodista. Autor de Héroes de Tiento. Conductor de Abrí la Cancha (Lunes a viernes, de 20 a 21hs, por Radio Gráfica FM 89.3)
