Francisco “Pancho” Sá, figura de Independiente y de Boca en la década del ’70, charló con Abrí la Cancha acerca del presente del Rojo, de su trabajo en las inferiores del club y del futuro del Xeneize tras la derrota en el clásico ante River.
Sá destacó el trabajo de Ariel Holan, quien según explicó “nos dio una participación al Chivo [Ricardo Elbio] Pavoni, a [Miguel Ángel] Pepé Santoro, a todos los que estamos trabajando en las inferiores de Independiente a conversar e intercambiar puntos de vista. Incluso estuvimos en su laboratorio y nos contó que les muestra jugadas de otros partidos de Independiente a los jugadores, comparando y hablando siempre de nosotros los ex jugadores. Nos sentimos orgullosos y halagados de que así sea. Tiene una idea clara, sabe lo que es Independiente, es hincha y conoce la historia. Tiene la audacia de hacer correcciones en el equipo y eso es muy bueno, porque Independiente ha cambiado su cara y está haciendo partidos muy buenos. No podía ganar de local y lo logró en forma contundente contra nuestro clásico rival. Trabajo hace doce años en las inferiores del club y nunca un director técnico nos había dado este lugar”.
Consultado por Carlos Aira y Martín Gorojovsky sobre el ‘paladar negro’ histórico de la hinchada de Independiente y la posibilidad de rescatarlo con las características de los jugadores actuales Sá opinó que “es lo que piden siempre los hinchas, socios y hasta los propios jugadores. Pero se olvida que además de eso Independiente siempre fue un equipo de defensas firmes, de resistir asedios en algunos partidos donde era necesario. Hoy lo está consiguiendo porque cuenta con buenos jugadores, y no creo que sea un espejismo. Es rápido y se volvió a hacer firme en la mitad de la cancha, que era uno de sus talones de Aquiles. Está sólido y los jugadores están comprometidos con la idea del técnico”.
Posteriormente caracterizó al trabajo de fútbol amateur como “una actividad donde es importante recorrer todo el país, porque los buenos jugadores ya no vienen a Buenos Aires como antes. Todos los clubes trabajan rastrillando el país y los traen cada vez más jóvenes, entonces nosotros tenemos que estar actualizados y esforzarnos en buscar en distintos lugares. Es importantísimo que el club nos respalde para poder hacerlo. En todo este tiemp que llevo trabajando siempre hubo buenos jugadores, pero es difícil que se vea si el director técnico no los pone en Primera”.
Sá también analizó a Boca, equipo al que “le está pasando lo mismo que a Independiente en una época. El Loco [Juan Carlos] Lorenzo decía que a las defensas les hace falta el biombo y me parece que es el caso actual. Falta más contenció en la mitad de la cancha. Los mellizos Barros Schelotto son inteligentes y trabajan bien. Más allá del dolor y de la amargura van a querer superar estas dificultades y van a armar un equipo más sólido. Todo el mundo pide a Wilmar Barios y es posible que tenga que jugar, no hace falta ofenderse. A veces creemos que sabemos todo, pero el soberano no se equivoca. Cuando la hinchada pide a un jugador es por algo. Boca no llegó a ser puntero de casualidad, tiene buenos jugadores como para salir campeón. Lógicamente, perder el clásico fue un tropezón y también los otros están al acecho y se preparan para pegar el salto. Boca gana en cualquier cancha contra cualquiera porque está acostumbrado a los partidos de mucha presión. Por eso es grande, un equipo de hazañas, como fue también Independiente, que a pesar de lo que se suele decir se parece más a Boca que a River”.
Por último el entrevistado tuvo tiempo de opinar sobre la cuestión táctica de la salida en defensa. Según Sá “los directores técnico buscamos achicar el margen de error. Porque se quiera imitar a un equipo no se va a poder jugar como ese equipo. Todos los delanteros están preparados para quitarle la pelota a los defensores, que no tienen el manejo de un volante de creación o de un atacante. Entonces no hay que arriesgarse en zonas peligrosas, como cerca de la parte central del área. Perder una pelota ahí termina en gol, y además termina con la moral del jugador y con la confianza que le pueda tener el técnico. Los jugadores inteligentes tienen que saber cuándo salir jugando y sobre todo saber sacar la pelota a un lugar donde no sea peligroso”.
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