El 15 de agosto de 1981, Boca Juniors se consagró campeón del Torneo de Primera División. Fue el único título de Diego Maradona en el fútbol argentino. Un campeonato muy recordado al ritmo de una economía que iba camino al precipicio. Un gran equipo en un campeonato inolvidable, por muchas razones.
Por Carlos Aira
Es imposible disociar el campeonato de 1981 con la imagen final de Diego. Una vuelta olímpica en andas del pueblo xeneize que lo adoptó como hijo propio. Sábado 15 de agosto de 1981. Última fecha del campeonato de Primera División, ex-Metropolitano. Abel Gnecco, protagonista de la tarde, sancionó penal para Boca. Esta vez, Maradona no falló desde los doce pasos como lo había hecho la semana anterior en Rosario. El empate de la Academia llegó sobre el final, pero no empañó la fiesta xeneize: Boca campeón. Fiesta interminable en Brandsen 805. Punto final para cinco meses intensos. Tal vez, demasiado. Nadie lo hubiera imaginado en ese momento, pero fue el único campeonato de Diego Maradona en el fútbol argentino.
VALE DIEZ PALOS VERDES, SE LLAMA MARADONA
1981 significó aire nuevo para Boca Juniors. 1980 había sido un año aciago. Conducido por un bronce como Antonio Ubaldo Rattín, el equipo estuvo durante largas jornadas en los últimos puestos de la tabla. Luego del exitoso ciclo de Juan Carlos Lorenzo, Boca peleó por no descender. También se había agotado el tiempo de Alberto José Armando. En las elecciones del 14 de febrero de 1980, el histórico presidente dejó su cargo luego de dos décadas al frente de Boca. Su lugar fue ocupado por el español Martín Benito Noel, presidente de la Federación de Productos Alimenticios y titular de la famosa marca de conservas dulces.
Como había prometido en campaña, Silvio Marzolini asumió la dirección técnica del equipo profesional. Pero aquel verano de 1981 estuvo atravesado por dos noticias: la visita de Queen a nuestro país y el pase de Diego Maradona de Argentinos Juniors a Barcelona. AFA fijó para el domingo 22 de febrero el inicio del campeonato de Primera División. En los primeros amistoso de pretemporada, Boca cayó ante Racing y Vélez Sársfield con un equipo similar al que había finalizado la temporada anterior. Los fantasmas del fracaso se posaron sobre la Ribera.
El 10 de febrero llegaron los primeros dos refuerzos: Marcelo Trobbiani regresaba a Boca luego de largos años en España. Por su parte, Miguel Ángel Brindisi – luego de un sonado conflicto con la directiva de Huracán – firmó contrato con Boca Juniors. En los dias siguientes, más jugadores de jerarquía: el goleador Carlos Morete – quién regresaba de España -, el combativo mediocampista uruguayo Ariel Krasouski y Osvaldo Salvador Escudero, liliputense puntero derecho campeón mundial juvenil en Japón 1979. Otros jugadores dejaban el club. El recién ascendido Sarmiento de Junín llevó a préstamo a Marcelo Bachino, el delantero salteño Sergio Apolo Robles y un delantero con un solo gol en primera: Ricardo Alberto Gareca.
¿Dónde jugaría Maradona? Rafael Aragón Cabrera, presidente de River Plate, había hecho una inmensa oferta a Argentinos Juniors. Próspero Cónsoli, presidente de la institución de La Paternal, casi acepta; pero apareció el FC Barcelona. El pase de Diego se convirtió en un eje de la discusión nacional. Un tema de Estado. A fines de 1980, Diego y Argentinos Juniors firmaron un pre-contato con el club catalán. Pero existía una traba: por disposición de AFA ningún jugador pre-seleccionado podía irse del país antes del Mundial España 1982.
Jorge Bitar fue un histórico dirigente de Boca Juniors, fallecido en junio de 2020. En febrero de 2019, dejó su testimonio sobre el pase de Diego en Abrí la Cancha Radio:
«En aquellos días el presidente del club era Martín Benito Noel. Diego llega a Boca por decisión de Josep María Minguella, representante de jugadores catalán. El ya había arreglado con Argentinos Juniors su adquisición al Barcelona. Pero por cupo de extranjeros, tenían que tenerlo un año más acá y decidieron que estuviera en un equipo grande. En 1980, en la revista Goles, Maradona salió en tapa con la camiseta de Boca. En ese día, Próspero Cónsoli – socio y plateista de Boca – se opuso en Comisión Directiva abortando su pase. Pero Minguella tenía la orden de llevarlo a un equipo grande”.
Consultado por Abrí la Cancha Radio, el dirigente Pablo Abbatángelo, hijo de Pirulo Abbatángelo, Secretario General de Boca Juniors en esos días, recordó aquellos días intensos: «En un vuelo entre Mar del Plata y Aeroparque, mi papá cerró con Héctor Ricardo García, dueño de Crónica, la llegada de Diego a Boca. Algo pasó en el medio y García se abrió del negocio. Pero la directiva había tomado la decisión de contratar a Diego. Enterado de ésto, el Contraalmirante Carlos Alberto Lacoste – cara visible del EAM 78 – citó a mi Papá en una oficina de la avenida Corrientes y le dijo que Diego, en Argentina, solo podía jugar en River. Papá trató de cambiar de tema y Lacoste fue claro: En River o nada, haciendo la señal de la cruz. Una vez que volvió a casa y me comentó la situación, le pregunté que iba a hacer. Mi Papá, con un gesto muy característico de él, tirando el mentón para abajo – ese de ´que se yo´- me dijo: ya tenemos todo arreglado con Diego, qué sea lo que Dios quiera«.
