Por Carlos Aira
Luego de un aceptable Metropolitano de 1981, Racing Club era el gran candidato para obtener el Nacional. La hinchada de la Academia hacía quince años que no festejaba. El mundo del fútbol presentía que ese equipo, dirigido por José Omar Pastoriza, rompería una racha que ya era larga.
Pero algo pasó. Los históricos males de la Academia. Antes de comenzar el torneo, Santiago Saccol, presidente del club, transfirió a Julio Olarticoechea a River Plate, y lo peor, al goleador Gabriel Calderón a Independiente.
El equipo no sólo se desarmó, sino que el club entró en un tobogán imposible. Los grandes jugadores se fueron (Alberto Vivalda, Van Tuyne, Juan Barbas, José Orlando Berta, Juan Ramón Carrasco). Subieron pibes sin experiencia y veteranos con mucha historia y poco fútbol.
Así llegó Racing a 1983. Con terribles problemas. El presidente del club era el contador Enrique Taddeo. Su carta de presentación era la honestidad. Una honestidad compleja para un equipo que debía sacar puntos para aumentar el promedio del descenso.
La situación en Avellaneda blanca y celeste era angustiante durante el Metropolitano. Cuenta la leyenda que los capitanes de dos equipos importantes visitaron al incorruptible presidente en los días previos a los partidos de sus clubes frente a Racing. El objetivo: vender sus partidos en beneficio de la Academia.
En el primer caso, un arquero con muchísima trayectoria, acompañado por un volante que había pasado hacía poco tiempo por la Academia, ofrecieron la derrota a cambio de un departamento. La respuesta de Taddeo fue negativa. Semanas mas tarde, cuando el equipo estaba casi condenado, el veterano entrenador de un equipo llegó a Mitre 934. El ofrecimiento no fue tan pretencioso: sus muchachos querían algo. La respuesta fue la misma: nada. Enrique Taddeo agregó: «Si Racing desciende, lo hace con honor«. El resultado de ambos partidos: derrota 1-3 del Racing Club.
Un detalle. La honestidad extrema del contador Taddeo se puede contraponer con la actitud de algunos jugadores profesionales de su equipo. Cuenta la leyenda que en un partido jugado pocos días antes del descenso, un delantero rival -fana de Racing- se le acercó a Juan José Pizzuti, entrenador de la Academia, y le dijo: «Che, no ves que xxxx está yendo para atrás». Ese mismo defensor, días más tarde, cuando Racing estaba ganando un partido vital, tuvo una increíble discusión con su compañero de zaga que terminó con el empate rival en tiempo de descuento.
Se habla también de un laureado mediocampista también tuvo actuaciones que llamaron poderosamente la atención. Ambos fueron los más cuestionados por los hinchas la tarde del 18 de diciembre de 1983, cuando se consumó el descenso de la Academia.
Taddeo siguió siendo el presidente de Racing hasta diciembre de 1985. Luego fue vicepresidente del club. Falleció en 1991. Nadie puede negar su enorme honestidad. Tampoco cierta miopía que le impidió frenar triste desenlace.
Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3