Luego de los Juegos Olímpicos de Tokyo es momento de repensar el deporte. Víctor Lupo, titular del Movimiento Social del Deporte, exigió en Radio Gráfica discutir políticas públicas y no olimpismo, la aplicación de la Ley del Deporte, explicaciones «a los burócratas del ENARD» y la concreción inmediata de una gran mesa de discusión.
Por Carlos Aira (@carlosaira11)
Discutir el deporte nacional. Esa es la consigna. Pasados los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 es necesario que todos los actores del deporte se sienten en la misma mesa. No solo de cara a los Juegos de París 2024. Es vital discutir el deporte como una necesidad nacional. El Alto Rendimiento es, tan sólo, la punta del iceberg.
En el aire de Radio Gráfica, Víctor Lupo – titular del histórico Movimiento Social del Deporte – exigió discutir políticas deportivas: «Cuando comencé a militar, lo primero que aprendí es la conducción es poner las partes en paralelos para que ninguno saque ventaja. Desde hace tiempo una de las partes del deporte argentino saca ventajas. Esto sucede por la falta de conducción en políticas deportivas. No estoy hablando de la secretaría de Deportes, sino de quienes debieran conducir las políticas deportivas en Argentina».
¿Se puede pensar el deporte si no se cumplen leyes básicas como la Ley del Deporte, de 1974, y su posterior actualización de 2014. La realidad es cruel: de cumplirse esta ley, la conducción del deporte no pasaría por el doble comando Estado-Comité Olímpico Argentino. Víctor Lupo expresó en Radio Gráfica: «Existiendo la Ley del Deporte, que la secretaría de Deportes maneje nuestro deporte es una deformación de la democracia. ¿Quien conduce el país? El presidente de la Nación. Pero él conduce a través de las leyes que votó el Congreso, que es la casa de la democracia. Son las legislaturas quienes votan las leyes. El ejecutor debe llevar adelante esas leyes. Pero eso no estaría sucediendo en el deporte, porque tenemos las leyes desde hace décadas pero las mismas no se cumplen«.
Un tema sensible es el ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo). Creado en 2009 como un ente autárquico mixto entre el Estado y el Comité Olímpico Argentino, Lupo analizó en Abrí la Cancha: «Hoy se discute mucho el desfinanciamiento del ENARD, pero los perjudicados recién ahora levantan la voz. Cuando se afectó el presupuesto del ENARD en 2018, durante el gobierno de Macri y la secretaría a cargo de Diógenes de Urquiza, se violó una ley pero los principales perjudicados por esa violación – los atletas de alto rendimiento – hicieron causa común alineandose con el titular del COA y apoyaron a los violadores. ¿O nos olvidamos de la foto de Mauricio Macri con los deportistas de alto rendimiento en Olivos?»
«El Comité Olímpico Argentino multiplicó su poder con la creación del ENARD. Los personajes, que por presupuesto debieran estar conduciendo el deporte, no aparecen. Luego de los Juegos Olímpicos no hubo un comunicado del ENARD. Yo me pregunto: ¿Dónde están los burócratas del ENARD? ¿Donde están los metodólogos explicando al pueblo argentino donde se destinó el dinero del pueblo argentino que sigue pagando el 1% de la telefonía celular? Reitero: ¿Dónde están los fantásmas burócratas del ENARD? ¿Donde rinden cuentas? No sólo las cuentas económicas, sino también los balances», exigió Lupo en Radio Gráfica.
Con buena memoria, el titular del Movimiento Social del Deporte recordó viejas declaraciones de Gerardo Werthein, titular del Comité Olímpico Argentino: «En 2009, cuando se creó el ENARD, el presidente del COI expresó que en ocho años se verían los resultados de ente. Pasaron doce años y me pregunto: ¿Hay una nueva infraestructura? ¿Hay mayor cantidad de deportistas? La respuesta es no y esas son las preguntas que nos tenemos que hacer. Fue muy fácil lograr resultados en los Juegos Olímpicos de la Juventud. Delfina Pignatiello sacó excelentes resultados, pero en los mismos juegos un nadador terminó quinto y hoy es campeón olímpico. Alguien falló y no son los deportistas. ¿Donde están los entrenadores y los burócratas del ENARD? ¡Tienen que dar cuenta, mas allá de lo económico! Hablan del presupuesto. Es cierto que bajó el presupuesto, pero en 2017/18, el deporte tuvo un presupuesto superior a toda la década del 90. Yo me pregunto: ¿Porque todo ese presupuesto se lleva al alto rendimiento y no a los clubes, que son quienes forman a los deportistas? Esa es la discusión que tenemos que dar. ¡Una discusión con números arriba de la mesa! Porque se está repitiendo que no existen políticas deportivas. ¡Claro que existen! ¡Pero son malas politicas deportivas!«.
