Historias Inconfesables: el celebrado empate entre Boca Juniors y Oriente Petrolero

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En la noche del 5 de abril de 1991, en la Bombonera se enfrentaron Boca Juniors y Oriente Petrolero, de Bolivia., Las diferencias entre ambos equipos eran enormes, pero un empate dejaba a River afuera de la Copa. El partido, sobre todo el segundo tiempo, fue un alto el fuego. Un empate festejado en las tribunas, pero que aun quedó en el recuerdo por la farsa dentro del campo de juego.

Por Carlos Aira

 

La Copa Libertadores 1991 fue muy intensa. Eran tiempos en los cuales los grupos de Copa se ordenaban entre clubes de dos países. River Plate y Boca Juniors fueron los representantes argentinos. En la fase de grupo enfrentaron a Bolivar y Oriente Petrolero, representantes bolivianos. Los tres primeros del grupo clasificaban a los octavos de final del torneo. La cátedra esperaba una cómoda clasificación de los clubes argentinos, pero no fue así. En la fecha inicial, disputada en la noche del miércoles 27 de febrero de 1991, Boca y River disputaron un partidazo en la Bombonera. Al término del primer tiempo, River ganaba 3 a 1. En el segundo tiempo, Boca lo dio vuelta, ganó 4 a 3 y quedó en el recuerdo el golazo de tijera de Diego Fernando Latorre que coronó una noche intensa de fútbol.
Ese partido rompió la línea de flotación del River de Passarella, campeón en la temporada 1989/90 y subcampeón del Apertura 1990. A los Millonarios le fue mal en sus salidas a Bolivia. Primero fue goleado 4 a 1 por Bolivar en la altura de La Paz; luego igualó 1 a 1 ante Oriente Petrolero en Santa Cruz de la Sierra. Boca, con un equipo alternativo, también cayó en sus visitas a Bolivia. En la noche del 20 de marzo, el viejo clásico de la Ribera se reeditó en el Monumental y Boca ganó 2 a 0, goles de Gabriel Omar Batistuta.
La serie en casa comenzaba a ser vital para ambos clubes argentinos. Con dos partidos por delante, el líder de la eliminatoria era Bolivar, con 6 puntos. Oriente Petrolero tenía 5; Boca Juniors, 4 puntos. Cerraba la tabla River Plate, con un solo punto. El 26 de marzo, River derrotó 2 a 0 a Bolivar en el Monumental. El 29 de marzo, Boca no pasó del empate 0 a 0 ante Bolivar en la Bombonera. El martes 2 de abril, River derrotó 3 a 1 a Oriente Petrolero. Quedaba un solo partido por delante. Lo debían jugar Boca Juniors y Oriente Petrolero el viernes 6 de abril en la Bombonera. Claro, había un morbo especial: el empate clasificaba a ambos clubes. 
5 de abril de 1991. Viernes santo. El Boca de Oscar Washington Tabárez, que había tomado el equipo en la primera semana de enero, salió a la cancha con Carlos Fernando Navarro Montoya; Diego Soñora, Víctor Hugo Marchesini, Carlos Moya e Ivar Gerardo Stafuza; Walter Pico, Blas Armando Giunta, Antonio Apud y Carlos Tapia; Alfredo Graciani y Gabriel Omar Batistuta.
Por su parte, Oriente Petrolero formó con Darío Rojas; Roberto Brunetto, Marciano Saldías, Rolando Coimbra y Juan Carlos Carvajal; José Ávila, Adhemir Méndez, José Medrano y Romer Roca; Modesto Molina y Arturo García.
Desde un primer momento quedó claro que Boca no se prodigaría por la victoria. Pasaban los minutos y el torbellino ofensivo que el equipo era en el Campeonato Clausura no aparecía. Tampoco aparecía la historica presión del Jugador Nº12. Todos estaban cómodos. Los veintidós jugadores dentro del campo de juego y la mayoría del público en las tribunas. El equipo de Tabárez tenía puesta la cabeza en la 7º fecha del Clausura. Boca, invicto, tenía la obligación de ganar el torneo y el domingo – menos de dos días – visitaba al complicado Rosario Central en Arroyito. Pasados tantos años, repasando los primeros 45 minutos ante Oriente Petrolero, Boca tuvo dos llegadas: una situación muy clara que el arquero Darío Rojas tapó en los pies de Gabriel Batistuta y un remate del entrerriano Marchesini que pasó junto al palo derecho.
Si el primer tiempo fue anodino, en la segunda etapa no pasó nada. Nada de nada. No se atacaron. Un alto el fuego clarísimo e impúdico. Las tribunas de la Bombonera festejaron el pacto de no agresión con cantitos festejando la eliminación de River Plate. «Mandarina / Mandarina / Somos todos argentinos / pero no somos gallinas». Los últimos minutos fueron inclasificables. Un toqueteo intrascendente hasta que el árbitro Ernesto Filipi finalizó el partido y desató un extraño festejo en la Bombonera. La celebración fue la eliminación de un rival, en este caso River Plate.
Cuentan que ningún jugador de Boca Juniors salió al campo de juego con la intención de igualar el partido. También, que el partido les quedó muy cómodo en el segundo tiempo y regularon el físico pensando en el exigente partido que debían disputar 36 horas más tarde – y de paso – se congraciaban con la hinchada dejando afuera de la copa al clásico rival. Dicen que el Maestro Tabárez vio con muy malos ojos lo sucedido. Lo mismo que Antonio Alegre, presidente de Boca Juniors. En Núñez siempre quedó el recuerdo de una eliminación con gusto a farsa. También hay una realidad: River poco hizo por River en aquella Libertadores.
Oriente Petrolero quedó eliminado en la siguiente fase, a manos de Cerro Porteño. El camino de Boca en la Libertadores 1991 ilusionó al pueblo xeneize. En octavos de final superó al Corinthians y en los cuartos a Flamengo. En semifinales enfrentó a Colo Colo. En la Bombonera ganó 1 a 0. La revancha, en Santiago de Chile, quedó en el recuerdo por la represión policial y la reacción de los jugadores boquenses en una noche de piñas, patadas, perros desbocados y una derrota boquense por 3 a 1 ante el futuro campeón.

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche a la Investigación Periodística.

 

 

 

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