Para la historia, el campeonato de 1934 fue extra帽o. La decisi贸n de la Liga Profesional de fusionar clubes y descender otros gener贸 una situaci贸n casi irregular. 驴Que razones generaron un campeonato a medida de los poderosos?
Por Carlos Aira
Desde mayo de 1931 el f煤tbol era profesional de hecho en Buenos Aires. La nueva era no permit铆a la movilidad de clubes. Entre aquel a帽o y 1933, el campeonato se conform贸 con los diecis茅is equipos fundadores sin una segunda divisi贸n. 驴Pero todos los clubes fundadores ten铆an el mismo peso? Ni de casualidad. El f煤tbol era un enorme negocio, sobre todo desde la aparici贸n fulgurante de Bernab茅 Ferreyra en el River Plate de 1932.
Tiempos de f煤tbol porte帽o partido. Por un lado la Asociaci贸n Amateur, con filiaci贸n FIFA pero sin arrastre popular. Por otro lado, la Liga Argentina de Football. Al comp谩s de enormes recaudaciones y estadios llenos, los dirigentes pretend铆an mayores ingresos a煤n. Hacia 1933 el presidente de la misma era el sanlorencista Eduardo Larrandart, pero el poder real lo ten铆a el Doctor Ernesto Malbec, titular del Racing Club.
Personaje singular. Nacido en Avellaneda en 1903, discreto futbolista del club en tiempos de Academia, se retir贸 joven al graduarse con honores en medicina. Su especializaci贸n era in茅dita a nivel mundial: cirug铆a pl谩stica. Con los a帽os escribi贸 gran cantidad de libros sobre la materia y recorri贸 el mundo entero, dando cuenta de sus vivencias en media docena de libros. Malbec fue el propulsor de un campeonato elitista. Partidario del voto proporcional: mayor capital econ贸mico y social, mayor decisi贸n en la toma de decisiones. La realidad nacional le dio marco al campeonato de 1934.
Sin dudas, la聽Argentina de los a帽os treinta聽fue聽singular.聽Dif铆cil y compleja. Luego del derrocamiento c铆vico-militar del gobierno popular de Hip贸lito Yrigoyen, la manija pronto la tomaron los conservadores liberales. Tiempos del llamado fraude patri贸tico. Patria para pocos. De elecciones fraudulentas y Tratado Roca-Runciman. La voz de Tita Merello cantaba aquello de聽芦D贸nde hay un mango, viejo G贸mez? 隆Los han limpiao con piedra p贸mez!禄. Sin lugar a dudas, los mangos los ten铆an unos pocos, y para peor, buscaron amarrocar muchos m谩s聽con suma impunidad.
A mediados de 1933, Malbec ten铆a la decisi贸n de replantear el campeonato profesional del a帽o siguiente. El disparador fue un hecho sucedido en abril de 1933. En esos d铆as, Racing Club lanz贸 una oferta irresistible al Quilmes Athletic Club por sus tres delanteros estrella. Ellos eran los tucumanos Demetrio Conidares y Eduardo Leoncio y el pibe de oro: Vicente Antonio Zito, la joya de los blancos.
Ernesto Malbec ofreci贸 una fortuna por el tridente cervecero: 51.000 pesos. Quilmes ardi贸 por la propuesta. Hubo voces muy encontradas. Luego de una dur铆sima reuni贸n de comisi贸n directiva – con el desacuerdo de la masa societaria de club -, el equipo de los viejos ingleses transfiri贸 a los cracks hacia la Academia.
Esa misma noche, la dura hinchada cervecera quem贸 la estaci贸n del ferrocarril de la localidad y tom贸 una medida hist贸rica:聽boicote贸 su presencia en las canchas. Muy pocos hinchas acompa帽aron a los jugadores cerveceros en el resto de la temporada de 1933. Esta medida fue castigada por los dirigentes de los equipos poderosos,聽ya que afect贸 el punto m谩s sensible del neo-profesionalismo: las recaudaciones generadas en boleter铆as.
Malbec plante贸 el nuevo campeonato: menos equipos y m谩s partidos聽taquilleros. As铆 lo necesitaba el negocio del f煤tbol profesional y dar fin al amateurismo rom谩ntico.
Los dirigentes de los聽clubes grandes decidieron聽descuartizar el campeonato de 1934. La primera medida que tomaron fue buscar la tabla de recaudaciones. Club Atl茅tico Tigre y Quilmes AC fueron castigados con el descenso a la nueva segunda divisi贸n. En el caso del club de Victoria, su desgracia fue un viejo pedido de muchos dirigentes, hartos de un club que ten铆a su cancha demasiado lejos, no era espaciosa, y sus recaudaciones eran m铆nimas. En el caso de los quilme帽os, las razones estaban claras.
La nueva segunda divisi贸n no era otra cosa que las reservas de primera junto a las dos instituciones castigadas por sus bajas recaudaciones.
