Apiladas Deportivas. Drama en el Bosque: información para comprender una tragedia

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En el partido Gimnasia-Boca, la violenta represión dejó como saldo un muerto y cientos de heridos. Las preguntas que nos hacemos todos: ¿Por qué se reprimió con tanta saña? ¿Qué hay detrás de cada operativo policial? ¿Cuáles son los actores en pugna? Policía, Ministerio, Provincia de Buenos Aires, Gimnasia, Aprevide, UTEDyC. Un rompecabezas para una noche dramática de nuestro fútbol.

Por Carlos Aira

 

Fue una noche horrenda. Luctuosa. De lo peor que se recuerde en una cancha de fútbol en los últimos años. Durante una hora, efectivos policiales de la Provincia de Buenos Aires reprimieron con saña a más de veinte mil hinchas de Gimnasia y Esgrima La Plata. Lo hicieron disparando cientos de balas de goma y gases lacrimógenos. El saldo de la represión fue un muerto, un tendal de heridos y el horror. Mucho horror.

Gimnasia-Boca era el partido estelar de la 23° fecha del campeonato. Partido nocturno con horario de inicio 21:10. Minutos antes del pitazo inicial, más de mil personas esperaban ingresar al estadio en una larga fila ubicada detrás de la platea Basile. El episodio desencadenante de una represión inédita habría sido – según testigos – el empujón de un oficial de policía a una criatura. Allí explotaron los ánimos. Eran las 20:50. Desde ese momento, y durante una hora, se vivió un espanto.

Con el encuentro recién iniciado, el bosque platense estaba invadido por los gases. Cuando más de 25.000 espectadores desearon salir del estadio buscando un lugar donde respirar, en una decisión criminal, los efectivos a cargo de los accesos cerraron los mismos. Un Cromagnon en ciernes. Los hinchas, verdaderos héroes solidarios, no se desesperaron. No generaron avalanchas mortuorias, como sucedió en la Puerta 12 de 1968. Tampoco fue una tragedia al estilo Hillsborough, Inglaterra, año 1989. Con el partido Gimnasia-Boca suspendido a los 9 minutos del primer tiempo, los hinchas triperos forzaron los ingresos. Algunos hinchas buscaron oxígeno dentro del campo de juego. En las adyacencias, la represión se trasladó a todos los accesos. Como si fuera una acción coordinada. En el mar de gases cayó César Regueiro. Lolo, para los amigos. Tenía 57 años, vivía en Tolosa y había sido futbolista del Club Villa San Carlos. El parte médico habla de “Paro cardiorespiratorio“. Un eufemismo: a él y a todos los presentes los agredió la policía de la Provincia de Buenos Aires.

Desde el jueves 6 de octubre, la sociedad se hace varias preguntas: ¿Por qué este espanto? ¿Por qué se cerró con candado los accesos? ¿Por cuál razón y quién ordenó semejante represión?

No existió enfrentamiento entre hinchadas, como en otras represiones. Los testigos aseguran que no habría más de 1.000/1.500 hinchas pugnando por ingresar, entrada o carnet en mano. Dentro del estadio había menos público que en otros partidos disputados en los últimos tiempos. Tampoco hubo agresiones ni desbordes.

En estas Apiladas Deportivas nos vamos a introducir en los sótanos del fútbol: operativos policiales, poder, rosca y política.

 

MUCHOS ACTORES; MUCHAS PREGUNTAS. 

 

OPERATIVO POLICIAL: Acá hay que hacer un punto. Un operativo de seguridad deportiva en provincia de Buenos Aires es de una complejidad que desconocen no sólo los hinchas, también gran parte de la prensa.

El club organizador está obligado a contratar los servicios de la Comisaría asignada por jurisdicción. (en este caso, la Comisaría 9° de La Plata).  Comienza a tallar otro actor que es APREVIDE (Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte).  Los operativos los diagrama la Comisaría y luego Aprevide hace cambios y modificaciones. Allí comienza una sórdida lucha entre el organismo bonaerense y la comisaría. En algunos casos también aparece otro actor que es la Dirección Nacional de Seguridad en Eventos Deportivos, dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Los días de partido, los clubes tienen muy poca injerencia formal en los operativos. Pagan el mismo y a los trabajadores nucleados en UTEDyC (Unión de Entidades Deportivas y Civiles). Los accesos a los estadios son manejados, exclusivamente, por fuerzas policiales – quienes cobran adicionales por el servicio – , inspectores de AFA y UTEDyC. Este dato es muy importante para comprender la polémica de las entradas y los molinetes.

