La leyenda del Tanque Alfredo Rojas

1881

El 16 de junio pasado, a los 86 años, falleció Alfredo Rojas, el Tanque Rojas, histórico goleador del fútbol argentino de su tiempo. Surgió junto a los Globetrotters de Lanús, triunfó en España, jugó una temporada en River, la rompió en el Gimnasia de 1962 y se inmortalizó con la camiseta de Boca Juniors. Disputó los Mundiales de 1958 y 1966 y fue el primer 10 mundialista de Argentina.

Por José Luis Ponsico

 

Alfredo Hugo Rojas, 1.87 estatura y 90 kilos, enloqueció a los defensores rivales entre 1956 1970 cuando irrumpió en Lanús con 19 años, hasta el final en Chile, Universidad Católica, cuando había pasado los 34. De vuelta, tras dos ciclos, selección, nacional Mundial Suecia´58 y Copa de las Naciones´64. Célebre en Gimnasia y Boca. Siempre goleador. Un “Tanque”.
Delantero clásico para estar bien arriba, en el área rival. Chocando contra uno, dos y hasta tres defensores adversarios. Un 9 zurdo, no común, pero con inteligencia para moverse. No estar estático y no dejarse anticipar. Astuto para ir a buscar el claro y especialmente implacable en el juego aéreo. La mitad de los 200 goles oficiales los convirtió de cabeza.
Alfredo Rojas, en 1958.
En Lanús un entrenador poco recordado, Eduardo Cevasco, en consulta con los sobresalientes del equipazo del 56, esto es Héctor Nene Guidi y José Pepe Nazionale, como DT interino se anotó un poroto: subió a Primera casi al mismo tiempo al Negro José Manuel Ramos Delgado y en el ataque a Alfredo Hugo Rojas. Todavía no conocido como “el Tanque”. No bajaron nunca más.
El club Lanús produjo fútbol espectáculo, equipazo, Los Globetroters, el dream team del básquetbol negro de EE.UU mucho antes de la NBA. El Granate jugaba por abajo, triangulando y tuvo cinco en la selección: además de Guidi y Nazionale, a Dante Lugo, recordado “Mandrake”, Benito Cejas, goleador y lateral de lujo, Nicolás Daponte. No fue campeón pero quedó en la historia.
El Mundial de Suecia´58 tuvo a los dos juveniles citados. Argentina las pasó mal pero Alfredo Rojas resultó transferido al fútbol español, primero Celta de Vigo y luego Real Betis, Sevilla, en tanto Ramos Delgado pasó a River, en el 59. Cuando Rojas volvió al país, Antonio Liberti lo hizo firmar para River. Estaba “tapado” por Ermindo Onega y brasileño  “Delem”. Rojas jugó poco.

 

El enorme Gimnasia de 1962. Su paso por Gimnasia fue espaldarazo para Rojas.
En el´ 62 Gimnasia y Esgrima, nacía “El Tanque”, “Lobo del Bosque”. Gran campaña con dirección técnica de Adolfo Pedernera. Rojas hizo 25 goles con amistosos. Otro tanto, Diego Bayo, gran pegada -también pasó por Celta de Vigo- segundo detrás de Arturo Naón, cien años de historia en el “Expreso” del Bosque y luego “El Lobo”.
Aquella hazaña, Ciaccia, Eliseo Prado, luego Héctor Antonio, Rojas, Diego Bayo y Oscar Gómez Sánchez resultó para la historia. Doce triunfos consecutivos en el 62. Gimnasia hizo tambalear a Boca, 2-0 en el Bosque y a River, 2-0 en el Monumental, antes. Al cabo tercero, cayéndose en las últimas dos fechas.
En el´ 64, el “Tanque” Rojas integró la selección que ganó “Copa de las Naciones” Brasil. El “triunfazo” en el Pacaembú ante el “scracht” “Pelé”, Gerson, Zito, Julinho, Rildo, Djalma Santos, Gilmar, Pepe, Brito, Rinaldo, un seleccionado que nunca había caído como local. Argentina le ganó 3 a 0.
El DT José María Minella con la ayuda del directivo Valentín Suárez armaron un equipo “táctico”: doble 5 con José Agustín Messiano cerca del caudillo Ubaldo Rattín, “5” de Boca, 15 años. Otros notables. Atrás Amadeo Carrizo en el arco con José Ramos Delgado, otra vez y José Varacka. Laterales Carmelo Simeone, legítimo “Cholo” y el zurdo Miguel Angel Vidal.

