Sarmiento 1983-86: la mayor caída de categorías en la historia del fútbol AFA.

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En 1980, Sarmiento tocó el cielo con las manos con un recordado ascenso a Primera División. Durante dos temporadas, el cuadro juninense fue parte de la máxima divisional. Luego de las maduras, llegaron las duras: una crisis económica que determinó el descenso a cuarta división.

Por Carlos Aira

 

El 8 de noviembre de 1980 es una fecha que está guardada en el cofre de los recuerdos más gratos de la ciudad de Junín. Sarmiento derrotaba 2 a 1 a Chacarita Juniors y conseguía el ascenso a Primera División. Lo que parecía imposible se concretaba. Un equipo que aún se recuerda de memoria: Néstor Hernandorena; Rubén Glaría, Jorge Peremateu, José Romero y Luciano Polo; José María Lorant, Roberto Espósito y Héctor Ortega; José Raúl Iglesias, Rodolfo Fischer y Rubén Peracca.
El Club Atlético Sarmiento era presidido por Onofre Sabella, un hombre muy conocido en Junín. Verborrágico y polémico, era el dueño de Supermercado Mastromauro, líder comercial en la región durante décadas. Sabella fue un apasionado de su club. Solía repetir que no quería morirse sin ver a Sarmiento en Primera. En enero de 1981, en forma sorpresiva, Juan Carlos Montes renunció a la dirección técnica del equipo aceptando una oferta de Newell´s Old Boys. Sin entrenador a semanas del comienzo del Metropolitano, Sabella contrató a Roberto Perfumo. Un contrato importante en dólares, como se estilaba en aquellos días finales de la Plata dulce, el dólar barato que impulsaba el ministro José Alfredo Martínez de Hoz.
Sarmiento armó un equipo importante. Contrató la experiencia de Horacio Cordero, Mario Finarolli, Jorge Ortíz y Ricardo Maletti. El talento de Carlos López y los goles del salteño Sergio Apolo Robles. Boca Juniors le cedió a Sarmiento a dos juveniles con necesidad de partidos, como eran Marcelo Bachino y Ricardo Gareca. El campeonato comenzó el domingo 22 de febrero de 1981. En un estadio repleto, Sarmiento recibió a Ferro Carril Oeste, en el año de despegue de la máquina dirigida por Carlos Timoteo Griguol. Vestido de rojo y blanco, los colores de la Liga Deportiva del Oeste, Roberto Perfumo alineó a Juan Carlos Benítez; Daniel Lamolla, Jorge Peremateu, Ricardo Maletti y Luciano Polo; José María Lorant (Roque Aguero), Roberto Espósito y Carlos López (Héctor Ortega); Toti Iglesias, Ricardo Gareca y Sergio Apolo Robles. En su debut en la máxima divisional, Sarmiento cayó 3 a 1.
A pesar del esfuerzo de la Comisión DIrectiva, el equipo no hacía pie en la máxima divisional. Luego de una festejada victoria ante Racing en la tercera fecha, Sarmiento perdió cinco partidos seguidos. El equipo pareció retomar el pulso venciendo a Unión y San Lorenzo, pero fue un espejismo. En las siguientes cuatro fechas, Sarmiento cayó en sus visitas a Newell´s y River e igualó en su estadio ante Independiente y Vélez. El domingo 3 de mayo de 1981, Sarmiento visitó a Argentinos Juniors. En un duelo de necesitados, la Asociación Atlética derrotó 4 a 2 a Sarmiento que se hundió en el último lugar de la tabla. Para el presidente Sabella, el ciclo Perfumo estaba cumplido y le pidió la renuncia al entrenador. El Mariscal no quiso renunciar y la Comisión Directiva terminó echando al entrenador. Perfumo entendió la decisión un desplante a su nombre y trayectoria e inició un sonado juicio al Club Atlético Sarmiento. Un juicio que durará hasta 2012. Si, casi 30 años.
Con Francisco Pizarro como entrenador, el equipo se enderezó. Sarmiento hizo una segunda rueda espectacular, similar en puntos a las realizadas por Boca Juniors y Ferro Carril Oeste, grandes animadores de aquel Metro 81. Todo el fútbol habló de los goles de Ricardo Gareca. En Junín estuvo el trampolín que le permitió al Tigre – como lo bautizó en aquellos días el relator Walter Nelson – consagrarse como un notable delantero a nivel continental. Sarmiento se salvó del descenso en la penúltima fecha al derrotar 1 a 0 a Estudiantes en La Plata. El festejo por una salvación que pocos creían posible se contrapuso con una realidad: el juicio de Perfumo era más serio de lo pensado.
Sarmiento atravesó el Nacional 81 sin su delantera estelar. Toti Iglesias había sido transferido a Rosario Central y Boca Juniors repescó a Gareca. Con un presupuesto bajísimo, Sarmiento se preparó para atravesar la temporada de 1982. La gran alegría del Nacional fue el empate ante River en el Monumental y las victorias ante Mariano Moreno en el clásico de Junín disputado en una inédita Primera División. El 11 de abril de 1982, cuando los argentinos tenían puesta la mente y el corazón en nuestras islas malvinas, el presidente Onofre Sabella anunció la compra de un predio ubicado a dos cuadras del acceso al estadio para la construcción de un futuro complejo deportivo.
