Argentina 69: la eliminatoria que nos dejó afuera del Mundial de México

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El 31 de agosto de 1969 fue una de las tardes más tristes del fútbol argentino. Con el empate 2 a 2 ante Perú, la Selección quedó afuera del Mundial de México 1970. Por primera – y una vez – nuestro representativo no disputaría una Copa del Mundo por cuestiones deportivas. Una retrospectiva de época para comprender un inmenso fracaso.

Por Carlos Aira

 

Los años 60s fueron intensos para el fútbol argentino. Luego del Fracaso de Suecia, el fútbol argentino abrazó nuevas lógicas. La táctica y la estrategia comenzaron a tener un gran predicamento. Comenzaron a ser más importantes los entrenadores que los jugadores. Equipos de autor. Los casos emblemáticos fueron El Equipo de José y el Estudiantes de Zubeldía. Pero también hubo otros grandes equipos, como aquel Independiente bicampeón de América 1964-65. Los mismos Diablos Rojos campeones del Nacional 1967. Los Matadores campeones del Metro 68 o el Boca de Alfredo Di Stéfano en 1969. Si bien River no se consagró campeón durante toda la década, también aportó grandes equipos y jugadores forjados en el club.
¿Y la Selección Argentina? Luego de Suecia, el desprestigio de la Selección fue enorme. Juan Carlos Lorenzo condujo al equipo en la Copa del Mundo de Chile 1962. Un equipo que pasó sin pena ni gloria. El equipo campeón de la Copa de las Naciones pareció que acercaba al equipo con la gente. Lo mismo sucedió en Inglaterra 1966, con aquella historia de Rattín, el pelado Kreitten y la alfombra de la Reina. Pero el asunto era más complejo. El problema estaba en la calle Viamonte. La Asociación del Fútbol Argentino no tenía a la Selección como una prioridad.
Tramas. Luego del golpe de estado que sacó a Arturo Illia del Poder Ejecutivo, el gobierno de Juan Carlos Onganía dispuso una intervención de AFA. Al frente del fútbol quedó Valentín Suárez, quién había ocupado el mismo cargo durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón. Luego de instalar su viejo proyecto que fueron los campeonatos nacionales de Primera División, Suárez dejó su cargo en febrero de 1969. Su lugar fue ocupado por Armando Ramos Ruíz, veterano directivo de Racing Club. Con la eliminatoria en el horizonte, el interventor convocó a Humberto Maschio para la conducción del equipo nacional. El Bocha se había retirado en diciembre de 1968 y a pesar de su extensa trayectoria en Argentina e Italia, sería su obvia primera incursión como entrenador.
El grupo clasificatorio no era sencillo. En el horizonte se encontraban Bolivia y Perú. Cuatro partidos y un solo clasificado a la Copa del Mundo México 1970. Los bolivianos presentaban el sempiterno problema de la altura. Por su parte, los peruanos – dirigidos por el brasileño Didi – tenían un equipo dispuesto a dar el batacazo. Argentina jugaría sus primeros dos partidos fuera de casa y cerraría la eliminatoria con dos encuentros en Buenos Aires.
Pero el clima no era el mejor.  El miércoles 28 de mayo de 1969, Argentina igualó 1 a 1 ante Chile en Santiago. La prensa criticó impiadosamente al equipo de Maschio. Eran tiempos complejos para la patria. El Cordobazo puso en jaque al gobierno de Onganía. El dictador, preocupado por el humor social que podía generar un eventual fracaso en la eliminatoria, le envió un mensaje a Ramos Ruíz exigiendo la salida de Maschio. Ante esta situación, el interventor presentó su renuncia en la mañana del viernes 4 de julio de 1969. Horas más tarde, Humberto Maschio también dejó su cargo. Lo hizo luego de finalizar un entrenamiento del equipo nacional realizado en el Club YPF del barrio de Núñez. Se habían presentado tan solo 12 jugadores. La Selección no era la prioridad de casi nadie.
Sin tiempo que perder, el gobierno eligió a Aldo Porri como nuevo interventor de AFA. El nuevo interventor era un hombre del fútbol. Hacía más de 25 años que era directivo de Chacarita Juniors, club que estaba a horas del momento más grande de su historia. El domingo 6 de julio, en cancha de Racing, los tricolores derrotaron 4 a 1 a River y se consagraron campeones del Metro 1969, hasta hoy, el único campeonato de Chacarita en Primera División. La primera acción del nuevo interventor fue designar a Adolfo Pedernera al frente del equipo nacional.
El trabajo de Pedernera debía ser contrareloj. El primer partido se disputaría el 27 de julio en los 3.600 metros de La Paz. Al frente del cuerpo médico de la Selección se encontraba el doctor Alejandro Pittaluga. Para el profesional, los futbolistas debían tener una aclimatación de cuarenta días en la altura para poder estar en condiciones físicas de paridad con sus rivales. Imposible. No había tiempo físico, pero tampoco había equipo. La Selección Argentina comenzaría la eliminatoria de la peor manera posible.