 

 

Rojas bien de punta, dos enganches, Ermindo Onega y Pedro Prospitti. El popular Toscano Rendo con Messiano en el medio. Luego Roberto Telch, autor de dos goles, por el cabezazo de “Pelé” al “Chino” Messiano. Molesto O Rei por la marca sin pegar, pero pegajosa del ex Argentinos Jrs. El “Ronco” Onega el primero. El juvenil Telch otros dos, de contrataque. Inolvidable.
Alberto J. Armando quería un 9 para reemplazar al brasileño Paulo Valentím. El ídolo llegado en 1960 había caído en su juego. El “Nene” Sanfilippo había “chocado la calesita”, se tuvo que ir por un conflicto con Aristóbulo Pollo Deambrosi, ayudante del DT.
Adolfo Pedernera, “intocable”, 1964/67. Llegó el “Tanque” con 29 años. Pintaba como incógnita. No fue así. Estaba en su plenitud Angel Clemente Rojas con 19 años, el juego cerebral de Norberto Menéndez, también con 29, los seis de la selección (Antonio Roma, Silvio Marzolini, Carmelo Simeone, Ubaldo Rattín, Alberto Mario González, con Alfredo Rojas) ganaron el apasionante campeonato del 65. River estuvo puntero en gran parte. Cayó al final. El “Tanque” un año, un título.
Hasta el´67 Alfredo Rojas jugó algo más de cien partidos. Hizo 46 goles. Casi 0.50 promedio. Boca ganó el torneo del´65 con el Tanque como una de sus figuras. En Gimnasia tres temporadas tuvo un promedio parecido. Lo pidió Peñarol de Montevideo. Más tarde Universidad Católica de Chile. Hasta los 34 años siguió siendo “9” de área. Un corpulento delantero que sabía jugar.
Lo que sigue son testimonios. Algunos imperdibles de sus antiguos compañeros y rivales. Jugó con dos generaciones. En Boca alcanzó a hacerlo con tres juveniles. Además de “Rojitas”, así popularizado para no confundirlo con el Tanque, apodo que le puso José María Muñoz, a ambos, estaban Norberto “Muñeco” Madurga y Nicolás “Tano” Novello.
En charlas de notables, Mutual de “La Casa del Futbolista”, los de Boca de los 60, llegaron anécdotas. Alfredo Rojas golpeado alevosamente por el tucumano Rafael Albrecht, En La Bombonera. Invierno del 65. Antes de los diez minutos, cruce del 6 de San Lorenzo hacia su derecha. Patada, la “paralítica”, muslo derecho de Rojas. Quedó en una pierna. No había cambios.
Albrecht, por lo bajo, avisó: “Antes de los diez minutos no echan a nadie”, cuando Guillermo Nimo dudó en “rajarlo”. Ganó San Lorenzo uno a cero gol de Narciso Horacio Doval ante tiro libre desde la izquierda, puesto como “con la mano” por un zurdo genial: Héctor “Bambino” Veira. San Lorenzo festejó a lo grande.
Verano de 2015-2016. Un almuerzo en el pintoresco Club “El Tábano”, zona de Coghlan, cerca del Hospital Pirovano, reunión de notables para recordar a Ermindo Onega, fallecido en dic´79, organizado todo por Daniel Onega y veintena de “grandes”. Por Boca, Rattín, Marzolini, Gonzalito, Madurga, Novello y el Tanque Rojas. Por River, Juan Carlos Guzmán, Roberto Zywicka.
Otras “glorias” Martín Pando, Argentinos Jrs. River, Lanús. Por San Lorenzo, tucumano Rafael Albrecht, Alberto “Toscano” Rendo. El último por Huracán, San Lorenzo y la selección nacional. Faltaba Luis Artime recuperándose de un ACV leve. Todos en el recuerdo del querido Ronco Onega. Invitado especial, el flamante presidente -por entonces- Rodolfo D´Onofrio.
En una mesa el “Tanque” con Rattín, Marzolini y Alberto Mario González. De pronto el recuerdo de la alevosa patada recibida por en otra, cerca, Rendo y Albrecht. De pronto, Rojas levanta la voz: “Tucumano pasaron 50 años de la paralítica que recibí en La Bombonera. Rafa, todavía me duele”. Respuesta: “Iban diez minutos. Nimo no me rajó y ganó San Lorenzo. No te quejes”.
“La causa prescribió” disparó Rendo. El Toscano también estuvo. Había llegado de Huracán ese año. Sólo el recuerdo por Ermindo podía reunir a tantos notables. En los testimonios recogidos para conocer al Tanque desde adentro, dos defensores que hicieron historia. Uno el Mariscal Roberto Perfumo. Racing, la selección, Cruceiro de Belo Horizonte. River al final.
El otro Juan Carlos Guzmán, la popular Garza. Ambos, reuniones distintas, evocando a Alfredo Rojas. “Saltaba como un Base de básquetbol, Corpulento, gran potencia física. En Racing, siempre contra él iba otro grandote, “Coco” (Alfio) Basile. El Tanque resultaba imparable. En nuestra mejor época siempre nos hizo goles”, afirmó Perfumo. Pudo ser 2005.
“En las tres batallas que Independiente libró contra Boca, semifinales de Copa Libertadores, marzo o abril 65, el tema nuestro era cómo evitar que Norberto (Beto) Menéndez, lo ubicara con su pegada a Alfredo Rojas en el área. Debíamos tomarlo entre dos o tres. Navarro (Rubén Marino) había vuelto después de un año. Fracturado en Rosario por Alejo Medina”, repasó la Garza.
“Ganamos 2 a 0 el partido de ida. Había llegado el mendocino Roque Avallay, pura velocidad. Boca ganó la revancha y el gol lo hizo Alfredo Rojas de cabeza. Pase milimétrico de Menéndez. Lo que sabíamos que podía ocurrir. En el suplementario hicimos valer la diferencia. Pasamos nosotros. Rojas nos había complicado siempre”, evocó Guzmán.