Pero el país ya no era el mismo. El dolar barato se había esfumado en marzo de 1981. La nueva economía del país, hija de un contexto inflacionario galopante, hacía imposible asumir las deudas en dólares. El que apuesta al dólar, pierde, había anunciado Lorenzo Sigaut, nuevo ministro de Economía. Las dirigencias del fútbol argentino estaban perdiendo en grande: Boca no podía pagar a Diego Maradona, River comenzaba a tener serios problemas financieros. Racing y San Lorenzo estaban sumergidos en crisis deportivas y económicas. Sarmiento tenía su problema en el juicio dolarizado de Perfumo. El 18 de junio de 1982, el Club convocó a Asamblea para lograr la autorización de vender el edificio social de la calle Lebenshon por una cifra cercana a los dos millones de pesos, aproximadamente un tercio de la deuda del club. Un mes más tarde, al no existir propuestas de compra, la sede es adquirida por el propio presidente Onofre Sabella.
El Metro 82, el Verde lo enfrentó con un plantel lleno de juveniles y jugadores con experiencia, como Oscar Pinino Más, Manuel Magán, Ramón Bóveda, Héctor Eleuterio Montes y Sergio Luna. El equipo ganó su primer partido en la 26º fecha, derrotando 2 a 1 a Boca, en Junín. En las últimas fechas, Sarmiento mostró una recuperación igualando con Independiente en Avellaneda y derrotando a Instituto, Argentinos Juniors, River Plate y Quilmes. El sábado 5 de febrero de 1983 se disputó la última fecha del Metro. En Santa Fe, Sarmiento visitó a Unión, que también podía descender esa noche. Cuando los jugadores visitantes ingresaron al vestuario se encontraron con gamexane y fluidos desparramados por el piso. Gustavo de la Llera no pudo disputar el partido. En un contexto irregular, Unión ganó 1 a 0 y luego de cien partidos en Primera División, Sarmiento perdió la categoría.
Con el equipo de nuevo en la B, el principal problema del club era económico. En noviembre de 1982 el Tribunal de Trabajo de Junín falló a favor de Roberto Perfumo y el club debía pagar un juicio qué – a través de la indexación de la moneda extranjera – se había convertido en millonario. Sarmiento tenía un nuevo presidente. Darwin Sanguinetti había asumido a fines de 1982. Su comisión directiva responsabilizó a los salientes de la compleja situación heredada. El 10 de marzo de 1983, la Comisión Directiva del Club Atlético Sarmiento decidió realizar una auditoría contable para clarificar la situación económica de la institución. La interna del Club Sarmiento fue la comidilla de la ciudad. Sobre todo porque en mayo de 1983, el propio Onofre Sabella requirió el desalojo del edificio de la calle Lebensohn. Sarmiento se quedaba sin sede social. El 20 de octubre de 1983, la comisión directiva puso a disposición de los socios el informe de la auditoria requierida en marzo. La misma cuestionaba con dureza a la comisión saliente quitandole la habilitación societaria al ex presidente Sabella y parte de su comisión directiva. En ese mar de pasiones, el 16 de diciembre de 1983 falleció Onofre Sabella. Tenía 69 años. En ese caos, Sarmiento hizo una campaña aceptable, perdiendo la posibilidad de ingresar al octogonal de ascenso a Primera División por un gol de diferencia. Su plaza la ocupó Chacarita Juniors, que terminó ascendiendo a Primera A.
A partir de 1984, la situación económica de Sarmiento fue acuciante. El juicio de Roberto Perfumo no fue el único problema. Varios ex jugadores, cuerpos técnicos y particulares reclamaban deudas convirtiendo ese monto en impagable. Sarmiento comenzó la temporada de Primera B de 1984 con un equipo de pocas figuras. La veteranía de Héctor Paulino Sánchez, el Bocha Jorge Nelson Forgués o Néstor Peratta. En abril de 1984, Sarmiento abonó un tercio de la deuda con Perfumo salvando la ejecución del estadio pedida por los abogados del Mariscal. La campaña del equipo fue muy floja y acercó a Sarmiento a los puestos de descenso.
Para 1985 la mayor inquietud de la directiva era la continuidad del club. Para la comisión directiva encabezada por Nelson Benito, el fútbol profesional no era una prioridad. El equipo se armó en base a jugadores de inferiores y la región, como Luciano Polo, Alejandro Corbanini, Julio César Correas, Ariel Giangualano, los mellizos Claudio y Gustavo Vigorelli y el goleador Germán Melo. El equipo terminó último en la zona B, con solo 7 triunfos en 42 partidos y perdió la categoría. Sarmiento se iba a Primera C.
