La miga del deporte. Lo que decimos en Abrí la Cancha. Estudiantes de La Plata ante la definición más importante de su historia. Foster Gillett: el caballo de Troya.
Por Carlos Aira
2024 ha sido un año muy intenso para los argentinos. El deporte no escapó de la campaña desregularizadora del gobierno de Javier Milei. La guerra por el cambio de la figura jurídica de nuestro deporte – la mal llamada privatización del fútbol – es la cereza del postre. Desde el 10 de diciembre de 2023, el Ejecutivo nacional le decretó la guerra a la conducción de AFA. En la calle Viamonte resistieron un primer embate presentando un frente casi monolítico de directivos e instituciones reticentes a las SAD. Por otra parte, la potente estrategia jurídica de AFA le permitió a Tapia resistir los embates de la a Casa Rosada. AFA terminó el año con el round ganado.
Pero el combate es largo. En la batalla por romper los lazos culturales que generan los clubes en nuestro país, el gobierno no está solo. Así como los nombres propios de la política jugaron su partido sin éxito (Daniel Scioli o Héctor Baldassi), otros actores son los verdaderos alfiles en Balcarce 50. Semanas atrás, Sergio Aguero jugó su partido con la Copa Potrero, un torneo irregular que buscó instalar sentido común: jugadores con contrato y necesidades primarias insatisfechas, dirigentes corruptos y dólares a la marchanta. El experimento fue errático a pesar del profundo apoyo mediático y el sostén de las redes sociales, una herramienta comunicacional que maneja el gobierno.
Desde del fútbol AFA fueron pocas voces las que se alzaron pidiendo abrir el juego a las Sociedades Anónimas Comerciales (deportivas). Una fue la de Andrés Fassi. El presidente de Talleres de Córdoba confrontó abiertamente con la conducción de AFA luego del partido de Copa Argentina ante Boca Juniors y el escándalo con el árbitro Andrés Merlo. Días después, Fassi se reunió con el presidente Milei en casa de gobierno. Pero la realidad es. Fassi tuvo un propio frente interno en Córdoba. La exposición junto a la política le restó más de lo que le sumó. Amén de su ligazón con el mercado mexicano del fútbol, siempre tan polémico.
La otra fue la de Juan Sebastián Verón. El verdadero hombre gris del cambio que desea ejecutar el gobierno nacional. La Bruja tiene una aura inmaculada en Estudiantes. Un apellido con prosapia, un jugador notable, dueño de un ciclo deportivo exitoso y un presidente que le permitió a su club pelear en los puestos altos de la tabla. Hay una realidad: desde el regreso de Verón a Estudiantes, en el año 2006, no solo dejó de pelear por mantener la categoría, en casi 20 años acumuló una gran cantidad de títulos. Pero en 2025, Verón juega su partido más importante. Un partido en el cual ya no tiene retorno: concretar un misterioso acuerdo comercial con el empresario estadounidense Foster Gillett.
Cuando los medios afines a la transformación comercial de SAD señalan al estadounidense Foster Gillett lo hacen con tres adjetivos: multimillonario, magnate o inversor. A los mega-millonarios jamás se les pregunta la construcción de la fortuna o la trazabilidad del dinero que invertiría en el Club Estudiantes. Existen algunas certezas políticas. Foster Gillett llegó al país de la mano del empresario Guillermo Tofoni, alfil del gobierno en la deseada nueva estructura de negocios relacionados con el fútbol. Tofoni, representante de los intereses de Gillett, se encuentra en un cruce judicial con el titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia y el tesorero, Pablo Toviggino, luego de que le quitaran los derechos comerciales de los partidos amistosos de la Selección Argentina.
El estadounidense es un empresario que ha invertido en el mundo global del espectáculo fútbol. Su padre compró al Liverpool FC para luego abandonarlo cuando se peleó con su socio Tom Hicks. Tras una prolongada batalla judicial, la Corte Suprema de Londres ordenó la venta de la institución a New England Sports Ventures. El trabajo de Foster Gillett como director deportivo del Liverpool generó un gran rechazo entre los hinchas. Tan profunda fue la antipatía de los socios y abonados hacia Foster que impidieron que el Royal Bank de Escocia extendiera un préstamo a los Foster por 237 millones de euros con el único fin que la familia se fuera del club.