Los directivos tienen muy poca autoridad sobre los accesos de los estadios. Los clubes contratan seguridad privada, quienes cumplen un rol de prevención en ciertas áreas. Finalmente, los jefes de seguridad de los clubes pueden pedir o hacer sugerencias (donde vender entradas o colocar vallados), pero la decisión final es del APREVIDE.

El operativo policial estuvo organizado por la Comisaría 9° de La Plata y el jefe del Operativo fue el comisario Juan Gorbarán.

 

APREVIDE: La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte es un organismo dependiente del Ministerio de Seguridad Bonaerense.  Comenzó a funcionar en 1991, luego del asesinato de Saturnino Cabrera, en diciembre de 1990. Su objetivo era la plena vigencia de la llamada Ley de la Rúa.

Durante el gobierno de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel Lugones estuvo al frente del organismo. Alfil político de Patricia Bullrich, de alto perfil y profundo conocimiento del campo; durante su gestión el APREVIDE tomó protagonismo. Para sorpresa de muchos, con el cambio de autoridades provinciales de diciembre de 2019, Lugones fue ratificado por el gobernador Axel Kiciloff a pedido de Sergio Berni, Ministro de Seguridad Bonaerense.

En enero de 2020, con claridad meridiana, el periodista Carlos Elorza expresó en Abrí la Cancha la sorpresa que le generaba la desidia del gobierno de Kiciloff hacia la seguridad deportiva:

 

Hay un problema grande referido a la omisión a prestarle atención al fútbol. La provincia de Buenos Aires está llena de clubes importantísimos. Axel Kicillof debe tener la cabeza puesta en las miles de minas submarinas que dejó el gobierno de Vidal. Pero los partidos se juegan todos los fines de semana y son títulos de prensa

“Sergio Berni ha polemizado con la ministra Sabina Frederic pero no sé cual es su idea de política de seguridad en la provincia de Buenos Aires. Consecuentemente, no sabemos que respuesta tendrá en espectáculos deportivos. Sé qué idea tiene Lugones: utilizar una inmensa cantidad de efectivos para disciplinar. Por que en el fondo la idea es que la policía está para disciplinar a la población”

El problema de la seguridad deportiva debe encuadrarse en un esquema general de la seguridad. Por eso responsabilizo a Berni: si la provincia tiene un ministro es para solucionar el problema. Si Kicillof omite ocuparse del fútbol es un problema que le generará costo político. Si no se lo genera es porque tiene mucha suerte, pero es tentar la suerte”.

 

En septiembre de 2021, Lugones debió dejar su cargo tras una denuncia de acoso sexual. En su lugar, Sergio Berni designó a Gustavo Gómez, un hombre sin experiencia en la seguridad deportiva. Mientras la pandemia alejó al público de los estadios, la vida continuó sin problemas. Los problemas para Gómez se iniciaron en octubre de 2021, cuando el COVID aflojó y las tribunas se poblaron.

Quienes concurrimos a las canchas sabíamos que 2022 sería un año duro para el organismo. La falta de idoneidad quedó expuesta en varias oportunidades. En enero fue asesinado Juan Calvente, hincha de Independiente, en una falla manifiesta del operativo policial – organizado por APREVIDE – en la autopista Buenos Aires-La Plata. En mayo, la realización del partido Gimnasia-Liniers por Copa Argentina fue eje de la polémica. En 72 horas se anunció que se jugaría con público, sin público y nuevamente con hinchas. Pero lo peor: APREVIDE designó un estadio inadecuado para el caudal movilizador del club platense, como es la cancha de Estudiantes, en Caseros. Nuevamente, se rozó la tragedia.

En Abrí la Cancha no somos adivinos: tan sólo conocemos el paño. El 2 de junio pasado, en la Apiladas Deportivas publicamos un enfoque premonitorio:

 

Lo venimos señalando en Abrí la Cancha: desde que el público volvió a los estadios, el APREVIDE (Agencia de Prevención de Violencia en el Deporte) es un organismo fantasmal. De una incapacidad supina. El jueves pasado renunció – un eufemismo similar a los entrenadores que son despedidos, pero piadosamente renuncian – Gustavo Gómez, titular del organismo desde octubre de 2020.  La gota que rebasó el vaso fue el paso de vodevil del no-partido Los Andes-Tigre por Copa Argentina.

