Celso Freyre: «Siempre fue un orgullo enorme representar al fútbol chaqueño»

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Celso Freyre pasó por las Charlas de Vestuario de Abrí la Cancha. El Loro Freyre. Defensor zurdo. Un símbolo del fútbol chaqueño. Figura en Unión (General Pinedo) y capitán de aquel Chaco For Ever campeón del Nacional B 1988/89. Símbolo y figura de la etapa gloriosa del albinegro.

Por Carlos Aira

 

SUEÑOS DE FUTBOL: «Comencé desde muy chiquito en un club Los Andes de Barranqueras, mi pueblo. Una etapa hermosa, porque nos conocíamos todos. Todos colaborábamos con el club. Siempre recuerdo a Don Orione, de Barranqueras, que en 1971 clasificó al Nacional de Primera División. Todos los chicos teníamos el sueño de fútbol. Comencé en la sexta división de Los Andes hasta llegar a la Primera. En ese momento, el equipo jugaba la segunda división de la Liga Chaqueña y logramos el ascenso a Primera. Ahí es donde mi observa Sarmiento de Resistencia y me voy a jugar allá.

 

 

UNIÓN DE GENERAL PINEDO Y EL NACIONAL DE 1984: «Jugar ese Nacional con Unión de Pinedo fue una alegría enorme porque salvo un par de jugadores que llegaron desde For Ever, el resto eran muchachos del interior chaqueño, sobre todo de Pinedo y Charata. Nos tocó compartir zona con San Lorenzo, Temperley y Gimnasia de Mendoza y con orgullo puedo decir que perdimos tan solo contra San Lorenzo en Resistencia en un partidazo. La revancha en Buenos Aires ante San Lorenzo fue inolvidable. Ellos estaban invictos y venían de una gira por el exterior. Nosotros, con nuestra humildad, empatamos 1 a 1 sobre la hora en cancha de Atlanta. Ese partido fue un orgullo enorme porque estábamos representando a una provincia. Lo repito, ese equipo estaba armado con jugadores del interior chaqueño y le jugamos de igual a igual a un grande de Buenos Aires con enormes jugadores».
«En ese Nacional me tocó enfrentar a dos delanteros fantásticos como Walter Perazzo y Juan Gilberto Funes. Perazzo tenía una calidad increíble, pero Funes era un verdadero búfalo. En toda mi carrera tan sólo marqué a otro jugador con la fuerza de Funes que fue el Mencho Medina Bello. Años más tarde, en cancha de River, tiraron un pelotazo a la espalda de Mauricio Esquivel y lo tengo que cruzar al Mencho en velocidad. Fui fuerte, pero terminé rebotando. La masa muscular del Mencho era algo increíble».
«En aquel Nacional 1984 me tocó ir al arco. Fue una tarde contra Temperley en Resistencia. Íbamos ganando 1 a 0 con gol mío hasta que faltando 15 minutos, el árbitro Ricardo Calabria expulsó a nuestro arquero, que era Víctor Capitanich. Como habíamos realizado los dos cambios terminé en el arco porque me gustaba atajar en las prácticas. Tenía alguna noción, pero tampoco era arquero. Terminamos igualando 1 a 1. El último partido de ese Nacional lo jugamos contra Gimnasia en Mendoza. Yo no viajé porque me internaron el día anterior por una peritonitis. Menos mal que no viajé por que sino lo iba a pasar muy mal.

 

Celso Feryre compartiendo la portada de El Gráfico junto a Walter Perazzo. Febrero de 1984.

 

UNION DE SANTA FE: «En 1985 tuve la oportunidad de jugar en un club grande, porque Unión es un club grande. Siempre recuerdo los grandes jugadores que tuve como compañeros, como Daniel Killer, el Turco Fernando Husef Alí, Medrán, Walter Capoccetti. En la reserva estaban Oscar Passet y el Beto Acosta. Fui junto a Roberto Franco a Santa Fe y fue una experiencia muy linda. Cuando pensé que podía tener más continuidad en Unión surgió el campeonato Nacional B me llamó Chaco For Ever y no pude negarme para volver a mi provincia.

 

CHACO PUEDE: «Llegué a Chaco For Ever en 1986. En aquellos días teníamos facilidades con los viajes por intermedio del gobierno provincial, pero era un campeonato muy intenso con los viajes. El primer año hicimos una gran campaña y caímos en el reducido contra Belgrano de Córdoba. En 1988 perdimos la final del ascenso a Primera División ante San Martín de Tucumán, que venía del regional. Ellos sacaron ventaja deportiva porque habían jugado pocos partidos y por eso a partir de la temporada siguiente se modificó el Torneo del Interior. Pero la gran virtud del grupo fue no caerse a pesar de aquel golpe y se forjó lo que fue la campaña de 1989″.