Pero la poda efectuada por聽los grandes no finaliz贸 all铆. Debido a una observaci贸n de Malbec, cuatro clubes padecieron un tormento incre铆ble: el de la fusi贸n. En la tabla de recaudaciones, junto a Tigre y Quilmes, los clubes peores ubicados fueron Atlanta, Argentinos Juniors, Talleres de Escalada y Lan煤s. En la l贸gica de los dirigentes de los clubes grandes, una fusi贸n de los equipos ubicados cerca geograficamente aumentar铆a las espectativas sobre los mismos. De prepo, para 1934, la Liga fusion贸 de facto a los clubes, creando dos Frankstein: Atlanta-Argentinos Juniors y Lan煤s-Talleres de Escalada.
Los dirigentes de los clubes poderosos decidieron que el nuevo campeonato – olig谩rquico por donde se lo analice – se compondr铆a de doce clubes y dos fusiones. El mismo se jugar铆a a tres ruedas, disputando en total 39 jornadas.
El聽mismo se inici贸 el domingo 18 de marzo. En la cancha聽que Argentinos Juniors sobre avenida San Mart铆n, la fusi贸n entre los rojos y bohemios recibi贸 a Chacarita Juniors. Los hinchas funebreros no paraban de burlarse de la suerte de sus vecinos. El triunfo final de los tricolores por 2 a 1 fue el puntapi茅 inicial de una campa帽a espantosa. Como era de esperar, los hinchas de Argentinos y Atlanta no congeniaban. Ni tribuna quer铆an compartir. El veterano Luis C茅lico, gloria bohemia, qued贸 a cargo de la conformaci贸n del equipo, y como era de esperar, prioriz贸 jugadores auriazules. Un desastre.
Esa misma tarde, en Escalada, la fusi贸n Talleres-Lan煤s hizo su debut con un partidazo. Cay贸 derrotada 4 a 3 frente a Racing Club, pero mostr贸 cohesi贸n. Tanto en el equipo con en las tribunas. La situaci贸n en el sur se plante贸 diferente: el profesionalismo trajo aparejado problemas econ贸micos en ambas instituciones y era necesario sanear los mismos. Aparte, un ejemplo cercano hab铆a calado hondo: durante 1933, Argentino de Banfield – equipo de primera divisi贸n la d茅cada anterior –聽se fusion贸 con el Club A. Temperley.
1934 fue el a帽o en el cual aparecieron dos glorias eternas del f煤tbol nacional: Arsenio Pastor Erico y Ernesto Lazzatti. Los equipos grandes picaron en punta sin lugar para sorpresas. La suerte de las fusiones fueron dispares: la muchachada de Villa Crespo-La Paternal la pas贸 muy mal. Fueron goleados permanentemente. River les hizo ocho, San Lorenzo, V茅lez, Estudiantes y Boca Juniors de a seis. La situaci贸n se quebr贸 el 19 de septiembre de 1934 cuando Atlanta decidi贸 salir de la fusi贸n argumentando problemas administrativos.聽Al domingo siguiente, Boca Juniors derrot贸 3 a 2 a Argentinos Juniors en Brandsen 805. Para ese momento, el equipo estaba c贸modo en el 煤ltimo puesto de la tabla.
Independiente punte贸 gran parte del campeonato, pero manc贸 sobre el final, en la in茅dita tercera rueda. El campe贸n fue Boca Juniors, con una delantera implacable: Delf铆n Benitez C谩ceres, Roberto Cherro y Francisco Varallo.聽Finalizada la temporada 1934, los dirigentes dieron cuenta del fracaso de las fusiones. Para el torneo de 1935 se decidi贸聽regresar al status 1933: Quilmes y Tigre a primera divisi贸n, los fusionados a competir cada uno por su cuenta.
A partir de 1937, los clubes grandes pasaron a tener tres votos formales en AFA. La situaci贸n se derog贸 una d茅cada m谩s tarde. A partir de 1967, los equipos chicos comenzaron a consagrarse campeones. Hasta 1991, a帽o de comienzo del f煤tbol codificado y una nueva matriz de negocios del f煤tbol argentino, muchos聽clubes lograron la ansiada vuelta ol铆mpica (Estudiantes, V茅lez Sarsfield, Chacarita Juniors, Rosario Central, Newell麓s, Hurac谩n, Quilmes, Ferro Carril Oeste, Argentinos Juniors), dando cuenta de la enorme competitividad del f煤tbol argentino, como su principal caracteristica. En aquella d茅cada de TyC, su titular, el empresario Carlos Avila,聽tuvo una declaraci贸n tan cruel como olvidada: 芦Para saldar las deudas de los clubes, el dinero lo pongo yo. Pero s谩quenme del torneo a Ferro, Argentinos, Platense y Hurac谩n禄. A帽o 1998. Al igual que en 1934, el contexto pol铆tico aval贸 esta declaraci贸n.
El campeonato de 1934. Un torneo olvidado. Dise帽ado para el negocio de los pocos que pueden presumir de la pasi贸n de los muchos. Para no olvidar.