 

BIENVENIDOS A UN FRACASO

 

Aquel domingo 27 de julio de 1969, Argentina salió al Hernando Siles con Mario Cejas; Rubén Suñé, Roberto Perfumo, José Rafael Albrecht y Silvio Marzolini; Miguel Brindisi, Ubaldo Rattín y Victorio Cocco; Ángel Marcos, Daniel Onega y Aníbal Tarabini. DT: Adolfo Pedernera. No solo fue un paso en falso: fue una tarde escandalosa. La tarde comenzó mal. 16 minutos. Marzolini tocó para Albrecht. El siempre seguro defensor tucumano se enredó con la pelota. Detrás suyo apareció Juan Díaz, que robó la pelota y sometió a Cejas. Argentina consiguió igualar a los 41 minutos gracias a una media vuelta del tandilense Aníbal Roberto Tarabini. Segundo tiempo. Siete minutos. El árbitro paraguayo Sosa Miranda cobró tiro libre indirecto a favor de Bolivia dentro del área argentina. Toque y mano de Suñé. Penal. Ramiro Blacut, la figura boliviana, marcó el 2 a 1. Sobre la hora, el propio Blacut marcó el 3 a 1. Bolivia 3 – 1 Argentina.
Allí comenzó un escándalo sin precedentes. Blacut provocó a los jugadores argentinos. La respuesta fue una trompada de Carlos Pachamé – que había ingresado por Rattín – al 10 boliviano. En ese momento comenzó el caos. La policía boliviana ingresó al campo de juego con machetes y armas de fuego. Pachamé fue apuntado en el rostro y luego retirado del campo de juego – de los pelos – por cuatro policías. Suñé recibió un palazo descomunal. Cientos de piedras y naranjas tapizaron el campo de juego. Pero el caos no finalizó allí. Los jugadores argentinos sufrieron un vía crucis desde el estadio hasta el hotel Copacabana. Miles de bolivianos arrojaban piedras y botellas. Una autobomba arrojó agua a los exaltados que pretendían linchar al equipo argentino. El equipo tardó tres horas en dejar el hotel para partir hacia el aeropuerto. En esos momentos de inmenso fragor, el único sereno fue el interventor Porri quién aseguró que se había perdido un partido que comprometía la clasificación al Mundial de México, pero confiaba en un próximo triunfo argentino ante Perú en Lima.

 

27 de julio de 1969. Escándalo en La Paz. Carlos Pachamé es agredido por las fuerzas de seguridad. Argentina comenzó la eliminatoria con el paso cambiado.
Se venía el enfrentamiento ante Perú en Lima. El seleccionado se concentró en las instalaciones que el sindicato de Luz y Fuerza tenía en Castelar. Por fuera del fútbol, el mundo del deporte se conmocionó en la noche del miércoles 30 de julio. Boxeo televisado desde el Luna Park. En un combate llamado a ser una estadística más, el púgil pampeano Mario Paladino falleció cuando su cabeza pegó en el borde del ring. Ese mismo día, el equipo de Pedernera derrotó a Gimnasia y Esgrima La Plata, que actuó de sparring. Rattín desgarrado quedaba afuera de la competencia. ¿Quién ocuparía su lugar? Se presumía que el mediocampo argentino estaría repartido entre Juan Carlos Rulli y Carlos Pachamé. Por otra parte, Pedernera quería trabajar con bloques. Se vislumbraba un equipo con los dos centrales del Racing de José y el ataque de Independiente.
El viernes 1 de agosto llegó la Selección Argentina a Perú. A diferencia de la experiencia boliviana, el equipo fue bien recibido en la capital virreinal. La histórica ligazón entre ambos pueblos. La prensa argentina aprovechó para ver entrenar a los peruanos. Se prendieron todas las luces de alarma porque jugaban un fútbol plástico y armónico. Si nosotros estábamos sumergidos en fútbol físico y combativo, Perú parecía alzar las banderas de nuestro fútbol un cuarto de siglo atrás. El domingo 3 de agosto de 1969, la Selección Argentina salió al Estadio Nacional de Lima con Mario Cejas; Gregorio Gallo, Roberto Perfumo, Alfio Basile y Silvio Marzolini; Miguel Brindisi, Ubaldo Rattín y Victorio Cocco; Raúl Emilio Bernao,  Héctor Casimiro Yazalde y Aníbal Tarabini. DT: Adolfo Pedernera
Argentina sufrió el partido desde el segundo inicial. Perico León, Teófilo Cubillas y Julio Baylón eran dueños de un fútbol cinco estrellas. El primer tiempo finalizó igualado 0 a 0. Pero Perú encontró el gol a los cinco minutos de la segunda etapa. El defensor Héctor Chumpitaz se metió en campo argentino. Tocó para Baylón, quién habilitó a Perico Léon, que derrotó a Cejas. Derrota argentina 1 a 0. En las duchas afloró la bronca de varios jugadores. Grandes individualidades, pero no había equipo. Adolfo Pedernera no tenía ganas de hablar con la prensa: «Y no es por el resultado. Ustedes saben que es mi costumbre hablar poco o nada después de los partidos. Creo que el equipo anduvo bien en el primer tiempo y que tuvimos ocasiones de llegar al gol. No se dio. Perú jugó muy bien y nos ganaron en buena ley.»