El partido, pautado para el miércoles 1 de junio en Lanús, con público de ambas parcialidades, fue suspendido 24 horas de su iniciación por el propio municipio de Lanús. La razón esgrimida por el Jefe de gabinete y ministro de seguridad Diego Kravetz suena inconsistente: “es un partido de alto riesgo que perturba la tranquilidad de nuestros vecinos“, apuntando a la rivalidad Lanús-Los Andes. La jugada del municipio gobernado por Juntos por el Cambio puso en un brete a la provincia. Ambos clubes habían vendido miles de entradas. La falta de fechas en este 2022, obligaba a disputar el partido lo más pronto posible. Presionado, Gómez reprogramó el partido para el día siguiente, sin público, en Deportivo Morón. Ahí se armó la de San Quintín. El intendente Juan Manuel Insaurralde pidió explicaciones al gobernador, quién delegó el problema en Sergio Berni. Finalmente, Los Andes no se presentó al encuentro, generando un precedente inédito en la competencia.

En verdad, el vaso estaba lleno desde hace tiempo. El 25 de mayo pasado, en el estadio Ciudad de Caseros, en el marco del partido de Copa Argentina entre Gimnasia y Liniers, el público platense padeció un horror de apretujamiento y desidia. 10.000 espectadores en una tribuna con una minúscula puerta de acceso.  Un escenario improcedente para un partido qué, hasta último momento, no se supo si se desarrollaría con público o sin la presencia de espectadores. El APREVIDE de Gómez tropezó con la misma piedra dos veces seguidas.

En este 2022, la seguridad deportiva en provincia de Buenos Aires, jurisprudencia del APREVIDE, se convirtió en un gran problema. En el regreso del público a las canchas, los operativos policiales fueron erráticos. En enero pasado, un hincha de Independiente fue asesinado en la Autopista Buenos Aires-La Plata en un enfrentamiento con vecinos de Villa Domínico, quienes realizaban un corte reclamando el suministro de energía eléctrica. El operativo policial, obviamente falló. El 2 de marzo pasado, en un partido en cancha de Quilmes, entre Banfield y Dock Sud por Copa Argentina, los micros que llevaban a los hinchas verdiblancos fueron obligados a transitar una zona donde se reúne la barra quilmeña. Como era de esperar, se produjo un serio incidente. La decisión posterior del APREVIDE fue desmedida: suspender los partidos de Copa Argentina en territorio bonaerense.

 

Con la salida de Gustavo Gómez, el ministro Sergio Berni designó a Eduardo Aparicio, otro funcionario de su confianza, pero con el mismo problema de su antecesor: un absoluto desconocimiento de la problemática de seguridad deportiva. Entrevistado por Abrí la Cancha, el dirigente deportivo Víctor Lupo – ex subsecretario de deportes y primer titular del actual APREVIDE – señaló:

 

“Han tomado el fútbol para dirimir cuestiones políticas. Lo sucedido en La Plata es sospechoso. El titular del APREVIDE (Eduardo Aparicio) no sé si conoce de estos temas. Repartir cargos a personas que no conocen del tema puede pasar de largo o suceder cosas como la de anoche (por el jueves). Hay mucha incapacidad en quienes organizaron el espectáculo. Quienes vamos a la cancha padecemos esta incapacidad. No hay un operativo igual a otro. La pregunta que me hago es: ¿Contra quién es lo sucedido anoche?

“No hay que confundir gestionar con conducir. Acá faltan conductores que pongan las partes en paralelo para que salga lo mejor. Siempre hay una parte que se impone a la otra. ¿Quien fue el loco que se le ocurrió vender un remanente de entradas y cerrar las puertas del estadio? ¿Que pasa con las dirigencias? Hay mucha incapacidad. 

 ¡El APREVIDE, quien debe responsabilizarse de lo que pasó! Y prestemos atención a quien nombra a los funcionarios en el APREVIDE, porque ellos también son los responsables. No necesitamos funcionarios para la televisión, sino funcionarios responsables para el beneficio del pueblo argentino“.

 

 

VALLADOS, MOLINETES Y LA PUERTA: Acá está el nudo de la polémica política. El estadio Carmelo Zerrillo del Club Gimnasia y Esgrima La Plata tiene habilitación para 29.953 espectadores. APREVIDE permitió la venta de un remanente de 4.450 entradas ya que la cantidad de socios habilitados para ingresar es menor al aforo máximo del estadio.

