Nos visitaron Oscar D’Auria, Daniel Visciglio y Carlos Wolf, miembros de la Subcomisión de Historia y Museo de Ferro Carril Oeste. Un trabajo inmenso buscando visibilizar la historia de un club tradicional de la Ciudad de Buenos Aires.
Por Carlos Aira y Nehuén Ríos
Ferro Carril Oeste es un sinónimo del barrio de Caballito. Un club enclavado en el corazón de la ciudad por donde pasó la vida deportiva, política y el espectáculo. En el mítico templo de madera – aunque hoy el cemento se está imponiendo – donde se disputaron partidos destacados de nuestro fútbol; pero también fue la casa de Los Pumas, el estadio donde se escucharon vibrantes discursos de campaña y cientos de recitales memorables. Ferro es Caballito, su estadio y un club con intensa vida social.
Oscar D´Auria, Daniel Visciglio y Carlos Wolf son parte de la Sub-Comisión de Historia y Museo de Ferro Carril Oeste. Los tres visitaron Abrí la Cancha. Su trabajo es enorme; su sabiduría, un libro abierto. El placer de meternos en el túnel del tiempo y conocer la historia del Verde de Caballito
«Los ingleses tenían la cultura de asociar personas con intereses costumbres dando nacimiento a la noción de club. El Ferro Carril del Oeste estaba en manos británicas; tanto su gerencia como sus empleados jerárquicos. No era ilógico, sobre todo en un país extraño, juntarse para sus tertulias y practicar deporte. A comienzos de 1904 surge la idea de formar un club y el 28 de julio de 1904, en la oficina de cargas del Ferro Carril Oeste, en la calle Yerbal 1189, 95 empleados fundaron al Club Ferro Carril Oeste para realizar socialización y ejercicios atléticos. El 8 de diciembre 1904 se inauguró el campo deportivo en el mismo lugar donde hoy está emplazado el estadio. Esos terrenos habían sido comprados por la empresa para empalmar con la traza del Buenos Aires al Pacífico. La empresa había comprado esos terrenos para hacer un centro transbordador de mercancías, pero en 1904 la idea ya estaba descartada», señaló Daniel Visciglio con inmensa sabiduría.
El origen del color verde de la camiseta sigue siendo motivo de investigación. «En 1909 el color verde simbolizaba la lucha de la Irlanda Libre y muchos trabajadores del Ferrocarril Oeste eran irlandeses. Proponer su color a la gerencia británica no era sencillo. La historia oficial tiene varias versiones. La primera, que el club adoptó el verde por ser Caballito una zona de quintas. Otra versión sostiene que se eligió el verde como señal ferroviaria. En los últimos años tomó fuerza la versión irlandesa del verde de Ferro Carril Oeste», expresaron los investigadores en Radio Gráfica.
El futuro museo es una anhelo de la Subcomisión. Oscar D´Auria expresó en Abrí la Cancha: «Estamos en una etapa donde estamos tratando de construir nuestro museo. Con esfuerzo y orgullo levantamos las paredes de ese sueño que tendrá un pedazo de nuestra vieja tribuna de madera como símbolo de la historia del club. Ese pedazo de tribuna tiene su historia. Cuando comenzó la obra del cemento convenimos con la gente que estaba en el club que nosotros íbamos a cuidar los tablones. Una mañana me llamaron para decirme que no habían cumplido la palabra y estaban desarmando todo. Siempre recuerdo que dejé mi trabajo y me fui a Ferro. Si era necesario, me encadenaba por esos tablones. No estoy en contra del progreso, pero nosotros deseábamos mantener un pedazo de esa tribuna. Al final, nos quedamos con ese fragmento de tribuna, las maderas donde están los nombres de los sectores de aquella cabecera y otras cosas más que estarán presentes en el futuro museo».
Carlos Wolf también estuvo presente. Con emoción expresó su amor por esos tablones: «Esa tribuna que nosotros resguardamos es un reflejo de la pasión y el sentimiento. Allí festejé campeonatos y descensos. Siempre que veo esa tribuna recuerdo la primera final que vi. Año 1963, ante Sarmiento. Esos tablones son un patrimonio, porque no solo pasó el fútbol de Ferro, sino todo el fútbol argentino, los Pumas, recitales memorables y cierres de campaña. Esa tribunita que nosotros cuidamos representa la historia de nuestro club porque esos tablones se emplazaron en 1932«.