Por Carlos Aira
El campeonato de 1945 fue un suplicio para Racing Club. A pesar del enorme despliegue económico que buscaba finalizar un suplicio sin títulos que ya duraba veinte años, a falta de cinco fechas para la conclusión del certamen, la Academia ocupaba el penúltimo puesto. En esa situación, la permanencia se complicaba.
En las fechas 26º y 27º, Racing goleó a Rosario Central y Atlanta. En la 28º jornada – antepenúltima – se definía todo. En el estadio de River Plate, la Academia recibió a Gimnasia y Esgrima La Plata, último clasificado, frente a la Academia. La tabla de posiciones daba 21 puntos para los de Avellaneda contra los 19 que tenían los triperos.
La intensa lluvia le brindó un marco dramático al partido. 18 de noviembre de 1945. Los platenses se pusieron en ventaja con un tiro libre ejecutado por Pedro Gordillo. Al minuto empató Carreras. Desde ese momento se sucintaron una serie de acontecimientos extraños: falta de combatividad de los platenses, marcado desgano y una apatía que fue percibida por el público de ambas instituciones.
Los hinchas de Racing insultaron a sus jugadores y dirigentes por incompetentes. Los triperos culpaban a sus hombres de vender el descenso de categoría. El partido terminó con victoria racinguista 4 a 3. Con ese resultado, la Academia se puso a salvo del descenso.
Gimnasia descendió a la fecha siguiente, a pesar de golear 4 a 1 a Independiente.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3