Llama la atención que la Agencia haya permitido la venta de entradas el día del partido y en el estadio. Algo que nunca habilita en partidos nocturnos de gran impacto de público. APREVIDE tiene la potestad final de disponer lugar y horario donde se venderán las entradas. Con el aval del organismo, Gimnasia puso a la venta esas 4.450 entradas desde el jueves al mediodía en las boleterías del estadio. Pudo hacerlo en las sede de calle 4, como en otras oportunidades, pero esta vez lo hizo en el estadio. ¿A nadie llama la atención este detalle?.

Los vallados son otro punto de controversia. El operativo ubicó el último vallado a escasos 50 metros del ingreso al estadio. Una decisión insólita por la magnitud del partido y el horario del mismo. Desde la seguridad se puede argumentar que al existir venta de entradas en el mismo estadio, el operativo es diferente.

Consultados para estás Apiladas, varios dirigentes de Primera División se mostraron sorprendidos por la decisión de los dirigentes gimnasistas de aceptar vender entradas en su estadio previo al partido. Cinco millones de pesos es mucho dinero, pero todo se asemeja a una boca de lobo.

La ubicación de los vallados son decisión del Jefe del operativo con el aval de Aprevide.

En los accesos al estadio están los molinetes. Los mismos son manejados – sin injerencia directa del club – por la policía y los empleados de UTEDyC. Aquí comienza otra controversia. Los trabajadores nucleados en UTEDyC son empleados del club, pero tienen autonomía propia en el negocio del fútbol. Uno de los videos – que mostró una y otra vez el canal C5N – muestra cómo mediante escalera lateral, una gran cantidad de hinchas de Gimnasia ingresaban por la parte de atrás a una de las tribunas local. Hay una persona identificada con una pechera de UTEDYC que abre la reja, libera la zona y permite el ingreso de las personas.

Se habla mucho de las entradas de protocolo, pero poco del negocio de la puerta, sobre todo en los instantes iniciales a que se abren las mismas. Una caja paralela del fútbol de la cual pocos hablan e investigan.

Por otra parte, colados hubo siempre. Pero el ministerio de Seguridad, que apuntó al club Gimnasia como veremos, conoce un talón de Aquiles del club: el ingreso irregular de muchos hinchas en el último clásico platense jugado en el estadio de 60 y 118.

 

ENTRADAS Y PROTOCOLO: El Club Gimnasia y Esgrima La Plata publicó los números certificados por el inspector de AFA: en el partido Gimnasia-Boca se vendieron 3.354 entradas populares por $5.537.400. Quedaron sin venderse 1.096 localidades.

¿Los barras entran sin pagar? ¿Cuántos son los barras de Gimnasia? ¿Se suman a la lista de gente que ingresó al Bosque sin pasar por el control de molinetes? Otro tema sensible. Durante la gestión de Lugones al frente del APREVIDE existió un pacto entre los clubes y el organismo para no verse involucrados en el problema de las entradas: darle carnet social a los barras identificados. Por lo tanto, la inmensa mayoría de la 22 – como otras barras – ingresan al estadio con carnet societario.

Otra cosa son las entradas de protocolo. Todos los clubes disponen de una cantidad de entradas que se reparten entre allegados y sponsors del club. Acá está el eje del conflicto Berni-Gimnasia.

“Hay entradas de fotocopias, bonitos de todos los colores y ciento de entradas de protocolo, estas pruebas son determinantes para poder comprender lo que pasó, había el doble de personas que podía entrar al estadio. El principal motivo que generó esto fue la cantidad de gente que quedó con y sin entradas fuera del estadio. Los violentos empezaron a atacar con piedras y eso desató la represión”, declaró Aparicio, titular del APREVIDE, quién agregó que en los alrededores del estadio habría unas “10.000 personas”.

Vale destacar algo: no hubo piedras; tampoco 10.000 personas en los alrededores del estadio. Varios medios – y hago hincapié en C5N – mostraron como prueba irrefutable del ingreso masivo de público a través de entradas de protocolo, una fotografía de las entradas que había dentro de uno de los molinetes.  Si hubo entradas truchas – una posibilidad – es parte de la investigación judicial. Pero vale destacar algo una y otra vez: nada justifica el cierre de las tribunas y una represión criminal. 