El jueves 12 de febrero de 1981, Boca Juniors y Argentinos Juniors llegaron a un acuerdo: Boca pagaría cuatro millones de dólares por un préstamo por dos años; y cedería en forma definitiva a Osvaldo Santos, Eduardo Rotondi, Carlos Randazzo y Carlos Horacio Salinas; también irían a Paternal a préstamo Mario Zanabria y Miguel Àngel Bordón. Nunca una transferencia había generado tanta expectativa. Finalmente, luego de un largo tira y afoja, en el mediodía del viernes 20 febrero de 1981, ante las cámaras de Canal 13 y la conducción de Juan Carlos Mateyko, Diego Maradona firmó contrato con el Club Atlético Boca Juniors.
Por contrato, Argentinos Juniors y Boca Juniors debían jugar un amistoso en la Bombonera. Se disputó aquel viernes 20 de febrero, a dos días del comienzo del campeonato. En el primer tiempo, Maradona jugó con la camiseta blanca de Argentinos Juniors. En el segundo tiempo, Diego por primera vez vistió la camiseta xeneize. Desde la tribuna de Casa Amarilla bajó un cantito que trascendió el tiempo:
«Vale diez palos verdes / Se llama Maradona / Lo quería Barcelona, Lo quería River Plate, Maradona es de Boca, porque gallina no es”
FUTBOL Y DEVALUACION
Llegó la primera fecha del Metropolitano. Domingo 22 de febrero de 1981. Boca debutaba ante Talleres de Córdoba. River Plate ante Instituto, otro club cordobés beneficiado por la Resolución 1309. Entradas agotadas desde temprano. Diego arrastraba un fuerte contractura en su pierna izquierda. Fue necesario infiltrarlo. Cuando salió el equipo a la cancha, más de 70.000 hinchas vibraron con un nuevo grito: «Maradoooo«. En una de las cabinas de prensa, haciendo su debut en Radio El Mundo, el relator uruguayo Víctor Hugo Morales hacía su aparición en nuestro medio.
Boca formó con: Boca Juniors: Hugo Gatti; Hugo Alves, Rubén Acevedo, Roberto Mouzo y Carlos Córdoba; Marcelo Trobbiani (Abel Álvez), Jorge Quiroz y Diego Maradona; Osvaldo Escudero, Miguel Brindisi y Hugo Perotti. DT: Silvio Marzolini.
Boca goleó 4 a 1, con un par de goles de penal de Diego Maradona y dos definiciones de Miguel Brindisi. Una dupla que desde un primer momento se entendió a la perfección. Esa tarde, River igualó en Córdoba ante Instituto. Racing, con la conducción de José Omar Pastoriza, derrotó 2 a 0 a Huracán en Patricios. Por su parte, Ferro Carril Oeste – en total silencio – venció 3 a 1 a Sarmiento en Junín.
Esa tarde, Boca Juniors-Talleres recaudó 1.029 millones de pesos. El cambio oficial del dólar era $2.250. Esa tarde, el debut de Maradona recaudó casi 458.000 dólares.
En la segunda fecha, Boca – nuevamente local – recibía a Instituto de Córdoba, dirigido por Alfio Basile. El pase de Maradona obligaba a jugar amistosos entresemana. El jueves anterior al partido, Boca se presentó en Mendoza ante Independiente Rivadavia. Diego seguía en una pierna. Una multitud volvió a acompañar al equipo, pero dentro del campo de juego, la jerarquía del tucumano Juan José Meza – campeón del Mundo juvenil 1979 – y el talentoso Salvador Mastrosimone, manejaron el partido. Boca e Instituto igualaron 2 a 2. Diego convirtió los dos goles xeneizes, el segundo, con su pierna derecha.
En la semana previa a la tercera fecha, se confirmó la hepatitis de Marcelo Trobbiani. Quedaría afuera por tres meses. Una baja por demás sensible que obligó a la directiva xeneize la búsqueda de un nuevo volante central. En la tercera fecha, El Boca de Maradona se presentó por primera vez de visitante. Domingo 8 de marzo. Huracán recibió a Boca en el Ducó. Marzolini decidió poner a Roberto Pasucci – tradicional número 5 – como primer central junto a Roberto Mouzo. Bajo un clima enrarecido por la presencia de Miguel Brindisi, Boca venció 2 a 0, goles convertidos en el segundo tiempo por Osvaldo Escudero y el propio Miguel Brindisi.
El cuerpo de Maradona no daba para más. La rotura fibrilar en su pierna izquierda era una tortura. Luego del partido ante Huracán, Diego se plantó: «Me paro, no doy más. Tiro pla pelota adelante y cuando pico parece como si me estuviesen pegando trompadas en la pierna. Quiero parar una semana por lo menos. No quiero jugar el miércoles y el domingo no sé. Depende como ande…«.
Los 34 partidos del Metropolitano obligaron a jugar gran cantidad de partidos entresemana. Sin Maradona, Boca recibió a Platense en la noche del miércoles 11 de marzo de 1981. Volvieron al equipo los veteranos Jorge Benitez y José Luis Tesare, uno de los pocos sobrevivientes del ciclo Lorenzo. También jugó Norberto Outes. Boca ganó 3 a 2 en un partido muy luchado. Miguel Brindisi y el Mono Perotti marcaron dos goles de tiro libre en el primer tiempo. Platense igualó con goles de Enrique Oviedo. Sobre el final, la cabeza de Vicente Pernía le dio el triunfo a Boca.
