Frase para la historia de Rubén Hugo Ayala, el verdadero Ratón Ayala.
Delantero de endiablada habilidad y velocidad. Nacido en Humboldt, provincia de Santa Fe el 8 de enero de 1950. Surgido en las divisiones inferiores de San Lorenzo. Allí lo moldeó el maestro Ernesto Duchini, quién lo recomendó para la primera junto a Ramón Cacho Heredia. Debutó en 1968, el año de Los Matadores. Pronto destacó por sus cualidades futbolisticas, pero también por su pelo larguísimo. Extraño para la época.
Figura del San Lorenzo bi-campeón 1972 (Metropolitano y Nacional), fue trasferido a Atlético Madrid. Junto con él, también viajó Cacho Heredia. Ambos fueron enormes figuras a orillas del Manzanares. Tanto fue así que eran las grandes estrellas del equipo argentino que disputó la Copa del Mundo 1974.
A fines de ese año, en el pico de popularidad, Rubén Ayala filmó una publicidad debotines Interminable.
La misma fue filmada en el Estadio de River Plate (aún herradura), con la dirección de Eliseo Subiela. Con un pasodoble de fondo, el Ratón – vistiendo la camiseta del equipo madrileño – luego de pegarle de volea una y otra vez, menea la cabeza recomendando comprar los timbos ya que en Europa no se consiguen. Ayala era uno de los pocos futbolistas nacionales que jugaba en el viejo continente…
Si Luis Pentrelli inmortalizó el Toco y me Voy, Ayala quedará en la historia por sus piques electrizantes, sus goles y porque En Europa no se consiguen…