Hablando de entradas de protocolo. En agosto pasado, en el marco de la Copa Libertadores de América, se enfrentaron Vélez Sársfield y Talleres de Córdoba. Si bien no hay público visitante en las canchas desde hace mucho tiempo, en competiciones internacionales se permite el mismo por disposición CONMEBOL aceptada por los organismos de seguridad. Talleres puso a la venta las 2.000 ubicaciones que tendrían sus hinchas en el José Amalfitani. A último momento, el organismo de seguridad deportiva de la Ciudad dispuso que el partido se jugaría sin visitantes, pero ya existía un gran problema: en Córdoba se habían vendido las entradas. ¿Que hacer? En forma solapada se dispuso que gran parte de ese público ingresaría al estadio velezano con entradas de protocolo. El desastre ya lo conocemos…

 

POLICIA: La pregunta que nos hacemos todos desde un primer momento: ¿Quién ordenó una represión salvaje? Las fuerzas también tienen sus internas en un país que discute modelos de seguridad.

El mismo jueves 6 de octubre, el Ministerio de Seguridad bonaerense cambió al jefe de la Departamental de Policía de La Plata. Sergio Berni designó al comisario Sebastián Perea en reemplazo del saliente Diego Galarza.  Por la mañana, la policía platense irrumpió a los tiros en la Facultad de Humanidades. Por la noche, la represión criminal en la cancha de Gimnasia.

¿Es descabellado pensar que ambas represiones se enmarcan en una interna feroz entre policías por los cambios en la cúpula de la Departamental La Plata? Nada es descabellado. Estamos hablando de la Policía Bonaerense, una fuerza con 90.000 efectivos, más que el propio Ejército. La Bonaerense tiene como costumbre discutir poder y diferencias con incidentes como los vividos en la capital provincial.

Para colmo, el mismo jueves – para enrarecer más la situación –  renunció la ministra Elizabeth Gómez Alcorta por lo que entendió una represión del gobierno nacional sobre una comunidad mapuche en Mascardi, Río Negro.

El sábado, por decisión de la UFI N°8, fueron detenidos el comisario Juan Manuel Gorbarán, jefe del operativo policial, acusado de estrago seguido de muerte.  También fue detenido el policía Nahuel Falcón, quién disparó balas de goma a un camarógrafo de TyC Sports, en una escena dramática. Las detenciones fueron validadas por el juez de garantías Agustín Crispo. Este domingo, el comisario Juan Manuel Gorbalán se negó a declarar.

Por ahora, son los únicos dos detenidos de la causa. Gorbarán tendrá que dar respuestas que exige la sociedad. ¿Las dará?

Por otra parte, como venimos señalando en Abrí la Cancha, la violencia policial está recrudeciendo en todos los estadios. El fútbol no tiene público visitante – en primera división, salvo excepciones – desde 2013, cuando un hincha de Lanús fue asesinado en las inmediaciones del Estadio Ciudad de La Plata (nada garantiza que si el partido se hubiera disputado en el Único no hubieran existido los incidentes). En las categorías más bajas de ascenso, no hay visitantes desde el lejano 2007. Desde que regresó el público a las canchas, las imágenes son elocuentes y las denuncias reiteradas. Somos muy pocos los medios que visibilizamos esta problemática que están padeciendo los hinchas. ¿Por qué será?

 

BERNI VS GIMNASIA: Cuando los gases se evaporaron y los hinchas volvieron a sus hogares con una congoja inmensa en el corazón, el ministro Sergio Berni llegó al estadio platense en helicóptero. Sin decir agua va, descerrajó una serie de acusaciones responsabilizando al Club Gimnasia y Esgrima La Plata de los sucesos:  “Los clubes venden entradas de más y nadie se hace cargo. La policía no tiene por qué hacerse cargo. El responsable es el que organizó el evento“. La desafortunada declaración del ministro abrió un sin fin de conjeturas.

No pocos periodistas se animaron – por ignorancia o respaldo político – a decir que se vendieron entre 5.000 y 14.000 entradas. Una irresponsabilidad. Esto es imposible de sostener por un dato concreto: Gimnasia jugó este año a estadio lleno en varias oportunidades. Con no más de 1.500 hinchas en los alrededores, el estadio tenía algunos claros en la cabecera de calle 60 y la platea Basile.

El ministro bajó su tono al día siguiente. Con la opinión pública consternada, Berni reconoció qué “la Policía resolvió la situación de la peor manera“. Dónde no bajó el tono es en adjudicar la responsabilidad de Gimnasia: “Por cada entrada que vendió AFA, había 20 de cortesía. El control de las entradas no lo hace la policía, sino el mismo club que hizo la vista gorda. Los espectadores se enardecieron y quisieron entrar“.