El domingo 15 de marzo, Boca se presentó en Junín ante Sarmiento. La ciudad se revolucionó con la presencia xeneize. Alerta roja: en la semana, Hugo Gatti adujo una lesión. En verdad, el Loco estaba en conflicto con la Comisión Directiva. En el arco xeneize estaría Carlos Alberto Rodríguez. La Pantera estaba en Boca desde 1977. En aquel 1981 estuvo a punto de irse del club. Entrevistado por Abrí la Cancha Radio, el arquero recordó:
“Aquel Metro 1981 fue el sueño del pibe hecho realidad. En 1980 fui a préstamo a All Boys y San Lorenzo de Mar del Plata. El 10 de enero de 1981 volví a Boca pero me quería ir a Estudiantes de La Plata. El problema era que no tenía el pase. Voy a Boca y les pedí el pase pero el club me pidió 200.000 dólares. Le dije a Carlitos Bello, dirigente del club: “Si tuviera esa plata no estaría hablando con vos sino que estaría en Miami rascándome las pelotas“. Pero surgió el cimbronazo de la llegada de Diego y me terminé quedando. Gatti se lesionó en la cuarta fecha y entré en el segundo tiempo ante Instituto. Comencé como titular ante Sarmiento en Junín. Esa tarde le atajé un penal a Sergio Apolo Robles. Desde ahí fui titular durante casi todo el campeonato, con compañeros fantásticos como Diego Maradona o Miguel Brindisi»
Sarmiento y Boca jugaron un partido plagado de incidencias. Abel Álvez, de cabeza, abrió el marcador a los 41 minutos. Dos minutos después, Sergio Apolo Robles – a préstamo de Boca – tuvo el empate verde en sus piés, pero la Pantera Rodríguez atajó su remate. Apenas comenzado el segundo tiempo, Robles igualó el partido. Brindisi – de penal – puso el 2 a 1 final.
Pero un suceso extradeportivo amenazaba la vida de los argentinos. El modelo de especulación financiera ideada por José Alfredo Martínez de Hoz, ministro de Economía durante el gobiero de Videla, se estaba rompiendo día a día. ¿Que pasaría con el contrato dolarizado de Diego Maradona y tantos otros firmados en el fútbol argentino?
Por la sexta fecha, Boca recibió a Unión de Santa Fe. Domingo 22 de marzo. Sin Diego Maradona, aun convalenciente de su lesión en la pierna derecha, hizo su debut el uruguayo Ariel Krasouski. El oriental llegó desde Montevideo Wanderers donde era compañero de Enzo Francescoli. Aquella tarde, Boca se impuso 2 a 0, goles de Miguel Brindisi y el Tano Pernía en el primer tiempo. Brindisi en su segunda juventud. Número 8 de galera y bastón, su nivel era superlativo. Nadie espero un rendimiento tan alto para un futbolista que tenía casi 15 años de fútbol profesional en sus pies.
Nueva jornada entresemana. Boca visitó a San Lorenzo en Parque de los Patricios. Miércoles 25 de marzo de 1981. La pérdida del Gasómetro era un dolor a flor de piel en Boedo. Con el mediocampo Jorge José Benítez – Ariel Krasouski – Miguel Brindisi como puntal, Boca dio vuelta el partido y venció 2 a 1 al Ciclón, goles del Beto Outes y Miguel Brindisi, de tiro libre.
Boca era líder del campenato, pero tenía un rival que era tan inesperado como molesto. Carlos Griguol llegó a Ferro Carril Oeste a comienzos de 1980. Comenzó a trabajar los engranajes de una máquina de fútbol que comenzó a desarrollarse a partir de aquel Metro 1981.
Domingo 29 de marzo. Luego de cuatro fechas, regresaba Diego Maradona. Enfrente, Newell´s Old Boys, con una pareja de centrales de lujo: Juan Simón y Daniel Killer. En el medio, el Tolo Gallego y Roque Alfaro. Arriba: Cucurucho Santamaría, Chirola Yazalde y Rolando Barrera. Partidazo en la Bombonera. Bajo una tenue lluvia, Newell´s se puso en ventaja por intermedio de Miguel Brindisi. Igualó Héctor Yazalde, de penal. En el entretiempo, Diego se enojó con sus compañeros. Pelusa lo contó en su biografía. Cuando llegó al vestuario arrojó su camiseta al piso y dijo: “Yo no juego más porque amagan con pasarme la pelota y no me la dan”. Antes de comenzar el segundo tiempo, el veterano Vicente Pernía le dijo: «La camiseta de Boca no se tira al suelo. Es una falta de respeto. No te la pongas porque la tiraste y no vas a entrar. La próxima vez te golpeamos». Diego pidió disculpas y exigió entender por qué no se la pasaban. Pernía le explicó: «Nosotros conocemos a La 12 mejor que vos y no te damos la pelota porque siempre estás con una marca encima. Y si te la quitan, te van a insultar de los cuatro costados del estadio. Es para protegerte”. Diego le respondió: “A mi denme la pelota siempre que si me insultan me la banco”. En la segunda etapa, la Bombonera enmudeció cuando Santiago Santamaría puso en ventaja a la visita. Sobre el final, Maradona igualó de penal.
El 29 de marzo de 1981, Jorge Rafael Videla dejó el poder. Junto a él, su cómplice en la maquinaria de destrucción: el ministro José Alfredo Martínez de Hoz. Asumió el General Roberto Eduardo Viola. La cartera de Economía le correspondió a Lorenzo Sigaut. El 1 de abril se anunció una devaluación del 30% del Peso junto a otras medidas. Sigaut acuñó una frase que quedó en la historia: Quien apuesta al dólar, pierde. Palabras al viento. La divisa estadounidense se fue por las nubes. La devaluación mensual terminó siendo del 225%. El fútbol argentino padeció sus contratos dolarizados. El contrato de Diego Maradona comenzó a ser un grave problema. Diego percibía 60.000 dólares mensuales, una cifra inalcanzable. Con los años, Domingo Corigliano, quién fue presidente de Boca en 1984, recordó: «Miguel Brindisi cobraba 5.000 dólares mensuales. Con la devaluación, Miguel fue a mi oficina y me dijo: Boca hoy no puede pagarme ésto, hagamos un contrato en pesos. Ese gesto sólo lo tiene un señor como Miguel Brindisi«.
La devaluación y el alza del Dólar no fue un problema sólo para Boca. River sufrirá por años el contrato de Mario Alberto Kempes y otros jugadores. Hasta el humilde Sarmiento de Junín padeció por 31 años el juicio de despido de Roberto Perfumo.
