Haití y Zaire fueron protagonistas de la Copa del Mundo de 1974. Dos paises atravesados por dictaduras sangrientas. Detrás de sus participaciones mundialistas, historias que merecen ser conocidas.
Por Martín Gorojovksy
A mediados de la década del ’70 Haití y Zaire compartían el sino de estar regidos por dos dictaduras que se destacan entre las más trágicas de la historia del siglo XX. En el país caribeño gobernaba Jean-Claude Duvalier, apodado Baby Doc para diferenciarlo de su padre, el médico François Papa Doc Duvalier, fundador del régimen en 1957. Por su parte, Zaire, el antiguo Congo belga, era gobernado por Mobutu Sese Seko, un militar que, con el apoyo de Occidente, había maniobrado contra el líder independentista Patrice Lumumba a comienzos de la década del ’60. Ambas dictaduras intentaban en la década del ’70 establecer algún tipo de imagen respetable ante la opinión pública mundial, y el deporte era una vidriera a explotar.Mucho más que un ‘blooper’
La dictadura de Mobutu había lanzado una campaña de promoción del deporte, que en el caso del fútbol se tradujo en la profesionalización de la disciplina, cuyo fruto fue la clasificación al Mundial ’74. Se trataba de un evento de alto perfil, y el mismo sentido tendría la organización de la histórica pelea de box entre Muhammad Alí y George Foreman, disputada en Kinsasha, capital zaireña, en octubre del mismo año. Zaire fue el primer país del África sub-sahariana que clasificaba a la Copa del Mundo, gracias al roce internacional que habían conseguido algunos de sus jugadores en el fútbol belga. También se había contratado como director técnico al ex arquero yugoslavo Blagoje Vidinic. Sin embargo, el sorteo para la primera fase de grupos no fue generoso puesto que Zaire debería enfrentar, en la Zona 2, a Brasil, campeón vigente, Yugoslavia, selección de marcada tradición y algunos antecedentes destacados, y Escocia, equipo con cierto recorrido en las copas del mundo, aunque con escasos resultados. Las aspiraciones de los africanos, por lo tanto, no pasaban de hacer un papel decente, y tal vez dar el batacazo clasificando a la segunda fase.
Dóping positivo
El recorrido de la selección haitiana también fue breve. En las eliminatorias habían dado la sorpresa de relegar a México, habitual clasificado por la CONCACAF, confederación que por entonces solo contaba con una plaza en los mundiales. El sorteo puso a los caribeños en el Grupo 4, junto a Italia, Polonia y Argentina, y al igual que Zaire perdieron los tres partidos, por 3 a 1, 7 a 0, y 4 a 1 respectivamente.