Para rematarla, en el aire de A 24 señaló: “no soy amante del fútbol por estas cosas. Siempre se venden entradas de más. El otro día, en el partido de Los Pumas, el estadio de Independiente estaba lleno y no había policías“.

Según los cálculos del ministro de Seguridad bonaerense, el club Gimnasia y Esgrima La Plata entregó – aproximadamente – 72.000 entradas de cortesía (3.600 x 20).  No se puede decir cualquier cosa. No se puede jugar con la vida y el dolor de la gente. Está claro: Berni buscó respaldar su gestión al frente de la seguridad provincial. Pero como bien señaló Gabriel Fernández – director periodístico de Radio Grafica – en su artículo “Estuve Ahí“, la pregunta es ¿Por qué mentir?.

 

Decir la verdad nos beneficia; mentir beneficia a quien opera en contra del pueblo y de sus intereses.

Creo que un sector importantísimo del Frente de Todos tiene que poner las barbas en remojo.

Porque, insisto, mentir no nos beneficia.

Si hay un apriete económico, judicial, policial, es preciso decirlo en vez de justificarlo para dar idea de “manejamos todo” y “está bajo control”. La gente lo entenderá. Y acompañará.

Pero hay que dejar de decir macanas sobre situaciones que están a la vista. Y con testigos.

Por su parte, Gabriel Pellegrino, presidente de Gimnasia, desligó a su club de los incidentes y responsabilizó al operativo policial de los sucesos acaecidos. El titular del club platense hizo hincapié en las fallas de los vallados previos al ingreso al estadio: “la policía dejó que gente sin entradas llegara hasta la puerta de la cancha. Esa es una falla en los controles y los cacheos”. 

Pellegrino aseguró en diálogo con TyC:  “La cantidad de entradas que se pueden vender se determina en función de la capacidad del estadio, cerrar las puertas lo determina la policía, el Aprevide, no sé, la seguridad. Nosotros al contrario, les decíamos que había gente con carnet y plateas en la mano que quería ingresar y se veían plateas vacías. No sé cómo metés cinco mil personas con carnet en la mano para que entre, pero es un tema que escapa a lo que nosotros sabemos”, agregó.

Acerca del punto donde pudo haber fallado la organización para que hubiera más gente que capacidad real, Pellegrino expresó: “La responsabilidad es de los organismos de seguridad, si no, ¿para qué están? Hace un montón de partidos que viene una persona con el carnet, pasa y tiene su platea. Lo que no podés es vender es más entradas que la capacidad de la cancha. Pudo venir gente sin entradas, jugamos contra Boca, es un club que mueve gente, si vino gente ‘a ver cómo pasamos’, lo manejan los organismos de seguridad”. Más tarde, repitió: “Lo que hicimos es lo que hicimos en todos los partidos y no hubo problema, esto no pasó”.

 

FUTURO:  El club Gimnasia y Esgrima La Plata se presentará querellante buscando defender los intereses de socios e hinchas, victimas del accionar policial. El abogado Mariano Cúneo Libarona, representante legal del club, dijo que pretende determinar los roles de la Policía y Utedyc para llegar a la verdad.

Por su parte, el Ministerio de Seguridad buscará demostrar la cantidad irregular de público que ingresó al estadio platense en la trágica noche del 6 de octubre de 2022. También, que esta situación es una práctica corriente en Gimnasia y Esgrima La plata. No se puede justificar la represión, pero si arrastrar al club hacia el lodo de las balas y los gases.

Si bien el gobernador Axel Kiciloff no se ha expresado, el Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires utilizó efectivos de la Policía Federal para llevar adelante las detenciones de Gorbarán y Falcón

Los sucesos de La Plata pueden ser un parteaguas en materia de seguridad deportiva. Sería vital que la ciudadanía comprendiera quienes son los actores en pugna. También está la posibilidad, muy real, que nos indignemos, gritemos Nunca Más, pero todo siga medianamente igual.

Para que las cosas cambien se necesita idoneidad y patriotismo. El pueblo se está hartando de roscas y tacticajes de la politiquería.

El sábado, la ciudad de La Plata despidió a Lolo Regueiro. En todas las canchas se aplaudió el minuto de silencio ( esta vez, la Liga no le exigió a los jugadores una rodilla en tierra, eso queda para la quema de coches). La primera vez que la policía lanzó gases lacrimógenos sobre una tribuna fue en 1931, como señalé en Héroes en Tiempos Infames.

Hace 90 años que la policía es parte del negocio del fútbol.

 

(*) Periodista / Abrí la Cancha / Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames.

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