Pero 1986 no fue un año más en el fútbol argentino. En el marco de una reestructuración integral de campeonatos, la Asociación del Fútbol Argentino liquidó los  Metropolitanos y Nacionales de Primera División y creó una nueva categoría denominada Nacional B. La vieja B sería exclusividad de clubes directamente afiliados, se llamaría Primera B Metropolitana y sería una tercera división. En el primer semestre de 1986, los clubes de Primera B y Primera C disputaron un campeonato clasificatorio a los nuevos torneos. El Torneo Apertura de Primera C 1986 – campeonato de tercera división AFA – estaba dividido en dos zonas de diez equipos cada una y de allí saldrían los seis equipos que pasarían a la B Metro y los catorce que se quedarían en la nueva C, una cuarta división.
Sarmiento armó otro equipo de bajo presupuesto. La contratación estelar fue la de Mario Rizzi. Con 32 años, el goleador juninense había sido figura en San Lorenzo, Racing Club y campeón 1985 de Primera B con Rosario Central. El Verde llevó un camino relativamente tranquilo y la clasificación parecía segura, pero perdió cuatro partidos seguidos (con ganar uno estaba clasificado al campeonato de Primera B) y Sarmiento terminó afincado en Primera C. Para el Verde, otro descenso virtual de categoría.
El sábado 26 de julio de 1986 se disputó la primera fecha del campeonato de Primera C 1986/87. Sarmiento se presentó ante Deportivo Laferrere en La Matanza. El partido finalizó igualado 1 a 1 (gol de Claudio Vigorelli) y fue el partido partido de Sarmiento de Junín en una cuarta división.
Desde la derrota 0-1 ante Unión por la última fecha del campeonato del Metropolitano 1982 y la primera fecha del campeonato de Primera C 1986/87 habían pasado 3 años, 5 meses y 21 días. De Primera a Cuarta División, casi sin escalas.
El único club que pudo superar el récord negativo de Sarmiento fue Deportivo Armenio. El equipo de la colectividad había sido el sorprendente campeón del primer Nacional B. Luego de dos temporadas en Primera División, Deportivo Armenio jugó su último partido en la A el 28 de mayo de 1989, en el empate 1 a 1 ante Platense en Vicente López. En la temporada 1989/90, Armenio terminó último en el campeonato Nacional B y volvió a perder la categoría. La caída de Armenio pareció interminable cuando finalizó último en el campeonato de Primera B Metropolitana 1990/91. Tres descensos consecutivos. Pero una mano salvadora ideó un torneo Permanencia 1991 para dejar en 18 equipos el campeonato de la B. Armenio derrotó a Comunicaciones y se quedó en la B.
Volviendo a Sarmiento. El equipo se mantuvo cinco temporadas en Primera C. En 1991 ascendió a la B Metro y en 1993 al Nacional B. En 2006, la Comisión Directiva conducida por Fernando Chiófalo buscó superar el eterno problema económico que llevaba dos décadas. El 1 de abril de 2008 – fecha de aniversario del club -, Sarmiento inauguró la Ciudad Deportiva. 26 años después de su adquisición, el viejo anhelo de 1982 era una realidad. El 29 de mayo de 2012, la Comisión Directiva de Sarmiento anunció el pago final de la deuda con Roberto Perfumo. Habían pasado 31 años del despido y el juicio del Mariscal. «Es como ganar otro ascenso«, dijo el presidente Chiófalo. «Es terminar una pesadilla«, sostuvo el tesorero Diego Cifarelli.
El club que supo descender categorías con un tubo y vivir con la espada de Damocles en el pecho, hoy tiene otra realidad. El directivo Alejandro Rosselli señaló en Abrí la Cancha: “Lo que hoy es la Ciudad Deportiva, en 2005 eran lotes baldíos. En 2009, con mucho esfuerzo, inauguramos el campo de deportes con dos canchas y una tercera para trabajo regenerativo. También armamos la cancha de hockey que manejan las chicas de la subcomisión. También están las canchas de Tenis. En 2011 dimos un paso muy importante al presentar categorías de Inferiores en AFA. En 2012 concluimos el famoso juicio de Roberto Perfumo, una espada de Damocles para el club. Ese mismo año inauguramos los palcos, que cambiaron la fisonomía del estadio. Se hicieron nuevas cabinas de transmisión, pintura, renovación de vestuarios y túnel. Todo lo que fue necesitando el club en cada ascenso de categoría. En 2016 inauguramos la tribuna cabecera de la calle Gandini y la última gran obra es un Centro Deportivo de Alto Rendimiento, con ocho canchas, que es un orgullo para el club y la región”.
Desde 2014, Sarmiento disputó siete de las últimas diez temporadas de Primera División. Pasó mucha agua desde aquellos turbulentos años 80s.

 

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.

 

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