Apiladas Deportivas: El Turismo Carretera, el futuro del Torino y la importancia de automotriz nacional

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La miga del deporte. Lo que decimos en Abrí la Cancha. Se vienen cambios profundos en el Turismo Carretera. La historia del Torino para comprender un país que fue y necesita volver a ser.

Por Carlos Aira

 

Volvieron las Apiladas Deportivas. Luego de un fin de semana de descanso, regresó el enfoque semanal de Abrí la Cancha. En esta oportunidad hicimos hincapié en el Turismo Carretera. Creada en 1937, es el campeonato de automovilismo más antiguo en vigencia en el mundo. Más allá del dato estádistico, quienes amamos el deporte sabemos que el TC es mucho más que eso: es una pasión nacional.
Los nombres propios vienen rápido a la mente: los hermanos Juan y Oscar Gálvez, Juan Manuel Fangio, Dante Emiliozzi, Héctor Gradassi, José Luis Di Palma, Pincho Castellano, Roberto Mouras, Juan María Traverso, Guillermo Ortelli y Agustín Canapino, entre tantos otros ídolos del deporte motor. Una pasión alimentada por una dicotomía desde el fondo de los tiempos: Ford o Chevrolet. En nuestro país no somos hinchas de los pilotos, sino de las marcas. Entre los años 40s y fines de los 60s, las  cupecitas de Ford se llevaron todos los títulos. A fines de los 60s surgieron nuevos prototipos, como el Chevitú (Chevrolet 400 Turismo Carretera). El Trueno Naranja, como lo bautizó la prensa, con el cual Carlos Pairetti se consagró campeón en 1968.
Pero un coche cambió la historia de la competencia y fue el Torino. Construido y diseñado por IKA (Industrias Kaiser Argentina), una empresa de capitales estadounidenses instalada en el país desde 1955 gracias a la política de nacionalización del segundo gobierno de Juan Domingo Perón. La planta, instalada en Santa Isabel, provincia de Córdoba, había producido coches populares, como la IKA Estanciera o el Kaiser Carabela. La historia cambió en 1966. La presencia del Ford Falcón y el Chevrolet 400 obligó a Kaiser el diseño de un coche que compitiera en ese segmento. El resultado fue el IKA Torino, el «Auto Argentino«, como lo presentó la empresa. Un portento de casi 4.000 centímetros cúbicos de cilindrada industria nacional.
Si el Torino era un orgullo criollo, en agosto de 1969 el coche ingresará en la historia grande del deporte argentino. El Toro Criollo había triunfado en las 24 horas de Nurburgring, la más exigente competencia europea en ruta. El triunfo del Torino fue el triunfo de la ingeniería argentina. No solo por los pilotos Eduardo Copello, Oscar Franco y Larry Rodríguez Larreta. Fue el triunfo del diseñador Heriberto Pronello y el motorista Oreste Berta, el Mago de Alta Gracia.
El triunfo del Torino en Europa revitalizó al Turismo Carretera. Punto final para las viejas Cupecitas. Ford y Chevrolet competirían, en forma oficial, con sus mejores productos: el Ford Falcón y el Chevrolet Chevy. Más tarde se sumaría el Dodge GTX (Polara). Desde los lejanos años 70s, Torino, Falcón, Chevy y Dodge son los coches que animan la competencia automovilística más importante del país.
Pero los cambios son inexorables. Luego de las muertes de Roberto Mouras (1992) y Pato Morresi (1994) se dejó de competir en ruta o en los peligrosos semi-permanentes; hubo un día que la categoría le abrió las puertas a la japonesa Toyota. La multinacional japonesa ingresó en 2022 al mundo del TC con el moderno Toyota Camry, generando rechazo en la mayoría de los tradicionales espectadores.
Pero el ingreso de Toyota no es el único cambio. A partir de 2024 se modernizará el parque automotor. Punto final para los históricos Falcon, Chevy y Polara. Las autoridades de la categoría confirmaron que llegarán nuevos diseños a las pistas: Ford Mustang, Chevrolet Camaro y Dodge Challenger, que se sumarán en 2024, aunque al principio convivirán con los diseños actuales. La pregunta es ¿Que sucederá con el Torino?
IKA Argentina fue absorvida por la francesa Renault en 1975. La automotriz gala bajó el programa Torino para darle paso a sus productos. El último Torino salió de una línea de montaje en 1982. Como bien señaló Nehuén Ríos en Abrí la Cancha, a partir de 1976, la industria automotriz argentina es una industria que ensambla autopartes. Tenemos diseñadores, ingenieros, motoristas. El know how necesario para la industrialización. Pero carecemos de decisión política. El modelo de gran país tiene a su industria como un pilar. No tener una empresa nacional de automóviles que pueda terciar en los mercados es parte del país que fuimos y dejamos de ser desde 1976. El debate de una gran nación. Por eso saludamos el crecimiento de la Fábrica Militar de Aviones, Astilleros Río Santiago o la emoción que significó el lanzamiento del ARSAT, diseñado y construido por INVAP. ¿Un país que construye reactores nucleares no puede tener fábrica automotriz propia? 
Se complica por la politiquería y los lobbys. No olvidemos el actual candidato que en su momento expresó que el ARSat – un satélite geoestacionario integramente diseñado, construido y ensayado en nuestro país – era «lanzar una heladera al espacio…«. Al parecer, para estos campeones de la rosca, nuestras universidades deben formar talentos para servir a las multinacionales.
Hace semanas, el pueblo deportista argentino estuvo en vilo con la presencia de Agustín Canapino y la mítica competencia en Indianápolis de IndyCar. El piloto de Arrecifes estuvo a siete vueltas de una hazaña memorable en su primera temporada en la categoría. Canapino, con un coche enteramente pintado en celeste y blanco y auspiciado por AFA, compite para el Juncos Racing, un equipo argentino-estadounidense propiedad del argentino Ricardo Juncos.
Alejandro Iuliano, gerente técnico de la ACTC, se refirió al futuro del Torino en el TC: «Estamos trabajando con algunos diseñadores que nos mandaron sus bocetos y tenemos que analizar si es posible llevarlo a cabo. Pero la idea es actualizar a la marca». El futuro del Torino podría ser una gran oportunidad. Existe capital y conocimiento. El automovilismo deportivo es una excelente posibilidad para relanzar una automotriz nacional. Son los pasos para construir el destino de una gran Nación.

 

LA DEL ESTRIBO: Como dice el querido Nehuén en el cierre de cada programa. Por un lado, la bandera de Los Monos en la despedida de Maxi Rodríguez. ¿Cómo puede suceder eso? ¿Que implicancias futuras tendrá en el seno de Newell´s Old Boys?. Por otra parte, jugadores de Justo José de Urquiza, club de Primera C, denunciaron abiertamente ser tentados por el submundo de las apuestas. Los jugadores están pidiendo ayuda a gritos. ¿Que hacemos con todo esto?
La seguimos en otro momento, amigos…

 

 

Periodista y escritor. Autor de Héroes de Tiento y Héroes en Tiempos Infames. Conductor de Abrí la Cancha, por Radio Gráfica. Premio Jauretche 2021 a la Investigación Periodística.

 

 

 

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