El campeonato siguió su curso. Pero algo crujía dentro del plantel de Boca. Silvio Marzolini y Gustavo Habbeger – preparador físico y futuro entrenador xeneize en 1993 – se habían decidido por la zaga Roberto Passucci – Roberto Mouzo. Diego Maradona quería a Oscar Ruggeri, quién no era tenido en consideración. En su briografía (Yo soy El Diego, 2000), Maradona convocó a Mouzo, Pernía y Brindisi a una reunión donde le plantearon al entrenador la necesidad que juegue Ruggeri. Domingo 5 de abril de 1981. La Doble Visera repleta. Con la zaga Oscar Ruggeri-Roberto Mouzo, Boca derrotó 2 a 0 a Independiente. Diego convirtió un golazo cuando finalizaba la primera etapa. El propio Ruggeri, de palomita, marcó el segundo gol boquense. Finalizado el partido, Diego declaró: «En el gol, Miguel me la puso como los dioses. Solo tuve que dar ese pequeño salto y pegarle lo más esquinado posible para que Fossatti no llegara. No estoy conforme con mi actuación, aunque de a poco estoy entrando en dinámica. Acá todos corren, todos meten y todos crean«.
Llegó el Superclásico. Viernes 10 de abril de 1981. Una lluvia persistente puso en duda el clásico. Dentro del campo de juego, dos constelaciones de cracks. River, dirigido por Ángel Labruna, con Fillol en el arco; Eduardo Saporiti, José Luis Pavoni, Daniel Passarella y el Conejo Tarantini; Juan José López, Mostaza Merlo y el Beto Alonso; Pedro González, Mario Kempes y Emilio Nicolás Commisso. En el banco, Ramón Díaz y dos bronces: Agustín Cejas y René Houseman. Por su parte, Boca formó con Carlos Rodríguez; Vicente Pernía, Roberto Mouzo, Oscar Ruggeri y Carlos Córdoba; Jorge José Benítez, Ariel Krasouski y Diego Maradona; Osvaldo Escudero, Miguel Brindisi y Omar Perotti.
Con el comienzo del partido, la lluvia se intensificó. La paupérrima iluminación de la Bombonera hacía dificil seguir el partido. El árbitro Arturo Ithurralde expulsó al Pichi Escudero y a Mostaza Merlo. River en desventaja. En el segundo tiempo, todo fue a pedir de Boca. Miguel Brindisi abrió el marcador a los diez minutos de la segunda etapa. Cinco minutos después llegó el segundo gol del 8. Pero la joya, el gol inolvidable, sucedió a los 22 minutos, luego de una gran jugada de Cacho Córdoba. Diego, en el área, desparramó a Fillol y Tarantini antes de definir con infinita calidad. Boca 3-0 River.
La devaluación obligó a una seguidilla de amistosos entresemana. 48hs después del triunfo ante River, Boca se presentó ante Gimnasia de Jujuy en San Salvador, con la obvia presencia de Diego. El miércoles 15 de abril, Boca se presentó ante Vélez Sársfield, que ganó 1 a 0, gol de Lulu Sanabria. Los amistosos eran una constante. El viernes 17 de abril, Boca se presentó en Paranà ante un combinado local. Victoria 3 a 1, con otro partido integro de Maradona. Luego de una semana demoledora, Boca se presentó ante Argentinos Juniors – dirigido por Juan Carlos Lorenzo – en la Bombonera. Domingo 19 de abril. Por contrato, Diego no podía enfrentar a su ex club. Marzolini acudió al Chino Benítez, desafectado del plantel junto a otros históricos como Jorge Ribolzi o Heber Mastrángelo. Los xeneizes ganaron 2 a 0, goles de Jorge Benìtez y Miguel Brindisi. Boca había jugado cinco partidos en nueve días.
Los amistosos continuaron. Miércoles 22 de abril. Boca igualó 1 a 1 ante un combinado tucumano en cancha de San Martín. El trajín era imposible de sostener. El domingo siguiente, Boca visitó los tablones de 1 y 55. Estudiantes de La Plata estaba realizando una campaña muy floja. Fue un partido durísimo. El Pichi Escudero abrió el marcador en el primer tiempo. Maradona puso el 2 a 0 a los ocho minutos del segundo tiempo. Descontó Sergio Gurrieri. El juego se endureció. El árbitro Teodoro Nitti expulsó a los dos Chinos: Jorge Benítez y Jorge Coudannes. También a Miguel Ángel Russo. Boca ganó 2 a 1.
14ª fecha del Metropolitano. Jueves 30 de abril de 1981. Colón de Santa Fe visitó la Bombonera. Boca goleó 3 a 0, con tantos de Diego Maradona – en el primer tiempo -, Hugo Osmar Perotti y Miguel Ángel Brindisi. Se venía el partido ante el escolta. Boca debía visitar a Ferro Carril Oeste en Caballito. La campaña de Ferro era asombrosa. Jugadas catorce fechas, el equipo de Griguol había ganado ocho de trece partidos. Venía de caer, sorpresivamente, ante Racing en su estadio. Domingo 3 de mayo. Estadio repleto. Ferro formó con Carlos Barisio; Roberto Gómez, Héctor Cúper, Silvio Sotelo y Oscar Garré; Carlos Arregui, Gerónimo Saccardi y Adolfino Cañete; Claudio Crocco, Julio César Jiménez y Miguel Ángel Juárez. Por su parte, Silvio Marzolini alineó a Carlos Rodríguez; Hugo Álves, Roberto Mouzo, Oscar Ruggeri y Carlos Córdoba; Abel Alves, Ariel Krasouski y Miguel Ángel Brindisi; Osvaldo Escudero, Diego Maradona y Hugo Perotti. Fue un partido durísimo. Nadie dio un palmo de ventaja y fue el primer 0 a 0 de Boca en el campeonato.