 

Uno de los tantos goles del Tanque Rojas con la azul y oro.
Lo dicho: grandote, vivo, guapo. Ese año, 1965, Hugo Gatti saltó para cortar un centro de los que ponía Menéndez al punto del penal para Alfredo Rojas. El Tanque lo chocó. Gatti siempre se arrepintió de no haber rechazado con los puños. La pelota cayó cerca. River reclamó infracción. El brasileño Ayres Moraes, el hermano de “Almir” de emboquillada puso el 1 a 0.
Enseguida contrataque, Oscar Pianetti le ganó a Ramos Delgado y ante la salida de Gatti puso el 2 a 0. River había dominado pero en dos minutos estaba 0-2 abajo. Descontó el uruguayo Luis Cubilla, pero en el Monumental el partido virtualmente lo había ganado la potencia del Tanque Rojas.
El fútbol, la vida, también son gratos recuerdos. Alfredo Hugo Rojas estará siempre en el corazón de los que jugaron con él y también de quiénes lo padecieron. A 60 años de su condición de atacante imparable. En los últimos tiempos estuvo en Boca. Un hombre del club mientras Mauricio Macri ejerció la presidencia.
A veces se juntaba a charlar con Carlos Bianchi. No faltó para la foto un epígrafe: Entre los dos había que hablar de más de 500 goles. Bianchi lo respetaba mucho. Entre los de la misma raza, no hay grandes diferencias. El fútbol, la historia, ofrece siempre emociones. Las que nunca faltaron entre los goleadores de raza.

 

Periodista / La Señal Medios.

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