 

31 de agosto de 1988. La alineación que empato con Banfield 2-2, por la 1ª fecha del Nacional “B” 1988/89. Arriba: Raul Oyola, Juan Arguello, Jorge Benitez, Jose Vilche, Felipe Di Marco y Hugo Parrado. Abajo: Luis Sosa, Celso Freyre, José Villarreal, Luis Diaz y Juan Sotelo

 

CHACO CAMPEON 1989: «No arrancamos bien la temporada 1988/89. Comenzaron los problemas económicos y dejamos de concentrar porque preferíamos cobrar el sueldo. De a poco empezamos a sumar puntos, pero lejos del líder Lanús. Nuestro entrenador fue muy importante. Oscar Palavecino, nuestro entrenador, le sacó todo el provecho a aquel equipo. El equipo entró en racha y hubo algo muy especial: la gente nos acompañó de una forma asombrosa».
«Una clave de ese equipo era un equipo con grandes jugadores. En el arco estaba el paraguayo Jiménez Aguilera; Felipe Di Marco y yo éramos los centrales. En los laterales estaban Patán Parrado y Mauricio Esquivel. En el medio teníamos cuatro volantes excepcionales, como el Chango Cravero, el Gringo Sperandío, el uruguayo Luis Sosa y el Chato Rosas, un salteño que era chiquito y gordito, pero tenía una calidad terrible. Nunca olvido un partido ante Independiente que lo volvió loco a Claudio Marangoni, un jugador muy correcto, pero se cansó de Rosas y le pegó un patadón. Arriba jugaban Fernández y Mario Noremberg. Un gran equipo».
«La última fecha la jugamos ante Lanús. Nosotros teníamos un punto menos que ellos. A nosotros solo nos servía ganar. Nunca olvido que salimos de la concentración y un mundo de gente nos acompañó hasta el estadio. Fue algo inolvidable. Había llegado mucha gente del interior de la provincia para estar presente en el estadio. Teníamos que rubricar en esa tarde el esfuerzo de muchos años de trabajo. Esa tarde pasó algo increíble. Luego del gol de Di Marco se cayó el tejido por la presión de los hinchas. El árbitro pudo haber suspendido el partido, pero la propia gente levantó el alambrado y el partido continuó con los hinchadas sosteniendo el alambrado. Nunca voy a olvidar la última jugada de aquella tarde. Tiro libre para Lanús en el borde del área. Ellos tenían un especialista como el uruguayo Gilmar Villagrán. La pelota pegó en el travesaño y terminó el partido. Si ese remate hubiera terminado en gol hubiera sido muy ingrato para nosotros por todo el esfuerzo que habíamos hecho».

 

Celso Antonio Freyre. El Loro Freyre.

 

CHACO FOR EVER EN PRIMERA: «Los dirigentes desarmaron la base del equipo que ascendió en 1989 y yo no estuve de acuerdo. Se fue Palavecino, vino otro entrenadores y otros jugadores. En la primera temporada nos salvamos del descenso en el desempate ante Racing de Córdoba. En la segunda temporada nos costó muchísimo y por eso terminamos descendiendo. Vuelvo a señalar: una lástima que desarmaron la base del equipo que comenzó jugando en 1986 y terminó ascendiendo en 1989″.
«Siempre tengo presente el desempate ante Racing de Córdoba en 1990. En la última fecha del campeonato enfrentábamos a Argentinos Juniors. Estábamos salvados hasta el segundo minuto de adicional cuando Antonio Vidal González metió la cabeza y nos empató el partido. Teníamos que desempatar ante Racing de Córdoba en la Bombonera. Ese día la hinchada de Boca nos apoyó. Ganamos 5 a 0 y cuando volvimos a Chaco parecía que habíamos sido campeones. Fue un partido notable de Scatolaro, que había jugado muy poco en la temporada, y ese partido le permitió irse a México».
«El partido que más recuerdo es raro, porque fue la tarde que perdimos 7 a 1 ante Independiente en Avellaneda. Podría recordar que le ganamos a Racing y San Lorenzo y empatamos las dos veces que jugamos ante Boca en la Bombonera. Tuve la suerte de enfrentar a jugadores notables, como el Checho Batista, el Mono Navarro Montoya o Gambetita Latorre, un habilidoso».
«Otra cosa que recuerdo de aquellos días eran los compañeros porteños que venían a Resistencia. Los llevaba a pescar y la pasaban mal porque los comían los mosquitos. Nosotros integramos a la gente que venía de afuera y la gente que vino de Buenos Aires en aquellos días se integraron a la vida nuestra en Resistencia».

 

28 de abril de 1991. Huracán 4-3 Chaco For Ever. Los capitanes Celso Freyre y Héctor Cúper junto al árbitro Guillermo Marconi y un línea especial: un pibe de 12 años.
UN PROBLEMA ARBITRAL: «El tema arbitral era un problema para nosotros. Siempre recuerdo una tarde en Rosario. Nuestro arquero se había golpeado la cabeza contra un palo y como capitán le pedí al árbitro Ricardo Calabria que lo atendieran rápido. Calabria me pegó una piña en el estómago y me dijo: – a vos y a todos los chaqueños los voy a echar a la mierda y los voy a cagar a trompadas. Terminó el partido y lo esperé afuera del vestuario y le dije: – Calabria, acá estoy, ¿No me ibas a cagar a trompadas?. Me agarró Yunes, el presidente de For Ever, y me dijo: – Salí de ahí que te van a sancionar. Tiempo después, Calabria vino a Resistencia, me encaró y me dijo: – ¡Qué hacés, fenómeno!. En línea general nos bardeaban un poco. Nosotros ya sabíamos que la ventaja la tenían los jugadores de Buenos Aires.
«Otra vez nos tocó una increíble. Jugábamos contra Huracán en Buenos Aires. Faltaban pocos minutos para el comienzo del partido y el árbitro Guillermo Marconi llamó a los capitanes al vestuario para decirnos que un lineman estaba retrasado y si podía oficiar de lineman un pibe de 12 años. Fue así que durante unos minutos ese chico fue el línea.

 

 

Producción de Nehuén Ríos
Carlos Aira es periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, en Radio Gráfica. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.

 

 

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