Domingo 10 de mayo. Por la mañana, lluvia intensa. Por la tarde, La Sinfónica de Rosario Central visitó Brandsen 805. El cuerpo técnico ante dos cambios obligados. Por lesiones, Miguel Brindisi y Osvaldo Escudero no podrían jugar. Marzolini decidió el ingreso de Carlos Puma Morete y un pibe del club llamado Jorge Ernesto Ramoa. Con tan sólo un puñado de partidos en Primera, el compromiso era muy importante. Pasados los años, Coco Ramoa recordó la charla técnica previa al partido: «Marzolini le dice a Diego que jugara de 10 y a mí me dijo que jugara a un costado; pero Diego, de 20 años, ya tenía gran personalidad y le comentó al director técnico que dejara a ‘Coco’, ya en esa época me decía así, de 10 y que él se quedaba más adelantado. Eso para mí fue muy motivante, porque fue un gran reconocimiento que me dijera que yo de 10 y él más de punta»
Luego de un primer tiempo sin goles, el segundo tiempo fue un festival de goles y emociones. El Puma Morete abrió el marcador. Igualó el Patón Bauza de tiro penal. Abel Álvez, con un preciso cabezazo, desniveló para Boca. Nuevo empate canalla, con un golazo de tiro libre de Omar Palma. Cuando faltaban instantes para el final del partido, Jorge Vigliano cobró un dudoso penal a favor de los locales que convirtió Diego Maradona.
HAY QUE BAJAR A BOCA
Quedaba un partido para el final de la primera rueda. Jueves 14 de mayo de 1981. La lluvia fue una constante del campeonato. En el Monumental, Racing recibió a Boca Juniors. Fue un partido muy intenso. Miguel Ángel Brindisi abrió el marcador. Julio Olarticoechea igualó con un remate desde afuera del área. Sobre el final del partido, el árbitro Ducatelli expulsó al propio Vasco y a Leroyer en la Academia. También a Abel Álves. Empate dificil y trabajado para el líder del campeonato.
Boca le sacaba cinco puntos a Ferro Carril Oeste. Una distancia apreciable que parecía definitiva a esa altura del campeonato. Pero el cansacio comenzó a hacer mella en el equipo xeneize. En el comienzo de las revanchas, Boca visitó a Talleres en el Chateau Carreras. Domingo 17 de mayo. La T se vengó de la derrota en la Bombonera y ganó 1 a 0, gol convertido por la Pepona Reinaldi a los 31 minutos del segundo tiempo.
En una entrevista a la revista El Gráfico, Silvio Marzolini analizó la actualidad del equipo: «Boca es un equipo dificil de vulnerar. Tenemos un promedio de dos goles por partido y no estamos ahí por golear a los equipos más flojos. ¿Sin Maradona, Boca estaría donde está? No sé, es dificil decirlo. Boca ganó todos los partidos que jugó sin Diego, pero no me engaño y sé que no debo guiarme por eso».
A pesar de la negativa de los jugadores, volvieron los amistosos. Era necesario recaudar para hacer frente los sueldos de un plantel. Hugo Gatti, recuperado de su lesión, entró en conflicto por su contrato y se negó a jugar. El miércoles 20 de mayo, Boca recibió al Español de Barcelona en la Bombonera. Un empate sin goles con gusto a muy poco.
Instituto fue una de las grandes revelaciones de la temporada. Venía de convertirle cinco goles a River en el Monumental con una actuación fantástica de Rodolfo Rodríguez y Raúl de la Cruz Chaparro. Boca visitó nuevamente el Chateau el domingo 24 de mayo. Ante la Gloria cordobesa, Boca no pudo desplegar nunca su juego. A los 30 minutos fue expulsado Oscar Ruggeri. Desde ese momento, Boca aguantó el resultado. El resultado fue el 0 a 0 final. Una luz de alarma se prendió en el mundo Boca: de los últimos seis puntos, Boca obtuvo sólo dos con un solo gol convertido.
24 horas después de empatar ante Instituto, Boca se presentó en el Malvinas Argentinas de Mendoza. El interín de amistosos era demoledor. Con goles de Cacho Córdoba y el Heber Mastrángelo, Boca derrotó 2 a 0 a Deportivo Guaymallén. Llegó la 20° fecha. Boca recibió a Huracán en la Bombonera. Ariel Krasouski y Carlos Morete pusieron en ventaja a Boca a los 25 minutos del primer tiempo. Pero el vértigo del momento le jugó una mala pasada a Boca. Con diez hombres, Huracán jugó un gran partido. Descontó Claudio Marangoni, de tiro penal, y en los primeros minutos del segundo tiempo igualó Néstor Candedo. El árbitro Arturo Ithurralde expulsó al Tano Pernía; y cuando la frustración parecía hacerse carne en Brandsen 805, tiro libre para Boca. La pegada de Miguel Brindisi y la cabeza del uruguayo Krasouski, en tiempo cumplido, puso el 3 a 2 final.
Luego del triunfo ante Huracán, los jugadores xeneizes le plantearon un ultimátum a la directiva: no querían más partidos amistosos hasta la finalización del Metropolitano. Luego del triunfo ante Huracán llegó, tal vez, uno de los mejores partidos de Boca en el campeonato. Fue el jueves 5 de junio de 1981. Aquella noche, en el José Amalfitani de Liniers, Boca goleó 4 a 0 a Platense. Fue una actuación desbordante de fútbol, con un Diego Maradona en plan estelar, autor de dos goles. Hugo Osmar Perotti y Ariel Krasouski rubricaron una goleada que tuvo en Carlos Rodríguez, la Pantera, una figura al contener un penal ejecutado por Heriberto Correa. El domingo, Ferro Carril Oeste derrotó 1 a 0 a Newell´s en el Parque de la Independencia. El campeonato ya parecía cosa de dos equipos: Boca 33 puntos; Ferro, 30.
Pero Diego Maradona estaba en centro de la tormenta. Un día antes del partido ante Platense fue entrevistado por Natalio Gorin para El Gráfico. Diego disparó su frustración: «Sólo un estúpido puede decir que a mí no me gusta entrenar. Que le pregunten a los que saben«. También habló sobre su relación con Silvio Marzolini: «Al principio chocamos. Creo que Silvio se equivocó conmigo, y yo me llevé una mala impresión de él, porque enseguida lo comparé con Miguel Ángel López, el técnico que tenía en Argentinos. Después nos fuimos conociendo y ahora la relación es buena. Sabe mucho y tiene un estilo parecido al de Menotti».
