Cambaceres-Atlanta 2003: el penal más largo en la historia

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Por Carlos Aira

 

Un récord singular. Único. Casi surrealista. Convengamos que la realidad nacional de aquellos días – post cráter 2001 – le daba marco escénico a este tipo de situaciones.
El Club Atlético Atlanta transitaba en aquellos primeros meses de 2003 una situación inédita en su historia: estaba a punto de descender a Primera C. El promedio de descenso era casi una sentencia, y la realidad grela. El equipo bohemio, conducido por Salvador Pasini tenía que levantar 21 puntos de promedio que le sacaba su rival más directo.
Los muchachos de Villa Crespo realizaron una gran campaña. Pero no alcanzaba. Había que seguir sumando puntos. En uno de esos partidos, llamados de seis puntos, los enfrentó con Defensores de Cambaceres en la canchita de Ensenada. 5 de abril de 2003. Partido aguerrido, de dientes apretados, cuando a falta de nueve minutos para la finalización del cotejo, ¡Penal para Atlanta!, cobró el árbitro Alejandro Toia. Lucas Ferreiro, camiseta número 10, se aprestaba a ejecutar el penal, cuando los hinchas de Cambaceres decidieron treparse del alambrado. Pasaban los minutos y no bajaban. Partido suspendido.
¿Cuando se jugarían esos minutos? ¿Le darían por ganado el partido al bohemio? Las conjeturas se multiplicaban. El fallo no salía. Tampoco había fechas. Finalmente,  el Tribunal de Disciplina decidió que el encuentro se reanude 24 días más tarde, en cancha de Argentino de Quilmes y a puertas cerradas.
El martes 29 de abril de 2003, el partido se reanudó en forma insólita: con un tiro penal. Arco que da a la calle Alsina. La carrera de Lucas Ferreiro fue seguida por un sordo grito de gol. Se jugaron los minutos restantes, el marcador no se movió, y los Bohemios dieron un paso inmenso hacia una salvación que finalmente lograron el 14 de junio, en la última fecha, cuando vencieron a Tigre en Victoria. 1 a 0, gol convertido, justamente, por Lucas Ferreiro.
El penal más largo de la historia. Como aquel cuento de Osvaldo Soriano ambientado en el Alto Valle Rionegrino. Existió. Se ejecutó en Argentina y tardó 24 días en patearse.

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