Atlanta tuvo un año inolvidable en 1973, pero existe una historia que pocos recuerdan. Un affaire en pleno campeonato Nacional. En Abrí la Cancha recordamos aquel episodio que tuvo como protagonista al club de Villa Crespo y a Chaco For Ever.
Por Carlos Aira
Por curiosa, la historia parece olvidada. 1973 fue un año inolvidable para el Club Atlético Atlanta. Una institución que vivió un cenit deportivo. Si bien en 1960 había logrado la Copa Suecia, campeonato oficial de AFA, esto era diferente. Dirigidos por Néstor Pipo Rossi, Atlanta armó un equipazo que aspiró a consagrarse campeón. Un equipo que se conocía de memoria: Hugo Carballo; el Baby Cortés, Santiago Rico, Osvaldo Gutiérrez y el Gorrión Héctor López; Alejandro Onnis, Jorge Daniel Ribolzi y Juan Gómez Voglino; Horacio René Ibáñez, Rubén Cano y Héctor Candau.
Luego de un Metropolitano irregular, pero con grandes actuaciones, en octubre comenzó el campeonato Nacional. Los Bohemios fueron a la Zona B junto a Boca, Independiente, Rosario Central, Huracán y otros clubes AFA y de provincia. En la primera fecha, Atlanta derrotó 3 a 1 a Independiente en Avellaneda, con goles de Juan Antonio Gómez Voglino, Rubén Cano y Alejando Onnis. En la segunda fecha, disputada entresemana, Ferro derrotaba 2 a 0 a Atlanta, pero el Bohemio dio vuelta el partido y terminó venciendo 4 a 2. La primera derrota del equipo llegó en la tercera fecha cuando fue superado 1 a 0 por Huracán, con un golazo de tiro libre de Miguel Ángel Brindisi.
El campeonato siguió su curso y el domingo 21 de octubre de 1973, Atlanta se quedó con el viejo clásico de la calle Humboldt al derrotar 3 a 1 a Chacarita Juniors en Ferro Carril Oeste. Los goles bohemios los convirtieron Ángel Ferreyra, el talentoso Gómez Voglino y Rubén Cano. Por la quinta fecha, entresemana, Atlanta derrotó 2 a 0 a Gimnasia, con goles de Gómez Voglino y Jorge Ribolzi. El domingo 28 de octubre de 1973 una multitud de hinchas bohemios llenó la tribuna visitante de Juan Agustín García y Boyacá. Con una clase de fútbol, Atlanta derrotó 5 a 3 a Argentinos Juniors, goles de Rubén Cano (3), Alejandro Onnis y Oscar Curbetti. El envión se extendió a la séptima fecha, cuando Atlanta venció 2 a 1 a Belgrano en la calle Humboldt. Siete jugados y seis ganados. No había dudas: Atlanta era la gran sensación del campeonato.
Como un principio de la física, todo lo que sube tiene que bajar. El 4 de noviembre, Atlanta cayó 1 a 0 en su visita a Atlético Tucumán y una semana después igualó 2 a 2 ante Sportivo Desamparados en Villa Crespo gracias a un penal que convirtió Gómez Voglino en el último instante del partido. La 10º fecha se debía disputar entresemana y Atlanta vistiaría a Chaco For Ever. Para alguien dentro de Atlanta – directivos, socios, jugadores o cuerpo técnico – el partido implicaba un riesgo mayúsculo. Acá comenzó la trama.
La delegación bohemia arribó en la mañana del martes 13 de noviembre de 1973 al aeropuerto de Corrientes. Lo que parecía tan sólo una decisión logística al estar en obras el aeropuerto de Resistencia escondía en verdad otra jugada. En la capital correntina vivía Ramón Villanueva, arquero y capitán de Chaco For Ever. Con 29 años y seis temporadas en el club, Villanueva era un referente. En la tarde del martes recibió una llamada telefónica en su domicilio ofreciéndole tres millones de pesos para todo el equipo si iban para atrás. El arquero quedó en contacto con el extraño, pero se comunicó con Abraham Rabinovich, presidente de Chaco For Ever, a quién le explicó la situación.
El presidente forevista le aconsejó a Villanueva que siguiera la corriente y pensaron un ardid. El mismo fue sencillo. El arquero invitó al desconocido – que habría sido un entrenador de basquetbol porteño cercano al club de Villa Crespo – a su domicilio y mientras arreglaban sentados las condiciones, sin que lo supiera, el sobornador estaba siendo grabado. La contraseña pautada era llamativa: los jugadores Atilano González y Marcos Oribe Fretes debían estrecharse la mano en el círculo central. Si esto sucedía, el plantel local aceptaba el soborno bohemio.
Pero las cosas se saben y el rumor llegó a José Rodolfo Lestani, entrenador de Chaco For Ever. Sobre todo, luego se enteró que el durísimo lateral Atilano González viajó hacia Corrientes y fue visto con Pipo Rossi. El vestuario local previo al partido fue un hervidero. Lestani obligó al lateral a confesar delante de sus compañeros si había sido sobornado. Al borde de las lágrimas, Atilano solo expresó que Pipo lo había llamado para preguntarle si le interesaba pasar a Atlanta en 1974. Villanueva, capitán del equipo, llamó a Rabinovich. Cuando el presidente arribó al vestuario, el arquero pidió un grabador e hizo escuchar la conversación que tuvo con el sobornador. Los jugadores de For Ever salieron a la cancha como la sangre en el ojo.
Hubo un partido en Resistencia que fue un compendio de golpes, fricciones y sospechas. No hubo apretón de manos en el círculo central. Para colmo de males, el árbitro Claudio Busca tuvo una actuación espantosa. Tan mala que generó sospechas en la dirigencia local, que en el entretiempo se dirigió al vestuario para increparlo y exigirle que dirija en forma imparcial. El partido finalizó igualado 1 a 1, goles de Oscar Palavicino y Horacio Ibáñez.
El jueves 15, el presidente Rabinovich llamó a conferencia de prensa. Lo hizo obligado ante las situaciones vividas los días anteriores. En la misma, hizo escuchar a la prensa la conversación del arquero Villanueva y el misterioso interlocutor. La grabación no tenía caracter de prueba en AFA, por eso Chaco For Ever decidió no realizar la denuncia. Por lo tanto, todo quedó en la nada. Ese mismo jueves se reunió la CD de Atlanta y emitió un comunicado: «Este supuesto hecho delictivo no puede afectar al club, ni a su masa societaria, ni a su plantel profesional. No obstante, esta Comisión Directiva seguirá con interés el desarrollo de los hechos».
Al no haber denuncia, no hubo hechos concretos.
Atlanta clasificó primero en la Zona B y disputó el cuadrangular final junto a Rosario Central, River Plate y San Lorenzo. Jamás los bohemios estuvieron tan cerca de un campeonato regular de Primera División. Atilano González pasó a Racing Club en 1975.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche a la Investigación Periodística.