Por la 22° fecha, Boca recibió a Sarmiento en la Bombonera. Fue una actuación deslucida del equipo xeneize. Los juninenses, de gran campaña en la segunda rueda del certamen, maniataron por momento a los locales. Carlos Morete abrió el marcador en el primer tiempo. Abel Álvez convirtió el segundo gol xeneize. Sobre el final, el Toti Iglesias descontó para los verdes. Esa noche, la paupérrima iluminación de la Bombonera conspiró con el espectáculo. Se veía tan poco que los colores oscuros de las camisetas se confundían. Los jugadores visitantes jugaron el segundo tiempo con unas camisetas blancas con números puestos de apuro. Tan notorio fue el apuro que muchos se fueron despegando en el transcurso del juego.
El domingo siguiente, Boca sufrió un duro traspié en Santa Fe. Unión jugó el partido con inusitada intensidad. Una cacería de piernas xeneizes. Unión ganó 2 a 0, goles del sanjuanino Fernando Husef Alí. Nuevamente las dudas. El repaso a la tabla de posiciones. Ferro derrotó 1 a 0 a River en el Monumental y quedaba a dos puntos de Boca Juniors. El domingo siguiente, por la 24° fecha, Boca recibió a San Lorenzo de Almagro. El Ciclón comenzaba a asomarse hacia un abismo tal vez imprevisto pocas fechas atrás. En una tarde sensacional, Boca goleó 4 a 0 a San Lorenzo. La actuación de Miguel Ángel Brindisi fue superlativa. Autor de un golazo de emboquillada de una inmensa belleza. Esa tarde, recuperado de la hepatitis, volvió al equipo Marcelo Trobbiani. La lucha por el campeonato seguía siendo un cabeza a cabeza. En Caballito, Ferro goleó 3 a 0 a Vélez Sársfield.
TEMBLADERAL
Miércoles 24 de junio de 1981. Boca y una visita de riesgo: Newell`s en el Parque de la Independencia. Aquella noche volvió Pancho Sá al primer equipo. Partido disputadísimo. A los 14 minutos, Jorge Benítez abrió el marcador. Apenas comenzado el segundo tiempo, el árbitro Teodoro Nitti expulsó a Daniel Killer y Ariel Krasouski. Sobre el final, Roberto Passucci marcó el segundo gol de un triunfo notable.
26ª fecha. Domingo 28 de junio de 1981. Partido de alto vuelo en la Bombonera. Independiente, con el regreso de Enzo Trossero luego de su paso por Francia, fue a buscar el invicto que Boca tenía en su estadio. Un duelo de estrellas, porque los Diablos Rojos tenían jugadores de inmensa jerarquía: Mario Goyén, Hugo Villaverde, Jorge Olguín, Mario Killer, Antonio Alzamendi, Alejandro Barberón y el inmenso Ricardo Enrique Bochini. Osvaldo Mazo puso en ventaja a Independiente luego de una habilitación sensacional del Bocha. Cuando parecía que la victoria se iba hacia Avellaneda, Diego Armando Maradona igualó el partido. Para el recuerdo, la tijera del Vikingo Trossero buscando despejar el remate.
Tramo final del campeonato. Con siete fechas por delante, Boca Juniors visitó el Monumental. Domingo 5 de julio de 1981. Una expectativa inmensa. Silvio Marzolini sacó a Pancho Sá y ubicó en la zaga a Roberto Anibal Passucci. Un Monumental repleto esperó la salida de los equipos. Dos verdaderas selecciones.
River Plate: Ubaldo Fillol; Pablo Comelles, Alberto Tarantini, Daniel Passarella y Héctor López; Hugo Iervasi, Reinaldo Merlo y Norberto Alonso; Ramón Díaz, Mario Kempes (Juan José López) y Juan Carlos Heredia (René Houseman). DT: Ángel Labruna.
Boca Juniors: Carlos Rodríguez; Vicente Pernía, Roberto Passucci, Roberto Mouzo y Carlos Córdoba; Jorge Benítez, Ariel Krasouski y Diego Maradona; Osvaldo Escudero, Miguel Brindisi y Hugo Perotti (Marcelo Trobbiani). DT: Silvio Marzolini.
Clásico de dientes apretados. El primer tiempo finalizó igualado 0 a 0. 10 minutos del segundo tiempo. Gran jugada del Pichi Escudero por la izquierda. Centro pasado. Fillol tapó un cabezazo goleador de Perotti. El rebote le quedó a Diego, quién jugó hacia su derecha. Con sutil toque de derecha, Maradona consumó otra obra de arte. Minutos más tarde, Mario Kempes empató luego de un rebote que dio Rodriguez tras un tiro libre de Daniel Passarella. 1 a 1 final.
Luego del tembladeral de Independiente y River Plate, el equipo xeneize pareció despejado su camino hacia el título. Jueves 9 de julio de 1981. Vélez Sársfield – el equipo que se había quedado con el invicto boquense – visitó la Bombonera. A los 5 minutos, Diego Maradona abrió el marcador. Pero el eterno Carlos Bianchi selló el 1 a 1 final. Nervios. Finalizada la 28ª fecha, Boca tenía 41 puntos; Ferro Carril Oeste 40 y un dato respetable: el equipo de Griguol no había recibido goles en las últimas ocho fechas.
Pero los nervios se crisparon el domingo 12 de julio de 1981. 29ª fecha. Boca visitó a Argentinos Juniors en el José Amalfitani sin la presencia de Diego Maradona. Los Bichos Colorados peleando la zona baja de la tabla. Dirigidos por José Varacka, Argentinos alineó a cinco de los futbolistas que Boca envió a La Paternal a cambio de Diego: Osvaldo Santos, Miguel Bordón, Carlos Randazzo, Mario Zanabria y el Loco Salinas. El partido finalizó 2 a 2. Esa tarde, Ferro Carril Oeste derrotó 2 a 0 a Rosario Central e igualó a Boca en la tabla.
