Aldo Ottaggio: Idolo, de Villa Crespo a Barranquilla

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Nació en la Boca y fue figura en Atlanta en la época de oro del fútbol argentino. Emigró a Colombia con la huelga del 49. Allí aún se lo recuerda a la altura de Pedernera o Pipo Rossi. Recorremos la carrera de Aldo Ottaggio, un lindo semblante de época.

Por Carlos Aira 

 

Fue la historia de tantos pibes argentinos de su época. La época de oro de nuestro fútbol. Moría la década infame y nacía la década de oro. Para la patria y nuestro fútbol. Donde los potreros se multiplicaban en las barriadas.
La familia Ottaggio era una de las más tradicionales del barrio. Don Agustín Ottaggio y Doña Rosa Antonia Magallanes vivían desde fines de los años veinte en Magallanes y Garibaldi, a metros de Caminito. Justo donde el Riachuelo mete cuña para adentro.
Justo enfrente de la casa de los Ottaggio fue donde dejaron abandonado a Benito Quinquela Martín. En esa atmósfera tan singular que brindaba el barrio, nació Aldo Agustín Ottaggio. Fue el 20 de febrero de 1925.
De pibe creció hablando genovés, como los ilustres del barrio: Juan de Dios Filiberto y el propio Quinquela. Pero lo suyo era el fútbol. Zurdo, hábil, pero no tanto para ser delantero. Ingresó a Boca Juniors en 1941 para jugar en Quinta División. Tenía un enorme futuro, pero delante suyo estaba Natalio Pescia. El leoncito era el corazón de Boca. Si era necesario, trababa con la cabeza. Aldo no le escatimaba a la pierna fuerte, pero era un centrojás sutil. No era justamente lo que quería el pueblo xeneize. Jugó en la Ribera hasta 1945. Con 20 años decidió irse del club del barrio. Tenía nuevo destino: Atlanta.

 

Ottaggio comenzó jugando en la Tercera Especial bohemia. En aquellos días, era muy difícil para un jugador joven hacerse un lugar en el primer equipo. Por ejemplo, Atlanta tenía nombres propios muy fuertes como Bernardo Gandulla, el temible Luciano Agnolín o la legendaria veteranía de Vicente Zito. Finalmente, el debut llegó el 8 de diciembre de 1946. Ultima fecha. Derrota 1 a 0 ante Huracán en el Gasómetro. Es interesante analizar los nombres presentó el Globo aquella tarde. A los veteranos Bruno Barrionuevo y Carlos Barrionuevo se le sumaban tres pibes llamados a hacer historia: Juan Carlos Salvini, Llamil Simes y un tal Alfredo Di Stéfano. Con el , Ottaggio se reencontrará en Colombia.
Una tarde especial para Aldo (segundo jugador parado
desde la izquierda). Fue el 19/6/1949. Era el regreso a la
Bombonera. No fue con suerte: Boca goleó 6-1 al Bohemio
En 1947 la dirigencia bohemia tiró la casa por la ventana. Armó un equipo a base de mucho dinero. El refuerzo más importante fue Adolfo Pedernera, quién vistió de azul y oro a cambio de $140.000, una verdadera fortuna.
El equipo, dirigido por el ex-árbitro Barolomé Macías, terminó con un escandaloso descenso en Villa Crespo ante River Plate. Ottaggio jugó poco aquella temporada, pero será vital para sacar a los bohemios del pozo de la segunda división.
En 1948 Ottaggio tuvo asistencia perfecta. Jugó todos los partidos del Bohemio en segunda división. Fue un ascenso singular, porque el campeonato no finalizó debido a la huelga de profesionales. AFA decidió que el ascenso correspondiera a los clubes que habían descendido la temporada anterior. Fue así que Ferro Carril Oeste y Atlanta regresaron a la máxima divisional.
1949 fue su año. Refrendó todo lo bueno que había mostrado en el ascenso. Tanto que el 27 de julio le llegó la citación de AFA: debía presentarse a entrenar con el seleccionado nacional. Fue tocar el cielo con las manos. Tanto que el mismo dijo perdí el habla por instantes. La historia se sabe: la relación con Brasil no era la mejor y por pedido de Valentín Suárez, interventor de AFA, nuestro seleccionado no participó de la Copa del Mundo 1950. La mejor generación de futbolistas argentinos no pudo jugar un Mundial.
La huelga de 1948 abrió un mercado. Colombia fue la meca para muchos futbolistas argentinos. Viajaron a un futbol empresarial que en esos días pagaba como ningún otro en el mundo. El Dorado. Así se llamó a la DIMAYOR, Liga Profesional Colombiana.
Nombres rutilantes, como Néstor Pipo Rossi, Adolfo Pedernera, Julio Cozzi, Alfredo Di Stéfano o Antonio Báez viajaron hacia el Caribe. Otros, sin tanto cartel, también fueron convocados desde El Dorado. Uno de ellos fue Aldo Ottaggio.

 

JUGADOR, CAPITAN Y PERIODISTA

 

Ottaggio arribó a Colombia en abril de 1950, luego de participar en los primeros partidos de la temporada para Atlanta. La diferencia económica que podía realizar en Colombia defería mucho de los topes salariales impuestos en Argentina. Sporting de Barranquilla fue el club que quería al 5 de Atlanta. Ottaggio puso como condición que el club contratara a sus compañeros del mediocampo bohemio: Juan Carlos Pellegrino y el veterano Raul Leguizamón. Concretada la transferencia, Ottaggio se consagró como uno de los mejores jugadores del fútbol colombiano de sus días.
Los clásicos ante Junior fueron un partido aparte. Ottaggio se sacó chispas en duelos memorables con el delantero brasileño Heleno de Freitas. Se ganó una ascendencia tan grande con sus compañeros que lo nombraron capitán del equipo. En 1953, su último año antes de la disolución del equipo – el fútbol colombiano tiene estas cosas – ocupó el triple rol de jugador, capitán y director técnico.
Su fama y credibilidad fueron tan importantes, que escribió crónicas futbolísticas para el semanario Crónica. Coincidencias del destino, su hijo Aldo trabajó durante cuarenta años en el diario homónimo, siendo parte de la Comisión Interna de sus trabajadores gráficos.
Aldo Ottaggio regresó al país en 1954. Lo hizo en Atlanta, segunda división. Dos años más tarde firmó para Almagro. El 29 de abril se sintió perjudicado por el árbitro en un Almagro 2-3 Banfield. Le pasó lo que nunca: se sacó de quicio.
Allí terminó su carrera. Según su propia confesión, luego de vivir tantos momentos gratos en Colombia, no tenía más ganas de jugar al fútbol.
Aldo Agustín Ottaggio falleció en 2012. Una lástima no tener su testimonio directo para repasar anécdotas sabrosas del fútbol de su época.
Este recuerdo hubiera sido imposible sin la ayuda y emoción de Aldo Ottaggio hijo. Aldo  es Presidente del tradicional Club Zárate de Caminito. Ubicado a escasos metros de la casa de sus abuelos. Con orgullo muestra la foto de su viejo junto a Alfredo, Pipo, Pellegrino y Di Stéfano en el Campín de Bogota. Hace un tiempo, una hija de Di se dio una vuelta por el barrio. Vio la foto en el club y le dijo: «No puedo creer que tengas esa foto…ni mi viejo la tenía«.

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica FM 89.3 

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