Otro tema sensible fue el presupuesto destinado al deporte. Quien fuera subsecretario de Deportes de Nación (1989-1992) analizó en Radio Gráfica: «Hay que analizar el deporte con todas las cartas arriba de la mesa. ¿Bajó el presupuesto 2020 con respecto a 2019? Es cierto. Pero en 2020 no hubo deporte debido a la pandemia. Mi pregunta es: ¿Dónde se gastó ese presupuesto del ENARD y la Secretaría de Deportes? Según cifras oficiales fue de $1.359.000.000. Hubo planes muy buenos como Clubes en Obras, pero ¿Donde fue el resto del dinero? Tengo que pensar que fue hacia infraestructura de Alto Rendimiento y ese debate hay que darlo entre todos, pero para que sea entre todos, tienen que funcionar los Consejos. ¿O pensamos que alguien de un club tiene idea lo que es el Comité Olímpico Argentino? ¡Esta es la discusión que tenemos dar como país! Si vamos a discutir el presupuesto 2022, la pregunta debiera ser: ¿Hacia dónde va el dinero? ¿Que hacen las provincias que siguen armando infraestructura de alto rendimiento? Nadie sabe cuantos clubes hay a nivel nacional y no se puede hacer política sin datos ni planificación.
«Cuando Juan Domingo Perón promulgó la Ley del Deporte, en 1974, la misma había sido discutida en toda la geografía nacional. Las leyes siempre vienen detrás de la acción de los pueblos. Se dijo que la ley era vieja. Se discutió y en 2015 se actualizó. Después vino un señorito (Mauricio Macri) que sabía todas y metió un DNU en 2019 que invalidó la Ley. Bien, en 2021 hay que anular el DNU de Macri y volver a las leyes (Ley del Deporte, Ley de Clubes, Ley de Formación Deportiva, Ley de Asignación Universal al Deporte) que son buenísimas. Esa es la discusión que hay que dar. Otra discusión que no sean las leyes, es mentira. Los que hablan de medallas y diplomas le mienten al pueblo, porque eso es para una minoría«.
Otro tema sensible son los clubes de barrio. ¿Cual será el futuro de los mismos? ¿Un anacronismo o una pieza vital en la organización del país y su pueblo? Lupo expresó en Radio Gráfica: «Es un milagro que los clubes de barrio no hayan desaparecido luego de cuatro años salvajes de macrismo. Por eso hay que destacar a los dirigentes sin idealizar, porque también se fueron perdiendo valores detrás de lo económico y la mercantilización. Hay una obligación: crear nuevos clubes, porque desde 2001 se han creado muy pocos. El ministro Lammens comprendió con la pandemia que la red de organizaciones libres del pueblo es central. Ha ayudado con el plan Clubes en Obra, pero falta que los clubes se llenen de chicos. Si perdemos la idea de juego es muy dificil. El derecho al juego es uno de los derechos mas importantes que existen. Los funcionarios deben entender la política. Discutamos la política. Cuando comprendamos que la política no es un cargo que te da una agrupación, ahi podremos entendernos»
«Hay que defender a los clubes de barrio. Nuestros atletas salen de allí y hace tiempo vienen sufriendo porque no se regula la tarifa social, que había sido aprobada con la Ley de Clubes de 2014. Otro tema central es la Asignación Universal al Deporte. En 2009, cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lanzó la AUH, desde el Movimiento Social del Deporte la consideramos su mayor virtud de gobierno, porque fue un salvataje a la niñez. Ese programa que tenia la virtud de la salud y la educación porque el chico tiene que tener todas las vacunas e ir la escuela, pero le faltaba la pata del deporte y el arte. Sacamos la AUD a través de la entonces ministra Alicia Kirchner, que era un impuesto a las bebidas alcoholicas y el tabaco para que los chicos paguen la cuota social del club y aprendan un deporte. Quien se opuso al proyecto fue un vocero de los empresarios, como es Funes de Rioja. Muchos legisladores de los distintos partidos siguieron esa locura. Un impuesto que pagaban los consumidores con el objetivo principal que era el acercamiento de los niños al deporte y la cultura. Pese al DNU que sacó Macri derogando la secretaria de Deportes y las leyes del deporte, quedó la AUD pero no hay financiamiento para llevarle adelante. La única provincia que lo aplica es Chaco, que lo puso como derecho a los niños, quienes van a a los clubes de barrio«, explicó el autor de Historia Política del Deporte Argentino en Radio Gráfica.
Finalmente, el histórico dirigente deportivo señaló: «Desde el Movimiento Social del Deporte tenemos una consigna que son las Tres C: colegio, club y capilla (de cualquier religión). Sino, tenemos otras Tres C que hoy son un flagelo: calle, cárcel y cementerio. Tenemos que abrazar la cultura del Encuentro en detrimento de la Cultura Podio donde sólo sirven los ganadores. Hay que generar una patria deportista como tuvimos durante años de peronismo. Para que, es necesario que el pueblo discuta la propuesta del deporte argentino y eso se produce a través de la Ley del Deporte. Macri ha derogado la ley en 2019. Han pasado dos años y una pandemia. Es dificil discutir estos temas por Zoom, pero se impone sentarnos todos los actores y discutir el futuro de nuestro deporte porque el secretario de Deportes no puede resolver el deporte. Primero, porque no es su función. Segundo, porque no estoy de acuerdo que una persona tenga la potestad sobre 44 millones de argentinos».
(*) Periodista. Conductor de Abrí la Cancha (Lunes a viernes, de 13 a 13:30 y 20 a 21hs. Domingos, de 23 a 00hs)