Historias Mundialistas: Cuba en Francia 1938

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Durante la Copa del Mundo Francia 1938, disputado en Francia, Cuba participó por única vez en una Copa del Mundo. Lejana en el tiempo, la campaña es una de las más destacadas entre las selecciones del Caribe.

Por Martín Gorojovsky (*)

 

HERENCIA IBERICA:

Cuando se piensa en Cuba y el deporte, automáticamente vienen a la mente disciplinas como el boxeo, el béisbol o el atletismo, mientras que el fútbol pasa desapercibido. Sin embargo, en la década del ’30 todavía existía una tradición futbolera en la isla, huella de un pasado cercano como colonia española. Téngase en cuenta que en 1938 solo habían pasado cuarenta años desde la guerra entre Estados Unidos y España, en la que el primer país se apoderó de Cuba, Puerto Rico y, fuera de América, Guam y las Islas Filipinas. La influencia española en el deporte se puede apreciar en los nombres de los clubes donde se desempeñaban los integrantes del plantel cubano: Deportivo Centro Gallego, Hispanoamérica, Iberia Habana y Juventud Asturiana.

 

CARIBEÑOS EN TIERRAS GALAS: 

Al igual que en el de Italia cuatro años antes, el primer Mundial jugado en Francia se organizó sin fase de grupos. Los equipos jugaban desde el comienzo llaves eliminatorias. Esto se debía en parte a la costumbre europea de usar ese formato, aunque también pesaba el aumento de las tensiones que llevarían un año más tarde al estallido de la Segunda Guerra Mundial. Como el conflicto se sentía inminente, era mejor jugar un torneo lo más breve posible. El campeonato comenzaba en octavos de final. Si los noventa minutos terminaban en empate, se jugaba media hora de alargue, y de persistir la igualdad se jugaba un partido de desempate.

El sorteo ubicó a los cubanos frente a Rumania, una selección que tenía asistencia perfecta desde 1930, pero que no había logrado resultados muy relevantes hasta el momento. El encuentro se jugó 5 de junio en el estadio TOEC, sigla en francés del Club Olímpico de Empleados de Toulouse, y terminó 3 a 3 al cabo de ciento veinte minutos de juego en los que el marcador tuvo vaivenes. Silviu Bindea abrió la cuenta para los europeos, pero al cierre del primer tiempo Héctor Socorro puso el 1 a 1 con el que se fueron al descanso. En el segundo tiempo José Antonio Magriñá adelanto a los americanos, pero ahora fue el turno de los rumanos de marcar el empate agónico, con un gol de Gyula Barátky dos minutos antes del pitazo final. En el primer tiempo suplementario, Socorro volvió a convertir para que Cuba se impusiera por 3 a 2, pero de nuevo empató Rumania, esta vez en los pies de Stefan Dobay.

Cuatro días después se jugó la revancha en el mismo escenario, y se produjo la clasificación cubana. Dobay abrió la cuenta a los treinta y cinco minutos primer tiempo, pero en el complemento Socorro y Tomás Fernández Ruiz dieron vuelta el partido, a los seis y a los doce minutos respectivamente. A pesar de que quedaba más de media hora de partido, Cuba supo defender la ventaja y alcanzó los cuartos de final, lo cual en sí mismo ya era un resultado más que positivo para los caribeños.

 

 

En la siguiente fase enfrentaron a Suecia, otro equipo de cierta tradición futbolística, pero que además contó en aquella oportunidad con una ventaja de descanso, por cuestiones ajenas al deporte. El sorteo para los octavos de final los había emparejado con Austria, pero dos meses y medio antes del inicio del Mundial se produjo la anexión de ese país por parte de la Alemania nazi. Ante el vacío provocado por la ausencia de los austríacos, los nórdicos avanzaron automáticamente a cuartos de final, donde enfrentaron a una selección que había jugado dos partidos, uno de ellos con alargue, en apenas cuatro días. Entre las diferencias futbolísticas y el tiempo de reposo, los suecos terminaron la incursión cubana con una goleada por 8 a 0.

Como primera experiencia para una selección debutante y de recursos limitados, no estaba mal. Pero en las décadas siguientes el esfuerzo en el deporte cubano se orientó hacia otros horizontes, y la selección cubana no ha estado ni cerca de superar la eliminatorias nuevamente. Aún así, su campaña de 1938 sigue siendo una de las mejores alguna vez realizada por una selección del Caribe puesto que es la única, aparte de Costa Rica, que ha logrado superar una primera fase en los mundiales.

 

* Periodista. Miembro del staff de Abrí la Cancha (Lunes a viernes, de 13 a 13:30 y 20 a 21hs. Domingos, de 23 a 00hs. Por Radio Gráfica FM 89.3)

 

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