 

3 de agosto de 1969. El equipo argentino que cayó 1-0 ante Perú en Lima. Parados: Carlos Pachamé, Mario Cejas, Gregorio Gallo, Roberto Perfumo, Alfio Basile y Silvio Marzolini. Hincados: Raúl Emilio Bernao, Juan Carlos Rulli, Héctor Yazalde, Miguel Ángel Brindisi y Roberto Aníbal Tarabini.

 

La Selección Argentina estaba al borde del precipicio. Lo máximo que podía aspirar era a un triple empate y ver como estaba la diferencia de goles. El domingo 10 de agosto, Bolivia derrotó 2 a 1 a Perú en La Paz. El domingo siguiente, Perú goleó 3 a 0 a Bolivia en Lima. Peruanos y bolivianos tenían 4 puntos (dos puntos por partido ganado). Ambos equipos tenían +3 en su diferencia de gol. Argentina encaraba los dos partidos en casa con -3.
Se hacía obligatorio no solo ganar ambos partidos, sino también hacerlo por una diferencia de goles. ¿Dónde jugar los partidos? La AFA decidió que los encuentros ante Bolivia y Perú se realicen en La Bombonera. La supuesta cercanía del público y su caja de resonancia sería un actor más en juego. El martes se disputó un amistoso ante Atlanta en La Bombonera. El miércoles se iba a jugar ante Argentinos Juniors, pero Adolfo Pedernera decidió que no era necesario ese partido. El entrenador no jugó al misterio y el viernes confirmó el equipo que el domingo enfrentaría a Bolivia en La Boca. El gran cambio era táctico. Quedaba atrás el 4-3-3 para darle paso al 4-2-4: Mario Cejas; Rubén Suñé, Roberto Perfumo, José Rafael Albrecht y Silvio Marzolini; Juan Carlos Rulli y Carlos Pachamé; Raúl Emilio Bernao, Daniel Onega, Héctor Yazalde y Oscar Más.
Los nervios a flor de piel. Un periodista de Crónica señaló que Daniel Onega y Héctor Yazalde no podían jugar juntos porque eran como el vinagre y el aceite. Cuando el periodista apareció en Luz y Fuerza, el delantero de Independiente lo increpó a los gritos. Fue tan grande el escándalo que debieron calmarlo entre varios compañeros. Lejos de la concentración, el viernes se vendieron todas las plateas y gran parte de las 54.000 populares disponibles.
Llegó el partido. Domingo 24 de agosto de 1969. El día anterior había fallecido Enrique García, El Chueco, el crack de un fútbol que se añoraba. Un estadio repleto y la presión de ganar. Sí o sí. Argentina fue una tromba sin ideas. Bolivia se dedicó a esperar y hacer tiempo. Mucho tiempo. Bernao y Pinino Más desbordaron todas las veces que pudieron, pero el juego de internos falló. Era cierto: Onega y Yazalde no podían jugar juntos. El aliento desde las tribunas bajó ensordecedor. Aún con ese marco, Argentina recién pudo doblegar a Bolivia con un penal ejecutado por el tucumano Albrecht. Víctoria. Menuda, pero victoria al fin. La prensa se ensañó con el equipo. Desde Crónica no se perdieron la oportunidad de golpear, sin piedad, a Chirola Yazalde: «este chico de mala memoria social, no defendió bien la camiseta de la AFA. Héctor Yazalde quedó convertido en una ensalada inicua, pues no es aceite, ni vinagre, ni sal, ni pimienta, ni nada…»

 

24 de agosto de 1969. Héctor Yazalde (9) y Daniel Onega eran los jugadores más criticados del equipo. Ambos fracasaron ante la férrea defensa boliviana.

