AFA: claves para comprender una trama política, judicial y deportiva

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Detrás de la Asamblea de AFA, un cúmulo de situaciones para prestar atención.

Por Carlos Aira

 

En tiempos de pasiones exacerbadas la Asamblea de AFA tomó una relevancia propia de los grandes eventos políticos. Como si fuera el circo romano, las redes sociales se convirtieron en el Coliseo donde los hinchas – y los que aprovechan la situación – desean ver sangre. Aquí no se van a encontrar nada de eso. No hay lugar para las operaciones. Se van a encontrar con tramas para pensar y ayudar a comprender. Para el periodismo actual, casi un sacrilegio.
Aquí hay que comprender que hay una guerra. Una contienda que el Gobierno de Javier Milei le declaró al tandem Claudio Tapia-Pablo Toviggino, hombres fuertes de la calle Viamonte. Una guerra abierta. Sea por la implementación de las SAD, por el control operativo de una mina de oro que es el fútbol o por el cambio de correlación de fuerzas dentro del fútbol.
Hoy, el tema central para el gobierno es desplazar a Tapia, dique de contención para el ingreso de otros actores a la conducción de un negocio espectacular. Para Tapia, la asamblea es una cuestión de subsistencia. El principal sustento del presidente no es la Scaloneta y el campeonato de Qatar, sino el apoyo y voto de muchos clubes chicos. Con otra ecuación, estarían a merced de un mercado y una indefensión total.
La trama de la asamblea es conocida. El recurso presentado en la justicia por Andrés Fassi, presidente de Talleres (Córdoba), activó a la Inspección General de Justicia (IGJ) que el martes pasado declaró a la futura asamblea como irregular e ineficaz a los efectos administrativos y absolutamente inválida. Daniel Vítolo, titular de la IGJ, declaró que «La AFA, como no tiene argumentos jurídicos, se pone en una posición política«. Una verdadera curiosidad: ¿Cómo calificar la avanzada del gobierno de Milei sobre el fútbol? ¿No es una clara acción política?
La decisión de AFA fue avanzar en la realización de la asamblea. Sin importar los pasos judiciales posteriores. Por ende, era absolutamente previsible todo lo sucedido.  En ese limbo jurídico, AFA tomo la decisión de llevar adelante una asamblea que no estaba prohibida, pero tenía vedada por la IGJ el tratamiento de órdenes del día ligadas a modificaciones estatutarias y elección de autoridades. Por otra parte, la resolución de IGJ no está firme porque AFA la recurrirá a la justicia. El recurso puede tener dos caminos una vez que llegue a la Cámara Civil que intervendrá en la causa. Si el recurso concede efecto suspensivo, la resolución de IGJ no tendrá valor y la Asamblea de AFA tendrá valor hasta que se emita un fallo definitivo. Por otra parte, si el recurso concede efecto devolutivo seguirá teniendo validez la suspensión impuesto por la IGJ.
Ahí está un gran problema de esta trama.
Por otra parte, en la asamblea se votó el cambio de domicilio de AFA. Una clave futura la tendrá la Dirección Provincial de Personas Jurídicas de la provincia de Buenos Aires. Si la misma resuelve que la asamblea es válida, puede ser un salvoconducto para AFA. Estas tramas son parte de un limbo jurídico.
LAS TRAMAS DE UNA COMPLEJA ORGANIZACION. El 26 de junio de 2011 el mundo del fútbol se conmocionó con el descenso de River Plate. En muy poco tiempo habían perdido la categoría clubes tradicionales, como Huracán, Rosario Central, Gimnasia y era el turno de un gigante como River. Fútbol para todos cambió la ecuación de nuestro fútbol. Con dinero en el bolsillo los chicos dejaron de ser tan chicos. El crecimiento económico del país generó que los clubes provinciales crecieran en forma exponencial. El mapa de nuestro fútbol había cambiado. En aquel 2011 fue Julio Grondona quién quiso llevar adelante un controvertido campeonato con 30 o 40 equipos en Primera División. Con absoluta clarividencia, comprendiendo la realidad, el propio Grondona declaró: «Hay que socializar el fútbol y generar un efecto derrame sobre los clubes«.
Julio Grondona falleció el 30 de junio de 2014 y al año siguiente se realizó el famoso campeonato de 30 equipos. Luego pasaron los años y los sucesos, pero una realidad se mantiene: los clubes grandes perdieron protagonismo. Tanto dentro, pero sobre todo fuera del campo de juego. Los dirigentes de los clubes tradicionalmente poderosos no están de acuerdo con los modelos de campeonato, pero en la composición del Comité Ejecutivo y Asamblea de AFA están en franca minoría. No pueden promover una fractura, por eso han quedado dentro de una situación singular.
Aparecen los Andrés Fassi y Juan Sebastián Verón contraponiendo a la figura de Claudio Tapia. Las operaciones están a la orden del día. El hervidero de las redes sociales exige una intervención de la calle Viamonte. Una intervención judicial pondría al fútbol argentino por fuera de la órbita competitiva de FIFA. Algo absolutamente inaceptable. Pero también hay un gobierno que apuesta por el caos. Que no le importa romper todo. No estamos hablando de cierto ataque a las instituciones, sino de destruirlas. Un ala mas cercana a Mauricio Macri plantea una intervención de FIFA, como fue la Comisión Normalizadora de 2016. Fuentes cercanas a Abrí la Cancha nos señalan que FIFA no se arriesgaría a intervenir a la federación campeona del mundo.
Es un escenario político complejo porque tenemos un gobierno complejo.
Por otra parte, la Comisión Normalizadora fue un inmenso fracaso. El gran fracaso de Macri en el fútbol. Uno de los hombres de aquella comisión fue Pablo Toviggino. Fue Mauricio Macri, en una negociación con Hugo Moyano, quién colocó a Claudio Tapia al frente de AFA en el lejano 2017. Por ende, Tapia y Toviggino ocupan el rol que ocupan gracias a la decisión política de Mauricio Macri. Curioso, ¿No?
Como señalamos, Fútbol para Todos cambió los factores de poder dentro de la primera división. La presencia de Deportivo Riestra es el ejemplo más claro. Sin Fútbol para Todos hubiera sido difícil dimensionar las experiencias de Defensa y Justicia y Godoy Cruz. Ambos clubes apoyados por grupos económicos, pero con dinámicas de inversión y fuerte crecimiento institucional y patrimonial.  Hoy, son muchos los actores de peso. También existen nuevos dirigentes. Clubes absolutamente politizados en su conducción, como Independiente. También presidentes de clubes que no dicen querer las SAD, pero están detrás de algo parecido, como Juan Sebastián Verón o Andrés Fassi. ¿Diego Milito? mmm….
El fútbol argentino es el más pasional del mundo, pero también el más complejo. Un fútbol que clama a gritos una reorganización integral, pero que no escapa a la realidad de la coyuntura.
Por ahora, hasta que la justicia ratifique o rectifique, Claudio Tapia es el presidente de AFA hasta 2028.
Mientras tanto, transitamos la vida en un país de volantazos y coyunturas diarias.

 

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