Por Carlos Aira
Enrique Omar Sívori tomó el equipo en 1973 y logró la clasificación mundialista. En desacuerdo con la dirigencia de AFA renunció a su cargo a pocos meses de la Copa del Mundo. Asumió un curioso triunvirato encabezado por Vladislao Cap, secundado por José Varacka y Víctor Rodríguez.
Así llegó nuestro equipo: desorganizado pero con futbolistas de la talla de Miguel Brindisi, Rubén Ayala, Carlos Babington, Cacho Heredia, Mario Kempes, René Houseman o Roberto Perfumo, entre otros.
Última fecha de la fase de grupos. En la primera fecha, Argentina había caído 2-3 ante Polonia. Luego, una igualdad con gusto a poco ante Italia. Nuestro seleccionado se encontraba en una situación incómoda: debía derrotar a Haití por tres goles y esperar una derrota italiana. Luego del fracaso de 1970, clasificar a la fase semifinal era una cuestión de orgullo.
Se cuenta que un periodista fue el intermediario con los polacos, quienes habrían pedido 25.000 dólares para ir al frente. Fue Quique Wolf, jugador de aquel equipo, quién confesó la manganeta. El Lobo Jorge Carrascosa, otro integrante de aquel plantel, confesó – no con pesar – lo sucedido. El arreglo era «nosotros pagamos si ustedes ganan, sin importar nuestro resultado«. Se cuenta que el Nene Rial, ex jugador del Real Madrid, hombre de confianza del triunvirato, fue el encargado de que la valija llegara a destino.
Finalmente, ganó Polonia 2 a 1, mientras que nosotros derrotamos 4 a 1 a los Haitíanos, clasificando con cierta angustia. Se clasificó a la siguiente rueda, pero la mancha ya era evidente.