Nervios. Muchos nervios. En las tribunas y en la tesorería. Los contratos en dólares comenzaban a ser una cruz. En aquellos días, Domingo Conigliaro declaró: «Estuve reunido con Jorge Cyterspiller, representante del jugador, y ellos están abiertos a solucionar el problema que estamos teniendo. Maradona es un muchacho sensible y está alineado con el club. Nosotros no podemos tener más que palabras de agradecimiento. Maradona no está en posición de acreedor sino que nos está apoyando en todo. Este lunes comienza la renovación de palcos y plateas, junto a la rifa del club, y esperamos recaudar tres millones de dólares. Sabemos que la situación de Morete y Trobbiani – otros contratos en dólares – es compleja, pero esperamos movernos con tope del dólar financiero«.
Con cinco partidos por delante, Boca se jugaba un mano a mano con Ferro, a quién debía enfrentar en la antepenúltima fecha en un partido definitorio. La actuación de la Pantera Rodríguez ante Argentinos generó muchas dudas. La Comisión Directiva xeneize arregló su conflicto con Hugo Gatti, quién regresaría al equipo luego luego de tres meses. Se venía Estudiantes de La Plata, muy comprometido con el descenso. En la noche del sábado 18 de julio, el plantel xeneize concentraba en La Candela, el predio que Boca Juniors tenía en San Justo. De la nada, la Barra Brava xeneize se hizo presente. La apretada fue brava. Con armas arriba de la mesa.
38 minutos del primer tiempo. Bombonera expectante. Hugo Gatti anticipó a Patricio Hernández fuera del área. Corriendo en diagonal llevó la pelota hasta mitad de cancha donde se la entregó a Hugo Perotti. Un pase del 1 al 11. En velocidad, el Mono se sacó dos jugadores de encima y definió cruzado ante la salida de Enrique Vidallé. Un gol memorable para un triunfo que descomprimió un clima muy denso. Esa tarde, Ferro venció 1 a 0 a Racing, gol del paraguayo Adolfino Cañete.
Recta final del torneo. Boca visitó a Colón en el Cementerio de los Elefantes. El equipo santafesino al borde del descenso. Una derrota lo condenaría al descenso. A los 33 minutos de juego, una espléndida corrida de Diego Maradona por izquierda. Daniel Wermer salió a romperlo. Diego aguantó el golpe y envió un centro perfecto que Pichi Escudero mandó a la red. El partido se jugó al borde del ataque de nervios. En el segundo tiempo, Colón salió a la cancha con una extraña camiseta albiceleste. Apenas comenzado el segundo tiempo fue expulsado Wermer. A los 9 minutos, Hugo Perotti puso el 2 a 0. Los jugadores de Colón se alteraron. Andrés Rebottaro se fue expulsado. A los 33 minutos, el equipo local abandonó el campo de juego disconforme con los fallos del árbitro Juan Carlos Loustau. Esa tarde, sobre el final del partido, Talleres le igualó a Ferro Carril Oeste. El equipo de Griguol había recibido su primer gol en contra en 11 partidos.
Se venía el partido del campeonato. Ferro Carril Oeste visitaría la Bombonera. Boca, 46 puntos; Ferro, 45. Un duelo de estilos: el fútbol de alto vuelo de Maradona ante la mecanización del Ferro de Griguol. Una espectativa desbordante. Llegó el día señalado. Domingo 2 de agosto de 1981. Tarde lluviosa, una constante del campeonato. Antepenúltima fecha del Metropolitano. El país consternado por la llegada de Frank Sinatra. Boca y Ferro se jugaban el campeonato.
Boca Juniors: Hugo Gatti; José María Suárez, Roberto Mouzo, Oscar Ruggeri (Jorge Quiroz) y Carlos Córdoba; Jorge Benítez, Abel Álvez (Roberto Passucci) y Diego Maradona; Osvaldo Escudero, Miguel Brindisi y Hugo Perotti. DT: Silvio Marzolini.
Ferro Carril Oeste: Carlos Barisio; Roberto Gómez, Héctor Cuper, Juan Domingo Rocchia y Oscar Garré, Carlos Arregui, Gerónimo Saccardi (Jorge Brandoni) y Adolfino Cañete; Claudio Crocco, Julio César Giménez (Alberto Márcico) y Miguel Ángel Juárez. DT: Carlos Griguol.
Los dos estilos quedaron plasmados dentro del campo de juego. Ferro hizo un trabajo casi perfecto. Hugo Gatti fue la gran figura de Boca tapando un remate a bocajarro de la Bruja Juárez. El Loco hizo La de Dios. Cuando el partido se encaminaba hacia el 0 a 0, llegó la jugada que determinó el campeonato. Habilitación perfecta de Diego a Hugo Osmar Perotti. Mario Gómez que no cierra. El Mono definió con inmensa clase provocando una avalancha que quedará en el recuerdo por su espectacularidad. Boca 1-0 Ferro.
Con dos partidos por delante y tres puntos de distancia – en esa época, cada victoria valía dos unidades – Boca era virtual campeón. La vuelta olímpica podía tener el Gigante de Arroyito como escenario. Una inmensa caravana xeneize partió temprano hacia Rosario. Domingo 9 de agosto de 1981. Una tarde de sol radiante. Con empatar ante Rosario Central, Boca tendría casi todo el campeonato en el bolsillo. Ante un rival de cuidado, Silvio Marzolini empleó un sistema defensivo. El primer tiempo finalizó igualado sin goles. En Caballito, Ferro goleaba 3 a 0 a Huracán. Nervios. Sobre todo, cuando Jorge García, de tiro libre, abrió el marcador. Boca al ataque. Minuto 29. Penal para Boca. El remate de Diego Maradona pegó en el travesaño. En Arroyito, Ganó 1 a 0 Rosario Central. Pero las muecas de tristeza se convirtieron en festejo con un resultado increíble: Huracán había igualado el partido en Caballito. Con una fecha por delante, la distancia era de dos puntos.