Hoy, se habla de un convenio entre Estudiantes de La Plata y Foster Gillett, pero ningún socio de Estudiantes conoce realmente cuales serían las cláusulas del acuerdo. Se habla de cifras, pero no de certezas jurídicas. La contratación de Cristian Medina fue presentado por el presidente pincharrata como parte de una revolución. De una avanzada del proyecto Gillett, pero las cláusulas del acuerdo siguen siendo trascendidos.
Juan Sebastián Verón pareciera embarcado en un rumbo sin retorno. El presidente de Estudiantes de La Plata afirma y ratifica que su club no se convertirá en Sociedad Anónima, pero sus socios políticos no dudan en celebrar el comienzo de una nueva era a través del club platense. “Estudiantes está camino a ser una SAD. Será en beneficio de sus socios e hinchas. Afortunadamente Estudiantes tiene un presidente que no solo ha sido un jugador de fútbol excepcional y exquisito, sino que tiene una inteligencia importante”, ponderó Milei en el aire de Radio Mitre, y aseveró: “Verón la está viendo y está llevando el club hacia el lugar correcto, me saco el sombrero. Verón demostró ser un crack adentro y afuera de la cancha”.
Si estas fueron las declaraciones del presidente, más complejas son las de Guillermo Toffoni, apoderado de Foster Gillett en este negocio, quién afirmó que el objetivo es “consolidar a Estudiantes de La Plata como un modelo SAD en la región“.
Estas declaraciones generan confusión en la masa societaria pincharrata. Juan Sebastián Verón se ve obligado a dar explicaciones públicas, y en algunos casos, sus dichos generan más confusión. El presidente pincharrata expresó que el manejo del fútbol se “hará bajo una nueva sociedad. Sí, una sociedad anónima“. El reglamento de la Asociación del Fútbol Argentino permite los gerenciamientos de los clubes bajo ciertas normas. ¿Encuadra dentro de las mismas el formato Verón-Gillett? Hay algo que queda muy claro: a pesar de las avanzadas judiciales, hasta enero 2025, ninguna institución bajo la forma jurídica de SA puede competir en un torneo organizado por AFA.
Hay una realidad: hasta que sean públicas las cláusulas del convenio Estudiantes-Gillett no quedará claro cuales son los alcances del acuerdo. Es vox-populi que en el seno de la Comisión Directiva pincharrata – quienes conocen el proyecto – la situación está muy dividida y estaría triunfando la posición contraria al acuerdo con Gillett. Habría un estudio jurídico platense que habría desaconsejado firmar el convenio. Una duda atraviesa a los socios más avezados en temas jurídicos: ¿Dónde se fijaría el ámbito jurídico de disputa ante un futura disputa entre el club y los dueños de la SA Fútbol Estudiantes? ¿La provincia de Buenos Aires o algún lugar alejado de la capital provincial? Una pregunta que pocos se hacen.
La masa societaria será la que resuelva el acuerdo en una futura Asamblea Extraordinaria. Una asamblea que aún no tiene fecha de realización. Mientras tanto, los socios se encuentran en estado de alerta, las opiniones dentro del Club Estudiantes de La Plata se dividen, la transparencia brilla por su ausencia y la sensación de indefinición prevalece. Días atrás, en Abrí la Cancha, el periodista y abogado Carlos Elorza expresó: “Para Verón es plata o mierda. Este muchacho puede embadurnar su trayectoria deportiva y su influencia institucional detrás del mercado y sus relaciones. Está encabezando una tarea en la cual entiendo que está errando la mensura de su prestigio fuera del campo de juego“.
Hay una sensación inequívoca: el único ganador en todo esto pareciera ser el tándem Milei-Scioli-Toffoni. Ellos no tienen la obligación de brindar explicaciones a los socios de un club. El verdadero Caballo de Troya.
Bienvenidos a un 2025 que tal vez sea definitorio en materia de políticas deportivas en nuestro país.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.