 

Se venía una semana definitoria. Se había derrotado a Bolivia. Ahora, había que vencer a Perú. Luego de un día de descanso, la Selección se entrenó en el Monumental. El miércoles el equipo quedó concentrado. Esta vez, Pedernera jugó al misterio. Perú era un equipo con un fútbol sorprendente. ¿Qué debía hacer Argentina? ¿Jugar un partido de técnica o un partido de Copa Libertadores? En la semana, FIFA aclaró que en caso de empate en puntos no contaba la diferencia de gol y los tres seleccionados debían disputar un petit torneo de desempate. Tres partidos en cancha neutral. El cuerpo técnico convocó a Alberto Rendo para este partido. El crack de San Lorenzo era uno de los jugadores reclamados por los hinchas.
Llegó el domingo 31 de agosto de 1969. Una fecha que quedará en el recuerdo. Tanto en Perú como en nuestro país. Argentina salió con Mario Cejas; Luis Gregorio Gallo, Roberto Perfumo, José Rafael Albrecht y Silvio Marzolini; Carlos Pachamé y Juan Carlos Rulli; Ángel Marcos, Héctor Yazalde, Miguel Brindisi y Aníbal Tarabini. La Bombonera colmada. El primer tiempo fue un juego de nervios. Argentina al ataque y Perú plantado de contragolpe. Para el comienzo del segundo tiempo, Pedernera metió en la cancha a Rendo por Rulli. Argentina quedaba con un solo volante de marca. 18 minutos. Cacho Ramírez le robó la pelota a Albrecht y definió con clase ante la salida de Cejas. Silencio sepulcral. 31 minutos. Pared entre Rendo y Marcos que cortó De la Torre con infracción dentro del área. ¡Penal! Albrecht igualó el partido. Quedaban 15 minutos por delante, pero tan solo tres minutos después del gol argentino llegó otro tanto peruano. Nuevo error de la defensa argentina en la salida. Nuevamente, Cacho Ramirez derrotó a Cejas. ¿Y ahora? El milagro parecía imposible, pero hubo una luz de esperanza. Minuto 45. Alberto Rendo arrancó en el medio campo, eludió a dos rivales, enfrentó a Chumpitaz y también lo gambeteó. Ingresó al área, eludió al arquero y remató al arco. La pelota pegó en el palo izquierdo, tomó el rebote y le pegó con fuerza al arco. Argentina 2-2 Perú. Quedaban cinco minutos de descuento. Centro de Tarabini y gol de Miguel Brindisi. Durante un segundo todos creyeron presenciar un milagro, pero el árbitro chileno Rafael Hormazabal anuló la conquista por infracción al arquero Rubiños. Cuando cayó la tarde se cayó la ilusión argentina. ¡Perú se iba a México 70! Argentina tenía que masticar una frustración única.

 

31 de agosto de 1969. Toscano Rendo acaba de convertir un golazo que no va a alcanzar. Argentina 2-2 Perú. Nos quedamos afuera del Mundial. (Foto: Arkivperu)

 

En las Charlas de Vestuario de Abrí la Cancha, Toscano Rendo recordó su frustración: «Contra Perú, recién tuve la posibilidad de jugar en el segundo tiempo. Me sirvió para andar bien, pero el gol no sirvió para nada. Quedamos afuera. Todo fue muy bonito, pero no pudimos ir a México. Me fui caminando hasta mi casa. Yo desde la cancha de Boca no estaba tan lejos, son treinta cuadras, estoy en Pompeya. Me fui caminando despacito, agarré mi bolsito, fui el último que se fue del vestuario. Me fui a mi casa y me acosté. Al otro día lo llamaron a Cantú, enfrente de casa. Y le dije a mi vieja ‘Mamá, atendelos vos, yo no puedo‘. Desgraciadamente, no se me dio».
Argentina no participó de la Copa del Mundo 1970. Hasta hoy, el único mundial que en el cual la albiceleste no disputó por cuestiones deportivas. A pesar de ser jugadores exitosos en sus clubes, algunos campeones intercontinentales, pocos tuvieron revancha con la camiseta de la Selección Argentina. Roberto Perfumo, Héctor Yazalde, Miguel Brindisi y el arquero suplente Pepé Santoro fueron parte del equipo nacional en la Copa del Mundo Alemania Federal 1974.
Pasados 56 años de aquella eliminatoria, son varios los jugadores que podrían narrar las sensaciones que les dejó aquella eliminatoria de 1969. Ellos son Alfio Basile, Juan Carlos Rulli, Ángel Marcos, Víctorio Cocco, Carlos Pachamé, Oscar Más, Miguel Brindisi, Alberto Rendo y Miguel Santoro. Vale destacar que Argentina cayó ante una brillante selección de Perú, que comenzó aquella tarde un ciclo histórico que les permitió brillar durante una década.
Luego del Mundial de 1974, la AFA tomó una decisión transcendental: la prioridad era la Selección Argentina. Puntapié necesario de todos los éxitos futuros del equipo nacional.

 

Carlos Aira es periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. 

 

 

 

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