Llegó la fecha final del Metropolitano. Sàbado 15 de agosto de 1981. Tensión en la parte y baja de la tabla. En la Bombonera, Boca recibía a Racing, de buena campaña y grandes jugadores. En Caballito, San Lorenzo y Argentinos Juniors se jugaban la permanencia en Primera División. La Academia llegó a la Bombonera con dos objetivos: ahogar la fiesta xeneize y lograr que Juan Ramón Carrasco se consagre goleador de la temporada. Una multitud colmó el estadio. La vuelta olímpica parecía impostergable.
Boca Juniors: Hugo Gatti; José María Suárez, Roberto Mouzo, Oscar Ruggeri y Carlos Córdoba; Jorge Benítez, Roberto Passucci y Diego Maradona; Osvaldo Escudero (Marcelo Trobbiani), Miguel Brindisi y Hugo Perotti. DT: Silvio Marzolini.
Racing Club: Alberto Vivalda; Julio Olarticoechea, José Van Tuyne, Ángel Leroyer y Osvaldo Pérez; Juan Barbas, José Orlando Berta y Juan Ramón Carrasco; Gabriel Humberto Calderón, Hugo Villarruel (Omar Roldán) y José Muniz (Carlos Caldeiro). DT: José Omar Pastoriza.
Pero el protagonista del partido fue el árbitro Abel Gnecco. Semanas atrás, en Junín, en un partido caliente, había expulsado tres jugadores. Aquella tarde, a los cinco minutos de juego expulsó a Perotti y Olarticoechea. A los 13, fue Cacho Córdoba quién vio las duchas. Instantes después, la roja la vió el uruguayo Juan Carrasco. Cuatro expulsados a los 16 minutos de juego.
Nervios. Racing era un paredón defensivo. 9 contra 9, el partido era para cualquiera. Hasta que a los 43 minutos, una gran habilitación de Brindisi dejó sólo a Maradona de cara al arco rival y Beto Vivalda le comete un claro penal. Diego, nuevamente ante los doce pasos. Como la semana anterior en Rosario. Esta vez eligió un tiro bajo que se transformó en el 1 a 0 para Boca.
En el segundo tiempo, Racing buscó el empate. Minuto 43. Gran desborde del defensor José Daniel Van Tuyne, centro desde la derecha, y la aparición de Omar Pedro Roldán. Partido 1 a 1. Los nervios envolvieron la Bombonera. Ferro goleaba 3 a 0 a Platense. Si la Academia daba vuelta el partido, al no haber goal average, Boca y Ferro debían jugar un desempate. Minuto 44. Roberto Anibal Passucci es expulsado por el árbitro Gnecco. 8 contra 9. Silencio sepulcral. En la última jugada del partido, en posición inmejorable, Roldán estuvo a punto de darle el triunfo a la Academia.
Final. Boca campeón del Metropolitano de 1981. Fiesta eterna en la Ribera. La esperada vuelta olímpica. Diego abrazado con su hermano Hugo. Silvio Marzolini, ídolo del club, declaró: «No somos campeones porque Dios nos regaló este título. Que quede bien en claro, de una vez y para siempre: Boca, este año, fue el mejor equipo del fútbol argentino. A mi me enseñaron desde chico que las matemáticas son una ciencia exacta. Y ahí está Boca». El entrenador tenía atragantadas varias cosas: «¡Que agarren la tabla los que me criticaron todo el año! El campeón es Boca, después vienen Ferro, Newell´s, River, Racing, Independiente. Jugamos cuatro puntos con ellos. Con todos, menos Racing, Boca ganó tres puntos. ¿Que es eso? ¿Verdurita? Y a Racing le hubiésemos ganado en un partido normal».
Roberto Mouzo, símbolo xeneize, y una nueva vuelta olímpica. Había sido campeón del Metro y Nacional 1976, Libertadores 1977 y 1978. Intercontinental 78. Ahora, del Metro 81. El defensor no podía creer el descenso de San Lorenzo: «Pensar que el año pasado estuve punto de ir a Boedo. Va a ser dificil ver a San Lorenzo en la tabla de la B». También analizó el partido ante Racing: «Fuimos un desastre. No podía entender que nos estaba pasando. Jugamos muy, muy mal. Te digo más: si el partido sigue cinco minutos más, lo perdemos».
Boca jugó 34 partidos en el Metropolitano 1981. Ganó 20 encuentros, empató 10 y perdió 4 partidos, todos en condición de visitante. Convirtió 60 goles y recibió 27. El goleador de la temporada fue Diego Maradona, con 17 goles. Miguel Brindisi, en una temporada fantástica, anotó 16 goles.
Silvio Marzolini utilizó 28 jugadores en la campaña. Solamente Carlos Córdoba jugó los 34 encuentros del torneo. Hugo Perotti y Roberto Mouzo fueron alineados en 33 partidos. El resto de los futbolistas que participaron del campeonato fueron Miguel Brindisi (31), Diego Maradona (28), Osvaldo Escudero (28), Carlos Rodríguez (26), Jorge Benítez (25), Oscar Ruggeri (22), Roberto Passucci (21), Ariel Krasouski (19), Carlos Morete (17), Abel Alvez (17), Vicente Pernía (16), Hugo Álvez (12), Marcelo Trobbiani (12), Hugo Gatti (9), Jorge Quiroz (9), José Luis Tesare (7), José María Suárez (6), Norberto Outes (5), Jorge Cecchi (3), Rubén Acevedo (2), Jorge Ramoa (2), Jorge Ribolzi (2), Francisco Sá (2), Ernesto Mastrángelo (1) y Sergio Sánchez (1).
Punto final para la historia de Boca en el Metropolitano de 1981. Lo que vendrá será un cono de sombras. El club empobrecido. Un 1984 que lo tuvo al borde del abismo. Esa crisis recién se saldará en diciembre de 1992, once años y cuatro meses después de aquella vuelta olímpica, cuando Boca Juniors se consagró campeón del Apertura 1992.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3